Polonia se consolida como potencia militar de Europa
El temor al expansionismo de Moscú desde la invasión a Ucrania movilizó al gobierno ultranacionalista a dotarse de una de las mejores fuerzas armadas del continente
Luisa CorradiniEl presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, y su par polaco, Andrzej Duda
PARÍS.– Cuando un misil perdido cayó en una ciudad fronteriza polaca en noviembre y provocó la muerte de dos personas, los dirigentes europeos se preocuparon tanto de la eventual reacción del gobierno ultraconservador de Polonia como de que Rusia fuera responsable del disparo. Polonia siempre desconfió de todo lo que viene de Moscú, y el gobierno actual nunca ocultó su profunda antipatía por el régimen de Vladimir Putin. Eso explica que, de Bruselas a Berlín, todos temieran que cometiera una imprudencia.
Sin embargo, en vez de perder su sangre fría, Polonia manifestó una estoica serenidad. Puso sus fuerzas armadas en alerta y esperó pacientemente los resultados de la investigación, que rápidamente demostró que se trataba de un misil de la defensa antiaérea ucraniana, tratando de interceptar un ataque ruso. Una calma que responde a una simple realidad, ignorada durante años por gran parte de Europa: Polonia dispone en este momento de las mejores fuerzas armadas del continente, según muchos expertos. Y está decidida a seguir reforzándolas.
El 27 de julio, una noticia provocó la consternación en los medios militares. Polonia anunció haber firmado con Corea del Sur el acuerdo más importante de armamento jamás firmado por un país europeo del ex bloque soviético. De completarse, debería convertir las fuerzas armadas polacas en las más importantes del Viejo Continente.
En total, Varsovia encargó 980 tanques K2, 672 cañones automotores de 155mm K9 y 48 aviones caza FA-50 a diversas empresas surcoreanas. El monto total de la operación fue estimado en unos 15.000 millones de dólares por los especialistas, equivalente al presupuesto anual de defensa de Polonia.
“El Ejército polaco debe ser tan poderoso que, gracias a su envergadura, no tenga necesidad de ir a la guerra”, declaró el primer ministro, Mateusz Morawiecki, en vísperas de la fiesta de la independencia nacional, el 11 de noviembre. Una evolución que encuentra buen eco en el aliado indispensable de Varsovia.
“Polonia se ha convertido en nuestro socio más importante en Europa continental”, afirma un alto responsable de las fuerzas armadas de Estados Unidos en el continente, evocando el papel crucial de ese país en el apoyo a Ucrania y en la consolidación de las defensas de la OTAN en los países Bálticos.
Este año, Varsovia anunció que su presupuesto de defensa pasaría de 2,4% del PBI a 5%. Al mismo tiempo, Alemania, que consagró el año pasado cerca de 1,5% del PBI a la defensa, no está segura de llegar al 2% que pide la OTAN a sus socios, una vez que haya agotado el fondo especial de inversión para la defensa de 100.000 millones de euros que aprobó a comienzos de año.
Polonia posee ya más tanques y lanzadores de obuses que Alemania, y sus fuerzas armadas deberían aumentar: el objetivo es llegar a 300.000 hombres antes de 2035, contra 170.000 en Alemania actualmente. Hoy, las fuerzas polacas cuentan con 150.000 efectivos.
Según el gobierno polaco, la decisión de la nueva compra fue tomada debido a la ofensiva rusa en Ucrania, que despertó el temor de un expansionismo de Moscú en la frontera oriental de Europa.
“Aprendimos la lección de lo que sucede en Ucrania. No podemos esperar. Tenemos que armar las fuerzas armadas polacas”, declaró entonces el ministro de Defensa, Mariusz Blaszzak, explicando que, si el acento fue puesto en las fuerzas terrestres para la compra, fue porque “las fuerzas blindadas y la artillería son de gran importancia en los campos actuales de batalla”.
Esa última compra vino a agregarse a otras anunciadas el año pasado. En 2020, Varsovia ya había anunciado la adquisición a Estados Unidos de 32 aviones caza F-35, por un total estimado en 4600 millones de dólares, y de 20 lanzacohetes múltiples Himars, por 410 millones, que se sumaron a otro contrato por 250 tanques norteamericanos Abrams, por 5000 millones.
“Polonia refuerza su Ejército desde 2014 y la anexión de Crimea, península que considera haber sido abandonada por los occidentales. Los polacos están convencidos de que deberán defenderse solos”, explica el especialista en geoestrategia Frédéric Encel.
“Por otra parte, Varsovia quiere tener un papel de primera importancia en la OTAN y dejar de ser percibida como un ejército de segunda categoría”, agrega.
Para ir rápido, el gobierno de Mateusz Morawiecki decidió comprar equipamientos ya utilizados y en gran parte disponibles. Así, 180 tanques K2 y 48 cañones K9 deberían ser entregados este fin de año o a comienzos de 2023, y se esperan 12 aviones FA-50 en seis meses.
Principio de urgencia
“Polonia está guiada por un principio de urgencia que no se siente necesariamente en Europa occidental. Esa inquietud se acentúa con la cesión de cierta cantidad de su material a Ucrania”, analiza Thibault Fouillet, experto de la Fundación para la Investigación Estratégica (FRS). Varsovia es uno de los gobiernos que más armamento entregó a Kiev desde el 24 de febrero, día de la invasión rusa: por ejemplo, con el envío de más de 200 tanques T-72 y PT-91 de sus propios stocks.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, agradeció anteayer personalmente –y con un cálido abrazo– esa ayuda a su homólogo polaco, Andrzej Duda, a su regreso de Washington. El encuentro se produjo en Rzeszow, en el sur de Polonia, ciudad por la cual transita gran parte de la ayuda destinada a Ucrania y cuyo aeropuerto está protegido por un importante contingente estadounidense.
“Analizamos planes estratégicos para el futuro, las relaciones bilaterales y las interacciones a nivel internacional para 2023”, explicó Zelensky.
¿Acaso la potencia militar de Polonia estará acompañada de una mayor influencia política en Europa? Hasta el momento, no ha sido así debido a que las fuerzas centristas que dominan la UE desconfían profundamente del gobierno ultranacionalista polaco. La pulseada que opone a Varsovia y Bruselas es la prueba: la UE denuncia el irrespeto de las reglas democráticas y el Estado de derecho de Polonia.
Y si bien Washington se congratuló de los compromisos asumidos por Polonia en términos de presupuesto militar, la administración Biden se pregunta si Varsovia cumplirá esas promesas. Sin hablar de la auténtica irritación provocada por el hecho de que el país haya recurrido a Corea del Sur para concluir sus adquisiciones más importantes.
“Si la opción coreana es atractiva es porque el equipamiento militar de Seúl es mucho más barato que todas las alternativas estadounidenses y europeas”, analiza Encel. Y con esa decisión Varsovia hizo un “pito catalán” a los sueños de “autonomía estratégica” del presidente francés, Emmanuel Macron, que alienta una Europa capaz de defenderse con sus propias armas.
Los dirigentes polacos no ocultaron que las presiones europeas debido a sus controvertidas reformas judiciales y otras conflictivas medidas sociales jugaron un papel importante en la decisión de ir a Seúl a hacer las compras.
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