El Gobierno renovó toda la deuda en pesos que le vencía
Fue tras una subasta más ajustada en la que volvió a conseguir tasas muy negativas
Javier Blanco
El Gobierno tomó ayer del mercado $3,2 billones con la emisión de cuatro bonos de deuda en pesos, tres ajustables por inflación y otro por la evolución que tenga hasta mitad de 2025 el dólar oficial, el primero con ese tipo de indexación que ofrece la administración Milei.
Así consiguió apenas $100.000 millones más de los que necesitaba para honrar los vencimientos por $3,09 billones de deuda más próximos que le habían quedado tras haber realizado el viernes otro canje de deuda intra-Estado para reducir el monto total por refinanciar.
Hasta ese día enfrentaba obligaciones por unos $4 billones que, como había hecho en las dos subastas previas, redujo hasta el monto antes citado al disponer que las tenencias del TDF24 en poder del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses y otros entes públicos sean reemplazadas por el nuevo bono indexado a la inflación (TX25) a tasa 0 que vence a mitad de 2025 e incluyó en el menú de la licitación de ayer.
El resultado fue el más ajustado para una subasta por papeles de la deuda pública desde el cambio de gobierno. Claro que esto ahora no supone un problema porque el balance de ingresos y egresos del Tesoro tiende a ser superavitario, por los recortes aplicados al gasto.
De allí que en el mercado se interpreta que fue “propiciado”. Entre otras cosas, porque esta vez no se incentivó la participación de los bancos (que se llevaron en la anterior subasta el 95% de lo adjudicado) al limitar la opción de recompra (puts) que les suele ofrecer el Banco Central (BCRA) solo al Boncer 2026, es decir, apenas uno de los 5 papeles que conformaron el menú, cuando era además el más largo.
La mirada oficial
Esa lectura parece fortalecerse de la interpretación que por redes hizo de la colocación el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, quien siguió adelante sus detalles desde Brasil, donde participa de una reunión del G-20. En un posteo por X valoró las tasas obtenidas, que alcanzaron un récord negativo del 86,90% en el caso de la letra ajustable por vencer en apenas 82 días, y que se siga “mejorando el perfil de los vencimientos” en referencia a la extensión de plazos conseguida.
La demanda del mercado, como se esperaba dado el actual contexto, se volvió a concentrar sobre los títulos que ajustan por inflación que explicaron el 85% de la colocación.
En la predilección de los inversores les siguió el nuevo bono dollar linked (TZV25), por vencer el 30 de junio de 2025, que les pagará a sus tenedores un rendimiento de 0,95% por encima del recorrido que en ese período tenga el dólar oficial
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Empezaron las clases: el 93% de los docentes no acataron el paro en la ciudad
Las familias apoyan el reclamo, pero piden que los chicos no sean rehenes; ayer volvieron a clases en los niveles inicial y primario
.Victoria Menghini
Mucha expectativa en los chicos que comenzaron las clases en la Escuela N°4, en Palermo
A pesar de la lluvia y del cielo gris, ayer el color en las calles porteñas lo pusieron los chicos que comenzaron las clases. Guardapolvos, uniformes, mochilas y paraguas se convirtieron en los protagonistas de las inmediaciones de diferentes establecimientos de nivel primario e inicial, que comenzaron el ciclo lectivo como estaba previsto.
De hecho, casi todas las escuelas porteñas funcionaron con normalidad –el 93% de los docentes asistieron a las aulas, según un relevamiento del Ministerio de Educación de la ciudad–, a pesar del paro convocado por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) en las ocho jurisdicciones que ayer comenzaban el ciclo lectivo (ver aparte).
A las 7.45, la Escuela Nº 4 Provincia de Córdoba, ubicada en Palermo, abrió con normalidad. “Cada día la educación se va deteriorando más y los niños aprenden cada vez menos. Entiendo el reclamo que están haciendo los docentes, pero nuestros hijos no tienen que perder el derecho a la educación”, comentó
Micaela Pedernera, que acompañó a su hijo, que empezaba primer grado. Coincidió con ella Nancy Escobar, madre de una alumna que comenzaba séptimo grado: “Es lo que hay que hacer. Hay que tener en cuenta que muchos chicos vienen atrasados por lo que pasó en la pandemia. No estoy en desacuerdo con lo que reclaman siempre y cuando no abandonen a los estudiantes”.
En una escuela primaria de Villa del Parque, una maestra con 20 años de experiencia que prefirió reservar su identidad dijo a que, pese la nacion a estar de acuerdo con los motivos del paro, la mayoría de los docentes fueron a dar clases para no sufrir el descuento salarial que anunció el gobierno porteño: “Para un docente con dos cargos titular, los descuentos por el paro pueden llegar a casi $70.000, porque se descuentan el presentismo y el día de trabajo”.
