La media maratón, una cita con varios récords
Con 23.000 corredores, se consolidó como la más convocante de América del Sur; una etíope logró la mejor marca femenina en esta competencia y una argentina, la sudamericana
Ezequiel BrahimUna marea multicolor recorrió ayer la ciudad, desde Palermo hasta San Telmo
Con una cantidad histórica de 23.000 inscriptos, la Media Maratón de Buenos Aires ya se consagró como la competencia más convocante de América del Sur; Roncer Konga Kipkorir (Kenia) y Ababel Yeshaneh Brihane (Etiopía) consiguieron los primeros puestos; ella, además, marcó el tiempo más bajo para una mujer en esta carrera, mientras la argentina Florencia Borelli se quedó con el récord sudamericano.
Un serpiente multicolor formada por 23.000 corredores se extendió a lo largo de la avenida Figueroa Alcorta a las 7 de la mañana de ayer, cuando el sol asomaba y se iniciaba la 34a Media Maratón de Buenos Aires 2023. Nunca tantos corrieron la misma distancia. Es el mayor número de inscriptos que haya registrado la carrera, que se posiciona como la más convocante de América del Sur. Y para dar el marco ideal a este cuadro deportivo, el clima se presentó perfecto para lograr las mejores marcas, 10 soleados grados centígrados, la casi total ausencia de viento y una humedad no muy alta para que solo quedara correr, lo más rápido posible. Vaya si lo hicieron: hubo récord de carrera y sudamericano.
Quien corrió más rápido que nadie fue Roncer Konga Kipkorir, de Kenia, que impuso su zancada a lo largo del nuevo circuito, que en la previa prometía ser 21.095 metros más veloces aún que el año pasado. Y así fue, ya que Roncer demoró 59m08s en completar el flamante trazado, apenas tres segundos arriba de la mejor marca histórica en Buenos Aires. Quien acompañó a Roncer en la cima, coronándose ganadora de la Media Maratón de Buenos Aires 2023, fue Ababel Yeshaneh Brihane, de Etiopía, que clavó el reloj en 1h06m10s, logrando rebajar el récord de circuito que estaba en su poder desde 2019.
Fue también la oportunidad de definir a los campeones nacionales de media maratón y acá hubo mucho más que eso. Así como el año pasado fueron Federico Bruno y Florencia Borelli los ganadores, el mendocino Ignacio Erario –quien había sido subcampeón llegando dos segundos detrás de Bruno– tuvo ayer revancha al marcar 1h01m58s en esta edición; mejoró su anterior marca de 1h02m12s y logró el campeonato nacional. “La primera sensación que tengo es la de tarea cumplida. Quería bajar ese límite y aceleré en el final, pensando en mi novia, mi equipo, mis amigos y mi provincia. Estoy muy emocionado, esto implica mucho esfuerzo”, compartió Erario.
La protagonista
Pero la protagonista de la mañana fue Florencia Borelli, que mejoró su récord sudamericano (logrado justamente el año pasado en esta carrera), al cruzar la línea de llegada con 1h09m28s y bajando tres segundos su anterior marca. No solo sostuvo su título y se llevó otra vez el campeonato para Mar del Plata, sino que se volvió a colocar más arriba que nadie en la historia del subcontinente. “Una siempre se entrena duro, a veces sale y a veces no, esa es la diferencia”, declaró apenas cruzó la meta. “Hoy quería correr un poquito más fuerte, el kilómetro 10 lo pasé a mejor ritmo, pero después me costó sostenerlo”, agregó Florencia, que le dedicó el triunfo, y récord, a su hijo Milo: “Tiene 8 años y me está esperando en el hotel”.
Sobre el récord sudamericano, mencionó: “Me parecía medio imposible, hasta el año pasado no me lo creía, hasta que una lo hace, es un poco eso. Cuando estás cerca de una marca, una siempre quiere más, y lo conseguí”, contó. Y reveló que durmió bien antes de la carrera: “Soy muy tranquila, por suerte no tengo esa ansiedad, estoy muy relajada y pareciera que no tengo ganas de correr antes de la prueba. Me nace así, ya sea un mundial u otra competencia”. Sobre su marca, comentó: “Tenía ganas de bajar la hora nueve minutos, pero estoy superconforme con el tiempo. Lo intenté y creo que en algún momento se podrá lograr. Sabía que si arriesgaba, la marca salía, y si mantenía, iba a salir un buen tiempo igual. Fue un poco lo que pasó”.
