jueves, 3 de enero de 2019
IGLESIA LUTERANA DANESA DE SAN TELMO....LA DEL BARCO
Iglesia Dinamarquesa en Buenos Aires
Dansk Kirke i Buenos Aires
En la fachada de la construcción de estilo Neogótico pueden encontrarse los rasgos típicos de la arquitectura nórdica, como el acabado de ladrillo a la vista, la torre cuadrada, y el contraste con detalles abstractos en blanco. En los flancos de la torre y en la parte superior, puede verse un motivo rítmico escalonado, que simboliza la escalera del sueño de Jacob, citada en la Biblia, por la que vio a los ángeles subir y bajar del cielo a la tierra.
En la nave de la iglesia hay elementos característicos de la confesión evangélico-luterana. Por ejemplo, un altar fijo a la pared donde se destaca una cruz desnuda, sin la imagen de Cristo. Nuestra centralidad es el Jesús resucitado y vivo, no el Jesús crucificado.
También encontramos los viejos bancos, sobre los cuales se ha grabado la cruz nórdica (que comparte características con la cruz celta), la cruz unida a un círculo. Las culturas nórdicas se convirtieron al Cristianismo, pero nunca pudieron aceptar la imagen divina expuesta en su faceta humana y humillada, como es Dios hecho hombre y crucificado. Prefirieron mostrar en la cruz la esencia de lo divino, que es la perfección. Y esa perfección se simboliza en la imagen del círculo.
Por supuesto, en la iglesia hay robustas puertas de madera, un órgano de tubos, venido de Dinamarca, y un púlpito.
Y frente al altar, una pequeña pila bautismal, para cumplir con uno de los dos únicos sacramentos que tiene el culto luterano. El otro es de la Eucaristía; es decir: el de la Santa Cena.
Pero la mayor curiosidad de la Iglesia Dinamarquesa está casi en el centro del templo, colgada desde el techo y apuntando hacia el altar. Es la réplica a escala de un famoso velero danés, llamado København (Copenhague, en nuestro idioma), un barco que en su momento fue considerado uno de los más bellos del mundo, un velero de madera de 5 mástiles. Era el buque escuela de las fuerzas navales danesas. Y allí navegaban los futuros oficiales. Después de compartir varios días con los miembros de nuestra comunidad, el København zarpó desde Buenos Aires en julio de 1928, llevando a muchos jóvenes, hijos de las mejores familias de Dinamarca. Tras navegar unas 1.500 millas, se cruzó con un vapor noruego frente a las costas de las Islas Malvinas. Fue la última vez que lo vieron. Nunca se encontraron sus restos ni a ninguno de los tripulantes. La foto y las firmas de aquella tripulación perdida se encuentra en una vitrina, en la biblioteca de la iglesia.
Todas las iglesias danesas del mundo tienen una réplica de un barco colgando en la nave. Debe ser la réplica de un barco con significado para la comunidad. Es una herencia vikinga, ya que para ellos sus naves tenían una vital importancia ritual. Al cristianizarse, las naves adoptaron una nueva simbología: Representan el alma del fiel, navegando durante toda su vida rumbo al “buen puerto”, que es Dios, representado en el altar.
En el marco de las Reuniones Congregacionales de Abril de 1984, el Presidente de la Sociedad Protestante del Sud, regala a la Iglesia la réplica del buque escuela, realizada por los artesanos Holger Buus y Henry Pedersen.
Los vitrales que se encuentran en el ábside (sobre el altar) fueron colocados en Septiembre de 1951 y son obra del artista danés Christian Iversen. Representan el momento de la multiplicación del los panes. Los vitrales originales eran abstractos e idénticos a los que hoy pueden verse a lo largo de la nave.
Debajo de los vitrales se lee: “Si los enviare en ayunas a casa, desfallecerían en el camino. Algunos de ellos han venido desde muy lejos.”
Este texto, tomado de la Biblia, era muy significativo para los inmigrantes daneses llegados a Argentina, ya que ellos también habían venido desde muy lejos y necesitaban satisfacer el alma para no desfallecer.
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