El viernes pasado, después de que la Ctera convocó al paro, el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, adelantó que en su distrito los docentes que no se presentaran a trabajar ayer no iban a cobrar el día.
La decisión de la Ctera había sido tomada el jueves pasado tras un congreso extraordinario en reclamo de la paritaria nacional y en rechazo de la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid).
Ayer, durante un acto realizado en la Escuela Nº 21 del distrito escolar 5, en Nueva Pompeya, Macri indicó: “Estoy muy contento porque el mejor lugar donde pueden estar los chicos es en la escuela. Esto es un trabajo en equipo, de los gremios que se sentaron a dialogar y encontrar un acuerdo y que cumplieron con el inicio de clases. Y además me parece que es importante que la totalidad de los docentes, el noventa y pico por ciento largo, está hoy en el aula”. Y agregó: “Habrá algunos que han adherido injustamente al paro, porque hay un acuerdo paritario en Buenos Aires, y adhieren en solidaridad con otras provincias”.
En este distrito, la semana pasada los 17 gremios docentes ya habían firmado un acuerdo por un incremento que lleva el salario inicial neto a $871.332 y con antigüedad a $1.132.152. Según informó el gobierno porteño, el 93% de los docentes no adhirieron al paro, sobre un total de 492 escuelas. Los gremios que mantuvieron la medida fueron Ademys y UTE, vinculados con sectores de izquierda. Estos ya habían participado de huelgas anteriores, como la del regreso a clases luego de las vacaciones de invierno, el 31 de julio pasado. En ese entonces, el acatamiento fue del 2%.
A su vez, voceros de la Ciudad indicaron que se había implementado de manera preventiva un plan de contención que consistió en el envío de docentes itinerantes a las escuelas donde el acatamiento de la medida de fuerza solía ser mayor en años anteriores.
“Nuestro compromiso es defender el derecho a la educación y trabajar juntos para mejorar el aprendizaje que los estudiantes reciben en las aulas”, dijo la ministra de Educación porteña, Mercedes Miguel.
En la Escuela Primaria Común Nº 23 Bernardino Rivadavia, en Balvanera, las clases también comenzaron con normalidad. Una pequeña ventana del frente de la institución dejaba entrever el interior de una de las aulas, donde varios chicos parecían estar prestando atención a su maestra. “Todo el personal vino a trabajar con normalidad. Las escuelas tienen que estar abiertas porque los chicos no tienen que ser rehenes de los temas entre los gremios y el gobierno”, señaló una docente del establecimiento, que pidió resguardar su identidad.
Sin embargo, subrayó la situación crítica que atraviesa el sector educativo: “Necesitamos urgente una actualización de nuestro sueldo. Los docentes trabajamos ocho horas, muchas veces nos vamos a las 18 y no nos pagan horas extras. Las conducciones también ganan muy mal”. A su vez, destacó el tiempo de formación y el sacrificio que implica la profesión, como realizar la licenciatura y “todo lo que hay que rendir para concursar”.
Cerca de las 10.15, desde la recepción del Colegio San Miguel se escuchaba un fuerte bullicio que provenía del patio interno y de las aulas, que reciben a cerca de 310 alumnos. En esta institución, el paro docente tampoco fue motivo para impedir el inicio de clases. “Estamos transitando nuestro primer día de clases con absoluta normalidad y con la presencia de todos los que trabajan en el Colegio San Miguel. Como educadores, nuestra tarea es brindar educación y servicio educativo a todas los alumnos y familias”, expresó a Elena Santos, directora del establecimiento.
Mientras tanto, cientos de docentes de distintos municipios de la provincia de Buenos Aires se reunieron en las inmediaciones del Palacio Pizzurno, sede del Ministerio de Educación de la Nación para reclamar por aumentos salariales.
En otras siete provincias, la medida de fuerza tuvo una adhesión dispar
En medio de un paro convocado por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), que reúne a los principales gremios provinciales, ayer comenzaron las clases en ocho jurisdicciones. El sindicato reclama la paritaria nacional y rechaza la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), un componente adicional del salario financiado con recursos nacionales.
Cuatro gremios levantaron la huelga luego de que el Gobierno convocó a una reunión con el secretario de Educación de la Nación, Carlos Torrendell, y sus pares provinciales, esta tarde, en un intento de garantizar el inicio de clases.
Así, el impacto de la medida fue dispar en las provincias, aunque voceros de la Ctera indicaron que a nivel nacional el acatamiento fue del 80%.
