INCIDENTES Y ALFIL DE MOYANO

Incidentes frente al Congreso por una movilización de militantes de izquierda
El Gobierno activó el protocolo antipiquete; hubo forcejeos y tensión mientras se debatía la ley, con un detenido y dos efectivos heridos
Efectivos de la Prefectura avanzaron sobre los manifestantes para liberar la zona

Mientras ayer los diputados avanzaban a paso lento en una extensa lista de oradores en la sesión de la Cámara baja que debatía la ley ómnibus impulsada por el gobierno de Javier Milei, en las calles aledañas al Congreso se produjeron incidentes entre grupos de izquierda y efectivos de fuerzas federales que intentaban despejar la zona, en línea con el protocolo antipiquetes que activó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Al menos una persona fue detenida durante los incidentes y dos efectivos de prefectura resultaron heridos.
La manifestación, que lucía raleada durante la mañana y el mediodía, cuando el debate comenzó, por la tarde se hizo más numerosa y aumentó en tensión cuando los manifestantes dejaron la Plaza del Congreso para ocupar las calles, objetivo que trataban de impedir los uniformados de la Policía Federal, la Prefectura Naval y la Gendarmería Nacional, tres fuerzas que tienen a Bullrich como jefa.
Las agrupaciones de izquierda que manifestaban frente al Congreso (el Polo Obrero, el PTS, el MST, o Libres del Sur, entre otras) forcejearon y fueron repelidas por los efectivos, que utilizaron gas pimienta y desplegaron carros hidrantes luego de que los militantes intentaran cortar las calles, algo que no habían buscado durante las primeras horas de debate.
En medio de esos momentos de tensión y forcejeos, fue detenida una persona por “atentado y resistencia a la autoridad y lesiones”. El apresado es un hombre de ciudadanía chilena, según pudo saber de fuentes del Ministerio de Seguridad. Al menos dos prefectos resultaron heridos. En varios momentos -con intervalos de pausa que se cortaban para dar paso a nuevas escenas de enfrentamiento-, los manifestantes arrojaron proyectiles contra las columnas cerradas que conformaban los efectivos de las fuerzas de seguridad para obturar el avance de los militantes.
En medio de la refriega que se generó en las calles, el líder del Polo Obrero, Eduardo “Chiquito” Belliboni, quedó tendido sobre el asfalto. Se incorporó unos minutos después. ”Prefectura reprimió. Me arrastraron, me golpearon. Estábamos sentados en el piso con varios compañeros. Nos sentamos para mostrar que era pacífico. A mí me pegaron patadas en la espalda, y me dejaron sin aire”, dijo a la prensa, según consignó la agencia Télam. Además, Belliboni pidió un nuevo paro, como el realizado la semana pasada por la CGT.
“Con nosotros, los piquetes a la vereda y los narcos a la cárcel”, escribió en su cuenta de la red social X la ministra Bullrich, cerca de las 21, mensaje que acompañó con un video en el que el primero que se veía era el líder del Polo Obrero.
Los activistas denunciaron ante la prensa haber recibido “palazos” y “gases” por parte de las fuerzas de seguridad.
Cuando los incidentes llevaban ya unas horas de desarrollo, algunos diputados de la izquierda que participaban del debate en el recinto de la Cámara baja se acercaron a la zona del conflicto, para reclamar que cese el operativo. Myriam Bregman estaba entre ellos y responsabilizó a Bullrich por los incidentes. “Patricia Bullrich está montando un show para justificar la ley. Lo quieren tapar con esto”, aseguró. “Es lamentable que tantos sectores se presten a este mamarracho de Bullrich, provocar y provocar. Montó una provocación afuera”, completó la diputada del PTS.
“Nos gasearon, había periodistas de medios públicos e internacionales. Gasearon a todos y a los palazos. No hay estado de sitio en la Argentina, no sé quién se lo dijo a Patricia Bullrich. Tenemos derecho a manifestarnos. Los delincuentes están dentro del Congreso”, afirmó el legislador porteño Patricio del Corro (Frente de Izquierda).
Alejandro Vilca fue otro de los legisladores que se acercaron al lugar. Gabriel Solano, Celeste Fierro, Jorge Altamira y Luis Zamora, entre otros dirigentes de izquierda, también participaron.
Altamira (Política Obrera) vaticinó que las protestas continuarán. “Esto va a ocurrir todo el tiempo de aquí en adelante. Va a ocurrir también el 24 de marzo”, dijo el dirigente un video que difundió desde la Plaza del Congreso.
Entre los gremios de izquierda que se dieron cita estuvo el de los metrodelegados. “Vamos a seguir en las calles. Está en riesgo el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos”, dijo Claudio Dellecarbonara, dirigente de ese sindicato (Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro).
Los efectivos de las fuerzas de seguridad federales se desplegaron con escudos y bastones, además de los carros hidrantes que les sirvieron de apoyo, y en una escenografía de un Congreso vallado. Los efectivos en motocicletas fueron parte permanente del operativo.
Por la noche, con la tensión aún vigente, el dirigente social Juan Grabois convocó a sumarse a la manifestación en el Congreso “ante el amedrentamiento desmesurado a ciudadanos pacíficamente movilizados y el avasallamiento obsceno de la Constitución”.
Grabois llamó “a ejercer la resistencia no violenta”, y señaló: “Que quede claro: no tenemos miedo”. El dirigente (cuyo sector está representado en el recinto por la diputada Natalia Zaracho) hizo la convocatoria en nombre de su agrupación Argentina Humana.
Más allá del operativo y la tensión en las calles, las columnas se mantenían en la zona mientras los diputados avanzaban hacia el cierre de la primera jornada de debate, previsto para última hora de ayer.

