El éxtasis y la pérdida, en una joya televisiva
(irlanda/2020). dirección: Lenny Abrahamson y Hettie Macdonald. elenco: Daisy Edgar-jones, Paul Mescal. disponible en: Starzplay.
P. V. P.
Connell (Paul Mescal) y Marianne (Daisy Edgar-jones) son apenas dos extraños que se miran de reojo en el colegio. Ella es distante y reflexiva, sentada siempre junto a la ventana. Es la engreída de la clase, la “rara”, la que vive en la mansión del pueblo. Connell es el chico popular, introvertido pero atento, deportista y amigo de sus amigos.
Sin embargo, entre esos mundos dispares se teje una intensa corriente subterránea. La historia que nace entre Connell y Marianne, en las miradas furtivas en el aula, en los encuentros casuales en la casa de ella, en los recovecos de ese pueblo y sus sanciones, es más que una historia de amor, es su historia de amor, la que persiste a través de años y separaciones, de los obstáculos de ese arduo camino hacia la vida adulta.
La segunda novela de la irlandesa Sally Rooney se convirtió en un éxito inmediato en 2018 luego de la expectativa que había despertado Conversaciones entre amigos. En ambas se conjuga la exploración de un aprendizaje amoroso, confuso y entrañable al mismo tiempo, signado por diversos condicionantes sociales en una Irlanda vívida y real. En ambas Rooney entreteje sus propias vivencias generacionales, su mirada sobre el sexo y la política, el fervor de su escritura contagiada a sus personajes.
La notable adaptación que ella misma realizó para la BBC junto a Alice Birch, guionista de Lady Macbeth y parte del equipo de Succession, consigue darle carnadura a los sentimientos expuestos en palabras, convertir esas vivencias literarias en imágenes únicas, cargadas de pasión y vitalidad, sensibles al desgarro de la pérdida y al éxtasis de toda exploración.
Rooney ha sabido capturar en una escritura concisa y febril los contornos de ese mundo que contiene a sus personajes. La relación entre Connell y su madre, las restricciones económicas, la necesidad de ser aceptado por los otros; el entorno tóxico que envuelve a Marianne, el revés de sus aparentes privilegios. Son esas constantes esquivas, y a veces difíciles de representar sin insistencias ni subrayados, las que la serie materializa con maestría.
Normal People triunfa allí donde todo podría haber sido previsible, se revela en su abordaje original de lo cotidiano, en su mirada cercana de lo extraordinario. Y la puesta en escena de Lenny Abrahamson (La habitación) y Hettie Macdonald (Howards’ End) es sensible a esos matices, concentrada en planos cerrados sobre rostros y pieles, sobre un deseo que se expande en las habitaciones juveniles y los pasillos escolares, en esos diálogos reveladores que asoman entre los miedos y las dudas.
Fascinante destino escrito en las estrellas
(Gran Bretaña-Nueva Zelanda/2020). creadora: Eleanor Catton. Elenco: Eve Hewson, Eva Green, Himesh Patel. disponible en Directv Go
N. T.
Apartir de su propia novela, Las luminarias, ganadora del prestigioso premio Booker en 2013, la escritora neozelandesa Eleonor Catton creó esta miniserie de seis episodios que transforma el objeto literario en una pieza de ficción televisiva que la contiene sin ser su espejo. Ante la dificultad de trasladar más de 800 páginas de una historia que transcurre en el siglo XIX, su autora optó por un relato que mantiene el misterio, el melodrama y un elemento de fantasía del libro, pero unifica sus puntos de vista.
Todo comienza en una noche oscura, cuando una joven vestida con un voluminoso vestido corre por un terreno apenas iluminado por los destellos dorados que va dejando a su paso. La mujer cae frente a una cabaña, donde un hombre yace desmayado. Adentro hay otro hombre, pero está muerto. La intriga de lo que sucedió aquella noche y cómo y por qué esas personas se cruzaron en el desolado paisaje de la costa oeste de Nueva Zelanda pone en marcha una historia que, con una línea temporal que retrocede y avanza para presentar a los muchos personajes del relato, utiliza la idea del destino y la predeterminación como eje.
Las estrellas y sus designios, la leyenda de los gemelos astrales y la magia como factores fundamentales en la vida de los personajes hacen de The Luminaries una serie distinta y fascinante. Y aunque por momentos no pueda desprenderse de su origen literario, también es cierto que sus personajes llenos de matices y secretos atrapan la atención.
