Cayó el dólar blue, a la espera de nuevas medidas
Los tipos de cambio financieros operaron dispares: el MEP bajó, pero el CCL avanzó por segunda jornada consecutiva
Melisa Reinhold
Los dólares libres registraron ayer algunas caídas a la espera de conocer cuál será la estrategia del Gobierno para alcanzar la meta de déficit cero este año, tras haber retirado el capítulo fiscal de la ley ómnibus con el objetivo de conseguir la aprobación en el Congreso.
El blue se negoció ayer a $1215 en las cuevas y arbolitos del microcentro porteño, $10 menos que el cierre anterior (-0,82%). Aun así, a un día de terminar el mes, acumuló un salto de $190 en enero (+18,5%).
El dólar MEP mediante la compraventa de bonos AL30, herramienta que utilizan los argentinos para dolarizarse legalmente por fuera del cepo cambiario, ayer registró una baja diaria de $13 y se consiguió a $1206,53 (-1,1%). Sin embargo, en un mes marcado por la caída de la demanda de dinero, una inflación superior al 20% y tasas de interés negativas en términos reales, en enero acumula un recorrido alcista de $207,45 (+17,2%).
En cambio, el dólar contado con liquidación (CCL) con Cedear transitó una rueda de marcadas subas y bajas para terminar el día a $1268,94. Se trató de un avance de $5,7 frente al cierre anterior (+0,5%), mientras que en el mes acumula una escalada de $295,8 (+23,3%). “En el corto plazo, la brecha podría mantenerse en torno a los niveles actuales. A pesar de la remoción del capítulo fiscal de la ley ómnibus, el Gobierno va a avanzar con los ajustes necesarios para alcanzar el equilibrio financiero. Además, el éxito de la licitación de Bopreal y el acceso al MULC va a descomprimir la demanda de CCL. Los pasivos confrontados con las reservas resultan en un tipo de cambio de $1281, en torno a donde cotiza el CCL”, dijo Walter Morales, presidente y estratega de Wise Capital.
El tipo de cambio oficial mayorista cotizó a $825,70, equivalente a una microdevaluación de $0,50 (+0,2%), en línea con la estrategia del Banco Central de mover este valor a un ritmo del 2% mensual. Frente al contado con liqui, la brecha fue del 53,7%. “La continuidad del objetivo fiscal del 2% del PBI moderó la respuesta del mercado, en medio de la continuidad de las negociaciones y el traslado de la sesión a mañana [por hoy] por la ley ómnibus”, señalaron desde Delphos Investment.
El S&P Merval, el índice accionario argentino, avanzó un 1,1% y se posicionó en 1.267.133 unidades. Durante esta rueda se destacaron los papeles de Loma Negra (+3,8%), el Grupo Financiero Galicia (+2,8%), Cablevisión Holding (+2,5%) y el Banco Macro (+2,5%).
No sucedió lo mismo con los bonos del último canje de deuda, ya que volvieron a teñirse de rojo. Los Bonares registraron bajas del 1,41% (AL35D) y los Globales, del 1,60% (GD29D). En consecuencia, el riesgo país trepó 46 unidades y cerró el día en los 1934 puntos básicos (+2,44%).
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Economía tomó deuda para destruir pesos y limpiar el balance del BCRA
Emitió dos papeles con ajuste CER a tasa negativa pero a vencer en dos y tres años para rescatar otro bono igual pero más corto y más caro
Los dólares libres registraron ayer algunas caídas a la espera de conocer cuál será la estrategia del Gobierno para alcanzar la meta de déficit cero este año, tras haber retirado el capítulo fiscal de la ley ómnibus con el objetivo de conseguir la aprobación en el Congreso.
El blue se negoció ayer a $1215 en las cuevas y arbolitos del microcentro porteño, $10 menos que el cierre anterior (-0,82%). Aun así, a un día de terminar el mes, acumuló un salto de $190 en enero (+18,5%).
