Temporada de vendimia: la revancha mendocina
Un recorrido por tres bodegas icónicas confirmó que el clima es favorable y que, con las uvas de este año, se crearán vinos para el recuerdo
Una de las grandes ventajas de Mendoza por sobre el resto del mundo vitivinícola es la constancia de su clima. Días cálidos, noches frescas, sol incandescente y poca lluvia. Esto logra viñedos muy sanos, con una fruta de alta calidad, añada tras añada. "En años normales, Mendoza es un paraíso para el cultivo de la vid. Llueve muy poco y el suelo lo absorbe enseguida. La vegetación natural es amarilla, seca. Es un desierto y eso permite tener una sanidad en la uva que nos envidian en todo el planeta", explica Gustavo , jefe de viñedos de Terraza de los Andes.
El problema es que, al menos en los últimos tres años, el clima no fue normal. En 2015, por ejemplo, llovió mucho en febrero y marzo, a lo que se sumó un intenso granizo en las zonas más altas. 2016 fue peor: el caprichoso Niño provocó más de 310 mm de precipitaciones en el año, lo que hizo caer la cosecha a un piso histórico. 2017 mejoró, pero no tanto: por una helada de primavera en octubre de 2016 cayeron fuerte los rendimientos, subiendo el precio de la uva. Y así llegó 2018, con todas las miradas puestas en ese supuesto buen clima de la provincia. "Venimos de años muy húmedos, pero 2018 vuelve a mostrar el típico clima mendocino. Hubo algunos fríos en octubre y noviembre pasado, que nos asustaron un poco. Pero la planta fue generosa, se recuperó muy bien e incluso esas heladas funcionaron como un raleo natural, generando un balance perfecto. Yo creo que en la provincia tendremos una cosecha 50% más grande que la del año pasado", asegura Fernando Puliti, jefe de fincas de Bodegas Norton. En Luján de Cuyo, Norton cuenta con viñedos muy antiguos, que aprovechan las bondades del clima para mostrar su mejor versión. "Un verano caluroso y soleado, con noches frescas. Esa amplitud nos permite lograr este color y acidez en la fruta".
Gustavo concuerda: "En Terrazas de los Andes tenemos mucha expectativa. A nivel climático la cosecha viene muy bien, sin factores adversos, con muy buena concentración y fruta. Al contar con viñedos en distintos lugares y a diversas alturas, podemos conseguir desde un malbec muy frutado y expresivo, con mucha elegancia, taninos redondos y sedosos; a otros de color más profundo, con alta concentración y acidez, mayor estructura y taninos marcados", dice.
Nadie duda de la importancia del clima en la producción de vinos. Mientras que hace unas décadas se creía que el vino se hacía en la bodega, hoy se admite que la calidad viene del viñedo. Luego, en la bodega, se busca interpretar aquello que nació en la tierra. Es por eso que David Bonomi, enólogo principal de Bodega Norton, camina más de 10 km de viñedos al día, probando las uvas. La misma razón por la que Gonzalo Carrasco, enólogo senior de Terrazas de los Andes, recorre cientos de kilómetros diarios para visitar fincas que van de Luján de Cuyo al Valle de Uco.
Gustavo concuerda: "En Terrazas de los Andes tenemos mucha expectativa. A nivel climático la cosecha viene muy bien, sin factores adversos, con muy buena concentración y fruta. Al contar con viñedos en distintos lugares y a diversas alturas, podemos conseguir desde un malbec muy frutado y expresivo, con mucha elegancia, taninos redondos y sedosos; a otros de color más profundo, con alta concentración y acidez, mayor estructura y taninos marcados", dice.
Nadie duda de la importancia del clima en la producción de vinos. Mientras que hace unas décadas se creía que el vino se hacía en la bodega, hoy se admite que la calidad viene del viñedo. Luego, en la bodega, se busca interpretar aquello que nació en la tierra. Es por eso que David Bonomi, enólogo principal de Bodega Norton, camina más de 10 km de viñedos al día, probando las uvas. La misma razón por la que Gonzalo Carrasco, enólogo senior de Terrazas de los Andes, recorre cientos de kilómetros diarios para visitar fincas que van de Luján de Cuyo al Valle de Uco.
Está claro: con mala uva no hay buen vino. "El vino es una bebida muy noble, no tiene artificios, no esconde su materia prima. Mientras más aprendés, más te convencés de que lo que importa es la uva, de que el concepto de calidad debe hacer enfoque en el origen. Especialmente en una bodega como la nuestra, donde elaboramos vinos que buscan expresar las características de cada varietal", asegura Leopoldo Kuschnaroff, enólogo a cargo de la Bodega Uxmal.
