domingo, 12 de julio de 2020

STREAMING ¿QUÉ MIRAMOS?,


Para volver a verlos



Kirsten Dunst en On Becoming a God in Central Florida
Una temporada. Disponible en Ondirectv
On Becoming a God in Central Florida | Official Trailer 2 ...
La evolución de Kirsten Dunst como actriz es una de esas historias de éxito de Hollywood que no ocurren muy seguido. De estrella infantil a protagonista de películas del circuito del cine independiente, pasando por novia del superhéroe de turno hasta llegar a encabezar ambiciosos proyectos televisivos, la carrera de Dunst parece haberse condensado en Krystal Stubbs. La sátira de humor negrísimo transcurre en los 90 cerca de Orlando, donde Kristal y su marido Travis (brillante Alexander Skarsgård), forman parte de una empresa fácilmente identificable como una estafa piramidal. Claro que el ingenuo Travis compra todas las mentiras y los eslóganes que cree que lo convertirán en millonario, siempre y cuando siga reclutando compradores e invirtiendo lo que no tiene en productos que no le interesan a nadie. El personaje de Dunst es una de esas antiheroínas que no suelen abundar en el universo de las series, un excepcional trabajo con un papel que le consiguió una nominación al Globo de Oro como mejor actriz de comedia en TV.

Forest Whitaker en El padrino de Harlem
Una temporada
Disponible en Fox Play/fox Premium/ Flow
El padrino de Harlem - Serie 2019 - SensaCine.com
La historia real de Ellsworth “Bumpy” Johnson es fascinante: un mafioso que controlaba los negocios ilegales de Harlem que pasó once años en prisión y que al salir debió no solo reconquistar las calles de su barrio sino también aprender los nuevos usos y costumbres de una sociedad que avanzó sin él. Con esos elementos argumentales, una prodigiosa reconstrucción de época y una banda musical que incluye la aparición de artistas como Aloe Blacc, la serie ya tenía ingredientes suficientes para hacerse notar. Sin embargo, su mayor fortaleza está en el elenco, que encabeza Forest Whitaker. El ganador del Oscar le aporta a su personaje toda su habilidad para intimidar y salirse-casisiempre con la suya sin levantar la voz. Y tan amenazante como él es el capo italiano Vincent “Chin” Gigante, papel que interpreta el siempre fantástico Vincent D’onofrio. Cada escena que los rivales comparten mantiene al espectador en tensión esperando el zarpazo, aunque ellos parezcan estar solo conversando, taza de café de por medio.
Tatiana Maslany en Perry Mason
Una temporada. Disponible en HBO/HBO Go
Tatiana Maslany Talks New 'Perry Mason' Role, Movies That Changed ...
Durante cinco temporadas y cincuenta episodios, esta actriz canadiense desafió toda lógica y convención de la producción televisiva. Al interpretar a diez personajes distintos en Orphan Black, Maslany consiguió lo imposible. Cada uno de los clones que habitaban la trama de la serie de ciencia ficción (disponible en Netflix) tenía una identidad propia, a pesar de que compartieran la cara y la carga genética. De aquellas criaturas a la hermana Alice que interpreta en este policial hay un tejido conector que las une a fuerza de misterio y naturalidad escénica. En la serie recientemente estrenada en HBO, la presencia del personaje de Maslany primero se insinúa, para luego aparecer como el centro de gravedad de una iglesia evangelista que comanda con carisma y el aspecto de una estrella de Hollywood. En un ciclo en el que se destacan las actuaciones de Matthew Rhys y John Lithgow, Maslany funciona como un imán para la mirada del espectador que, cuando ella está en pantalla, no puede dejar de seguirla. Casi como uno de sus feligreses.

El trabajo como amante ideal
(late night, ee.uu. / 2019). dirección: Nisha Ganatra. Guion: Mindy Kaling. Elenco: Emma Thompson, Mindy Kaling. disponible en : HBO Go
M. F. M. 