El dólar MEP mediante la compraventa de bonos AL30, herramienta que utilizan los argentinos para dolarizarse legalmente por fuera del cepo cambiario, ayer registró una baja diaria de $13 y se consiguió a $1206,53 (-1,1%). Sin embargo, en un mes marcado por la caída de la demanda de dinero, una inflación superior al 20% y tasas de interés negativas en términos reales, en enero acumula un recorrido alcista de $207,45 (+17,2%).
En cambio, el dólar contado con liquidación (CCL) con Cedear transitó una rueda de marcadas subas y bajas para terminar el día a $1268,94. Se trató de un avance de $5,7 frente al cierre anterior (+0,5%), mientras que en el mes acumula una escalada de $295,8 (+23,3%). “En el corto plazo, la brecha podría mantenerse en torno a los niveles actuales. A pesar de la remoción del capítulo fiscal de la ley ómnibus, el Gobierno va a avanzar con los ajustes necesarios para alcanzar el equilibrio financiero. Además, el éxito de la licitación de Bopreal y el acceso al MULC va a descomprimir la demanda de CCL. Los pasivos confrontados con las reservas resultan en un tipo de cambio de $1281, en torno a donde cotiza el CCL”, dijo Walter Morales, presidente y estratega de Wise Capital.
El tipo de cambio oficial mayorista cotizó a $825,70, equivalente a una microdevaluación de $0,50 (+0,2%), en línea con la estrategia del Banco Central de mover este valor a un ritmo del 2% mensual. Frente al contado con liqui, la brecha fue del 53,7%. “La continuidad del objetivo fiscal del 2% del PBI moderó la respuesta del mercado, en medio de la continuidad de las negociaciones y el traslado de la sesión a mañana [por hoy] por la ley ómnibus”, señalaron desde Delphos Investment.
El S&P Merval, el índice accionario argentino, avanzó un 1,1% y se posicionó en 1.267.133 unidades. Durante esta rueda se destacaron los papeles de Loma Negra (+3,8%), el Grupo Financiero Galicia (+2,8%), Cablevisión Holding (+2,5%) y el Banco Macro (+2,5%).
No sucedió lo mismo con los bonos del último canje de deuda, ya que volvieron a teñirse de rojo. Los Bonares registraron bajas del 1,41% (AL35D) y los Globales, del 1,60% (GD29D). En consecuencia, el riesgo país trepó 46 unidades y cerró el día en los 1934 puntos básicos (+2,44%).
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Economía tomó deuda para destruir pesos y limpiar el balance del BCRA
Emitió dos papeles con ajuste CER a tasa negativa pero a vencer en dos y tres años para rescatar otro bono igual pero más corto y más caro
Javier Blanco
El Gobierno tomó ayer $1,35 billones del mercado mediante la colocación de dos títulos en pesos indexados por inflación –aunque con cupón al 0%–, un ingreso que usará para comprar otro título público emitido por la gestión anterior (Boncer +4,25% por vencer a fin del presente año -T5X4).
Ese papel había sido incorporado a la cartera del Banco Central (BCRA) por las operaciones de recompra de deuda que hacía casi a diario en los mercados secundarios para tratar de sostener las cotizaciones.
La operación, con la que además procura seguir retirando pesos del mercado, dejó a la vista a la vez que sigue la subordinación financiera del ente monetario al Tesoro Nacional en este contexto
Después de todo es una colocación que resultó auspiciada por la comunicación A 7954 que agregó a los instrumentos subastados hoy a la larga lista de papeles públicos “elegibles” para los puts de liquidez que ofrece para propiciar la demanda de los bancos al disponer que se agreguen aquellos “con vencimiento hasta el 31 diciembre del 2027”.
Incluso debió declarar desierta la oferta del Boncer 2028, por el que había recibido una oferta de compra apenas testimonial, tal vez porque es un bono que además de ser más largo había quedado fuera de esos reaseguros.
