Killing Eve 2 temporadas Disponible en Flow-directv Go
Villanelle (Jodie Comer) está de vuelta. Ese parece ser el gran anuncio de esta tercera temporada de Killing Eve –que estrenará Paramount Channel el miércoles, a las 22.10–, que logró convertir a esa asesina al servicio de una misteriosa organización conocida como “Los 12” en uno de los personajes más atractivos de la televisión. Más allá de la intriga alrededor del destino de Eve (Sandra Oh), la agente del MI6, caída entre las ruinas de Roma al final de la segunda temporada, este nuevo año sigue siendo de Villanelle. Y más que nunca. Con Suzanne Heathcote como nueva showrunner y gracias al talento de Comer, la serie se anima a explorar el pasado de Villanelle en Rusia, las raíces de su errática personalidad y los profundos vínculos que la unen a su perseguidora, desde esa evidente atracción física a la extraña simbiosis que parece guiarlas en sus destinos. Sin el ingenio en los diálogos de Phoebe Wallerbridge, ni el juego de espejos invertidos que Emerald Fennell ensayó en la segunda entrega, Heathcote se pone seria e introspectiva.
Ju On: Origins 1 temporada Disponible en Netflix
La exitosa saga japonesa Ju-on, creada por Takashi Shimizu en 2000, comenzó con una película directa a video y dio varias secuelas y remakes, abriendo un frondoso abanico de ramificaciones que llegó a Hollywood con El grito (2004) y hace poco dio a luz su último heredero con La maldición renace (2020). Esa misma historia regresa ahora en una miniserie de seis episodios que explora los hechos que originaron la leyenda. Están la casa y el fantasma, pero el espíritu de la serie se despoja del halo sobrenatural para indagar en la violencia y el abuso como últimos sustratos de la persistente venganza. La historia comienza a fines de los 80 y entrecruza los destinos de varias mujeres: una niña golpeada brutalmente en un auto, una celebridad televisiva atormentada por unos pasos misteriosos en su departamento, y una adolescente engañada por sus compañeras del nuevo colegio. Sobre esas pistas, un especialista en fenómenos paranormales intenta hilar el origen de esa maldición que parece propagarse como un virus.
Irresponsable 1 temporada
Disponible en Europa Europa, Flow, Directv Go y Telecentro Play
Julien escapa sin remordimientos de todas las obligaciones que se le presentan. En el primer episodio lo vemos regresar a la casa de su madre luego de perder el trabajo, fumar marihuana antes de su entrevista de trabajo como preceptor de un colegio, y huir por la calle luego de que su novia de la secundaria le diga que tiene un hijo de 15 años. Esa es la premisa de esta divertida comedia francesa sobre la adolescencia prolongada que combina ingenio y ternura sin caer nunca en la sensiblería. El mérito está en la justa mirada de su creador, Frederic Rosset, quien consigue un relato heredero de aquella inmadurez moral de la que hizo gala el cine de Éric Rohmer en sus inicios, y lo hace sin astucias visuales ni desmedidas pretensiones. Rosett acompaña a sus personajes con inquietud y honestidad, y la serie se define en la construcción de los vínculos inesperados gracias al gran trabajo de Sébastien Chassagne y Théo Fernandez, como ese padre e hijo reencontrados.
Charlize Theron, la heroína inmortal Y
M. F. M.
(The Old Guard, ee.uu. / 2020). dirección: Gina Prince-bythewood. Elenco:
Charlize Theron, Kiki Layne, Matthias Schoenaerts. disponible en: Netflix a no quedan dudas de que Charlize Theron es una verdadera estrella del cine de acción. Su trabajo como Furiosa en Mad Max: Furia en el camino quedará en la historia del cine como una actuación excelente en una gran película, mientras que su paso por la franquicia de Rápido y furioso demostró su capacidad de brillar aun en películas cuyo fuerte no son el desarrollo de los personajes ni las interpretaciones.