En Santa Fe, hubo una gran adhesión dado que la medida coincidió con una huelga de 48 horas de los sindicatos provinciales. Reclaman el pago de la deuda total de la paritaria 2023 y una propuesta que tenga como salario de referencia el de diciembre. Rechazaron el incremento del 7% para marzo que ofreció el gobierno. A eso se suma una baja en sus salarios a raíz de la eliminación del Fonid. Los sindicatos advirtieron que probablemente la semana que viene haya otro paro.
En Córdoba, el ciclo lectivo comenzó de manera dispar, ya que la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) adhirió al paro y marchó por el centro de la ciudad. De esta manera, muchas escuelas públicas de la provincia no contaron con sus planteles completos.
“Todo día no trabajado será descontado”, apuntó el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés. En esa provincia, solo uno de los gremios mantuvo el paro luego de que se conoció una conciliación obligatoria. Para el gobierno, según consignó El Litoral, la adhesión rondó el 8%.
En Mendoza, el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTE) respaldó la medida, pero no llamó a sus afiliados a adherirse y convocaron a una movilización. Los maestros decidieron asistir a las aulas por temor al “Ítem Aula”, el adicional salarial del 10% que se pierde por faltas injustificadas.
Docentes afiliados a la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), el sindicato mayoritario en la provincia, no iniciaron las clases ayer y marcharon frente a la Casa de Gobierno.
En San Luis, el acatamiento a la medida fue dispar.
En Formosa, el gremio provincial Docentes Autoconvocados adhirió al paro y se movilizó hasta la Casa de Gobierno
A pesar de la lluvia y del cielo gris, ayer el color en las calles porteñas lo pusieron los chicos que comenzaron las clases. Guardapolvos, uniformes, mochilas y paraguas se convirtieron en los protagonistas de las inmediaciones de diferentes establecimientos de nivel primario e inicial, que comenzaron el ciclo lectivo como estaba previsto.
De hecho, casi todas las escuelas porteñas funcionaron con normalidad –el 93% de los docentes asistieron a las aulas, según un relevamiento del Ministerio de Educación de la ciudad–, a pesar del paro convocado por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) en las ocho jurisdicciones que ayer comenzaban el ciclo lectivo (ver aparte).
A las 7.45, la Escuela Nº 4 Provincia de Córdoba, ubicada en Palermo, abrió con normalidad. “Cada día la educación se va deteriorando más y los niños aprenden cada vez menos. Entiendo el reclamo que están haciendo los docentes, pero nuestros hijos no tienen que perder el derecho a la educación”, comentó
Micaela Pedernera, que acompañó a su hijo, que empezaba primer grado. Coincidió con ella Nancy Escobar, madre de una alumna que comenzaba séptimo grado: “Es lo que hay que hacer. Hay que tener en cuenta que muchos chicos vienen atrasados por lo que pasó en la pandemia. No estoy en desacuerdo con lo que reclaman siempre y cuando no abandonen a los estudiantes”.
En una escuela primaria de Villa del Parque, una maestra con 20 años de experiencia que prefirió reservar su identidad dijo a que, pese la nacion a estar de acuerdo con los motivos del paro, la mayoría de los docentes fueron a dar clases para no sufrir el descuento salarial que anunció el gobierno porteño: “Para un docente con dos cargos titular, los descuentos por el paro pueden llegar a casi $70.000, porque se descuentan el presentismo y el día de trabajo”.
El viernes pasado, después de que la Ctera convocó al paro, el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, adelantó que en su distrito los docentes que no se presentaran a trabajar ayer no iban a cobrar el día.
La decisión de la Ctera había sido tomada el jueves pasado tras un congreso extraordinario en reclamo de la paritaria nacional y en rechazo de la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid).
Ayer, durante un acto realizado en la Escuela Nº 21 del distrito escolar 5, en Nueva Pompeya, Macri indicó: “Estoy muy contento porque el mejor lugar donde pueden estar los chicos es en la escuela. Esto es un trabajo en equipo, de los gremios que se sentaron a dialogar y encontrar un acuerdo y que cumplieron con el inicio de clases. Y además me parece que es importante que la totalidad de los docentes, el noventa y pico por ciento largo, está hoy en el aula”. Y agregó: “Habrá algunos que han adherido injustamente al paro, porque hay un acuerdo paritario en Buenos Aires, y adhieren en solidaridad con otras provincias”.
En este distrito, la semana pasada los 17 gremios docentes ya habían firmado un acuerdo por un incremento que lleva el salario inicial neto a $871.332 y con antigüedad a $1.132.152. Según informó el gobierno porteño, el 93% de los docentes no adhirieron al paro, sobre un total de 492 escuelas. Los gremios que mantuvieron la medida fueron Ademys y UTE, vinculados con sectores de izquierda. Estos ya habían participado de huelgas anteriores, como la del regreso a clases luego de las vacaciones de invierno, el 31 de julio pasado. En ese entonces, el acatamiento fue del 2%.