Además el BCRA también había incluido ayer a los Boncer cupón cero entre los alcanzados por el mecanismo de intervención en el mercado secundario de deuda que habilitó con el objetivo de sostener los precios dentro de un spread de 2% respecto de la última licitación (piso de precio=techo de tasa), paradójicamente el mismo tipo de operación que en años anterior dio lugar a un balance de esa entidad tapizado de papeles del Tesoro.
Ambas garantías resultaron claves para alentar la demanda de los bancos y asegurar un piso de adhesión que bien pudo ser mayor, dado que recibió ofertas de compra por $2,3 billones en total, que rechazó en parte para lograr la colocación con tasas levemente negativas.
Una subasta, varios propósitos
La canasta ofrecida a los inversores estuvo compuesta por tres bonos en pesos cero cupón ajustados por CER, con vencimientos el 30 de junio de 2026 (TZX26), el 30 de junio de 2027 (TZX27) y el 30 de junio de 2028; todos se licitaban sin precio base.
“Gran licitación del Tesoro para recomprar deuda del BCRA y extendiendo duration”, celebró incluso por X el ministro de Economía, Luis Caputo.
El más demandado (explicó el 88% de la colocación) fue el título más corto, por el que hubo ofertas hasta por $2,04 billones aunque sólo se adjudicaron $1,2 billones a un precio de $1050 y una tasa del -1,97%.
Mucho más lejos le siguió el TZX27 que recibió oferta de compra por poco más de $305.000 millones aunque sólo se aceptaron por algo menos de $151.000 millones a un precio de $1035 por lámina y a una tasa de -0,99%.
Los analistas explican que con estas operaciones el Ministerio de Economía confirma que su foco está puesto en seguir ordenando la oferta monetaria e ir en camino de eliminar el déficit, incluso el financiero, un objetivo –este último– para el que incluso ya admitió que tiene planeado realizar un gran canje de deuda durante el mes por comenzar.
“El plan Caputo tiene dos pasos: aprovechando la amplia liquidez toma pesos ‘baratos’ del mercado y los usa para recomprarle un título al BCRA dado que ya este mes no le quedaban vencimientos de deuda por afrontar”, explicó el economista y consultor, Fernando Marull. “De este modo –prosiguió–, le devuelve pesos al BCRA que se destruyen: salen del mercado”, explica.
El analista financiero Christian Buteler opina que “cancelar deuda con el BCRA (contracción monetaria) con bonos a mayor plazo es muy positivo”, aunque recuerda que esto es posible en el actual contexto de “estricto cepo y regulaciones” que favorecen la demanda.
Para Pedro Siaba Serrate, de Portfolio Personal Inversiones (PPI), hay otro objetivo que es ir “saneando la hoja de balance del BCRA”, razón por la cual estos rescates los hacen “a precio de mercado”.
Matías Molesini, también analista financiero, interpreta que la estrategia oficial pasa por ir achicando el balance del BCRA además de ir ampliando los plazos de colocación “lo máximo posible”. “Tratan de captar todo excedente que consigan, con esas metas en la mira”, sostuvo.
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El Gobierno tomó ayer $1,35 billones del mercado mediante la colocación de dos títulos en pesos indexados por inflación –aunque con cupón al 0%–, un ingreso que usará para comprar otro título público emitido por la gestión anterior (Boncer +4,25% por vencer a fin del presente año -T5X4).
Ese papel había sido incorporado a la cartera del Banco Central (BCRA) por las operaciones de recompra de deuda que hacía casi a diario en los mercados secundarios para tratar de sostener las cotizaciones.
La operación, con la que además procura seguir retirando pesos del mercado, dejó a la vista a la vez que sigue la subordinación financiera del ente monetario al Tesoro Nacional en este contexto
Después de todo es una colocación que resultó auspiciada por la comunicación A 7954 que agregó a los instrumentos subastados hoy a la larga lista de papeles públicos “elegibles” para los puts de liquidez que ofrece para propiciar la demanda de los bancos al disponer que se agreguen aquellos “con vencimiento hasta el 31 diciembre del 2027”.
