Legión de Honor. La selecta orden fundada por Napoleón en 1802 que tiene 80 miembros argentinos
La Legión de Honor se concede a hombres y mujeres, franceses o extranjeros, por méritos extraordinarios realizados dentro del ámbito civil o militar
Con casi 220 años de historia, la Orden de la Legión de Honor es la máxima condecoración que otorga el gobierno francés; en la Argentina, la sección local de la Sociedad de Miembros se reúne periódicamente
María Nöllmann
Desde el chef Mauro Colagreco hasta Jorge Luis Borges; desde Mauricio Macri hasta Eva Perón; desde Julio César Strassera hasta Mirtha Legrand: la lista de los argentinos que pertenecen a la Orden de la Legión de Honor francesa trasciende las épocas, las profesiones e incluso las ideologías políticas. El primero del país en obtener la distinción, la más importante que otorga el gobierno francés, fue el nobel de la paz Carlos Saavedra Lamas, quien en 1935 presidió la conferencia internacional que puso fin a la Guerra del Chaco; la última -condecorada en septiembre de 2022 durante una elegante ceremonia en la Embajada de Francia- fue la activista de los derechos humanos Graciela Fernández Meijide.
“Ella es una mujer realmente impresionante, una maravilla de persona. Le dieron una altísima categoría de la Legión: la de Commandeur (Comandante)”, afirma el neurocirujano Armando Basso, presidente de la sección argentina de la Sociedad de Miembros de la Legión de Honor.
Legionarios de honor argentinos durante un encuentro. Muchos de los extranjeros premiados tienen un vínculo particular con Francia, pero esta condición no es obligatoria y no se ve en todos los casos argentinos.
En total, son 499 los argentinos que han obtenido esta condecoración a lo largo de la historia. Actualmente, unos 80 se encuentran con vida, pero son menos de 40 los que participan de manera activa de las diversas actividades que organiza la comunidad, como almuerzos con personalidades destacadas y charlas inspiradoras para jóvenes. Al igual que los grupos de legionarios de otros países, los miembros de la sección argentina también han facilitado relaciones bilaterales entre su gobierno y el francés. Pero sin dudas la mayor obra legionaria se encuentra en la casa central de la Orden, que este año cumplió 219 años.
Primera entrega de condecoraciones de la Legión de Honor por el emperador Napoleón, el 14 de julio de 1804, obra de Jean-Baptiste Debret.
La legión de Bonaparte: un símbolo de época
La Legión fue creada en 1902 por Napoleón Bonaparte. “En ese entonces todavía había una diferencia enorme entre el pueblo y la nobleza. Lo que quiso hacer Napoleón fue terminar con las diferencias y crear una Legión de Honor para premiar a los militares que se habían jugado la vida en las diferentes guerras. También a los científicos, a los artistas. Él la fue extendiendo de a poco. La idea era hacer lo que, justamente, muchas veces se discute en la Argentina: premiar al mérito”, explica el doctor Basso, quien fue presidente de la Federación Mundial de Sociedades de Neurocirugía, con sede en Ginebra, y es legionario desde 1998. “En mi caso, me condecoraron porque estuve a cargo de la creación de hospitales por todos los países de África de lengua francesa, durante mi rol como presidente mundial de la Federación”, explica.
Graciela Fernández Meijide durante la ceremonia de condecoración, junto a la entonces embajadora de Francia en Argentina, Claudia Scherer-Effosse, y el doctor Armando Basso, presidente de la sección argentina de la Sociedad de Miembros.
En un principio, el gobierno francés entregaba la Legión de Honor solo a varones franceses. Recién en 1851, Marie-Angélique Duchemin, sargento de las Fuerzas Armadas de la República Francesa, se convirtió en la primera mujer en ser distinguida. Con los años, la legión también comenzó a cruzar fronteras. Se extendió por el continente europeo hasta que finalmente llegó a todo el mundo, a través de las embajadas francesas.
La cantidad de condecorados ha ido en aumento a lo largo de los siglos, pero la relevancia de la legión no se ha desgastado, destaca Basso. “Hay una persona que ocupa el cargo de Grand Chancelier -Gran Canciller, en español-. En Francia, un presidente electo no es presidente hasta el momento en que el Grand Chancelier le coloca el gran collar de Napoleón de la Legión de Honor. Es una ceremonia muy especial”, afirma el neurocirujano, quien ejerció la medicina 14 años en Francia y tiene una estrecha relación con la central madre de la Sociedad de Miembros de la Legión de Honor, ubicada en el edificio de Les Invalides, en París. Allí también se encuentra la tumba de Bonaparte.