Theron no solo cumple con lo que esta historia sobre un grupo de guerreros inmortales requiere, sino que eleva a La vieja guardia con su talento para encarnar a Andrómaca de Escitia, o Andy, como se hace llamar en el siglo XXI. Componer a una especie de superheroína de coraza dura, que va develando su profunda humanidad de a poco, es una misión perfecta para la actriz.
La película dirigida por Gina Prince-bythewood y adaptada del cómic homónimo por uno de sus autores, Greg Rucka –el otro es el dibujante argentino Leandro Fernández –, está poblada de pausas en medio de la acción destinadas a darles mayor dimensión a los personajes. Lo que distingue a La vieja guardia de otras películas del género es que los personajes no son excusas para la acción, sino lo contrario. Las escenas y diálogos dedicados a reflexionar sobre la inmortalidad, las responsabilidades e inevitables dolores que provoca ese don de origen impreciso en este grupo de personas, le da una bienvenida singularidad al film. Matthias Schoenaerts, Kiki Lane, Luca Marinelli y Marwan Kenzari contribuyen con su talento y belleza, formando el equipo ideal para acompañar a Theron.
Esta construcción tan atractiva de la película en torno a sus personajes sufre por un tono general que no termina de cerrar. El carácter extraordinario de estos personajes ubicados en un contexto realista se beneficiaría de cierta ligereza en el tono que la película solo se permite por momentos, como en una de las primeras escenas del film, cuando la cata de un baklava ilustra de forma breve y encantadora la riqueza de la larga existencia de Andy.
Algunos diálogos artificiosos y cercanos al cliché se sienten como lomos de burro en el asfalto suave por el que se desliza el film en otros aspectos; algo parecido a lo que sucede con una extraña decisión de musicalizar escenas de acción con temas pop, como si se tratara del trailer para vender la película. El villano también desencaja al espectador en cada una de sus apariciones en pantalla, con su caricaturesca mezcla de malo de Bond y rasgos de Mark Zuckerberg. Estas cuestiones podrían mejorar en las inevitables próximas entregas de esta nueva franquicia.
En el encierro, lo cotidiano es extraño
P. V. P.
(EE. UU../2020). Directores: A. Amirpour, P. Sorrentino, A. Campos, G. Chadha, M. Gyllenhaal, N. Kawase y N. Labaki, entre otros. disponible en: Netflix. l arte implica siempre una nueva perspectiva sobre algo familiar”. La frase resuena en la voz de Cate Blanchett, la narradora del último de los episodios de Homemade, película colectiva filmada en tiempos de aislamiento social. Diecisiete cortometrajes de alrededor de ocho minutos cada uno concentran distintas miradas y aproximaciones a la nueva situación del mundo instalada por la pandemia. Cineastas de regiones diversas como Beirut o Jalisco, Glasgow o Los Ángeles, se filman en confinamiento, filman a sus hijos o recuerdan a sus padres, elaboran fábulas sobre el miedo y la soledad, despliegan los pocos recursos a su alcance para crear esa nueva perspectiva sobre una realidad que era familiar y de pronto se ha vuelto extraña.
Ese último episodio, dirigido por Ana Lily Amirpour, sigue el periplo de una ciclista enmascarada a través de una Los Ángeles desierta y espectral. Es un testimonio único, quizás irrepetible. Ese juego entre la opresión de la cercanía y la desazón del espacio vacío resulta la mejor reflexión sobre lo incierto del presente y el enigma del futuro. En esa línea, otros cortos asumen perspectivas políticas más explícitas, como el de Ladj Ly, en una especie de coda a su película Los miserables, que recorre los barrios pobres de París. Lo mismo sucede con el relato del escocés David Mackenzie sobre la vida de su hija adolescente en Glasgow, la reflexión sobre estos tiempos totalitarios, los asuntos cotidianos convertidos en dramas.