Para Leopoldo, la fruta es la protagonista en los vinos. Por eso es necesario entender cómo viene el clima y poder conducir el viñedo de la mejor manera posible. En este 2018 no es necesario tomar grandes recaudos. "Esta cosecha viene muy bien.Estamos teniendo una uva muy sana, de buen color y madurez. Tendremos mucho más volumen que en las añadas anteriores". La vendimia 2018 está por terminar y las bodegas se tomaron revancha: después de años difíciles, Mendoza recupera su clima. Aquel que le hizo ganar fama en el mundo.
A treinta minutos de la capital mendocina, rumbo al sur y siguiendo el trazado de la Ruta 40, se llega a Luján de Cuyo, el corazón del mejor vino argentino. Conocida como la "primera zona vitivinícola", allí se encuentran los viñedos más antiguos del país, traídos por inmigrantes a finales de siglo IXX. "En nuestras fincas tenemos viñedos que sobrepasan los 90 años de edad. Es un patrimonio único que ofrece uvas naturalmente extraordinarias, se controlan por sí mismas y, además la bodega aporta cuidados artesanales logrando así uvas altamente concentradas para la elaboración de vinos de alta gama", explica el ingeniero agrónomo Fernando Puliti, Jefe de Fincas de Bodega Norton, mientras prueba un Malbec a punto de ser cosechado.
Para Leopoldo, la fruta es la protagonista en los vinos. Por eso es necesario entender cómo viene el clima y poder conducir el viñedo de la mejor manera posible. En este 2018 no es necesario tomar grandes recaudos. "Esta cosecha viene muy bien.Estamos teniendo una uva muy sana, de buen color y madurez. Tendremos mucho más volumen que en las añadas anteriores". La vendimia 2018 está por terminar y las bodegas se tomaron revancha: después de años difíciles, Mendoza recupera su clima. Aquel que le hizo ganar fama en el mundo.
A treinta minutos de la capital mendocina, rumbo al sur y siguiendo el trazado de la Ruta 40, se llega a Luján de Cuyo, el corazón del mejor vino argentino. Conocida como la "primera zona vitivinícola", allí se encuentran los viñedos más antiguos del país, traídos por inmigrantes a finales de siglo IXX. "En nuestras fincas tenemos viñedos que sobrepasan los 90 años de edad. Es un patrimonio único que ofrece uvas naturalmente extraordinarias, se controlan por sí mismas y, además la bodega aporta cuidados artesanales logrando así uvas altamente concentradas para la elaboración de vinos de alta gama", explica el ingeniero agrónomo Fernando Puliti, Jefe de Fincas de Bodega Norton, mientras prueba un Malbec a punto de ser cosechado.
2018: una cosecha para recordar
"Este año tendremos una cosecha que recordaremos por mucho tiempo. Estamos viviendo un clima típico mendocino, con un verano caluroso y soleado de noches bien frescas. Esa amplitud permite que la uva logre un color y una acidez excepcional, lo que luego se ve reflejado en vinos de un sabor único. Porque el vino nace acá, en el viñedo". Fernando conoce estas fincas de memoria. Una y otra vez las camina, desde la primera brotación en primavera, durante el envero en verano y ahora, en este principio de otoño, durante la vendimia. Decide la poda, los riegos, los modos de conducción. Ya desde 2004 Norton fue pionera en utilizar vitivinicultura de precisión y mapping satelital en sus fincas para obtener el mayor conocimiento de las hileras y parcelas. A través de las calicatas (unos pozos que se hacen en el viñedo) estudian los suelos, desde los más profundos a otros donde la piedra surge a centímetros de la superficie. Conocer en profundidad los tipos de suelo permite descubrir las diferencias que aporta el terroir a un vino. Y eso es lo que lo hace único. "Una de las riquezas de estas fincas es su variabilidad; tenemos zonas con suelos de hasta tres metros de profundidad, y otras donde las lenguas de piedra entran entre los cuarteles", explica. "Marcamos las hileras según su vigor, para cosechar cada parte por separado y obtener lo mejor de cada lote".
"Este año tendremos una cosecha que recordaremos por mucho tiempo. Estamos viviendo un clima típico mendocino, con un verano caluroso y soleado de noches bien frescas. Esa amplitud permite que la uva logre un color y una acidez excepcional, lo que luego se ve reflejado en vinos de un sabor único. Porque el vino nace acá, en el viñedo"
Del viñedo al vino premium
"Gran parte de mi trabajo es caminar. Cada día camino más de 10 kilómetros de viñedos, probando las uvas, para decidir el momento justo de cosecha", explica David Bonomi, enólogo principal de Bodega Norton y uno de los más reconocidos del país, que en octubre de 2017 fue nombrado como uno de los 10 mejores enólogos de sudamérica por la revista Decanter. "La decisión se toma acá, en la finca, mordiendo la uva, sintiendo la semilla y la piel en la boca, de esta forma uno ya se im
agina en qué vino se convertirá", asegura.