Incluso debió declarar desierta la oferta del Boncer 2028, por el que había recibido una oferta de compra apenas testimonial, tal vez porque es un bono que además de ser más largo había quedado fuera de esos reaseguros.
Además el BCRA también había incluido ayer a los Boncer cupón cero entre los alcanzados por el mecanismo de intervención en el mercado secundario de deuda que habilitó con el objetivo de sostener los precios dentro de un spread de 2% respecto de la última licitación (piso de precio=techo de tasa), paradójicamente el mismo tipo de operación que en años anterior dio lugar a un balance de esa entidad tapizado de papeles del Tesoro.
Ambas garantías resultaron claves para alentar la demanda de los bancos y asegurar un piso de adhesión que bien pudo ser mayor, dado que recibió ofertas de compra por $2,3 billones en total, que rechazó en parte para lograr la colocación con tasas levemente negativas.
Una subasta, varios propósitos
La canasta ofrecida a los inversores estuvo compuesta por tres bonos en pesos cero cupón ajustados por CER, con vencimientos el 30 de junio de 2026 (TZX26), el 30 de junio de 2027 (TZX27) y el 30 de junio de 2028; todos se licitaban sin precio base.
“Gran licitación del Tesoro para recomprar deuda del BCRA y extendiendo duration”, celebró incluso por X el ministro de Economía, Luis Caputo.
El más demandado (explicó el 88% de la colocación) fue el título más corto, por el que hubo ofertas hasta por $2,04 billones aunque sólo se adjudicaron $1,2 billones a un precio de $1050 y una tasa del -1,97%.
Mucho más lejos le siguió el TZX27 que recibió oferta de compra por poco más de $305.000 millones aunque sólo se aceptaron por algo menos de $151.000 millones a un precio de $1035 por lámina y a una tasa de -0,99%.
Los analistas explican que con estas operaciones el Ministerio de Economía confirma que su foco está puesto en seguir ordenando la oferta monetaria e ir en camino de eliminar el déficit, incluso el financiero, un objetivo –este último– para el que incluso ya admitió que tiene planeado realizar un gran canje de deuda durante el mes por comenzar.
“El plan Caputo tiene dos pasos: aprovechando la amplia liquidez toma pesos ‘baratos’ del mercado y los usa para recomprarle un título al BCRA dado que ya este mes no le quedaban vencimientos de deuda por afrontar”, explicó el economista y consultor, Fernando Marull. “De este modo –prosiguió–, le devuelve pesos al BCRA que se destruyen: salen del mercado”, explica.
El analista financiero Christian Buteler opina que “cancelar deuda con el BCRA (contracción monetaria) con bonos a mayor plazo es muy positivo”, aunque recuerda que esto es posible en el actual contexto de “estricto cepo y regulaciones” que favorecen la demanda.
Para Pedro Siaba Serrate, de Portfolio Personal Inversiones (PPI), hay otro objetivo que es ir “saneando la hoja de balance del BCRA”, razón por la cual estos rescates los hacen “a precio de mercado”.
Matías Molesini, también analista financiero, interpreta que la estrategia oficial pasa por ir achicando el balance del BCRA además de ir ampliando los plazos de colocación “lo máximo posible”. “Tratan de captar todo excedente que consigan, con esas metas en la mira”, sostuvo.
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El Banco Central mantiene una práctica del massismo
Busca garantizar liquidez al Tesoro y asegurarle una buena participación de los inversores en las licitaciones de deuda
Sofía Diamante
Pese al cambio de gobierno, el Banco Central (BCRA) y el Ministerio de Economía mantienen una vieja práctica que caracterizó la gestión económica del exministro Sergio Massa. Se trata del rol activo y silencioso de la entidad monetaria para garantizarle liquidez al Tesoro y asegurarle una buena participación de los inversores en las licitaciones de deuda, pese a que se ofrecen tasas de interés más bajas que la inflación.