Para su debut como guionista en el cine, Mindy Kaling tomó el modelo de lo que se podría llamar “comedia romántica de trabajo”, que se popularizó en los 2000, con películas como El diablo viste a la moda y Un despertar glorioso (ambas escritas por otra guionista con estilo propio, Aline Brosh Mackenna). En estos films, la protagonista persigue el trabajo ideal con la misma avidez que en las comedias románticas tradicionales perseguía al hombre ideal. Apenas una subtrama amorosa acompaña su desarrollo profesional. Es un cambio de foco que actualiza el espíritu aspiracional del género para su público, en su mayoría femenino.
En este film, dirigido por Nisha Ganatra, se trata de dos protagonistas, una que necesita reavivar la llama de la pasión por su trabajo, y otra que busca su realización laboral. Emma Thompson interpreta a Katherine Newbery, la única mujer conductora de un late night en los Estados Unidos. El papel de una mujer brillante y talentosa para la comedia pero muy crítica con quienes la rodean y un tanto desconectada del gusto popular es para la actriz británica lo que Miranda Priestly fue para Meryl Streep, aunque con rasgos más aptos para generar empatía. Como sucedía con el personaje de El diablo viste a la moda, aquí también la clave está en gran medida en el carisma y talento infinitos de quien lo interpreta.
Kaling repite algunas características de sus personajes anteriores, como Kelly en The Office y Mindy en su serie The Mindy Project, pero sobre todo se basa en su propia historia. De noche con Kate es, en parte, un cuento de hadas de una hija de inmigrantes indios con aspiraciones de convertirse en escritora de comedia y también se parece mucho a la realidad de la guionista y productora.
Se nota que Kaling quiso volcar en el film todas sus ideas sobre lo que significa ser una mujer en un ámbito en el que predominan los hombres, incluyendo una interesante reflexión sobre el sexismo del puritanismo de la opinión pública norteamericana. Ese afán por hacer una declaración sobre el tema convierte a la película en algo esquemática. Lo que la salva es que lo hace de forma genuina, divertida e inteligente.
La guionista y productora siempre impone su mirada feminista, con mucho de soñadora romántica, sin ser nada ingenua; y también sus gustos, que incluyen los colores fuertes y la ropa linda (los trajes que luce Thompson en el film son soñados). En cada uno de sus trabajos, Kaling demuestra la tesis que expone en De noche con Kate: que las mujeres triunfan siendo fieles a sus principios y estilos, sin copiar lo que vienen haciendo los hombres desde hace años.



Austera historia de dolor y redención
(Chile/2020).director:gasparantillo. Elenco: Jorge García, Luis Gnecco, Millaray Lobos, Alejandro Goic, Gastón Pauls. disponible en :Netflix.

M. S

El primer largometraje original producido en Chile por Netflix rinde tributo del principio al fin a un modelo que se impuso en el cine independiente de Estados Unidos. Historias que transcurren en lugares lejanos, con personajes que deciden voluntariamente aislarse del mundo y tomar distancia de situaciones traumáticas, con climas que se ponen deliberadamente al servicio de esas situaciones y con escenas que demoran también de manera intencionada la exposición de los motivos que llevan a esos personajes a instalarse allí, así como exponen todo lo que puede llegar a ocurrir para que eso pueda cambiar. De ese modo se abre un camino posible para la redención.
El escenario de esta historia es Llanquihue, una lejana y tranquila región del sur de Chile privilegiada por una geografía pródiga en lagos y montañas . Allí, lejos de sus semejantes, trabajando junto a su tío de manera casi artesanal en una curtiembre de lana de ovejas, Memo vive casi en completo silencio el dolor de un episodio no superado de su niñez. Gracias a su privilegiada voz había conseguido una prueba en TV, pero su padre terminó convencido por un productor de que al chico no lo iba a ayudar su aspecto físico para abrirse camino en el mundo del entretenimiento. Entonces aceptó “venderle” la voz a esa maquinaria y ella se encargaría de “colocarla” en otro cuerpo, más estilizado y en apariencia más atractivo para el público.
Memo parece haber vivido esa instancia como una experiencia de bullying extremo que lo marcó a tal punto que casi no dice palabra. Cuando al fin se lo escucha habla con un acento tan enigmático como su origen. Y la reconciliación con el mundo se hace difícil por más que una joven pobladora trata de acercarse a él y entender lo que le pasa. Todo transcurre entre silencios, reproches, algunos pocos momentos de calma y una serie de flashbacks que, con parsimonia, nos ayudan a reconstruir la historia del protagonista e imaginar cómo podría llegar a reconciliarse con el mundo.
La película, como se dijo, hace demasiadas concesiones a una fórmula que de tan usada garantiza un camino seguro, pero a la vez se asoma a una historia incómoda y expuesta a cualquier inmediato desborde con mucha delicadeza. La austera interpretación de Jorge García (el Hurley de la serie Lost) se suma a ese objetivo y contribuye a que el relato llegue con naturalidad y sin énfasis a sus momentos más fuertes. Dentro de un elenco que rinde a gran altura y en el que se vuelve a lucir el siempre magnífico Luis Gnecco, aparece al final y en un papel decisivo nuestro compatriota Gastón Pauls.


