La política real, trabaja para convencernos que un gato sea negro o blanco, qué importa si caza ratones, con ese fin se plantea ante la sociedad que entre los Fernández existen diferencias… pero la realidad es que dicha apreciación no es verdad, porque no las hay…
La política esta en pleno trabajo de diagramar estrategias que la lleven a un puerto seguro, que es ganar las próximas elecciones de medio terminó, en ella se decidirá, si hay un futuro posible para la gestión K. Un revés en esa elección puede significar el “hundimiento” del proyecto de poder Cristina, junto con el de Máximo y compañía.
La estrategia es simple dividir, acorralar y simular.
Divide, cuando la dama presenta su supuesta intolerancia, al no reconocer a otra fuerza que no sea la propia, ni a otro liderazgo que no sea el suyo.
Acorrala a Alberto, su CEO, cuando en apariencia no le telera sus intenciones de hacer acuerdos, ni de mantener reuniones o posibles negociaciones con los llamados Oligarcas…
Simula y sobreactúa todo comportamiento político con el fin que su estrategia pueda influir sobre los electores para que se sientan solidarios con el Presidente Alberto que es presentado como una persona atacada por el llamado fuego amigo.
Pero el hecho es, que lo que resta del 2020, no es un tiempo propicio para el desarrollo de estas acciones, sino, un momento de hacer ensayos, para poder ajustar futuras acciones, porque es necesario probarlas para ver como pueden funcionar sobre la sociedad y solo en el 2021 será el turno de ir a fondo. Una mala elección los conduce al abismo y a ocupar un lugar político desde el cual es imposible ganar una elección presidencial. Se necesita el voto independiente, sin ese sector no hay futuro.
El voto independiente corta a todas las clases sociales de modo más o menos homogéneo, es un 15 a 20 %, que decide su voto dos semanas antes de la elección o el mismo día de la consulta electoral; la única forma de captarlo es presentar al Tío Alberto como un ser acorralado por una Cristina mala y tejedora. Una estrategia que ya le dio resultado con ALBERTO PRESIDENTE
Es evidente que el gobierno de Alberto es una administración de transición, el problema es que aún no se sabe hacia donde, por tanto su trabajo fue desde el comienzo tratar de influir sobre los moderados, para ello es necesario que encarne la imagen potable del proyecto de poder K, con ese fin Cristina debe permanecer en el mayor silencio posible y hablar por delegados impresentables, que tienen la función de potenciar por lo grotesco la imagen del Alberto moderado. Cada una de las partes son instrumentos de una misma sátira política que se genera solo para el consumo del elector independiente.
Mientras tanto la Armada Brancaleone K cabalga de la única forma que lo sabe hacer, de ese modo hace que el Presidente aparezca ante la sociedad independiente como un jugador en soledad, ese que se pone el equipo al hombro, pero está sólo y de ese modo los independientes son los llamados a sostenerlo.
Pero nada de eso es verdad es parte de una simulación política diagramada, con el único objetivo de ganar o de no perder por mucho la próxima elección medio termino.
D. M.
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