SALUD...FALTARÁN POR UN IMPUESTO INSUMOS PARA DIÁLISIS

Un impuesto puede poner en riesgo la atención de 30.000 pacientes en diálisis
El sector puede entrar en crisis por la dificultad para conseguir insumos esenciales que son importados; nefrólogos advierten que el escenario podría agravarse
Guillermina LeudesdorfLa diálisis es un tratamiento que no se puede suspender
La Confederación de Asociaciones de Diálisis de la República Argentina (Cadra) expresó en un comunicado la preocupación de ese sector de la salud ante la posibilidad de no poder contar en tiempo y forma con los insumos esenciales que necesitan para realizar su actividad. “Sin insumos médicos es imposible la diálisis”, denunció esa entidad.
Explicaron que la crisis económica impacta de manera directa a los casi 300 centros de diálisis privados que funcionan en el país debido a que, si hay ajustes asociados al nuevo impuesto a la importación, no estarían en condiciones de continuar brindando las prestaciones a casi 30.000 pacientes con insuficiencia renal crónica que están en diálisis. “Estamos en un equilibrio delicado”, afirmó Jorge Abdala, presidente de Cadra, en diálogo con la nacion.
Son seis los productos esenciales para ese tratamiento: heparina, filtros, guías arteriales y venosas, sales, agujas y solución fisiológica. El único de estos insumos que se consigue en el país es la solución fisiológica. El pago a los proveedores es al contado y en pesos, “pero el precio de muchos productos sube en dólares –explicó Abdala–. En el interior, todo se encarece aún más”. Hace una semana, una máquina para diálisis no tenía precio ni había en stock, según se pudo conocer.
“Los pacientes que están en diálisis no pueden hacer menos sesiones por semana que las que están indicadas. La diálisis es un tratamiento que se tiene que hacer o hacer”, definió el presidente de Cadra. Los centros suelen tener un stock a 30 o 60 días para sus pacientes.
La entidad, y así lo remarcó Abdala, advirtió que su comunicación “no se trata de una amenaza”, sino que “es un dato de la realidad”. Explicaron que la crisis económica y la inflación, con precios de lista en dólares a los que también se les están trasladando aumentos como si la moneda fuera el peso, complica la administración de esta red de centros privados. Estiman que un 30% del ingreso es para insumos, el 50-60% para honorarios de profesionales, personal administrativo y de servicios, incluido el tratamiento de residuos patógenos.
“Los insumos médicos nos los venden con cuentagotas porque aumentan semanalmente. Los proveedores adoptan esta actitud porque debido a la realidad imprecisa desconocen el precio del mismo producto siete días después”, dijo Cadra.
La mayoría de los insumos requeridos son del exterior, entonces la constante suba del dólar es también otro de los factores que dificultan el acceso. En el comunicado denuncian también la falta de financiamiento por parte del gobierno nacional, que en febrero pasado prorrogó hasta fin de año la emergencia sanitaria: “Hoy, nosotros, los nefrólogos, también estamos en emergencia sanitaria y necesitamos urgentemente mejores condiciones para salir de ella”, expresaron.
Desde Cadra pidieron a las autoridades gubernamentales tomar cartas en el asunto y dejar sin efecto aquellas medidas que dificultan la importación de insumos médicos. “Esto constituye una traba insalvable no solo para quienes ejercemos la nefrología en el país, sino fundamental y prioritariamente para los pacientes de diálisis, que necesitan un tratamiento seguro, responsable y eficiente para tener una mejor calidad de vida”, sostuvieron.
dio a conocer que son cada vez más los sectores de la economía con problemas para obtener los permisos de importación. Varias empresas sufren restricciones normativas y cambiarias para acceder a productos y servicios del exterior. Un ejemplo son las que proveen equipos, insumos y reactivos para diagnósticos clínicos. Las cámaras empresariales denunciaron ante los ministerios de Economía y Salud que “se les impide el normal abastecimiento al sistema sanitario”.
Eso, plantearon, “afectará en forma inminente la realización de análisis clínicos, lo que obliga a suspender intervenciones tales como trasplantes y cirugías, poniendo en riesgo de vida a los pacientes”.