Crecen las dudas sobre el cumplimiento de los acuerdos de precios
Algunas empresas acatarán las pautas oficiales hasta el 10 de diciembre; otras verán cómo traspasar aumentos más altos
María Julieta Rumi
Las góndolas muestran fuertes alzas
Luego del encuentro que mantuvo el secretario de Comercio, Matías Tombolini, con cadenas de supermercados, ayer fue el turno de las empresas de consumo masivo a las que les bajó la misma pauta de “transición ordenada”. Solicitó que los productos básicos tengan un tope de aumento del 5%, mientras que los no básicos pueden subir hasta un 12%. En diciembre todos podrán tener otro ajuste del 8%.
Frente al pedido unificado, las respuestas fueron diversas. Mientras que algunas compañías parecen dispuestas a convalidar el sendero hasta el 10 de diciembre, otras van a analizar la evolución de los costos y los permisos de importación para ver si no realizan más ajustes. En tanto, desde una firma ya analizaban cómo pasar a góndolas un alza mayor a la permitida.
“Con las empresas que hablé, en principio estaban todas acompañando la pauta y estaban ajustando los precios como una manera de acompañar la transición hasta el 10 de diciembre, cuando seguramente Precios Justos va a dejar de existir”, explicó un representante de una firma alimentaria.
En tanto, otra fuente del mismo sector industrial estimó que se llevó la impresión de que la Secretaría de Comercio ya no tiene nada para ofrecer y solo pide que “no hagan olas”. Es decir, que las empresas pueden hacer lo que quieran mientras no informen subas excesivas.
“El tema es que los supermercados no van aceptar aumentos del 60%, con lo cual hay que ver cómo entrar de nuevo en las góndolas. Si tengo nuevas listas, con un 45% de incremento, tengo que ver cómo irlo pasando a góndolas. Pero la Secretaría, al menos con nosotros, se corrió”, aseguró un directivo.
Por otro lado, autoridades de una empresa que elabora productos de limpieza e higiene personal dijeron que por el momento van a acatar los aumentos, pero que la próxima semana evaluarán si el atraso en los costos y la deuda comercial es grande. “La deuda comercial es gigante. La idea es que nos puedan compensar con SIRA (permisos de importación) o pagos, pero no tienen mucho para ofrecer”, agregaron.
La renovación de los acuerdos de precios hasta el 10 de diciembre es el último esfuerzo que persigue el Gobierno para evitar una aceleración de los precios en los supermercados. Todo indica que, en las próximas horas, días o, a lo sumo, semanas, los acuerdos de precios, el programa de Precios Justos y los fideicomisos para algunos rubros de alimentos –como las harinas, pastas y aceites– dejarán de existir. Esto redundará en un fuerte salto en los valores de la mayoría de los productos que se comercializan en las grandes superficies.
Otras realidades
En tanto, en los comercios chicos, esta realidad ya es más patente porque allí no rige el programa Precios Justos ni tienen la espalda de los supermercados para rechazar listas con aumentos.
Por caso, Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA) y vicepresidente de la Confederación General Almacenera de la República Argentina (CGA), afirmó que el martes estuvo recorriendo mayoristas con un colega y los alimentos subieron un 25%; los productos de limpieza e higiene personal, un 30%, y hay productos con valores “descabellados”.
“Tengo mucha bronca. Trabajamos todo un fin de semana para cambiar plata o perder plata. Estamos recibiendo información de todos los colegas y el azúcar que vendíamos a $1100, hoy sale $1100 de costo y un choclo en grano, que vendíamos a $800, hoy cuesta $1000. Es una locura”, describió.
Por su parte, Marcos Difilippo, presidente de la Cámara de Kiosqueros y Afines de Rosario y la Región (Ckarr), aseguró que están recibiendo aumentos de entre el 15 y el 45% de marcas que toman pedidos, pero no dan fecha de entrega. Por otro lado, sostuvo que hay mayoristas que tienen la venta suspendida hasta llegar a un acuerdo con las empresas.
En tanto, en los supermercados y comercios chinos aún no tenían novedades. Según la presidenta de la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y Países del Sudeste Asiático (Cedeapsa), Yolanda Durán, hasta el viernes pasado no había listados de precios y, si les entregaban mercadería, era con aumentos del 8% al 12%.
Por otro lado, el panorama en los mayoristas era de estanterías vacías y no había productos esenciales como arroz, harina, azúcar, papel higiénico y rollos de cocina.