Visitar la bodega junto a David es entrar por la puerta principal a la historia del vino en Argentina. El edificio fue construido en 1919 y allí conviven desde las piletas originarias de la bodega hasta grandes tanques de acero y lo más moderno, pequeños huevos de concreto, que permiten elaborar vinos de alta gama en partidas limitadas. "Es lo que llamamos nuestro Signature Winemaking, vinos que llevan nuestra firma, que están elaborados con pasión y conocimiento", cuenta, mientras camina por los pasillos de la bodega, atravesando salas de barrica, hasta llegar a la cava subterránea, uno de los secretos mejor guardados de esta casa. "Esta cava privada es una de las más grandes de Mendoza. Acá guardamos nuestros vinos para conocer su evolución. Por ejemplo, tenemos más de 1200 botellas de un Malbec de 1974. La importancia de ese vino es que le demostró al mundo que el Malbec puede evolucionar de una manera fantástica. Y cada año seguimos sumando a la cava botellas de nuestras mejores partidas, de etiquetas como Privada, Lote y Lote Negro, para poder probarlas en unas décadas", explica.
"Esta cava privada es una de las más grandes de Mendoza. Acá guardamos nuestros vinos para conocer su evolución."
Visitar la bodega junto a David es entrar por la puerta principal a la historia del vino en Argentina. El edificio fue construido en 1919 y allí conviven desde las piletas originarias de la bodega hasta grandes tanques de acero y lo más moderno, pequeños huevos de concreto, que permiten elaborar vinos de alta gama en partidas limitadas. "Es lo que llamamos nuestro Signature Winemaking, vinos que llevan nuestra firma, que están elaborados con pasión y conocimiento", cuenta, mientras camina por los pasillos de la bodega, atravesando salas de barrica, hasta llegar a la cava subterránea, uno de los secretos mejor guardados de esta casa. "Esta cava privada es una de las más grandes de Mendoza. Acá guardamos nuestros vinos para conocer su evolución. Por ejemplo, tenemos más de 1200 botellas de un Malbec de 1974. La importancia de ese vino es que le demostró al mundo que el Malbec puede evolucionar de una manera fantástica. Y cada año seguimos sumando a la cava botellas de nuestras mejores partidas, de etiquetas como Privada, Lote y Lote Negro, para poder probarlas en unas décadas", explica.
"Esta cava privada es una de las más grandes de Mendoza. Acá guardamos nuestros vinos para conocer su evolución."
Las principales creaciones de Alta Gama
.Lote Negro: blend de Malbec y Cabernet Franc que representa la máxima expresión del Valle de Uco. Esta edición limitada de 14.000 botellas recibió puntajes de 94, 93 y 92 puntos por los prestigiosos y reconocidos críticos internacionales Tim Atkin, Robert Parker y James Suckling respectivamente. Un vino de gran estructura, de carácter elegante y con un largo final en boca.
.Lote Malbec Single Vineyard: una línea de Single Vineyards seleccionada entre los mejores ejemplares de sus fincas. Se compone de tres Malbec de la cosecha 2012, elegidos precisamente por representar el terroir y las expresiones particulares de cada finca: Lunlunta, La Colonia y Agrelo. Una verdadera experiencia sensorial para descubrir las cualidades de cada terruño.
.Privada Family Blend: nace como un pedido personal de la familia Swarovski al enólogo de la bodega con el objetivo de crear el mejor vino para disfrutar entre los íntimos y agasajar a los amigos. Sus uvas provienen de los viñedos más antiguos de Norton, de entre 50 y 90 años. Un vino realmente único, resultado de una selección especial de las mejores barricas de Malbec, Merlot y Cabernet Sauvignon ofreciendo un blend armónico, complejo y elegante. Su edición 2014 fue galardonada como el Mejor Blend de Argentina y obtuvo 97 puntos por Decanter Asia. Entre sus numerosos ratings ha recibido también 95 puntos por James Sucklign y 93 puntos por Tim Atkin.
Una bodega abierta al turismo
.Lote Negro: blend de Malbec y Cabernet Franc que representa la máxima expresión del Valle de Uco. Esta edición limitada de 14.000 botellas recibió puntajes de 94, 93 y 92 puntos por los prestigiosos y reconocidos críticos internacionales Tim Atkin, Robert Parker y James Suckling respectivamente. Un vino de gran estructura, de carácter elegante y con un largo final en boca.
.Lote Malbec Single Vineyard: una línea de Single Vineyards seleccionada entre los mejores ejemplares de sus fincas. Se compone de tres Malbec de la cosecha 2012, elegidos precisamente por representar el terroir y las expresiones particulares de cada finca: Lunlunta, La Colonia y Agrelo. Una verdadera experiencia sensorial para descubrir las cualidades de cada terruño.
