jueves, 1 de febrero de 2024

PROYECCIÓN, POSSE




Para el FMI, la economía argentina caerá 2,8%
La decisión se debe al “ajuste significativo de la política económica para restablecer la estabilidad macroeconómica”; anticipa un rebote fuerte para 2025
 Rafael Mathus RuizJefatura de gabinete  Posse, ayer, en Washington, con funcionarios del Tesoro de EE.UU.; luego se reunió con la subdirectora del Fondo
El Fondo Monetario Internacional (FMI) empeoró drásticamente sus estimaciones sobre la economía argentina y pasó de esperar una suba de 2,8% del PBI este año a una caída de igual magnitud. En tanto, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, se reunió ayer con la subdirectora del FMI, Gita Gopinath, un día antes de que el board del Fondo se reúna para aprobar un giro de US$4700 millones al país.
WASHINGTON.– El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó de manera drástica sus proyecciones para la economía argentina y ahora prevé una caída del producto bruto interno (PBI) del 2,8% para este año, tras las primeras medidas del gobierno de Javier Milei, que incluyeron una devaluación, un fuerte ajuste fiscal y una liberación de precios en la economía. Luego de esa baja, el Fondo anticipa una recuperación más fuerte en 2025, con una suba del producto del 5% respecto de 2024.
El economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, anticipó también una baja de la inflación en el segundo semestre hasta un nivel del 150% anual a fines de este año, y dijo que el ajuste fiscal que busca el gobierno nacional es “absolutamente necesario” para consolidar el descenso del costo de vida.
En medio de los tironeos del Gobierno y la oposición en el Congreso para definir cómo se alcanzará el objetivo de déficit cero en las cuentas públicas, Gourinchas remarcó además que el principal riesgo que enfrenta la Argentina es si puede lograr implementar un ajuste fiscal “de manera duradera” o no.
“La administración actual está tratando de lograr una consolidación fiscal muy considerable y está intentando llegar a un superávit primario del 2% del PBI en este año. Y eso es alrededor de cinco puntos porcentuales de ajuste del PBI en la cuenta fiscal, por lo que es un ajuste muy considerable. Y esto es algo que consideramos absolutamente necesario en el contexto de la Argentina, porque la causa fundamental del proceso de inflación allí es, por supuesto, que ha habido bastante financiamiento monetario”, dijo Gourinchas. “Entonces, para que cese ese financiamiento monetario del Gobierno, las cuentas deben consolidarse y estabilizarse”, remarcó.
Las nuevas estimaciones del Fondo para la Argentina surgen de la última actualización del Panorama Económico Mundial (WEO, según sus siglas en inglés), el informe del organismo multilateral que incluye proyecciones para todos sus países miembros, y que fue presentado ayer en Sudáfrica en una conferencia de prensa encabezada por Gourinchas. Los economistas del Fondo dejaron una mirada optimista sobre la economía global al señalar que ha tenido un desempeño mejor del esperado, la inflación baja y el mundo se encamina hacia un “aterrizaje suave”, sin riesgo de recesión.
“Estamos muy lejos de un escenario de recesión global”, dijo Gourinchas en la conferencia de prensa en la cual se presentaron las últimas cifras.
La Argentina quedó a contramano de ese panorama. El Fondo prevé una caída interanual del PBI del 2,8% para 2024, un recorte sustancial de más de cinco puntos respecto de su proyección de octubre último –una suba del 2,8% en el producto– debido a las correcciones que aplicó el gobierno de Milei, “un ajuste significativo de la política económica para restablecer la estabilidad macroeconómica”, según indicó el organismo.
Debido a la fuerte caída que sufrirá la Argentina, el Fondo ajustó el crecimiento esperado para la región de América Latina y el Caribe. El FMI ahora proyecta que el crecimiento disminuya del 2,5% estimado en 2023 al 1,9% en 2024, para aumentar luego hasta un 2,5% en 2025. Brasil y México, las dos principales economías de la región, crecerán unas décimas más de lo previsto en octubre último, cuando se difundieron las últimas proyecciones.
El Fondo también ofreció un panorama más optimista para la inflación global, el principal flagelo que dejó la salida de la pandemia del coronavirus en el mundo desarrollado, aunque excluyó a la Argentina de esa mejora. “La inflación está disminuyendo más rápidamente de lo previsto tras tocar techo en 2022 y está afectando menos de lo esperado al empleo y la actividad económica, como resultado de la evolución favorable por el lado de la oferta y el endurecimiento de las políticas por parte de los bancos centrales, que ha mantenido ancladas las expectativas de inflación”, indicó el informe.
El FMI mejoró el pronóstico de inflación para 2024 y 2025 en las economías avanzadas, pero revisó sus cifras al alza para este año en las economías de mercados emergentes y en desarrollo, debido sobre todo, nuevamente, a la Argentina, “donde se espera que la realineación de los precios relativos y la eliminación de los antiguos controles de precios, la última depreciación de la moneda y su traspaso a los precios hagan subir la inflación en el corto plazo”, indicó el organismo.
“Esta es la razón por la que la inflación es tan alta, porque la depreciación de la moneda y la eliminación de algunos de los subsidios aumentan el precio que se ha pagado por ellos, pero también es por eso que se espera que baje de estos niveles tan pronunciados si se logra la consolidación fiscal”, dijo Gourinchas. “Ahora, el principal riesgo de cara al futuro es si esa consolidación fiscal puede implementarse y aplicarse de manera duradera para que la situación en la Argentina se estabilice a partir de un conjunto de condiciones iniciales muy deterioradas”, profundizó.
Menor inflación global
Excluyendo a la Argentina, la inflación general global disminuirá a 4,9% este año, 0,4 puntos porcentuales menos que nuestra proyección de octubre, indicó Gourinchas.
El Gobierno y el Fondo alcanzaron un nuevo acuerdo técnico a principios de enero para reflotar el programa firmado durante la administración de Alberto Fernández y despejar el camino para liberar el nuevo giro y apuntalar el plan del presidente Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, para comenzar a estabilizar la economía. El directorio ejecutivo del Fondo se reunirá hoy para decidir si libera un giro por alrededor de US$4700 millones para la Argentina.
Antes de la reunión del board, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, viajó anteanoche a Estados Unidos para “fortalecer la relación bilateral” con ese país y terminar de despejar el camino para la aprobación del nuevo acuerdo. En Washington, Posse tuvo un encuentro con la subdirectora gerente del Fondo, Gita Gopinath; el secretario adjunto del Tesoro estadounidense, Michael Kaplan, y el subsecretario de Asuntos Internacionales, Jay Shambaugh. El viaje de Posse se da en medio de los tironeos y las idas y venidas en la Cámara de Diputados para aprobar la ley ómnibus, la principal iniciativa legislativa del gobierno de Milei (más información en la página 17).
Se anticipó también una baja de la inflación en el segundo semestre
Por la fuerte caída de la Argentina, el Fondo ajustó el crecimiento de América Latina