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Vuelven las paradas de producción en las automotrices
Nissan frenará hoy y mañana la línea de pick ups en Córdoba por un “ajuste en la demanda de mercados de exportación”
Luego del encuentro que mantuvo el secretario de Comercio, Matías Tombolini, con cadenas de supermercados, ayer fue el turno de las empresas de consumo masivo a las que les bajó la misma pauta de “transición ordenada”. Solicitó que los productos básicos tengan un tope de aumento del 5%, mientras que los no básicos pueden subir hasta un 12%. En diciembre todos podrán tener otro ajuste del 8%.
Frente al pedido unificado, las respuestas fueron diversas. Mientras que algunas compañías parecen dispuestas a convalidar el sendero hasta el 10 de diciembre, otras van a analizar la evolución de los costos y los permisos de importación para ver si no realizan más ajustes. En tanto, desde una firma ya analizaban cómo pasar a góndolas un alza mayor a la permitida.
“Con las empresas que hablé, en principio estaban todas acompañando la pauta y estaban ajustando los precios como una manera de acompañar la transición hasta el 10 de diciembre, cuando seguramente Precios Justos va a dejar de existir”, explicó un representante de una firma alimentaria.
En tanto, otra fuente del mismo sector industrial estimó que se llevó la impresión de que la Secretaría de Comercio ya no tiene nada para ofrecer y solo pide que “no hagan olas”. Es decir, que las empresas pueden hacer lo que quieran mientras no informen subas excesivas.
“El tema es que los supermercados no van aceptar aumentos del 60%, con lo cual hay que ver cómo entrar de nuevo en las góndolas. Si tengo nuevas listas, con un 45% de incremento, tengo que ver cómo irlo pasando a góndolas. Pero la Secretaría, al menos con nosotros, se corrió”, aseguró un directivo.
Por otro lado, autoridades de una empresa que elabora productos de limpieza e higiene personal dijeron que por el momento van a acatar los aumentos, pero que la próxima semana evaluarán si el atraso en los costos y la deuda comercial es grande. “La deuda comercial es gigante. La idea es que nos puedan compensar con SIRA (permisos de importación) o pagos, pero no tienen mucho para ofrecer”, agregaron.
La renovación de los acuerdos de precios hasta el 10 de diciembre es el último esfuerzo que persigue el Gobierno para evitar una aceleración de los precios en los supermercados. Todo indica que, en las próximas horas, días o, a lo sumo, semanas, los acuerdos de precios, el programa de Precios Justos y los fideicomisos para algunos rubros de alimentos –como las harinas, pastas y aceites– dejarán de existir. Esto redundará en un fuerte salto en los valores de la mayoría de los productos que se comercializan en las grandes superficies.
Otras realidades
En tanto, en los comercios chicos, esta realidad ya es más patente porque allí no rige el programa Precios Justos ni tienen la espalda de los supermercados para rechazar listas con aumentos.
Por caso, Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA) y vicepresidente de la Confederación General Almacenera de la República Argentina (CGA), afirmó que el martes estuvo recorriendo mayoristas con un colega y los alimentos subieron un 25%; los productos de limpieza e higiene personal, un 30%, y hay productos con valores “descabellados”.
“Tengo mucha bronca. Trabajamos todo un fin de semana para cambiar plata o perder plata. Estamos recibiendo información de todos los colegas y el azúcar que vendíamos a $1100, hoy sale $1100 de costo y un choclo en grano, que vendíamos a $800, hoy cuesta $1000. Es una locura”, describió.
Por su parte, Marcos Difilippo, presidente de la Cámara de Kiosqueros y Afines de Rosario y la Región (Ckarr), aseguró que están recibiendo aumentos de entre el 15 y el 45% de marcas que toman pedidos, pero no dan fecha de entrega. Por otro lado, sostuvo que hay mayoristas que tienen la venta suspendida hasta llegar a un acuerdo con las empresas.
En tanto, en los supermercados y comercios chinos aún no tenían novedades. Según la presidenta de la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y Países del Sudeste Asiático (Cedeapsa), Yolanda Durán, hasta el viernes pasado no había listados de precios y, si les entregaban mercadería, era con aumentos del 8% al 12%.
Por otro lado, el panorama en los mayoristas era de estanterías vacías y no había productos esenciales como arroz, harina, azúcar, papel higiénico y rollos de cocina.
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Vuelven las paradas de producción en las automotrices
Nissan frenará hoy y mañana la línea de pick ups en Córdoba por un “ajuste en la demanda de mercados de exportación”
Pablo Ortega Con la colaboración de Gabriela Origlia
La automotriz japonesa Nissan frenará jueves y viernes la línea de producción de pick ups (su modelo mediano Frontier y la Renault Alaskan, que fabrica para su aliada Renault) en la planta de Santa Isabel, Córdoba ,“debido aun ajuste en la demanda de mercados de exportación ”, según la explicación oficial que emitió la empresa.
Fuentes del gremio Smata en Córdoba señalaron que la parada de producción se debe a faltantes de piezas importadas, en concreto, cables.