El Banco Central detalló el lunes pasado a través de la comunicación A7954 las condiciones de los seguros de liquidez que los bancos podrán comprar para resguardarse de los títulos que licitó esta semana el Tesoro. Se trata de los puts, como se los conoce en la jerga financiera: un instrumento que les permite a los inversores vender los bonos del Ministerio de Economía en cualquier momento a la entidad monetaria, si proyectan una pérdida de valor.
El put option empezó a funcionar en julio de 2022, durante la breve gestión de Silvina Batakis al frente del Palacio de Hacienda y en medio de un desarme masivo de fondos que invertían en deuda soberana. Luego, el equipo económico que lideró Massa mantuvo este instrumento para incentivar que los bancos participaran de las licitaciones de deuda que hacía la Secretaría de Finanzas para financiar el déficit fiscal.
La llegada de Santiago Bausili a la presidencia del Banco Central no cambió la costumbre, aunque ahora el objetivo ya no es financiar el Tesoro, sino ayudarlo a mantener las tasas de interés reales negativas.
“Hacen lo mismo que la gestión anterior, aunque ahora cambió el contexto: ya no se busca financiar el déficit del Tesoro, sino licuar el stock de pesos. Desde lo instrumental es lo mismo. Massa no tenía un plan de déficit cero y no hizo una baja de tasas reales. Pero el Banco Central sigue subordinado a la política fiscal. La entidad no está enfocada en bajar la inflación, sino en generar condiciones de liquidez en el mercado de deuda del Tesoro”, dijo el economista Gabriel Caamaño, director de la consultora Ledesma.
En la comunicación que publicó el lunes la entidad también se informa que intervendrá en el mercado secundario de deuda del Tesoro ,“con el objetivo de sostener los precios dentro de un spread [brecha] de 2% respecto de la última licitación”, como explicó el informe de la consultora Outlier.
En otras palabras, al igual que hacía el gobierno anterior, el BCRA seguirá activo en el mercado secundario de deuda, pero su objetivo no será evitar que las cotizaciones de los títulos se destruyan, sino ponerle un techo a la tasa de interés, para que no supere la que ofrecerá la Secretaría de Finanzas en su licitación. “En la práctica, la intervención es la misma, ya que la tasa es la inversa al precio del bono: si el precio del bono sube, la tasa baja”, explicó Caamaño.
“El Central está enfocado en generar determinadas condiciones de liquidez en el mercado de deuda del Tesoro. Va a emitir lo que sea necesario para que esto sea así. Si la tasa sube, va a salir a comprar bonos y emitirá pesos hasta que la tasa sea la que el Tesoro quiera convalidar. Por eso esto no es un plan de estabilización, ya que la tasa de interés se hizo puré. El objetivo es licuar los pasivos para forzar una dolarización o ir a un plan de estabilización”, dijo Caamaño.
Pese al cambio de gobierno, el Banco Central (BCRA) y el Ministerio de Economía mantienen una vieja práctica que caracterizó la gestión económica del exministro Sergio Massa. Se trata del rol activo y silencioso de la entidad monetaria para garantizarle liquidez al Tesoro y asegurarle una buena participación de los inversores en las licitaciones de deuda, pese a que se ofrecen tasas de interés más bajas que la inflación.
El Banco Central detalló el lunes pasado a través de la comunicación A7954 las condiciones de los seguros de liquidez que los bancos podrán comprar para resguardarse de los títulos que licitó esta semana el Tesoro. Se trata de los puts, como se los conoce en la jerga financiera: un instrumento que les permite a los inversores vender los bonos del Ministerio de Economía en cualquier momento a la entidad monetaria, si proyectan una pérdida de valor.
El put option empezó a funcionar en julio de 2022, durante la breve gestión de Silvina Batakis al frente del Palacio de Hacienda y en medio de un desarme masivo de fondos que invertían en deuda soberana. Luego, el equipo económico que lideró Massa mantuvo este instrumento para incentivar que los bancos participaran de las licitaciones de deuda que hacía la Secretaría de Finanzas para financiar el déficit fiscal.