Por un lado está Anna (Eve Hewson), la joven recién llegada a Nueva Zelanda dispuesta a ir en contra de la convenciones de la época –reconstruida con prodigioso detalle–, y sumarse a la fiebre del oro desatada en el país en la segunda mitad del siglo XIX. Todavía sobre el barco pero con la tierra a la vista, la mujer conocerá a Emery Staines (Himesh Patel), un aventurero que como ella viajó hasta allí en busca de fortuna y con el que sentirá un vínculo casi instantáneo. Claro que como toda historia de descubrimientos, ese mágico encuentro estará plagado de impedimentos que derivarán en el misterio en el centro de la trama.
El obstáculo más significativo y fascinante entre Anna y Emery será Lydia Wells, una ambiciosa oportunista y estafadora con habilidad para encantar a sus víctimas y conseguir siempre lo que quiere. Encarnando ese papel atractivo y revulsivo a la vez, Eva Green le presta toda su sinuosa seducción a la intrigante señora Wells. Y el lazo entre su personaje y el de Hewson –que sigue sumando méritos para dejar de ser solo “la hija de Bono”–, es uno de los puntos más estimulantes de la trama.
Potente drama sobre los refugiados
(stateless, australia/2020). creadores: Cate Blanchett y Tony Ayres. elenco: Yvonne Strahovski, Jai Courtney, Asher Keddie, Cate Blanchett. disponible en: Netflix.
Apartir de su propia novela, Las luminarias, ganadora del prestigioso premio Booker en 2013, la escritora neozelandesa Eleonor Catton creó esta miniserie de seis episodios que transforma el objeto literario en una pieza de ficción televisiva que la contiene sin ser su espejo. Ante la dificultad de trasladar más de 800 páginas de una historia que transcurre en el siglo XIX, su autora optó por un relato que mantiene el misterio, el melodrama y un elemento de fantasía del libro, pero unifica sus puntos de vista.
Todo comienza en una noche oscura, cuando una joven vestida con un voluminoso vestido corre por un terreno apenas iluminado por los destellos dorados que va dejando a su paso. La mujer cae frente a una cabaña, donde un hombre yace desmayado. Adentro hay otro hombre, pero está muerto. La intriga de lo que sucedió aquella noche y cómo y por qué esas personas se cruzaron en el desolado paisaje de la costa oeste de Nueva Zelanda pone en marcha una historia que, con una línea temporal que retrocede y avanza para presentar a los muchos personajes del relato, utiliza la idea del destino y la predeterminación como eje.
Las estrellas y sus designios, la leyenda de los gemelos astrales y la magia como factores fundamentales en la vida de los personajes hacen de The Luminaries una serie distinta y fascinante. Y aunque por momentos no pueda desprenderse de su origen literario, también es cierto que sus personajes llenos de matices y secretos atrapan la atención.
Por un lado está Anna (Eve Hewson), la joven recién llegada a Nueva Zelanda dispuesta a ir en contra de la convenciones de la época –reconstruida con prodigioso detalle–, y sumarse a la fiebre del oro desatada en el país en la segunda mitad del siglo XIX. Todavía sobre el barco pero con la tierra a la vista, la mujer conocerá a Emery Staines (Himesh Patel), un aventurero que como ella viajó hasta allí en busca de fortuna y con el que sentirá un vínculo casi instantáneo. Claro que como toda historia de descubrimientos, ese mágico encuentro estará plagado de impedimentos que derivarán en el misterio en el centro de la trama.
El obstáculo más significativo y fascinante entre Anna y Emery será Lydia Wells, una ambiciosa oportunista y estafadora con habilidad para encantar a sus víctimas y conseguir siempre lo que quiere. Encarnando ese papel atractivo y revulsivo a la vez, Eva Green le presta toda su sinuosa seducción a la intrigante señora Wells. Y el lazo entre su personaje y el de Hewson –que sigue sumando méritos para dejar de ser solo “la hija de Bono”–, es uno de los puntos más estimulantes de la trama.
Potente drama sobre los refugiados
(stateless, australia/2020). creadores: Cate Blanchett y Tony Ayres. elenco: Yvonne Strahovski, Jai Courtney, Asher Keddie, Cate Blanchett. disponible en: Netflix.
H. F
Desplazados es una ficción, basada en hechos reales, acerca de los centros de detención a los que son enviados, en teoría temporariamente, los refugiados y aspirantes a asilo en Australia. Esta miniserie de seis episodios surgió de una idea de Cate Blanchett, quien desde 2016 es embajadora de buena voluntad de la Agencia para los Refugiados de la Naciones Unidas. La actriz también oficia de productora y se reservó un papel menor para asegurar una mayor difusión y visibilidad de su producto.