El podio argentino se completó con el chubutense David Rodríguez (1h02m45s) y el bonaerense Fabián Manrique (1h04m17s), mientras que entre las damas la subcampeona fue la olímpica en Tokio 2020 Marcela Gómez (1h13m26s) y se subió al tercer escalón Antonella Guerrero (1h14m20s). Demostrando que, a pesar de los cambios, o gracias a ellos, Buenos Aires sigue siendo el circuito de media maratón más rápido del continente.
La 34a Media Maratón de Buenos Aires, incluida en el calendario de la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics) y en el Campeonato Argentino de Media Maratón, tuvo salida y llegada en la intersección de la avenida Figueroa Alcorta y Dorrego. Su recorrido afectó el barrio de Palermo y el centro de la ciudad por las siguientes calles: Figueroa Alcorta, Carlos Pellegrini, Corrientes, Leandro N. Alem, Rivadavia, Roque Sáenz Peña, Belgrano, Julio A. Roca, Hipólito Yrigoyen, Paseo Colón, Independencia, 9 de Julio, Arroyo, Pellegrini, Libertador y Sarmiento hasta llegar a Figueroa Alcorta. En esta oportunidad el trayecto no incluyó la autopista Illia, como sí ocurrió en ediciones anteriores.
A lo largo de la traza diseñada para este año, hubo durante toda la mañana cortes de tránsito totales, momentáneos y sucesivos.
El nuevo circuito contó con la certificación oficial de la Federación Internacional de Atletismo, que lo incluyó –como se dijo– en su calendario con la categoría de Label Race. Tuvo la fiscalización de la Confederación Argentina de Atletismo y la Federación Atlética Metropolitana.
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Esteban Bullrich completó los 21K con ayuda de sus amigos
El exsenador buscó concientizar sobre la ELA y conseguir sponsors para la fundación que creó luego de su diagnóstico
Silvina VitaleBullrich, al llegar a la meta
Sin dudas, la de ayer fue una de las ediciones más emotivas de la Media Maratón de Buenos Aires, desde el minuto uno, cuando Esteban Bullrich partió de la largada con su silla adaptada, empujada durante el primer kilómetro por su hermano Emilio y Alejandro Lanusse, uno de sus amigos más cercanos. Acompañado por un enfermero, que siguió atento su participación y que controló su salud durante todo el trayecto, recibió en cada tramo el cariño y la admiración de los corredores de la maratón, así como el aliento del público que se acercó.
“¡Vamos, Esteban!”, “¡Fuerza, hermano!”, “¡Viva Esteban!”, lo arengaban. El exsenador se sumó al circuito junto con 26 de sus familiares y amigos –entre ellos también estuvo su cuñado, Gonzalo Sequeiros– en un sistema de postas, en el que estos fueron turnándose para impulsarlo.
Antes del amanecer, Bullrich había llegado a la intersección de la avenida Figueroa Alcorta y Dorrego junto a su esposa, María Eugenia Sequeiros, y tres de sus hijos, para participar de la prueba. Su objetivo era dar visibilidad a la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y recaudar fondos para la fundación que creó en 2021, cuando fue diagnosticado con esta enfermedad neurodegenerativa, para traer al país el ensayo de un tratamiento con interleucina-2 que, según el exministro de Educación, está dando buenos resultados en Europa.
Luego de correr el primer kilómetro, Emilio Bullrich dio detalles sobre lo que fueron los días previos a la carrera y el compromiso de su hermano para mejorar la calidad de vida de quienes padecen la enfermedad. “Primero adaptamos la silla, para que fuera cómoda para él para hacer el recorrido; después empezamos a practicar, no le molestaba para nada. La verdad es que fue un placer. Esto lo mantiene vivo, él busca la manera de mostrar la ELA, de que la gente conozca más sobre esta enfermedad. El fin hoy es poder recaudar fondos para acompañar a las familias, para investigación y para lo que es el sueño de Esteban: concretar un centro interdisciplinario para la atención de pacientes”, dijo.
Pasadas las 10, Bullrich cruzó la meta junto con su mujer, sus hijos, su cuñado, todos los amigos que participaron de la carrera y miembros de su fundación, quienes se sumaron en el último kilómetro para darle fuerzas. Al llegar recibió una ovación de los presentes, muchos de los cuales se acercaron a felicitarlo y a tomarse fotos. Visiblemente emocionada, María Eugenia, quien le colocó la medalla de finalista a su marido, agradeció a los sponsors que apoyaron la iniciativa y gracias a los que se recaudaron 35 millones de pesos. Por su parte, luego de unos minutos de descanso, Bullrich envió un mensaje, que luego replicó en sus redes: “Corrí varias maratones y medias maratones, pero es la primera vez que corro con mis amigos. Quería hacer visible esto de que con el amor de mi familia y amigos, nada es imposible”, señaló.