La llegada de Santiago Bausili a la presidencia del Banco Central no cambió la costumbre, aunque ahora el objetivo ya no es financiar el Tesoro, sino ayudarlo a mantener las tasas de interés reales negativas.
“Hacen lo mismo que la gestión anterior, aunque ahora cambió el contexto: ya no se busca financiar el déficit del Tesoro, sino licuar el stock de pesos. Desde lo instrumental es lo mismo. Massa no tenía un plan de déficit cero y no hizo una baja de tasas reales. Pero el Banco Central sigue subordinado a la política fiscal. La entidad no está enfocada en bajar la inflación, sino en generar condiciones de liquidez en el mercado de deuda del Tesoro”, dijo el economista Gabriel Caamaño, director de la consultora Ledesma.
En la comunicación que publicó el lunes la entidad también se informa que intervendrá en el mercado secundario de deuda del Tesoro ,“con el objetivo de sostener los precios dentro de un spread [brecha] de 2% respecto de la última licitación”, como explicó el informe de la consultora Outlier.
En otras palabras, al igual que hacía el gobierno anterior, el BCRA seguirá activo en el mercado secundario de deuda, pero su objetivo no será evitar que las cotizaciones de los títulos se destruyan, sino ponerle un techo a la tasa de interés, para que no supere la que ofrecerá la Secretaría de Finanzas en su licitación. “En la práctica, la intervención es la misma, ya que la tasa es la inversa al precio del bono: si el precio del bono sube, la tasa baja”, explicó Caamaño.
“El Central está enfocado en generar determinadas condiciones de liquidez en el mercado de deuda del Tesoro. Va a emitir lo que sea necesario para que esto sea así. Si la tasa sube, va a salir a comprar bonos y emitirá pesos hasta que la tasa sea la que el Tesoro quiera convalidar. Por eso esto no es un plan de estabilización, ya que la tasa de interés se hizo puré. El objetivo es licuar los pasivos para forzar una dolarización o ir a un plan de estabilización”, dijo Caamaño.
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El Gobierno dijo que transfirió los fondos para pagar sueldos en organismos públicos
Se había generado un conflicto por la demora, debido a que la nueva gestión cambió la metodología habitual para estos casos
Lucila Marin
Luego de conocido el conflicto que estalló por la demora en el pago de sueldos de los empleados de organismos públicos que dependen de la Nación, el Ministerio de Economía informó ayer que ya fueron transferidos los recursos correspondientes.
“Desde que arrancó esta gestión, a las universidades y organismos descentralizados (INTA, por ejemplo) se les decidió transferir los fondos para sueldos antes del fin del mes previo”, difundieron desde la cartera que dirige Luis Caputo. Y agregaron: “Esto quiere decir que si no pagan en tiempo y forma es por decisión propia de cada organismo o universidad”.
Además, desde el Banco Nación llegó la confirmación de que la situación ya estaba camino a la normalidad, al menos en algunos casos. Desde la cuenta de la prensa de esta entidad en X, se comunicó: “El preIndustrial sidente del BNA, @DanielTillard, informó que en el día de la fecha hemos coordinado con los funcionarios de la UNLP y la Secretaría de Hacienda para que a partir de mañana 31/1 se procesen las acreditaciones de salarios tal como es habitual”.
El Banco Nación había comunicado el lunes pasado que no podría adelantar el monto para el pago de salarios, lo que solo podría concretarse una vez que el Tesoro General de la Nación le hiciera la transferencia de las partidas correspondientes. Así, el Gobierno suspendió el mecanismo habitual que permitía que los trabajadores cobrasen el 1° de cada mes, o incluso antes, aunque esa transferencia no se hubiera concretado. Este cambio no implica que no cobrarán, sino que deberán esperar unos días más.
