Comé más plantas
Inteligencia artificial al servicio de una mejor nutrición
Durante mucho tiempo, cada vez que escuchaba decir a alguien que su gran idea era hacer una App, me resultaba muy fácil enumerar al menos 20 razones por las cuales me parecía algo inútil y solo para pocos. Ya había bajado y borrado suficientes apps de cocina que no me resultaron como para no tenerles un poco de rechazo. El desafío entonces fue pensar algo útil, buscar en la tecnología una herramienta que mejore el día a día. Y así nació Comé+plantas. ¿Por qué no recurrir a la inteligencia artificial de reconocimiento de rostro?, nos preguntamos
Todas sus aplicaciones parecerían no ser usadas para el bien, pero también podría usarse para reconocer vegetales, frutas hierbas... Ahí había algo para empezar.
Sabía también que recetas hay. Las recetas nos invaden a diario a través de todas las pantallas: cocineros, marcas, redes: hoy todo son recetas.
Obstáculos básicos
La primera reunión de trabajo fue en una oficina, con programadores, gente de Microsoft que tenía otra visión. Para lograr unificar criterios la segunda reunión la hicimos en el Mercado Central, con ingenieros agrónomos y técnicos que pudieron –a través de contarnos acerca de los volúmenes de venta e ingreso al mercado– reflejar más claramente el concepto de que si no conectamos con los vegetales de otra manera vamos a seguir consumiendo cada vez menos variedad.
Hablamos también con verduleros, con cocineros amateurs y con aquellos que no cocinan nunca...
Pudimos observar que el bache era anterior al momento de enfretarse a la receta. Era con el conocimiento más simple y primigenio con el ingrediente. ¿Esto qué es? ¿Qué parte se come? ¿Cómo hago para que me guste? ¿Con qué lo combino? Preguntas como éstas reflejan algunas de la dudas más frecuentes.
El papiro
El otro gran desafío con el que nos topamos fue algo que, supusimos, sería relativamente fácil.
¿Dónde se produce cada cosa en nuestro país? Empezamos llamando a distintas personas del INTA. Pero ahora no había un lugar que reuniera toda esa información. Hasta que lo hubo. Un ingeniero retirado me contó que él había estudiado el tema con algo que llamaban “el papiro”, donde se enumeraba lo que cada provincia y departamento producía.
Esa información hubo que recopilarla nuevamente a través de informes del INTA, en donde aparecía separada por cada producto, para luego analizar las cantidades y ver qué valía la pena incluir. Y el mismo procedimiento aplicamos respecto de las variedades disponibles.
La información general es mucho mas difícil de recolpilar que la específica. Por eso, una vez que logramos eso, el resto fue fácil. Largo pero fácil.
Es que se trata de un conocimiento que un cocinero, profesional o amateur, sabe, que ni piensa ya, algo que ni se verbaliza. Es nuestro trabajo cotidiano: lo sabemos, quizás lo aprendimos trabajando o quizás en casa, viendo a alguien cocinar. Pero lo que encontramos en todos lados, como dijimos, son recetas.
Pensamos que lo que necesitábamos era un manual de uso. Algo que uno aprende una vez. Como cuando compramos un electrodoméstico: acá está el enchufe, así se desarma, así se limpia, etcétera.
Después uno lo usará con la receta que quiera. Pero hay que aprender la básico primero.
Un nuevo protagonista
El punto es: si todos aprendemos a usar más vegetales en nuestra cocina, a pensar qué cocinar a apartir de la verdulería –y como digo siempre, que el bife y la milanesa que no se tienen que ir, simplemente pasar al lugar de acompañamiento–, quizás entonces logremos que el protagonista sea el vegetal. Quizás de esta manera logremos modificar un poco la curva de venta de otras variedades de vegetales: que no siga bajando el consumo de hinojo, de habas, de alcauciles…
El 60% de lo que consumimos proviene de la agricultura familiar. Si logramos aumentar el consumo y la variedad, no solo va a mejorar la calidad. Vamos a saber más, vamos a elegir mejor. Y nos vamos a sentir mejor.
La app Comé+plantas es gratis, no pesa ya que tiene ilustraciones en lugar de fotos, es muy simple de usar y no guarda ningún dato tuyo. La pueden usar niños, jóvenes y los no tan jóvenes ya que tiene letra grande y botones amplios. Comé más plantas. Es fácil, y no queda otra. ●
Si aprendemos a cocinar a partir de la verdulería quizás logremos darle más protagonismo al vegetal
La tecnología de reconomiento de rostro puede usarse también para reconocer frutas y verduras
N. L.
Un nuevo protagonista
El punto es: si todos aprendemos a usar más vegetales en nuestra cocina, a pensar qué cocinar a apartir de la verdulería –y como digo siempre, que el bife y la milanesa que no se tienen que ir, simplemente pasar al lugar de acompañamiento–, quizás entonces logremos que el protagonista sea el vegetal. Quizás de esta manera logremos modificar un poco la curva de venta de otras variedades de vegetales: que no siga bajando el consumo de hinojo, de habas, de alcauciles…
El 60% de lo que consumimos proviene de la agricultura familiar. Si logramos aumentar el consumo y la variedad, no solo va a mejorar la calidad. Vamos a saber más, vamos a elegir mejor. Y nos vamos a sentir mejor.
La app Comé+plantas es gratis, no pesa ya que tiene ilustraciones en lugar de fotos, es muy simple de usar y no guarda ningún dato tuyo. La pueden usar niños, jóvenes y los no tan jóvenes ya que tiene letra grande y botones amplios. Comé más plantas. Es fácil, y no queda otra. ●
Si aprendemos a cocinar a partir de la verdulería quizás logremos darle más protagonismo al vegetal
La tecnología de reconomiento de rostro puede usarse también para reconocer frutas y verduras
N. L.
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