Además, recordó que aprovechó su participación para recaudar fondos para la fundación. “Dos mangazos más. El primero es que, pese a la generosidad de nuestros sponsors, no llegamos al objetivo de financiar el ensayo con interluquina-2 para diez pacientes, obviamente yo no estoy entre esos diez. Nos faltan siete kilómetros o 14 millones de pesos. Les pido, por favor, que me ayuden a llegar a la meta. ¡Gracias por adelantado!”
En total, 18 sponsors acompañaron al exsenador: Bind, Bioprofarma Bagó, Clarín, Fundación Pampa Energía, Casa Living, Fundación La Nación, Huinca Renancó Córdoba, Entrada Uno, Vista, Camuzzi, Moño Azul, Grimoldi, Salix, D’Arc, DS Store Núñez, Mercantil Andina y MDZ, además de la marca de indumentaria deportiva Le Coq Sportif, que confeccionó las remeras que llevaron Esteban y sus allegados, estampadas con las frases: “Corro por la ELA” y “La vida es hoy”.
Más sobre la ELA
Desde su origen, poco después de que Bullrich fuera diagnosticado con ELA en abril de 2021, su fundación tiene como misión mejorar la calidad de vida de quienes atraviesan esta enfermedad, con una estrategia que se apoya en el acompañamiento, la contención, la investigación y la educación. También ponen el foco en darle la mayor difusión posible para llegar a diagnósticos tempranos y certeros.
Se trata de una patología de causas desconocidas. Tan solo un 5% a 10% de los pacientes heredan esta enfermedad, mientras que la ELA esporádica ocurre al azar y representa del 90% al 95% de los casos. Al afectar el sistema nervioso, especialmente a las neuronas motoras del cerebro y de la médula espinal, se produce una parálisis progresiva generalizada en la persona. La evolución compromete a los músculos de los cuatro miembros, los músculos fonatorios, de la deglución y los músculos respiratorios. El diagnóstico puede llevar entre uno y dos años, por lo que muchas veces se demora una correcta atención.
En cuanto a los tratamientos disponibles en la Argentina, hay que tener en cuenta que, por un lado, la ELA requiere de un equipo de atención interdisciplinario encabezado por un médico clínico o neurólogo, que trabaja con otros especialistas, como nutricionistas, kinesiólogos, fonoaudiólogos, neumólogos y psicólogos, con el propósito de generar un mayor confort en los pacientes. A nivel farmacológico, en el país se utilizan principalmente dos fármacos: uno es un protector de glutamato, una de las sustancias que afectan las neuronas motoras, y otro es un inhibidor de radicales libres, inyectable, que alivia los efectos del estrés oxidativo y evita el daño celular; ambos aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica.
En ese sentido fue el segundo pedido de Bullrich al terminar la media maratón: solicitó a algún laboratorio que ayude a la fundación a traer a la Argentina la interleucina-2, que no se fabrica en el país, lo que facilitaría acelerar los tiempos, que son cruciales.
Sin dudas, la de ayer fue una de las ediciones más emotivas de la Media Maratón de Buenos Aires, desde el minuto uno, cuando Esteban Bullrich partió de la largada con su silla adaptada, empujada durante el primer kilómetro por su hermano Emilio y Alejandro Lanusse, uno de sus amigos más cercanos. Acompañado por un enfermero, que siguió atento su participación y que controló su salud durante todo el trayecto, recibió en cada tramo el cariño y la admiración de los corredores de la maratón, así como el aliento del público que se acercó.
“¡Vamos, Esteban!”, “¡Fuerza, hermano!”, “¡Viva Esteban!”, lo arengaban. El exsenador se sumó al circuito junto con 26 de sus familiares y amigos –entre ellos también estuvo su cuñado, Gonzalo Sequeiros– en un sistema de postas, en el que estos fueron turnándose para impulsarlo.
Antes del amanecer, Bullrich había llegado a la intersección de la avenida Figueroa Alcorta y Dorrego junto a su esposa, María Eugenia Sequeiros, y tres de sus hijos, para participar de la prueba. Su objetivo era dar visibilidad a la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y recaudar fondos para la fundación que creó en 2021, cuando fue diagnosticado con esta enfermedad neurodegenerativa, para traer al país el ensayo de un tratamiento con interleucina-2 que, según el exministro de Educación, está dando buenos resultados en Europa.
