domingo, 13 de agosto de 2023

VIDA DIGITAL







Musk y Zuckerberg, contra las cuerdas
En un mundo donde hasta el más inocente de los conflictos, incluso entre chicos, se resuelve a trompadas, el ejemplo que darían los dos magnates sería execrable; solo que no va a pasar
Incluso si nunca se les cruzó por la mente agarrarse a trompadas en serio (que es lo más probable), el solo hecho de que hayan ventilado una idea así de desquiciada muestra dos cosas: son irresponsables y sus compañías están en problemas
Ariel Torres
OK, hablemos en serio. No es serio que los fundadores y directores ejecutivos (CEO) de dos de las compañías más influyentes del mundo (Facebook y Twitter; Twitter ahora se hace llamar X) se hayan desafiado a agarrarse a trompadas en un ring (o jaula, como también se la ha traducido). Por supuesto, no solo no es serio, sino que tampoco es real. O, para ponerlo en palabras más precisas: si es real, tenemos un problema de un orden mucho mayor. Me ocuparé enseguida de eso.
En principio, esta payasada, incluso como operación de marketing, es incalificable. Quiero decir, incluso si es (y casi seguro tal es el caso) solo una mala operación de marketing para volver a los titulares porque OpenAI les robó cartel, el que Elon Musk y Mark Zuckerberg recurran –imagino que luego de medulosas evaluaciones de sus equipos de comunicaciones– a un mensaje tan grotesco es imperdonable.
Acaso (estoy siendo generoso a más no poder) podría justificarse semejante desvío, si detrás existiera una maniobra destinada a desenmascarar al periodismo, con el que ninguno de los dos se lleva bien (pero que tiene en Musk su peor enemigo; la NPR estadounidense informaba en marzo que Twitter respondía a los periodistas con el emoji maloliente de forma automática). En su imaginación (tan frondosa y exótica como naïve), los periodistas caerían en la trampa y difundirían esta fake news sin reparos.
Escena de la biopic sobre Doug Kenney, fundador de National Lampoon, dirigida por David Wain...Netflix
Bueno, muchachos llenos de testosterona, no funciona así. Aunque todos cometemos errores, et errare humanum est, el periodista duda. Es su trabajo. Se pregunta si es cierto, si acaso hay algo de cierto. Busca pruebas sólidas. Indaga qué podría motivar a dos de los sujetos más poderosos –y por lo tanto con mayor responsabilidad dentro de las democracias occidentales– a desafiarse a una pelea a trompadas reales, patadas reales, lesiones reales; no es lucha libre, como se ha dicho; es MMA, siglas de artes marciales mixtas en inglés. Ante este desvío sideral, casi cualquier periodista de forma instantánea llegaría a la conclusión de que hay gato encerrado.
Quiero creer que nadie en los equipos de comunicación de Facebook y Twitter suscribiría semejante inocencia. Oficialmente, del lado de Facebook, no hay nada; se los pregunté el miércoles. Twitter no responde; según pude averiguar no quedan equipos de prensa en la región. “Tal vez sigan en Brasil”, arriesgó alguien del ambiente. Así que podríamos dejar todo esto en que un poco por casualidad, un poco porque nunca falta el iluminado con ideas así de brillantes, lo del desafío fue una chicana, algo que nunca iba a pasar, pero que incluso cuando quedara en agua de borrajas, en prepotencia de pantalla táctil, daría que hablar.
Bueno, dio que hablar. Solo que ni siquiera tuvieron el fino sarcasmo de aquella memorable tapa de National Lampoon, en la que se ve a un perro, llamado Cheeseface, mirando con preocupación el Magnum 357 con que alguien le apuntaba a la cabeza y el epígrafe “Si no compra esta revista, matamos al perro”. No recuerdo si en la misma tapa o en el interior, el medio aclaraba que ningún animal había sido lastimado en la producción de esa tapa legendaria, una de las 40 mejores de los últimos 40 años según la Asociación Americana de Editores de Revistas. (Incríble y tristemente, Cheeseface fue asesinado de un tiro, así como su dueño, Jimmy De Pierro, en un incidente que nunca se aclaró, en la granja donde vivía, en Vermont.)
Lo de Musk y Zuck, en cambio, es sin sutilezas. Sin segundas lecturas. De puntín y al arco. A lo bestia. Estos dos sujetos teóricamente muy inteligentes (así se los retrata, al menos) producen una supuesta maniobra de marketing sin una pizca de inteligencia, pero con una tonelada de negligencia. En un mundo donde vemos extraviarse las cortesías más elementales, que se desangra en guerras y violencias mafiosas de diferente calibre, donde la grieta manda (en todo el mundo) y cualquier disenso termina a los puñetazos, la mejor idea que se les ocurre a Musk y a Zuckerberg es desafiarse a agarrarse a trompadas. Incluso si es una promo de verano (verano boreal), resulta vergonzoso.
Personalmente, creo que no va a pasar. No tanto porque prevalezca el sentido común, sino porque en algún momento van a caer en al cuenta de que la realidad es muy diferente de la ficción, y de que darían un espectáculo patético agarrándose a trompadas, y un ejemplo execrable, sobre todo a los más jóvenes. Por ahora, Twitter (o sea X) dice que va a transmitir la pelea por streaming. OK. Faltan los leones y los pulgares hacia arriba o hacia abajo (ah, no, esperá) y retrocedimos más de 2000 años en un semestre.
El logo de la mano con el pulgar levantado en señal de "Me gusta" en la sede de Facebook en Menlo Park, California
Pero hay algo más grave. Estos días, cuando esta ridiculez parecía haber sido barrida pudorosamente bajo la alfombra para siempre, volvió a circular, y ahora hasta tiene fecha, el 26 de este mes. Insisto. A mi juicio no va a ocurrir. Pero si ocurre, tomen nota, habremos pasado de vivir en un mundo llenos de problemas, pero dentro de todo consistente, a participar de una mala película clase B.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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