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Un alfil de Moyano renunció en Tucumán tras la jugada de Jaldo
El secretario de Trabajo provincial se apartó por el apoyo del gobernador a Milei, que irritó a la CGT

Ailén VilaCésar Torres, exfuncionario tucumano, con Moyano
El apoyo del gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, a la ley ómnibus que impulsa la gestión de Javier Milei abrió una crisis en el peronismo provincial. Ayer, el mandatario anunció la salida del líder del Sindicato de Camioneros de la provincia, César Torres, de la Secretaría de Trabajo local. Fue luego de recibir críticas y presiones por parte de la CGT por el aval de tres diputados nacionales propios a la iniciativa oficialista que se debate desde ayer en el Congreso.
Torres le comunicó a Jaldo su renuncia al cargo con el argumento de sentirse “incómodo”. La decisión fue tomada después de una charla con Hugo y Pablo Moyano, sus jefes gremiales y quienes le dieron su apoyo. Para el gobernador, la salida de Torres fue para “evitar la politización” del área, según publicó el diario La Gaceta de Tucumán.
“Acá hay un pedido de acompañamiento de la ley ómnibus en todos sus puntos y eso es muy incómodo para mí, más en un puesto tan importante para el movimiento obrero en la provincia”, justificó Torres, en diálogo con la nacion. Su reemplazo será el dirigente de la Federación de Obreros y Trabajadores de la Industria Azucarera (Fotia), Luis González.
“La situación provocada por las políticas adoptadas por el Poder Ejecutivo Nacional violatorias de los derechos de los trabajadores, y respaldadas por tres de nuestros representantes en la Cámara de Diputados de la Nación (que paradójicamente se dicen peronistas) me obligan a tomar esta decisión”, escribió Torres en la página del sindicato en Facebook.
“Resulta esta la única vía y opción posible para continuar persiguiendo el objetivo que siempre dirige y dirigió mi accionar, esto es, la defensa de todos los compañeros trabajadores de nuestro país”, agregó. El dirigente continuará en su cargo de secretario general del gremio de camioneros.
Los tres diputados tucumanos que se fueron del bloque kirchnerista para hacer su propio juego y que responden a Jaldo son Agustín Fernández, Elia Fernández y Gladys Medina. Los tres formaron el bloque Independencia, que facilitó ayer el quorum para iniciar el debate de la ley ómnibus.
Agustín Fernández fue clave para que el Gobierno obtuviera el dictamen de mayoría en la sesión plenaria de comisiones. Su voto surgió tras una negociación del gobernador con el oficialismo alrededor de la suba de retenciones a la actividad citrícola, la derogación de la ley 25.715 del azúcar y la participación e importación de empresas petroleras en el negocio del bioetanol y biodiésel.
“Les solicitamos a los legisladores del bloque Independencia que vuelvan al bloque peronista, Agustín Fernández, Gladys del Valle Medina y Elia Fernández de Mansilla, que responden al gobernador Osvaldo Jaldo, cuando deberían responder al pueblo tucumano”, se remarcó anteayer en el comunicado de la CGT contra los legisladores, y agregó que los diputados fueron electos “firmando un contrato electoral con el pueblo de Tucumán, que los eligió para defender el ideario de la justicia social y el federalismo”.
Desde el sindicato de camioneros también surgieron advertencias sobre mayor conflictividad. Pablo Moyano (uno de los tres secretarios generales de la CGT) abrió la posibilidad de convocar a una nueva medida de fuerza.
“No se descarta nada. Puede haber un paro y movilizaciones. En los próximos días, cuando haya una reunión del Consejo Directivo [de la CGT], se va analizar cómo seguir”, señaló Moyano a El Destape Radio. Más allá de las advertencias del hijo de Hugo Moyano, el clima actual en la central obrera no es propicio para volver a convocar a una medida de fuerza.

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