“Debido a un ajuste en la demanda de mercados de exportación, se llevarán adelante dos paradas programadas de la línea de producción de pick ups, los días 23 y 24 de noviembre”, informó Nissan ante la consulta Las líneas de producción de la marca francesa (que produce los modelos Kangoo, Logan, Sandero y Stepway) operarán con normalidad.
La industria automotriz viene trabajando al límite de las interrupciones en su cadena de producción debido a los problemas de abastecimiento de autopartes, una consecuencia directa de la falta de dólares. En octubre, General Motors tuvo parada durante tres semanas su fábrica de Alvear, Santa Fe, donde produce los modelos Chevrolet Tracker y Cruze, por falta de insumos. Y la propia Nissan también debió frenar dos días la producción de pick ups en agosto último por carecer de parabrisas.
Otras terminales no tuvieron que detener la producción un día completo por el momento, pero enfrentaron “microparadas” de unas horas varias veces en el año. También se ven obligadas a sacar unidades de la línea con algún faltante, que agregan luego cuando llega la pieza.
“Estamos cortando clavos”, describe una fuente de una terminal que viene produciendo a término, pero que debió ayudar a sus autopartistas a destrabar el pago de importaciones, por el riesgo inminente de que los proveedores del exterior les dejen de vender.
Por la falta de dólares oficiales en el Banco Central, proveedores del exterior ya avisaron a sus clientes autopartistas de la Argentina que no les venderán más hasta que no salden sus deudas. Las empresas locales se enfrentan primero con la traba de obtener la autorización del sistema SIRA que regula las importaciones, pero luego de ese paso necesitan una validación de la AFIP para poder comprar los dólares oficiales en el MULC (Mercado Único y Libre de Cambios).
En el sector explican que cuando las empresas intentan obtener esa última autorización, el sistema de la AFIP les arroja un error y eso les impide comprar los dólares para saldar la deuda con el exterior. Para evitar que se corte la producción, las terminales habían cedido este año parte de su cupo de importación a sus proveedores, para que éstos puedan cumplir con sus obligaciones en el exterior en menor tiempo.
La automotriz japonesa Nissan frenará jueves y viernes la línea de producción de pick ups (su modelo mediano Frontier y la Renault Alaskan, que fabrica para su aliada Renault) en la planta de Santa Isabel, Córdoba ,“debido aun ajuste en la demanda de mercados de exportación ”, según la explicación oficial que emitió la empresa.
Fuentes del gremio Smata en Córdoba señalaron que la parada de producción se debe a faltantes de piezas importadas, en concreto, cables.
“Debido a un ajuste en la demanda de mercados de exportación, se llevarán adelante dos paradas programadas de la línea de producción de pick ups, los días 23 y 24 de noviembre”, informó Nissan ante la consulta Las líneas de producción de la marca francesa (que produce los modelos Kangoo, Logan, Sandero y Stepway) operarán con normalidad.
La industria automotriz viene trabajando al límite de las interrupciones en su cadena de producción debido a los problemas de abastecimiento de autopartes, una consecuencia directa de la falta de dólares. En octubre, General Motors tuvo parada durante tres semanas su fábrica de Alvear, Santa Fe, donde produce los modelos Chevrolet Tracker y Cruze, por falta de insumos. Y la propia Nissan también debió frenar dos días la producción de pick ups en agosto último por carecer de parabrisas.
Otras terminales no tuvieron que detener la producción un día completo por el momento, pero enfrentaron “microparadas” de unas horas varias veces en el año. También se ven obligadas a sacar unidades de la línea con algún faltante, que agregan luego cuando llega la pieza.
“Estamos cortando clavos”, describe una fuente de una terminal que viene produciendo a término, pero que debió ayudar a sus autopartistas a destrabar el pago de importaciones, por el riesgo inminente de que los proveedores del exterior les dejen de vender.
Por la falta de dólares oficiales en el Banco Central, proveedores del exterior ya avisaron a sus clientes autopartistas de la Argentina que no les venderán más hasta que no salden sus deudas. Las empresas locales se enfrentan primero con la traba de obtener la autorización del sistema SIRA que regula las importaciones, pero luego de ese paso necesitan una validación de la AFIP para poder comprar los dólares oficiales en el MULC (Mercado Único y Libre de Cambios).
En el sector explican que cuando las empresas intentan obtener esa última autorización, el sistema de la AFIP les arroja un error y eso les impide comprar los dólares para saldar la deuda con el exterior. Para evitar que se corte la producción, las terminales habían cedido este año parte de su cupo de importación a sus proveedores, para que éstos puedan cumplir con sus obligaciones en el exterior en menor tiempo.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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