Quién fue Clorindo Testa y dónde queda el café secreto inspirado en el arquitecto

Quién fue Clorindo Testa y dónde queda el café secreto inspirado en el arquitecto
Google celebra el nacimiento del italo-argentino y este lugar al aire libre parece ser un escondite secreto perfecto para celebrarlo
Candelaria Reinoso Taccone
El café en honor a Clorindo Testa abrió hace unos meses dentro de la biblioteca Ricardo Güiraldes en el límite entre Recoleta y Retiro.
En el corazón de la ciudad de Buenos Aires, específicamente en límite entre el barrio de Recoleta y Retiro, surgió un rincón único que combina la arquitectura de Argentina con la gastronomía local. Hace unos meses, el café “Clorindo” abrió sus puertas en un patio escondido detrás de la Biblioteca Ricardo Güiraldes, a dos cuadras de la Plaza Vicente López.
Nombrado en honor a Clorindo Testa, uno de los arquitectos más influyentes de Argentina y quien Google conmemora hoy con un doodle, este espacio fusiona la estética arquitectónica y el café de especialidad. El lugar ofrece una experiencia única al aire libre en lo que parece un escondite secreto, ya que se encuentra apartado de la calle, en lo que en otro tiempo sirvió como jardín de lectura y anfiteatro de la biblioteca.
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El brutalismo y el hormigón están presentes en la arquitectura de este espacio exterio

Si bien la autoría exacta del diseño del patio es motivo de debate, su inconfundible estilo brutalista, caracterizado por sus formas geométricas y uso del hormigón, se asemeja a icónicas estructuras como la Biblioteca Nacional y el Banco de Londres, ambas creaciones de Testa. Los tonos azul, crema y naranja, distintivos del arquitecto, ya estaban presentes en algunas partes del patio, y la cafetería logró realzar y conservar esta esencia.


“Nos dieron la licitación del espacio hace menos de un año”, menciona Luis Amesti, uno de los socios detrás de la cafetería, y agrega: “Lo que hicimos fue terminar de darle esa impronta y conservar esa esencia”. La cafetería no solo es un homenaje a la arquitectura brutalista, sino también un destino para los amantes del café de alta calidad.

Al patio se accede por una escalinata desde el interior

Hay un espacio interior que luce la paleta de colores característica de Testa

Con Agustín Cairo, uno de los socios de la cafetería y también dueño de The Wine Bar, el equipo trae consigo una profunda experiencia en el rubro gastronómico. Aunque inicialmente se consideró la posibilidad de abrir otro tipo propuesta en el patio, las limitaciones espaciales hicieron que esa idea quedara descartada y la respuesta entusiasta de los clientes desde la apertura demostró que la elección fue la correcta.
Quién fue Clorindo Testa
Clorindo Testa fue uno de los pioneros del movimiento brutalista en Argentina.
Clorindo Testa fue un destacado arquitecto y artista ítalo-argentino, nacido el 10 de diciembre de 1923 en Benevento, Italia. Considerado pionero del movimiento arquitectónico brutalista argentino, Testa se trasladó a Buenos Aires con su familia a temprana edad. Inicialmente especializado en ingeniería electromecánica, cambió de rumbo y se graduó en arquitectura en la Universidad de Buenos Aires en 1948, formando parte de la primera promoción.
Su carrera despegó cuando ganó un concurso para el edificio de la Cámara Argentina de la Construcción en 1952. Posteriormente, se destacó por sus diseños de edificios públicos y privados, incorporando características distintivas como el uso de hormigón, colores primarios y formas puras como cubos, conos y esferas. Algunas de sus obras notables incluyen la Biblioteca Nacional, el Hospital Naval Central, el Paseo del Pilar (donde funcionó el Buenos Aires Design) y el auditorio del centro budista Soka Gakkai.
Clorindo Testa nació un 10 de diciembre de 1923.
Testa fue reconocido a nivel nacional e internacional por su contribución a la arquitectura contemporánea. Su estilo característico se distingue por su enfoque moderno y creativo, con diseños que desafían las convenciones tradicionales al combinar elementos geométricos, formas esculturales y el uso innovador de materiales como el concreto. A través de estos elementos, Testa lograba una fusión única entre la funcionalidad arquitectónica y la expresión artística, creando espacios audaces y armoniosos al mismo tiempo.
Aunque en unas semanas el arquitecto cumpliría 100 años desde su nacimiento, Google le rindió homenaje este 27 de noviembre, cambiando su página principal para conmemorar su legado. La razón: este año, el 10 de diciembre, coincide con la asunción del nuevo presidente de la Argentina. El 27 de noviembre de 2019, la Biblioteca Nacional Mariano Moreno fue declarada Monumento Histórico Nacional, justificando así la decisión de destacar a Clorindo Testa en ese día específico.
Dentro de un edificio histórico
Desde afuera, el edificio de la actual biblioteca Ricardo Güiraldes
El bar Clorindo comparte su espacio con la Biblioteca Ricardo Güiraldes, una joya literaria que vale la pena explorar. La biblioteca se encuentra alojada en un edificio de gran relevancia histórica y arquitectónica. Este antiguo edificio estilo Tudor data de 1921 y fue testigo de múltiples transformaciones a lo largo de los años. Sus primeros dueños, el doctor Federico Helguera y la señora María Luisa Padilla, mandaron construir esta residencia familiar en la década de 1920.
Con una superficie cubierta de más de 500 m², distribuidos en subsuelo, planta baja, un patio andaluz y tres pisos altos con entrepisos y ascensor, el edificio se destaca por la fusión de elementos renacentistas y neogóticos de manera excepcional.
La familia que construyó el edificio está presente con sus iniciales en los escudos de los vitreauxs
Los detalles y ornamentos arquitectónicos en techo, paredes y chimenea

Dentro del edificio hay un patio andaluz
Cuenta con varios detalles arquitectónicos distintivos, como los abundantes entramados de madera que adornan su fachada y su interior, una gran escalera principal de roble, con baranda tallada y cielorrasos decorados.
Si bien su origen fue como vivienda privada, tuvo un destino distinto a medida que el tiempo fue avanzando. En 1980, la entonces Municipalidad de la Ciudad expropió el edificio y desde 1982 se convirtió en la sede de la Biblioteca Central. A pesar de esta transformación, los vestigios de los antiguos propietarios perduran en la estructura. Sus iniciales se conservan en los escudos familiares, la chimenea y los vitrales del primer piso, recordándonos el legado de quienes una vez llamaron hogar a esta fascinante edificación.

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