Eduardo Meléndez. Referente del humor gráfico y la ilustración
El dibujante Eduardo Meléndez, exponente del humor gráfico argentino, que ilustró durante más de dos décadas centenares de páginas del diario y la revista la Nacion, murió ayer, a los 76 años, a causa de un edema pulmonar.
Egresado de la Academia de Bellas Artes, de la Escuela Técnica de la Nación y de la Escuela Panamericana de Arte, fue caricaturista entre 1980 y 2004, autor de la tira humorística “El mundo con humor” y, para la sección de editoriales, “Humor con opinión”; además, colaboró con las revistas Tía Vicenta y Weekend,
y fue jefe de arte del diario Crónica, de Canal 9 –aportó sus creaciones en el marco del Mundial de fútbol de 1978– y del Canal 2 de La Plata. También realizó trabajos publicitarios para destacadas compañías y otros para editoriales como Emecé o El Ateneo.
Durante su carrera, el ilustrador fue galardonado con los premios del Salón Anual de Dibujantes de la Argentina en 1977, La rata de oro del Instituto de Investigaciones Científicas en 1984, una mención de honor de la Asociación de Dibujantes APCA (Estados Unidos), el reconocimiento de la Sociedad Protectora de Animales en 1985 y el Premio de la Sonrisa otorgado por la Liga de la Salud Bucal en 1989.
Su familia despidió ayer al dibujante en el cementerio de la Chacarita. En ese último adiós, su única hija, Victoria Meléndez, recordó al dibujante por su “amor por la profesión, la calidad de su trazo dibujado con Rotring y su humor sin usar palabras”.
“Papá hablaba a través de sus dibujos, que no necesitaban de explicaciones. Simplemente transmitían. Fue una persona creativa hasta su último día, siempre pensando en seguir dibujando, enamorado de su profesión y de su último gran amor, Fran, su único nieto. Lo recordaremos siempre por sus anécdotas de trabajo en la tele y en los diarios y por su empuje y garra ante todo”, expresó.
Durante su carrera, el ilustrador fue galardonado con los premios del Salón Anual de Dibujantes de la Argentina en 1977, La rata de oro del Instituto de Investigaciones Científicas en 1984, una mención de honor de la Asociación de Dibujantes APCA (Estados Unidos), el reconocimiento de la Sociedad Protectora de Animales en 1985 y el Premio de la Sonrisa otorgado por la Liga de la Salud Bucal en 1989.
Su familia despidió ayer al dibujante en el cementerio de la Chacarita. En ese último adiós, su única hija, Victoria Meléndez, recordó al dibujante por su “amor por la profesión, la calidad de su trazo dibujado con Rotring y su humor sin usar palabras”.
“Papá hablaba a través de sus dibujos, que no necesitaban de explicaciones. Simplemente transmitían. Fue una persona creativa hasta su último día, siempre pensando en seguir dibujando, enamorado de su profesión y de su último gran amor, Fran, su único nieto. Lo recordaremos siempre por sus anécdotas de trabajo en la tele y en los diarios y por su empuje y garra ante todo”, expresó.
N. B.
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