Hay dos historias que utilizan el humor con fluidez e inteligencia. La primera es la de Paolo Sorrentino sobre un encuentro que deriva en encierro compartido entre el papa Francisco y la reina Isabel II. Filmada en su casa romana con muñequitos que mueven sus pequeñas manos y expresan misterio en sus rostros congelados, demuestra la habilidad de Sorrentino para realizar una sátira modesta pero efectiva. Y la segunda es la de la directora Rungano Nyoni sobre una pareja que se separa en cuarentena y dirime sus conflictos habitacionales entre los chats con sus amigos y la fuga de la perra de la vecina.
También hay cortos algo pretenciosos como el de Naomi Kawase; otros demasiado autorreferenciales como el de Kristen Stewart, algunos audaces como el musical de Sebastián Lelio y otros que asumen géneros como el terror o el fantástico de manera novedosa, como el de Maggie Gyllenhaal en el retrato del vínculo de Peter Sarsgaard y la naturaleza en la boscosa Vermont.
Curada por Pablo Larraín para Netflix, Homemade consigue, aun con los altibajos y las indulgencias propias de esta situación extraordinaria, expresar las diversas ambiciones que se propone.
Denunciar la miseria mientras se la frivoliza
M. S.
(España/2020). Dirección : Salvador Calvo. guion: Alejandro Hernández. Elenco: Luis Tosar, Anna Castillo, Moustapha Oumarou. disponible en: Netflix.
En 2018 más de 70 millones de personas abandonaron su hogar en busca de un mundo mejor. La mitad de ellos son niños”. Así se cierra Adú, una nueva muestra de cine biempensante, paternalista y lleno de golpes bajos pensado para decirnos que el mundo está lleno de situaciones injustas.
Hay que agradecer al menos que Salvador Calvo y su equipo hayan evitado caer en los extremos casi obscenos de manipulación emocional a los que llegaron películas identificadas con esta idea como Cafarnaúm o Ciudad de Dios. Al menos el realizador muestra algún oficio para darle un cierre a cada escena, mantener cierta tensión dramática y aprovechar al máximo el compromiso de su elenco hispano-africano.
Pero no puede evitar, al igual que sus compañeros de ruta, la caída en la descripción sobrecargada de las calamidades del mundo y cómo todas ellas terminan ensañándose como si fuesen plagas sobre seres humanos que sueñan con un futuro mejor.
Eso sí: todo este desfile de sentimentalismos queda envuelto en una estética cuidadosa, convenientemente adornada por una banda sonora altisonante que nos recuerda a cada momento que los protagonistas están atravesando situaciones en las que les va la vida. Como si no lo supiéramos después de asistir a una sucesión interminable de situaciones vinculadas con el tráfico de personas, la esclavitud sexual, la marginalidad en todas sus formas, la adicción a las drogas, el maltrato hacia los semejantes, el abuso infantil, el maltrato hacia los animales y la inmigración ilegal. Todo un manual del miserabilismo cinematográfico.
Para que la búsqueda de impacto emotivo no tenga ni un minuto de descanso se vuelve aquí a un recurso ya cansador: el de las historias en apariencia separadas y distantes que en algún momento terminarán entrecruzándose. Sus protagonistas son un experto en conservacionismo que además de sus conflictos laborales mantiene una relación tirante con una hija que lo visita en África, un guardia civil que custodia la frontera y enfrenta cargado de culpa el juicio por la muerte de un inmigrante ilegal subsahariano en Melilla y un chiquito de ocho años (Moustapha Oumarou, prodigio de naturalidad) arrastrado a un peregrinaje por medio continente africano en busca, casi sin saberlo, del sueño europeo.
Sabemos muy bien que todas estas historias ficticias tienen un trágico correlato en la vida real. Pero banalizándolas de este modo el cine solo ayuda a darles continuidad. Sobre todo cuando la dolorosa y triste vida en los márgenes del mundo aparece fotografiada con el espíritu de un folleto promocional del turismo de aventura.
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