El cambio es consecuencia de que el Banco Central no prorrogó una excepción financiera, que venció hoy y que permitía desde 2019 a los gobiernos provinciales endeudarse para cubrir el pago de haberes. Los bancos cuentan con un cupo para financiar a los sectores públicos no financieros –varios organismos del Estado– y esta medida permitía asistencias por fuera de ese cupo para el pago de salarios, es decir, se le anticipaba el dinero.
Según pudo saber como consecuencia de la decisión del Gobierno se incumplirían los convenios firmados con unas 20 universidades nacionales; entre ellas, las de San Juan, San Luis, Río Cuarto, Rosario, La Plata, José C. Paz y De las Artes. Pero también están comprometidos los empleados de otros organismos públicos, que cobraban su sueldo por Banco Nación. Entre estos últimos se cuentan el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Tecnología (INTI), la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Incluiría también el Poder Judicial y al Legislativo, no solo a diputados, sino también a los empleados del Congreso en cualquiera de sus modalidades. “Se informa que en atención a disposiciones normativas del BCRA en materia de Financiamiento al Sector Público no financiero, los haberes correspondientes al mes de enero 2024, se acreditarán a partir del segundo o tercer día hábil del mes de febrero del 2024”, dice el comunicado emitido por la Cámara de Diputados que recibieron a última hora de ayer los legisladores.
Pese a que Economía se desligó del posible retraso en el pago de salarios, fuentes del Consejo Interuniversitario Nacional indicaron que aún no recibieron los fondos y esperan que se acrediten hoy. Así, el apuntado sería Banco Nación, cuyos voceros, al ser consultados, se limitaron a decir que es el Ministerio de Economía quien informa sobre este tema.
La nueva regla llegó en medio de las negociaciones por la ley ómnibus con las provincias y luego de que se cayera el paquete fiscal para que se destrabara la iniciativa, abriendo interrogantes respecto de dónde serán los recortes que aplicará el Gobierno, un objetivo que Caputo reiteró en la conferencia de prensa del viernes pasado.
La norma regía desde los últimos meses del gobierno de Mauricio Macri, cuando el actual presidente del Banco Central, Santiago Bausili, era secretario de Finanzas y fue prorrogada durante la presidencia de Alberto Fernández. La última renovación vence hoy, el mismo día en que el Gobierno convocó la sesión en Diputados en busca de conseguir la media sanción para el proyecto de ley ómnibus. Para prorrogarla, debe reunirse el directorio del Banco Central que, se juntaría mañana.
Una de las universidades que recibieron la comunicación del Banco Nación de que no sería posible adelantarles los sueldos es la Universidad Nacional de Rosario. Su rector, Franco Bartolacci, dijo: “Estamos en conversaciones con el Ministerio de Educación y también con el Ministerio de Economía para solucionar esta situación lo antes posible”. Y confirmó que hicieron una presentación administrativa ante el Banco Nación para reclamar el cumplimiento del convenio, como también una presentación judicial.
Asimismo, Bartolacci, comentó: “Defendemos al Banco Nación como banca pública, pero no podemos convalidar esta medida que afecta a nuestros trabajadores y en el marco de un convenio que está vigente por cuatro años más”.
Luego de conocido el conflicto que estalló por la demora en el pago de sueldos de los empleados de organismos públicos que dependen de la Nación, el Ministerio de Economía informó ayer que ya fueron transferidos los recursos correspondientes.
“Desde que arrancó esta gestión, a las universidades y organismos descentralizados (INTA, por ejemplo) se les decidió transferir los fondos para sueldos antes del fin del mes previo”, difundieron desde la cartera que dirige Luis Caputo. Y agregaron: “Esto quiere decir que si no pagan en tiempo y forma es por decisión propia de cada organismo o universidad”.