Luego de correr el primer kilómetro, Emilio Bullrich dio detalles sobre lo que fueron los días previos a la carrera y el compromiso de su hermano para mejorar la calidad de vida de quienes padecen la enfermedad. “Primero adaptamos la silla, para que fuera cómoda para él para hacer el recorrido; después empezamos a practicar, no le molestaba para nada. La verdad es que fue un placer. Esto lo mantiene vivo, él busca la manera de mostrar la ELA, de que la gente conozca más sobre esta enfermedad. El fin hoy es poder recaudar fondos para acompañar a las familias, para investigación y para lo que es el sueño de Esteban: concretar un centro interdisciplinario para la atención de pacientes”, dijo.
Pasadas las 10, Bullrich cruzó la meta junto con su mujer, sus hijos, su cuñado, todos los amigos que participaron de la carrera y miembros de su fundación, quienes se sumaron en el último kilómetro para darle fuerzas. Al llegar recibió una ovación de los presentes, muchos de los cuales se acercaron a felicitarlo y a tomarse fotos. Visiblemente emocionada, María Eugenia, quien le colocó la medalla de finalista a su marido, agradeció a los sponsors que apoyaron la iniciativa y gracias a los que se recaudaron 35 millones de pesos. Por su parte, luego de unos minutos de descanso, Bullrich envió un mensaje, que luego replicó en sus redes: “Corrí varias maratones y medias maratones, pero es la primera vez que corro con mis amigos. Quería hacer visible esto de que con el amor de mi familia y amigos, nada es imposible”, señaló.
Además, recordó que aprovechó su participación para recaudar fondos para la fundación. “Dos mangazos más. El primero es que, pese a la generosidad de nuestros sponsors, no llegamos al objetivo de financiar el ensayo con interluquina-2 para diez pacientes, obviamente yo no estoy entre esos diez. Nos faltan siete kilómetros o 14 millones de pesos. Les pido, por favor, que me ayuden a llegar a la meta. ¡Gracias por adelantado!”
En total, 18 sponsors acompañaron al exsenador: Bind, Bioprofarma Bagó, Clarín, Fundación Pampa Energía, Casa Living, Fundación La Nación, Huinca Renancó Córdoba, Entrada Uno, Vista, Camuzzi, Moño Azul, Grimoldi, Salix, D’Arc, DS Store Núñez, Mercantil Andina y MDZ, además de la marca de indumentaria deportiva Le Coq Sportif, que confeccionó las remeras que llevaron Esteban y sus allegados, estampadas con las frases: “Corro por la ELA” y “La vida es hoy”.
Más sobre la ELA
Desde su origen, poco después de que Bullrich fuera diagnosticado con ELA en abril de 2021, su fundación tiene como misión mejorar la calidad de vida de quienes atraviesan esta enfermedad, con una estrategia que se apoya en el acompañamiento, la contención, la investigación y la educación. También ponen el foco en darle la mayor difusión posible para llegar a diagnósticos tempranos y certeros.
Se trata de una patología de causas desconocidas. Tan solo un 5% a 10% de los pacientes heredan esta enfermedad, mientras que la ELA esporádica ocurre al azar y representa del 90% al 95% de los casos. Al afectar el sistema nervioso, especialmente a las neuronas motoras del cerebro y de la médula espinal, se produce una parálisis progresiva generalizada en la persona. La evolución compromete a los músculos de los cuatro miembros, los músculos fonatorios, de la deglución y los músculos respiratorios. El diagnóstico puede llevar entre uno y dos años, por lo que muchas veces se demora una correcta atención.
En cuanto a los tratamientos disponibles en la Argentina, hay que tener en cuenta que, por un lado, la ELA requiere de un equipo de atención interdisciplinario encabezado por un médico clínico o neurólogo, que trabaja con otros especialistas, como nutricionistas, kinesiólogos, fonoaudiólogos, neumólogos y psicólogos, con el propósito de generar un mayor confort en los pacientes. A nivel farmacológico, en el país se utilizan principalmente dos fármacos: uno es un protector de glutamato, una de las sustancias que afectan las neuronas motoras, y otro es un inhibidor de radicales libres, inyectable, que alivia los efectos del estrés oxidativo y evita el daño celular; ambos aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica.
En ese sentido fue el segundo pedido de Bullrich al terminar la media maratón: solicitó a algún laboratorio que ayude a la fundación a traer a la Argentina la interleucina-2, que no se fabrica en el país, lo que facilitaría acelerar los tiempos, que son cruciales.
Quienes deseen colaborar pueden informarse en www.fundacionestebanbullrich.org, @EBFundacion_ok en X y el perfil fundacionestebanbullrich en Instagram.
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