A su vez, voceros de la Ciudad indicaron que se había implementado de manera preventiva un plan de contención que consistió en el envío de docentes itinerantes a las escuelas donde el acatamiento de la medida de fuerza solía ser mayor en años anteriores.
“Nuestro compromiso es defender el derecho a la educación y trabajar juntos para mejorar el aprendizaje que los estudiantes reciben en las aulas”, dijo la ministra de Educación porteña, Mercedes Miguel.
En la Escuela Primaria Común Nº 23 Bernardino Rivadavia, en Balvanera, las clases también comenzaron con normalidad. Una pequeña ventana del frente de la institución dejaba entrever el interior de una de las aulas, donde varios chicos parecían estar prestando atención a su maestra. “Todo el personal vino a trabajar con normalidad. Las escuelas tienen que estar abiertas porque los chicos no tienen que ser rehenes de los temas entre los gremios y el gobierno”, señaló una docente del establecimiento, que pidió resguardar su identidad.
Sin embargo, subrayó la situación crítica que atraviesa el sector educativo: “Necesitamos urgente una actualización de nuestro sueldo. Los docentes trabajamos ocho horas, muchas veces nos vamos a las 18 y no nos pagan horas extras. Las conducciones también ganan muy mal”. A su vez, destacó el tiempo de formación y el sacrificio que implica la profesión, como realizar la licenciatura y “todo lo que hay que rendir para concursar”.
Cerca de las 10.15, desde la recepción del Colegio San Miguel se escuchaba un fuerte bullicio que provenía del patio interno y de las aulas, que reciben a cerca de 310 alumnos. En esta institución, el paro docente tampoco fue motivo para impedir el inicio de clases. “Estamos transitando nuestro primer día de clases con absoluta normalidad y con la presencia de todos los que trabajan en el Colegio San Miguel. Como educadores, nuestra tarea es brindar educación y servicio educativo a todas los alumnos y familias”, expresó a Elena Santos, directora del establecimiento.
Mientras tanto, cientos de docentes de distintos municipios de la provincia de Buenos Aires se reunieron en las inmediaciones del Palacio Pizzurno, sede del Ministerio de Educación de la Nación para reclamar por aumentos salariales.
En otras siete provincias, la medida de fuerza tuvo una adhesión dispar
En medio de un paro convocado por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), que reúne a los principales gremios provinciales, ayer comenzaron las clases en ocho jurisdicciones. El sindicato reclama la paritaria nacional y rechaza la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), un componente adicional del salario financiado con recursos nacionales.
Cuatro gremios levantaron la huelga luego de que el Gobierno convocó a una reunión con el secretario de Educación de la Nación, Carlos Torrendell, y sus pares provinciales, esta tarde, en un intento de garantizar el inicio de clases.
Así, el impacto de la medida fue dispar en las provincias, aunque voceros de la Ctera indicaron que a nivel nacional el acatamiento fue del 80%.
En Santa Fe, hubo una gran adhesión dado que la medida coincidió con una huelga de 48 horas de los sindicatos provinciales. Reclaman el pago de la deuda total de la paritaria 2023 y una propuesta que tenga como salario de referencia el de diciembre. Rechazaron el incremento del 7% para marzo que ofreció el gobierno. A eso se suma una baja en sus salarios a raíz de la eliminación del Fonid. Los sindicatos advirtieron que probablemente la semana que viene haya otro paro.
En Córdoba, el ciclo lectivo comenzó de manera dispar, ya que la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) adhirió al paro y marchó por el centro de la ciudad. De esta manera, muchas escuelas públicas de la provincia no contaron con sus planteles completos.
“Todo día no trabajado será descontado”, apuntó el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés. En esa provincia, solo uno de los gremios mantuvo el paro luego de que se conoció una conciliación obligatoria. Para el gobierno, según consignó El Litoral, la adhesión rondó el 8%.
En Mendoza, el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTE) respaldó la medida, pero no llamó a sus afiliados a adherirse y convocaron a una movilización. Los maestros decidieron asistir a las aulas por temor al “Ítem Aula”, el adicional salarial del 10% que se pierde por faltas injustificadas.
Docentes afiliados a la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), el sindicato mayoritario en la provincia, no iniciaron las clases ayer y marcharon frente a la Casa de Gobierno.
En San Luis, el acatamiento a la medida fue dispar.
En Formosa, el gremio provincial Docentes Autoconvocados adhirió al paro y se movilizó hasta la Casa de Gobierno
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