.Privada Family Blend: nace como un pedido personal de la familia Swarovski al enólogo de la bodega con el objetivo de crear el mejor vino para disfrutar entre los íntimos y agasajar a los amigos. Sus uvas provienen de los viñedos más antiguos de Norton, de entre 50 y 90 años. Un vino realmente único, resultado de una selección especial de las mejores barricas de Malbec, Merlot y Cabernet Sauvignon ofreciendo un blend armónico, complejo y elegante. Su edición 2014 fue galardonada como el Mejor Blend de Argentina y obtuvo 97 puntos por Decanter Asia. Entre sus numerosos ratings ha recibido también 95 puntos por James Sucklign y 93 puntos por Tim Atkin.
Una bodega abierta al turismo
Bodega Norton fue una de las primeras bodegas de Mendoza en abrir sus puertas al turismo vitivinícola. Su wine bar tiene una ubicación estratégica, con una terraza con vista a los viñedos y al imponente Cordón del Plata, la cadena montañosa que se recorta en el horizonte. "Quienes nos visitan logran una experiencia única, la de vivenciar la evolución de la historia del vino argentino a través de los años. Tenemos varios recorridos, como el de Alta Gama, que comienza con una cosecha manual en los viñedos, luego se recorre la bodega probando vinos de las barricas y culmina en la cava histórica, degustando vinos de guarda. Finalmente se puede visitar la casa originaria de la bodega, fundada por el mismo James Palmer Norton hace más de 100 años", cuenta Edelweys Barzola, Relaciones Públicas de Bodega Norton.
Otra opción, entre varias más, es la de ser "Enólogo por un día", un juego de aprendizaje, donde el visitante recibe tres varietales de la línea Reserva, con los que elabora su propio corte. "Es el mejor modo de acercarse al vino, de entenderlo de un modo más profundo. Armás tu corte favorito, con distintos porcentajes de cada varietal, luego lo embotellás, le diseñás la etiqueta y te lo llevás a tu casa", dice Edelweys.
La bodega cuenta también con el restaurante La Vid, conducido por la chef Patricia Suárez Roggerone. Inaugurado en 2009, el lugar simula ser una cava con sus viejos toneles como protagonistas y apuesta a ofrecer una cocina argentina contemporánea, mostrando no sólo productos locales y de toda la Argentina, sino también algunas cocciones referentes en el país. Las empanadas ya son un clásico que varían según la estación, así como una trucha deliciosa, un ojo de bife servido al punto deseado y diversos platos de pasta. A esto se suman recetas clásicas de Mendoza, reinterpretadas por Patricia, como un tomaticán, una carne a la masa, un locro o un chivo. "En La Vid tenemos comensales de toda la Argentina, de buena parte del mundo y muchos habitués mendocinos. Por eso está la opción de pedir a la carta, hay un menú del día y ofrecemos un menú degustación, donde contamos la historia de nuestra gastronomía y nuestros vinos", explica.
Desde 1895 al día de hoy, Bodega Norton sigue reinventándose respetando sus raíces, experiencia y sabiduría, con una fuerte visión hacia la innovación, siendo referentes de la historia, el presente y el futuro del vino argentino.
Otra opción, entre varias más, es la de ser "Enólogo por un día", un juego de aprendizaje, donde el visitante recibe tres varietales de la línea Reserva, con los que elabora su propio corte. "Es el mejor modo de acercarse al vino, de entenderlo de un modo más profundo. Armás tu corte favorito, con distintos porcentajes de cada varietal, luego lo embotellás, le diseñás la etiqueta y te lo llevás a tu casa", dice Edelweys.
La bodega cuenta también con el restaurante La Vid, conducido por la chef Patricia Suárez Roggerone. Inaugurado en 2009, el lugar simula ser una cava con sus viejos toneles como protagonistas y apuesta a ofrecer una cocina argentina contemporánea, mostrando no sólo productos locales y de toda la Argentina, sino también algunas cocciones referentes en el país. Las empanadas ya son un clásico que varían según la estación, así como una trucha deliciosa, un ojo de bife servido al punto deseado y diversos platos de pasta. A esto se suman recetas clásicas de Mendoza, reinterpretadas por Patricia, como un tomaticán, una carne a la masa, un locro o un chivo. "En La Vid tenemos comensales de toda la Argentina, de buena parte del mundo y muchos habitués mendocinos. Por eso está la opción de pedir a la carta, hay un menú del día y ofrecemos un menú degustación, donde contamos la historia de nuestra gastronomía y nuestros vinos", explica.
Desde 1895 al día de hoy, Bodega Norton sigue reinventándose respetando sus raíces, experiencia y sabiduría, con una fuerte visión hacia la innovación, siendo referentes de la historia, el presente y el futuro del vino argentino.
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