¡Vayamos a votar!

¡Vayamos a votar!
La calidad democrática de la Argentina depende directamente de nuestra activa participación electoral. El voto es la expresión de la voluntad popular, es hacer valer la voz del ciudadano común. Constituye un deber, pero también un derecho. Ni la abulia ni la apatía deberían atentar contra este democrático ejercicio, así como tampoco la concurrencia a las urnas debería convertirse en un mero trámite.
Es mucho lo que está en juego. Demasiados políticos fracasan a la hora de superar el hartazgo y la desconfianza ciudadana, desatendiendo sus reclamos. No se trata de insistir en la obligatoriedad del sufragio que dispone la Constitución nacional –exculpada por el poder político con sucesivas amnistías–, sino de su real importancia. En las PASO convocadas para hoy se eligen candidatos a presidente y vicepresidente, además de postulantes para renovar el Congreso (130 bancas de diputados y 24 de senadores), y se ponen en juego numerosos cargos provinciales y municipales. Esta vez, las elecciones primarias ofrecen una efectiva competencia en las principales fuerzas políticas, a diferencia de otros años en que los candidatos fueron elegidos a dedo por cúpulas partidarias.
El crecimiento de la abstención electoral en los 18 distritos que ya tuvieron elecciones este año es motivo de profunda preocupación. En muchos de ellos superó el 30%. En 1983, con el retorno a la democracia, se registró un récord de participación (más del 80%), al igual que en 1989, durante la segunda convocatoria a elecciones presidenciales tras el último gobierno militar. La baja en la concurrencia fue notoria en 2001 y en 2021, aunque por razones muy distintas: mientras que en 2001 buena parte de la ciudadanía reclamaba “que se vayan todos”, en 2021 la pandemia de coronavirus disuadió a muchos potenciales electores de salir de sus casas por temor a un eventual contagio.
Dos años después, nos hallamos frente a otra oportunidad privilegiada para seguir apuntalando nuestra democracia, que cumplirá 40 años el próximo diciembre.
Es absolutamente necesario concurrir hoy a las urnas con responsabilidad y convicción, sean quienes fueren los precandidatos de nuestra preferencia. Hoy más que nunca, el sistema republicano y la democracia requieren reforzar la independencia y el contrapeso de los poderes. Hagamos historia tomando la experiencia del pasado, luchando por mejorar el presente con vistas a un futuro mejor. Seamos protagonistas. Vayamos a votar.

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