Mero guiño nostálgico sin nada que decir
(ee.uu./2019). creadoras: Ilene Chaiken, Marja-lewis Ryan. elenco: Jennifer Beals, Katherine Moennig, Leisha Hailey, Rosanny Zayas. disponible en: Amazon Prime Video.
M. A.

Cuando Ilene Chaiken estrenó The L Word en 2004, la serie se convirtió en un fenómeno de la cultura popular y en un ancla para muchas mujeres que necesitaban verse representadas. The L Word: Generation Q llega una década más tarde y es en parte continuación, en parte spin off de la serie madre, y en esa doble apuesta pierde de vista su objetivo. En lo que respecta a retomar historias del pasado , Chaiken y la showrunner Marja-lewis Ryan traen de regreso a tres personajes fuertes de la producción original: Shane (Katherine Moennig), Bette (Jennifer Beals) y Alice (Leisha Hailey), y es allí donde reside su gran acierto, especialmente cuando las tres actrices logran revisitar sus viejos roles como si no hubiera pasado el tiempo.
De esta forma, el componente revival es atractivo: sentimos que estamos de vuelta en esa Los Ángeles del pasado, cuando esas tres mujeres navegaban conflictos sentimentales sin presura, como si el futuro fuera un concepto foráneo, muy alejado de sus vidas.
En Generation Q, Shane, Bette y Alice se reúnen y las escenas en las que están juntas consiguen, a través de sus espontáneas conversaciones sin pruritos, dar en el clavo –otra vez– respecto a las múltiples formas de amar y de relacionarse con el otro.
Sin embargo, el tiempo efectivamente pasó, y las integrantes del trío ahora le pasan la batuta a esa nueva generación a la que alude el título. Shane es una peluquera exitosa que está en pleno divorcio, Bette tiene aspiraciones políticas y vive con su hija, y Alice triunfa con un talk show que pone a la mujer gay en el centro, una variación de lo que hacía en el podcast de The L Word. En ese afán por poner al espectador al día sobre las situaciones de sus protagonistas, hay un exceso de guiños al pasado que, apilados en sus ocho episodios, dejan de ser nostálgicos y pasan a ser una válvula de escape. ¿Qué tiene Generation Q para ofrecer hoy que The L Word no haya hecho antes? La respuesta es: poco y nada. Esa batuta que ceden las protagonistas pasa a estar en manos de las nuevas incorporaciones a la serie, personajes jóvenes que, con excepción de Finley (Jacqueline Toboni), parecen un refrito de tantas otras mujeres que pasaron por el cosmos de la serie original.
De esta forma, con excepción de la subtrama de Bette y su carrera política que le permite al drama dirigirse a una audiencia más actual que necesita de voces que aboguen por sus derechos, esta nueva generación carece de rostros distintivos y de líneas argumentales autónomas: parecen estar allí con el único propósito de oficiar de interlocutoras de las verdaderas protagonistas, lo cual no es suficiente, sobre todo con una segunda temporada en carpeta.


N. T.

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