Además, desde el Banco Nación llegó la confirmación de que la situación ya estaba camino a la normalidad, al menos en algunos casos. Desde la cuenta de la prensa de esta entidad en X, se comunicó: “El preIndustrial sidente del BNA, @DanielTillard, informó que en el día de la fecha hemos coordinado con los funcionarios de la UNLP y la Secretaría de Hacienda para que a partir de mañana 31/1 se procesen las acreditaciones de salarios tal como es habitual”.
El Banco Nación había comunicado el lunes pasado que no podría adelantar el monto para el pago de salarios, lo que solo podría concretarse una vez que el Tesoro General de la Nación le hiciera la transferencia de las partidas correspondientes. Así, el Gobierno suspendió el mecanismo habitual que permitía que los trabajadores cobrasen el 1° de cada mes, o incluso antes, aunque esa transferencia no se hubiera concretado. Este cambio no implica que no cobrarán, sino que deberán esperar unos días más.
El cambio es consecuencia de que el Banco Central no prorrogó una excepción financiera, que venció hoy y que permitía desde 2019 a los gobiernos provinciales endeudarse para cubrir el pago de haberes. Los bancos cuentan con un cupo para financiar a los sectores públicos no financieros –varios organismos del Estado– y esta medida permitía asistencias por fuera de ese cupo para el pago de salarios, es decir, se le anticipaba el dinero.
Según pudo saber como consecuencia de la decisión del Gobierno se incumplirían los convenios firmados con unas 20 universidades nacionales; entre ellas, las de San Juan, San Luis, Río Cuarto, Rosario, La Plata, José C. Paz y De las Artes. Pero también están comprometidos los empleados de otros organismos públicos, que cobraban su sueldo por Banco Nación. Entre estos últimos se cuentan el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Tecnología (INTI), la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Incluiría también el Poder Judicial y al Legislativo, no solo a diputados, sino también a los empleados del Congreso en cualquiera de sus modalidades. “Se informa que en atención a disposiciones normativas del BCRA en materia de Financiamiento al Sector Público no financiero, los haberes correspondientes al mes de enero 2024, se acreditarán a partir del segundo o tercer día hábil del mes de febrero del 2024”, dice el comunicado emitido por la Cámara de Diputados que recibieron a última hora de ayer los legisladores.
Pese a que Economía se desligó del posible retraso en el pago de salarios, fuentes del Consejo Interuniversitario Nacional indicaron que aún no recibieron los fondos y esperan que se acrediten hoy. Así, el apuntado sería Banco Nación, cuyos voceros, al ser consultados, se limitaron a decir que es el Ministerio de Economía quien informa sobre este tema.
La nueva regla llegó en medio de las negociaciones por la ley ómnibus con las provincias y luego de que se cayera el paquete fiscal para que se destrabara la iniciativa, abriendo interrogantes respecto de dónde serán los recortes que aplicará el Gobierno, un objetivo que Caputo reiteró en la conferencia de prensa del viernes pasado.
La norma regía desde los últimos meses del gobierno de Mauricio Macri, cuando el actual presidente del Banco Central, Santiago Bausili, era secretario de Finanzas y fue prorrogada durante la presidencia de Alberto Fernández. La última renovación vence hoy, el mismo día en que el Gobierno convocó la sesión en Diputados en busca de conseguir la media sanción para el proyecto de ley ómnibus. Para prorrogarla, debe reunirse el directorio del Banco Central que, se juntaría mañana.
Una de las universidades que recibieron la comunicación del Banco Nación de que no sería posible adelantarles los sueldos es la Universidad Nacional de Rosario. Su rector, Franco Bartolacci, dijo: “Estamos en conversaciones con el Ministerio de Educación y también con el Ministerio de Economía para solucionar esta situación lo antes posible”. Y confirmó que hicieron una presentación administrativa ante el Banco Nación para reclamar el cumplimiento del convenio, como también una presentación judicial.
Asimismo, Bartolacci, comentó: “Defendemos al Banco Nación como banca pública, pero no podemos convalidar esta medida que afecta a nuestros trabajadores y en el marco de un convenio que está vigente por cuatro años más”.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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