Borges en París, en 1983, antes de la entrega a de la Orden de la Legión de Honor, de mano del presidente François Mitterrand
En París, los legionarios aún mantienen, bajo la autoridad del Grand Chancelier, las Casas de Educación, establecimientos de educación pública creados por Napoleón en 1805 para la enseñanza de los jóvenes. La legión también tiene el Hospital de Los Inválidos de París, que, según Basso, es único en el mundo debido a sus modernos equipamientos para la rehabilitación de pacientes. También administran el Museo de la Legión de Honor y de las Órdenes de Caballería, ubicado en el Palacio Salm de París.
En tanto, en la Argentina, la sección revivió en 2003, cuando el recientemente difunto abogado Jorge Ricardo Macri tomó la presidencia. En ese entonces, le encomendó a Basso, que viajaba mucho a Europa por trabajo, que se ocupara de la conexión y la acreditación de la sociedad argentina ante la central de París. Y desde entonces los legionarios argentinos comenzaron a reunirse nuevamente.
“Nuestra tarea es transmitir las ideas y los principios de la Legión de Honor”, explica Basso. Hasta comienzos de la pandemia, la sección organizaba cada dos meses almuerzos con diferentes oradores, que podían ser legionarios o externos. Entre los oradores han estado legionarios como los abogados Julio César Strassera e Hipólito Solari Yrigoyen, y también externos, como el escritor Marcos Aguinis, el ensayista Santiago Kovadloff y el periodista Diego Cabot.
Entrega de la Legion de Honor francesa a la actriz China Zorrilla por parte del Embajador Frances Frédéric Baleine du Laurens.
“Ninguno de los personajes que invitamos dejó pasar la oportunidad. Los citábamos en restaurantes como el Club Francés, entre otros, y muchos legionarios se inscribían para escuchar al orador. Nuestros almuerzos eran más importantes que los de Mirtha Legrand, te diría”, bromea Basso. Ahora, su intención es volver a organizar estos almuerzos, que terminaron cuando se decretó la primera cuarentena obligatoria. También pretende revivir las conferencias para jóvenes que él y otros legionarios solían ofrecer en distintas instituciones de enseñanza, antes de la pandemia.
“Pensábamos recomenzar los almuerzos ahora, pero con esto de las elecciones y la situación de país, por ahí es mejor, por ahora, hacer algo entre nosotros, invitar al nuevo embajador de Francia. Vamos a reunirnos para programar lo que queremos hacer y luego retomar las reuniones mensuales o bimensuales. También queremos intensificar nuestra relación con la juventud”, dice.
Mirtha Legrand también recibió la Orden de la Legión de Honor. La actriz tuvo un vínculo cercano con Francia durante toda su carrera, a través de su exmarido, el director francés Daniel Tinayre
En las últimas décadas, diferentes legionarios unieron fuerzas en pos de proyectos a beneficio del país. El último fue durante la presidencia de Mauricio Macri. “Nosotros estábamos muy interesados en la provisión de barcos franceses de altísima tecnología para proteger el Mar Argentino. Entonces, el doctor Angel Tello, que era viceministro de Defensa del gobierno de Macri y también era miembro de nuestra comisión, propuso todo un proyecto que finalmente terminó presentando ante el Gobierno. Francia, a raíz de la buena relación que teníamos, ofrecía una financiación muy especial para la adquisición de estos barcos al gobierno argentino. Pero no se llevó a cabo, no hicieron nada, y hoy los barcos extranjeros nos siguen robando los pescados del Mar Argentino”, asegura.
Hay diferentes rangos dentro de la Legión de Honor. La mayoría de los condecorados argentinos fue distinguido como Chevalier (Caballero), la categoría base de la orden. Mientras que una minoría cuenta con categorías más altas. Basso, por ejemplo, fue condecorado como Oficial (Officier). Por encima se encuentra el rango de Commandeur (Comandante) con el que fueron condecorados únicamente dos argentinos: Fernández Meijide e Hipólito Solari Yrigoyen.
La elección de los nuevos candidatos argentinos suele llegar a Francia por medio de la recomendación de un legionario local. Pero la decisión y la investigación de la persona depende de la casa central. “A veces tardan años en decidir”, afirma Basso.
Julio César Strassera fue el primer inivtado para hablar en los almurzos de la Legión de Honor.
El humorista argentino Quino, creador de Mafalda, recibió la Legión de Honor el 22 de marzo de 2014. En el mundo, personalidades tan disímiles como Charles de Gaulle, Marie Curie, Victor Hugo y Paul McCartney fueron condecorados con la Legión de Honor
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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