Diez canciones para recordar a The Doors, a 50 años de la muerte de Jim Morrison
Gabriel Hernando
Los Ángeles, California, 1967: en pleno auge de la psicodelia y del llamado “verano del amor”, una banda debutaba discográficamente con una fuerza inusitada, captando la atención unánime del público y de la crítica especializada. Se trataba, nada más ni nada menos, que de The Doors, una agrupación nacida apenas dos años antes e integrada por Jim Morrison (voz), Ray Manzarek (teclados), Robbie Krieger (guitarra) y John Densmore (batería). Su particular propuesta en la que fusionaban el rock y el blues con cierto aire de improvisación propio del jazz, sumada a la poesía un tanto oscura y misteriosa, el registro vocal y la atractiva estampa de sex symbol de su líder y cantante (muy a menudo protagonista estelar de las páginas de policiales de los principales tabloides norteamericanos por sus excesos y polémicas arengas desde el escenario), convirtieron al grupo en uno de los nombres fundamentales, más impactantes e influyentes del rock nacido en los Estados Unidos.
Hasta la muerte de Jim Morrison (ocurrida el 3 de julio de 1971 en París), el cuarteto grabó seis álbumes de estudio, dejando para la posteridad una enorme cantidad de material con una vigencia y una potencia intactas. En 1991, como consecuencia del estreno mundial de The Doors, film dirigido por Oliver Stone y con Val Kilmer, en la piel del icónico vocalista, la obra musical del grupo recuperó el interés del gran público, gracias también al lanzamiento de la banda sonora de la película, recopilaciones varias y la reedición de gran parte de su discografía. A continuación, recordamos a The Doors a través de diez de sus más emblemáticas canciones.
“Break on through (to the other side)” (1967)
Fue el primer corte de difusión de The Doors, álbum debut del grupo aparecido en 1967. Cuenta la leyenda que Elektra, compañía discográfica de la banda, censuró parte de su letra con el argumento de que la palabra “high” tenía una connotación ligada a las drogas. Es por eso que la versión original del disco tiene la línea “she gets high”cercenada, escuchándose sólo “she gets” seguida de un soplido. De todos modos, diferentes versiones registradas en vivo suenan completas y sin cortes.
La canción apareció además musicalizando diversos videojuegos y films tales como Forrest Gump, Deliver us from Evil, Minions y, obviamente, The Doors.
“Light my fire” (1967)
Incluido también en su álbum debut, “Light My Fire” se transformó en el primer gran éxito del grupo, alcanzando el puesto número uno en la lista de simples de Billboard en 1967. La letra describe a una pareja “elevándose” (“getting high”), en alusión a un encuentro sexual, aunque también se trata de un término coloquial para referirse a la sensación de euforia de aquel que consume drogas. Esto motivó al famoso presentador de la televisión norteamericana de la década del 60 Ed Sullivan, a pedirle a la banda que modificara la letra a propósito de una presentación en vivo en su programa. Si bien en un principio los músicos accedieron a la sugerencia, llegado el momento del show Jim Morrison la omitió y cantó la letra original. Al final de su participación, Sullivan le negó el saludo al vocalista y The Doors jamás volvió a ser invitado, algo que a Morrison no le preocupó en absoluto. Si bien existen gran cantidad de versiones de este tema, una de las más reconocidas a nivel local es, sin dudas, la que Divididos grabó en 40 dibujos ahí en el piso, su primer disco lanzado en 1989.
“the end” (1967)
Tema que cierra su primer álbum de estudio, “The End” asoma como una de las creaciones más épicas, psicodélicas, trágicas, edípicas y trascendentales tanto del grupo como de Jim Morrison como compositor. Con sus casi 12 minutos de duración, solía ser uno de los momentos más inspirados de sus presentaciones en vivo. La canción también es conocida por acompañar las primeras imágenes de Apocalypse Now (1979).
“People are strange” (1967)
Compuesto por Robbie Krieger y Jim Morrison e incluido en Strange Days (1967), segundo álbum del grupo, el tema, dueño de un espíritu propio de la música de cabaret, gira alrededor de la idea de la alienación y de sentirse un perfecto desconocido aún en su propia ciudad. El combo británico Echo and the Bunnymen, uno de los tantos influenciados por The Doors, registró una muy respetuosa versión para la banda sonora de la película Que no se entere mamá (1987).
“When the music’s over” (1967)
También perteneciente a Strange Days, segundo trabajo discográfico de la banda, “When the Music’s Over” es otra de las canciones con tinte épico compuestas por Morrison. En sus primeros años como grupo, solía ser el tema que abría sus presentaciones en vivo en el mítico club Whisky a Go Go del Sunset Boulevard en Los Angeles.
“hello, i Love you” (1968)
Otra de las canciones de The Doors que trepó a la cima de los rankings en Estados Unidos y que formó parte del álbum Waiting for the Sun, aparecido en 1968. Sin embargo, y a pesar de su éxito, el grupo fue demandado por Ray Davies, líder de The Kinks, por un supuesto plagio a la melodía de su tema “All Day and All of the Night”. Finalmente, el juicio fue ganado por Davies y la canción tuvo, algunos años después, diferentes versiones a cargo de artistas de la talla de Siouxsie Sioux en calidad de solista, Eurythmics, The Cure y Simple Minds.
“roadhouse Blues” (1970)
“Roadhouse Blues” abre Morrison Hotel (1970), uno de los álbumes más sólidos y celebrados del grupo, transformándose además en una pieza clave de sus shows en vivo. Y a propósito de ello, también son muy conocidas sus versiones en directo registradas en los discos An American Prayer (1978) e In Concert (1991). Status Quo, Blue Öyster Cult y Eddie Vedder (Pearl Jam), este último en la ceremonia de inducción de The Doors al Salón de la Fama del Rock & Roll realizada en 1993, son algunos de los artistas que también interpretaron este clásico de la banda californiana.
“Waiting for the sun” (1970)
Si bien el tema fue compuesto por Jim Morrison para ser incluido en el álbum de idéntico nombre lanzado en 1968, recién vio la luz dos años después como parte de Morrison Hotel. En 1971 apareció como simple con la canción “Peace Frog” en su lado B.
“L.a. Woman” (1971)
Este tema, que dio título al último álbum de The Doors junto a Jim Morrison lanzado el 19 de abril de 1971, apenas unos meses antes del fallecimiento del cantante, fue grabado entre diciembre de 1970 y enero de 1971 en la sala de ensayo que la banda poseía en el Santa Monica Boulevard de Los Angeles. Se dice que el cantante registró las voces en el baño del improvisado estudio debido a su buena acústica, con el guitarrista rítmico Marc Benno y el bajista Jerry Scheff en calidad de invitados. Es considerado otro de los grandes clásicos de la banda que, en 1990, tuvo una nueva versión, bastante exitosa, a cargo de Billy Idol para su álbum Charmed Life.
“riders on the storm” (1971)
Perteneciente también al álbum L.A. Woman (1971), “Riders on the Storm” fue la última canción grabada por The Doors junto a Morrison y también el último single editado previo a su muerte. Con una letra relacionada en parte con la historia del asesino Billy Cook, un hombre que hizo dedo en la ruta y luego mató a la familia que lo recogió, el tema se caracterizó por el destacado solo de órgano a cargo de Ray Manzarek junto a los efectos de truenos y lluvia que se escuchan de fondo
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