El reconocido historiador italiano Loris Zanatta reflexionó acerca de la injerencia de la Iglesia católica en la política argentina y la ideología política y social del Papa Francisco. Además, habló de la orfandad del peronismo y criticó a los movimientos populistas.
“La Iglesia argentina logró establecer en el país el mito de la nación católica. Es decir, el triunfo del catolicismo sobre el liberalismo. La idea de que la fe organiza la vida y la moralidad de las personas. El peronismo fue el gran canal. Todos los intentos de transformar al PJ del todo a una parte no funcionaron. La idea unanimista sigue prevaleciendo”, observó Zanatta en diálogo con
Jorge Fernández Díaz.
Según el intelectual, el nacionalismo católico “nace como contrapunto al sueño de la sociedad abierta y plural de Alberdi y Sarmiento” y se vincula con el “imaginario colectivo de la época colonial”. Es decir, un imaginario corporativo que piensa a la sociedad como un conjunto de cuerpos donde el individuo está sometido a la colectividad y donde finalmente el todo supera a las partes.
Asimismo, Zanatta habló sobre la percepción europea del Papa Francisco y la merma en su popularidad. “En el contexto italiano, al Papa se lo ve de forma muy diferente al argentino. Ha bajado su popularidad de manera drástica en Italia pero sigue siendo muy popular. Hay una gran simpatía de parte de la izquierda política hacia el Papa por sus posiciones sociales”, remarcó.
En ese sentido, el historiador señaló que el Sumo Pontífice “es extraordinariamente mediático” y “le importan más los símbolos que las palabras”. En ese sentido, rescató un curioso parecido con Juan Domingo Perón. “No es coherente pero eso forma parte de un plan. Según la platea a la que le habla, redondea su discurso para quedar bien con el público. El Papa quiere abrazar a todos y que todos se convirtieran”, consideró.
Para el pensador italiano, el Papa se percibe a sí mismo como “el custodio de una identidad que está por encima de las instituciones políticas y representativas”. A su juicio, el punto de vista papal “está en peligro porque los argentinos se ‘descarrilaron’, se fueron por el ‘mal camino’ y eligieron un gobierno que no responde a esa tradición”.
Por otro lado, Zanatta se refirió a la política nacional. “Es muy importante para la Argentina que la actual administración termine su mandato de forma regular. Bien o mal, lo juzgarán los argentinos. Pero que pueda haber un gobierno no peronista que deje la institucionalidad en orden es lo más importante”, opinó.
Bajo su punto de vista, “el peronismo está huérfano” y “no logra ser filtro de la nación católica”. “Se ve de forma mucho más clara la actuación de la Iglesia. La idea es que esto es una especie de ’43 y el Papa intenta llenar ese espacio que dejó vacío el peronismo”, advirtió.
Al mismo tiempo, el entrevistado esbozó una dura crítica contra el populismo. “El populismo crea populismo. Cuando se desarrollo una fuerte corriente populista en un sistema político y cultural, genera por reacción otros populismos y se vuelve sistémico. Ya no es más populismo contra antipopulismo. En Argentina la lógica populista impregnó a toda la estructura de partidos políticos”, concluyó.
Según el intelectual, el nacionalismo católico “nace como contrapunto al sueño de la sociedad abierta y plural de Alberdi y Sarmiento” y se vincula con el “imaginario colectivo de la época colonial”. Es decir, un imaginario corporativo que piensa a la sociedad como un conjunto de cuerpos donde el individuo está sometido a la colectividad y donde finalmente el todo supera a las partes.
Asimismo, Zanatta habló sobre la percepción europea del Papa Francisco y la merma en su popularidad. “En el contexto italiano, al Papa se lo ve de forma muy diferente al argentino. Ha bajado su popularidad de manera drástica en Italia pero sigue siendo muy popular. Hay una gran simpatía de parte de la izquierda política hacia el Papa por sus posiciones sociales”, remarcó.
En ese sentido, el historiador señaló que el Sumo Pontífice “es extraordinariamente mediático” y “le importan más los símbolos que las palabras”. En ese sentido, rescató un curioso parecido con Juan Domingo Perón. “No es coherente pero eso forma parte de un plan. Según la platea a la que le habla, redondea su discurso para quedar bien con el público. El Papa quiere abrazar a todos y que todos se convirtieran”, consideró.
Para el pensador italiano, el Papa se percibe a sí mismo como “el custodio de una identidad que está por encima de las instituciones políticas y representativas”. A su juicio, el punto de vista papal “está en peligro porque los argentinos se ‘descarrilaron’, se fueron por el ‘mal camino’ y eligieron un gobierno que no responde a esa tradición”.
Por otro lado, Zanatta se refirió a la política nacional. “Es muy importante para la Argentina que la actual administración termine su mandato de forma regular. Bien o mal, lo juzgarán los argentinos. Pero que pueda haber un gobierno no peronista que deje la institucionalidad en orden es lo más importante”, opinó.
Bajo su punto de vista, “el peronismo está huérfano” y “no logra ser filtro de la nación católica”. “Se ve de forma mucho más clara la actuación de la Iglesia. La idea es que esto es una especie de ’43 y el Papa intenta llenar ese espacio que dejó vacío el peronismo”, advirtió.
Al mismo tiempo, el entrevistado esbozó una dura crítica contra el populismo. “El populismo crea populismo. Cuando se desarrollo una fuerte corriente populista en un sistema político y cultural, genera por reacción otros populismos y se vuelve sistémico. Ya no es más populismo contra antipopulismo. En Argentina la lógica populista impregnó a toda la estructura de partidos políticos”, concluyó.
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