Además del nombre de Blanchett, la serie recurre a una segunda estrategia, un poco más problemática, para capturar la atención del público: centra su relato en el caso excepcional de una mujer australiana que, tras sufrir un colapso nervioso, permaneció diez meses en un centro de detención haciéndose pasar por una extranjera sin papeles.
El problema no es que la serie asuma que para lograr que la audiencia se interese por la tragedia de refugiados debe focalizar la historia en una mujer blanca, sino que este personaje tiene una densidad que los otros personajes no tienen. De hecho, es el único que está inspirado en una vida real (la de la azafata Cornelia Rau), mientras que los personajes de color son un compuesto genérico de múltiples historias y la de nadie en particular. Sofie (el nombre que aquí recibe Rau, interpretada por Yvonne Strahovski, de The Handmaid’s Tale), la protagonista de una de las dos líneas narrativas principales, tiene una extensa biografía que explica las facetas de su personalidad.
Por otro lado, Ameer (Fayssal Bazzi), el otro protagonista, no tiene pasado: solo sabemos que él y su familia huyeron de los talibanes en Afganistán y que fueron estafados por los traficantes de personas que habían prometido ingresarlos a Australia ¿Cómo era su vida? ¿Qué hizo que abandonara su país? Todo esto no parece relevante porque Ameer ocupa el lugar genérico de “víctima” y solo importa la información que apuntala ese rol. Nada de esto altera valores de las serie como su buen ritmo narrativo, su competente realización o las buenas actuaciones, pero es un traspié notable en un relato cuyo tema es, justamente, la deshumanización a la que están sometidos los refugiados.
El elenco protagónico se completa con Cam (Jai Courtney), el único guardiaquesepermiteungradode empatía con los detenidos y Clare (Asher Keddie), la funcionaria que debe lidiar con las crisis permanentes de un sistema roto. Indudablemente, este es un proyecto con un mensaje importante pero su evidente necesidad de transmitirlo del modo más masivo posible conspira contra su propia potencia narrativa.
Desplazados es una ficción, basada en hechos reales, acerca de los centros de detención a los que son enviados, en teoría temporariamente, los refugiados y aspirantes a asilo en Australia. Esta miniserie de seis episodios surgió de una idea de Cate Blanchett, quien desde 2016 es embajadora de buena voluntad de la Agencia para los Refugiados de la Naciones Unidas. La actriz también oficia de productora y se reservó un papel menor para asegurar una mayor difusión y visibilidad de su producto.
Además del nombre de Blanchett, la serie recurre a una segunda estrategia, un poco más problemática, para capturar la atención del público: centra su relato en el caso excepcional de una mujer australiana que, tras sufrir un colapso nervioso, permaneció diez meses en un centro de detención haciéndose pasar por una extranjera sin papeles.
El problema no es que la serie asuma que para lograr que la audiencia se interese por la tragedia de refugiados debe focalizar la historia en una mujer blanca, sino que este personaje tiene una densidad que los otros personajes no tienen. De hecho, es el único que está inspirado en una vida real (la de la azafata Cornelia Rau), mientras que los personajes de color son un compuesto genérico de múltiples historias y la de nadie en particular. Sofie (el nombre que aquí recibe Rau, interpretada por Yvonne Strahovski, de The Handmaid’s Tale), la protagonista de una de las dos líneas narrativas principales, tiene una extensa biografía que explica las facetas de su personalidad.
Por otro lado, Ameer (Fayssal Bazzi), el otro protagonista, no tiene pasado: solo sabemos que él y su familia huyeron de los talibanes en Afganistán y que fueron estafados por los traficantes de personas que habían prometido ingresarlos a Australia ¿Cómo era su vida? ¿Qué hizo que abandonara su país? Todo esto no parece relevante porque Ameer ocupa el lugar genérico de “víctima” y solo importa la información que apuntala ese rol. Nada de esto altera valores de las serie como su buen ritmo narrativo, su competente realización o las buenas actuaciones, pero es un traspié notable en un relato cuyo tema es, justamente, la deshumanización a la que están sometidos los refugiados.
El elenco protagónico se completa con Cam (Jai Courtney), el único guardiaquesepermiteungradode empatía con los detenidos y Clare (Asher Keddie), la funcionaria que debe lidiar con las crisis permanentes de un sistema roto. Indudablemente, este es un proyecto con un mensaje importante pero su evidente necesidad de transmitirlo del modo más masivo posible conspira contra su propia potencia narrativa.
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