El PJ se resiste a pagar el costo de una tregua entre Cristina y Alberto

Daniel Bilotta
Resulta curioso que un intendente kirchnerista sea la dificultad más importante que tiene por delante Cristina para la tregua que se propone pactar con Fernández antes de que comience a correr el calendario electoral. La vicepresidenta quiere llegar a esa instancia con Fernández como nuevo titular del PJ, pero rodeado de dirigentes de su confianza y con la designación de Máximo al frente del peronismo bonaerense. En apariencia, un requisito innegociable para ese acuerdo. Fernando Gray se interpone en esa cláusula. El intendente de Esteban Echeverría se alterna anualmente con el de Merlo, Gustavo Menéndez, en la conducción del peronismo bonaerense. La resistencia de Gray a renunciar por anticipado al mandato que vence en diciembre del año próximo complica los planes de Cristina. Si no tuviese oposición, la lista de unidad que la vicepresidenta impulsa para conducir el PJ nacional quedaría consagrada el 21 de marzo.

El problema es que el 21 de febrero es el último plazo para inscribirla, lo que acota el margen de tiempo y le añade cierto dramatismo al reconocimiento como máxima autoridad del PJ bonaerense que debería tener Máximo antes de esa fecha para hallar una salida al conflicto de intereses suscitado por una misma ambición: ganar las elecciones en octubre. El control del aparato partidario puede jugar un rol central para lograrlo. Es donde se definen la oferta electoral a la ciudadanía y los encargados de representarla: los candidatos. Quién los elige es el centro de una disputa en un momento delicado. No hay síntomas claros de la reactivación que el oficialismo aguarda para marzo. La economía suele tener un papel decisivo en el estado de ánimo con el que se vota. Especialmente en el conurbano, donde conviven dos realidades inquietantes: concentra a los dos tercios del total de electores de la provincia y la tasa de desempleo más alta del país.
Casi el 17% de quienes sufragaron en 2017 por un candidato afín al peronismo carecerán ahora de una alternativa similar. El cálculo surge de la suma de los votos obtenidos por Massa (11,30%) y Randazzo (5,31%) en la provincia de Buenos Aires


Synopsis plantea una hipótesis interesante. Después de examinar el comportamiento electoral entre 2013 y 2017, concluye que el voto peronista alcanza su pico en las PASO y no consigue mejorar su resultado en las elecciones generales.

En sentido opuesto, el voto no peronista mejora más de un 20% con relación a las primarias. Algo que incluso ocurrió en 2019. Pese al corte de boleta en su contra, Macri creció ocho puntos en el conurbano. Ese argumento es meditado por el kirchnerismo para resolver su posición en ese tema. Hasta que Máximo propuso en Lomas de Zamora a Espinoza para presidir la Federación Argentina de Municipios (FAM). Zabaleta abrigó alguna expectativa de ocupar ese cargo. El de Hurlingham es el intendente más cercano al Presidente. La iniciativa del hijo de Cristina chocó con el gélido silencio de una mayoría que difícilmente se identifique con la disidencia. El intendente de La Matanza goza de una inusual impopularidad entre sus pares.
Como ya lo hizo con Magario, La Cámpora intenta alejar a Espinoza de La Matanza. Planifica sucederlo con Facundo Tignanelli. Es llamativa la esperanza depositada en Fernández para este tipo de proyectos. De acuerdo con Management & Fit, el 47% de los bonaerenses aprueban la gestión del Presidente. La campaña podría darle continuidad a esta paradoja. Sin candidatos de atractivo electoral, podrían verse obligados a recurrir al funcionario más criticado por Cristina: el Presidente. Ese experimento comenzará hoy con la visita de Fernández a Mariano Cascallares en Almirante Brown y a Ishii en José C. Paz. Máximo confía en que Insaurralde sea la llave de ingreso al PJ bonaerense. O es lo que se insinúa con la resolución del Instituto de Loterías y Casino bonaerense que habilitará en enero siete licencias para explotar juegos de azar online pese a la resistencia de Axel Kicillof.
Como ya lo hizo con Magario, La Cámpora intenta alejar a Espinoza de La Matanza. Planifica sucederlo con Facundo Tignanelli. Es llamativa la esperanza depositada en Fernández para este tipo de proyectos. De acuerdo con Management & Fit, el 47% de los bonaerenses aprueban la gestión del Presidente. La campaña podría darle continuidad a esta paradoja. Sin candidatos de atractivo electoral, podrían verse obligados a recurrir al funcionario más criticado por Cristina: el Presidente. Ese experimento comenzará hoy con la visita de Fernández a Mariano Cascallares en Almirante Brown y a Ishii en José C. Paz. Máximo confía en que Insaurralde sea la llave de ingreso al PJ bonaerense. O es lo que se insinúa con la resolución del Instituto de Loterías y Casino bonaerense que habilitará en enero siete licencias para explotar juegos de azar online pese a la resistencia de Axel Kicillof.

El cambio favorece al octavo, su viejo amigo y titular del Casino Victoria Daniel Mautone. La de Cristóbal López, Federico Achával y Ricardo Benedicto nunca estuvo en riesgo: Binbaires SA e Intralot International Limited es la séptima preclasificada. Sobre una facturación bruta estimada en 600 millones de dólares anuales, la provincia percibirá 90 millones en concepto de Ingresos Brutos y 60 millones por canon que ingresarán a Lotería. Uno de los costos de la tregua entre Cristina y Fernández que el peronismo se resiste a pagar.
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