sábado, 12 de septiembre de 2020
DANIEL BILOTTA PIENSA Y ESCRIBE,
Los piqueteros que complican a Cristina
Daniel Bilotta
La inseguridad está ganando un espacio importante en la agenda electoral del kirchnerismo. Es la rectificación más significativa que Cristina Kirchner se propone introducir en la filosofía garantista que impregna al Frente de Todos. Y quizás la primera evidencia concreta de haber asimilado la derrota de 2013 en la que se impuso con propuestas sobre este tema su exjefe de Gabinete Massa. Un resultado que contribuyó a que la oposición fortaleciera la creencia de que era posible vencer al peronismo si permanecía dividido.
Fue lo que ocurrió. Aunque de forma errónea se lo interpreta como un deseo de venganza, a la vicepresidenta la moviliza su afán perfeccionista. Lo padecen aquellos a quienes estima responsables de errores que complican sus planes. No figuraba en ellos la victoria de Macri. Ni las causas judiciales en su contra que asocia al expresidente. Massa comprendió la necesidad de librarse de culpa por haber sido parte de ese proceso. Al menos en lo inmediato, parece predispuesto a defraudar la expectativa que conserva la oposición de retomar el diálogo interrumpido la semana pasada en el Congreso. Esa reconversión acelerada lo obligó a coincidir con uno de sus peores enemigos: Sergio Berni. Los dos condenaron la usurpación de tierras, fenómeno donde el Movimiento Evita adquirió un rol preponderante.
Un aparente imprevisto que podría complicar la planificación de la estrategia electoral del oficialismo en 2021, de la que probablemente esa organización desee tomar parte activa. Sobre todo en la confección de las listas de candidatos: la parte menos visible del conflicto. La tirantez con el Evita no es una novedad. Pero sí la confrontación. Una sorpresa para Frederic. La ministra de Seguridad defendió la toma en el lago Mascardi. Hasta Kicillof habló de la necesidad de hallar una solución desde el Estado. Es la situación en la que Massa cerró filas con Berni. No solo para persuadir a Máximo Kirchner y Wado de Pedro de que Jorge D’onofrio lo suceda en el Ministerio de Seguridad bonaerense. También porque Berni fue el único oficialista que se pronunció en contra de la ocupación de tierras en Presidente Perón, donde gobierna Blanca Cantero, aliada de Massa.
En su única aparición pública, la intendenta acusó a fuerzas de izquierda por la toma. Es probable que los acuerdos electorales de 2019 le impidan ser más precisa y repudiar el comportamiento de Ariel Jiménez, concejal del Frente de Todos y delegado local del Movimiento Evita. Pero sobre todo el aparente vínculo que mantendría con Sopapita. Apodo del sindicado como responsable de la venta de lotes en un audio que circula entre propietarios de la zona. Alberto Fernández evitó pronunciarse sobre el futuro en su gobierno del Movimiento Evita. Navarro ocupa un despacho vecino al de Fernández en la Casa Rosada. El Presidente lo designó secretario de Enlace Parlamentario después de ser un estrecho colaborador en la campaña. Las habladurías le atribuyen haber financiado una parte.
También la marcha contra el hambre el 28 de agosto del año pasado con gran protagonismo de Grabois, titular de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). Clima enrarecido en el que Elisa Carrió le pidió al Papa que modere al oficialismo. Fue el mensaje que le envió a Mario Poli por Facundo del Gaizo, legislador porteño de la Coalición Cívica que supo asistir a Bergoglio como chofer. No está claro el efecto que pueda surtir la intervención del arzobispo de Buenos Aires. Uno de sus auxiliares, Ernesto Giobando, será el nuevo obispo de Lanús y Avellaneda. Con velocidad inusual, Francisco le aceptó la renuncia a Rubén Frassia. No es la única curiosidad del trámite. Confirmada por la agencia católica AICA el 7 de agosto, la noticia fue adelantada en calidad de primicia el día 6 por el canal de Youtube que tiene Madres de Plaza de Mayo.
Giobando es jesuita. Igual que Jorge Lugones, obispo de Lomas de Zamora. Los dos están relacionados con Grabois, con emprendimientos cartoneros en Villa Caraza y Villa Fiorito, localidades que divide la calle Hornos. También a Lanús de Lomas de Zamora. Las tomas de tierras son una fricción entre Grabois y el kirchnerismo. Francisco participó el año pasado del encuentro mundial de Movimientos Populares en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia con la consigna “Tierra, techo y trabajo”. Frassia renunció para formalizar su jubilación. Fue luego de un conflicto con Francisco “Paco” oliveira el año pasado. El obispo le retiró las credenciales para dar misa en la Isla Maciel. El cura párroco defendió el aborto y cuestionó la presencia de la vicepresidenta Gabriela Michetti en un oficio religioso por Enrique Angelleri en La Rioja. Paco trabaja ahora en la diócesis de Merlo y Moreno. En este municipio, la intendenta Mariel Fernández se distanció de Juan José “el Gringo” Castro, cercano a Grabois. La CTEP integra el Movimiento Evita. Fernández es afín a Pérsico y al diputado nacional Leo Grosso, crítico en Twitter de la gestión de Berni. La intendenta municipalizó el servicio de recolección de residuos. La cooperativa Ayelén se encargará del reciclado. Fernández es la titular de Ayelén.
El Presidente recibió el 25 de marzo a Paco y otros sacerdotes por pedido de Larroque, nexo entre La Cámpora y los curas villeros. Juntos por el Cambio intenta saber si los municipios donde gobierna accederán al mismo beneficio que el de Morón. El ministro de Desarrollo Comunitario le giró 60 millones de pesos del programa de atención de emergencias en zonas de alta circulación del Covid-19, creado por el decreto 434, que Kicillof firmó el 4 de junio. La oposición tiene dificultades con el gobernador por el envío de fondos. La semana pasada envió 72 de los tres mil millones comprometidos por el nuevo endeudamiento que le votó en la Legislatura. El temor es que siga el mismo criterio con la distribución de los 12.000 millones destinados a 24 municipios del área metropolitana anunciados este fin de semana como parte del plan de seguridad.
Una inversión que no tiene previstas partidas para atender el reclamo salarial de la policía bonaerense, que ayer cumplió con una retención de tareas. El último reajuste a los efectivos fue la suma fija de cuatro mil pesos en abril. El sueldo promedio es de 37.000 pesos. Desde el viernes el Ministerio de Seguridad está vallado. Parece improbable que sea por la amenaza de una movilización del Movimiento Evita como réplica a las críticas de Berni. El ministro tiene su despacho en Puente 12 y no asiste a las oficinas de La Plata. Pero el rumor es un síntoma del desafío a Cristina en un momento sensible. Las vísperas de comicios. Navarro y Pérsico forman parte de las imperfecciones que la vicepresidenta desearía corregir si se presenta la oportunidad. Duda si ahora es la más adecuada.
Lo mismo le ocurre con los Moyano pese a la insistencia de Máximo y De Pedro para auxiliar a Pablo en la causa que le sigue la Justicia bonaerense por supuesta asociación ilícita con barras del club Independiente. Fernández sería más receptivo. Es lógico. Máximo quiere a Hugo de aliado para disputarle en octubre la CGT a “los Gordos” e independientes que analizan desplazar a Héctor Daer de la secretaría general. Un paso previo a decretar la división de esa central. El titular del sindicato de la Sanidad desea postergar hasta marzo ese debate. Daer es aliado de Fernández. Los dos reivindican al Papa. El éxito de Cristina con la seguridad depende de sortear esas dificultades.
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