La otra diplomacia: ayuda argentina en el exterior
El país participa en proyectos de cooperación en 38 países de América Latina, África y Asia
Una plaga de langostas amenazó con destruir cientos de miles de kilómetros cuadrados de cultivos en Bolivia. Tras declarar la emergencia, el gobierno de Evo Morales pidió a la Argentina ayuda técnica para superar la crisis. Meses después, como resultado del trabajo de expertos del INTA y el Senasa que viajaron a ese país, el presidente aymara creó el Programa Nacional Boliviano de Manejo de la Langosta. El propio Morales agradeció personalmente a los enviados argentinos.
PAISES: 38
CANTIDAD TOTAL DE PROYECTOS: 185
A miles de kilómetros de ahí, en el sudeste asiático, el Equipo Argentino de Antropología Forense participó de una misión histórica que buscaba cerrar un capítulo de la Guerra de Vietnam. Los profesionales argentinos formaron parte del proyecto para identificar unos 700 cuerpos. En Mozambique, en el sudeste de África, hay técnicos argentinos trabajando en mecanismos para lograr un mayor control de la aftosa.
Más allá de los avances que hubo en cuanto a la diplomacia de alto nivel, que en los últimos años reunió a Mauricio Macri con los principales líderes mundiales, la reiterada "vuelta de la Argentina al mundo" tiene una faceta menos conocida que escapa de la lógica macro de la política internacional y que, lejos del Primer Mundo, apuesta a ayudar a Estados subdesarrollados a superar problemas de índole doméstica.
Actualmente, la Argentina cuenta con 185 proyectos de cooperación con 38 países de América Latina, África y Asia en diversas áreas en las que nuestro país tiene expertise lo suficientemente desarrollado para transmitir capacidades técnicas a pedido -como en el caso boliviano- o de mutuo acuerdo con el Estado que la recibe. Y, contrariamente a lo que ocurrió en otras áreas del Estado tras la llegada de Cambiemos al gobierno, en la Dirección General de Cooperación, a cargo de los proyectos en el exterior, hubo continuidad en parte de las políticas que implementó el kirchnerismo. Según Ana Ciuti, titular de la dirección que depende de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el país apuesta de esta manera a "mantener una presencia activa en otros escenarios globales". El tipo de cooperación que el Gobierno llama "sur-sur" tiene su mayor participación en América Latina, pero en la última década fueron ganando lugar en la lista de proyectos las naciones africanas y asiáticas. Hoy, la Cancillería está enfocada en ampliar más la presencia en los países del Lejano Oriente. Esa participación de nuestro país en el extranjero se da, en su mayoría, en las áreas donde la Argentina es fuerte, como la agroindustria. También se envían aportes técnicos en materia de salud, medio ambiente, tecnología productiva, seguridad o derechos humanos, entre otros puntos.
A. S. G.
A miles de kilómetros de ahí, en el sudeste asiático, el Equipo Argentino de Antropología Forense participó de una misión histórica que buscaba cerrar un capítulo de la Guerra de Vietnam. Los profesionales argentinos formaron parte del proyecto para identificar unos 700 cuerpos. En Mozambique, en el sudeste de África, hay técnicos argentinos trabajando en mecanismos para lograr un mayor control de la aftosa.
Más allá de los avances que hubo en cuanto a la diplomacia de alto nivel, que en los últimos años reunió a Mauricio Macri con los principales líderes mundiales, la reiterada "vuelta de la Argentina al mundo" tiene una faceta menos conocida que escapa de la lógica macro de la política internacional y que, lejos del Primer Mundo, apuesta a ayudar a Estados subdesarrollados a superar problemas de índole doméstica.
Actualmente, la Argentina cuenta con 185 proyectos de cooperación con 38 países de América Latina, África y Asia en diversas áreas en las que nuestro país tiene expertise lo suficientemente desarrollado para transmitir capacidades técnicas a pedido -como en el caso boliviano- o de mutuo acuerdo con el Estado que la recibe. Y, contrariamente a lo que ocurrió en otras áreas del Estado tras la llegada de Cambiemos al gobierno, en la Dirección General de Cooperación, a cargo de los proyectos en el exterior, hubo continuidad en parte de las políticas que implementó el kirchnerismo. Según Ana Ciuti, titular de la dirección que depende de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el país apuesta de esta manera a "mantener una presencia activa en otros escenarios globales". El tipo de cooperación que el Gobierno llama "sur-sur" tiene su mayor participación en América Latina, pero en la última década fueron ganando lugar en la lista de proyectos las naciones africanas y asiáticas. Hoy, la Cancillería está enfocada en ampliar más la presencia en los países del Lejano Oriente. Esa participación de nuestro país en el extranjero se da, en su mayoría, en las áreas donde la Argentina es fuerte, como la agroindustria. También se envían aportes técnicos en materia de salud, medio ambiente, tecnología productiva, seguridad o derechos humanos, entre otros puntos.
A. S. G.
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