Así que es verdad, Apple no sólo hace teléfonos. También los desarma. No lo hace manualmente. En cambio, tiene un robot que desarma iPhones y separa sus componentes. Ahora, anticipándose al Día de la Tierra (que se celebra mañana) pressentó una nueva versión del robot desrmador. Se llama Daisy.
El nombre está relacionado con la primera canción que aprende a cantar HAL 9000, la computadora de abordo 2001: Odisea en el espacio, y que repite durante la escena en la que es desactivada por el astronauta David Bowman, cuando su consciencia artificial ya está casi completamente apagada. Esa canción es Daisy Bell, del compositor inglés Harry Dacre.
Anécdotas y guiños aparte, y al revés de lo que se ha dicho, Daisy (o, para el caso, su antecesor, Liam, de 2016) no tienen por función destruir iPhones. Eso sería relativamente fácil con cualquier trituradora estándar.
Lo que vuelve notables a estas máquinas es que en realidad desarman minuciosamente los iPhone y separan las partes que pueden reciclarse. El video, asombroso, está en la página de Apple en la que dieron a conocer esta noticia.
Junto con la presentación del nuevo desarmador serial, o sea, Daisy, Apple anunció que hará una donación por cada iPhone que sus clientes entreguen para su reciclado a la compañía hasta el 30 del actual mediante el programa Apple Give Back. El dinero irá a la organización sin fines de lucro Conservation International, fundada en 1987.
La movida supone una intención ecológica, porque la industria digital tiene un fuerte impacto sobre el medio ambiente, en especial por la cantidad demencial de basura electrónica que producimos.
Es decir, está muy bueno cambiar el celular cada año, ¿pero qué ocurre con los que descartamos? No pensamos en eso, pero alcanza con mirar las cifras de venta para imaginar la enormidad de basura electrónica que estamos produciendo. Es, de hecho, una de las grandes deudas pendientes de esta actividad que ha cambiado el mundo, pero que tiene un costo importante para el medio ambiente.
Paradójicamente, algunos de los elementos que más contamina volver a producir son también los más costosos. Y pueden reciclarse. Por lo que Apple también obtiene un provecho al invertir en Daisy y toda la tecnología que lo (¿la?) rodea.
A. T.
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