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Posse inició su visita a EE.UU. con la mirada puesta en el nuevo acuerdo con el Fondo
El jefe de Gabinete se reunió con la número dos del organismo y con funcionarios del Tesoro; hoy abordará temas de inteligencia
WASHINGTON (De nuestro corresponsal).– El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, se llevó ayer un nuevo guiño del Tesoro de Estados Unidos un día antes de que el board del Fondo se reúna para aprobar los últimos cambios en la política económica que impulsó el gobierno de Javier Milei y liberar un nuevo giro por US$4700 millones para la Argentina, clave para reforzar las reservas y arraigar el plan de estabilización de la economía.
Posse llegó ayer a Washington con la misión de “fortalecer la relación bilateral” con Estados Unidos y el gobierno de Biden en reuniones que, según indicaron desde la Jefatura de Gabinete, estaban previamente pautadas y se afianzaron desde el Foro Económico Mundial en Davos, del cual participó Milei. La agenda de Posse en su nueva visita a Estados Unidos tiene dos ejes definidos: el acuerdo con el Fondo y el avance del programa económico del gobierno de Milei, y el fortalecimiento de la cooperación en seguridad nacional e inteligencia.
El viaje de Posse, que el Gobierno anunció apenas un rato antes de que partiera rumbo a Estados Unidos, llega en un momento crítico para el programa económico oficial, que se enfrenta a dos grandes pruebas. La primera es la aprobación del acuerdo con el Fondo –algo que, salvo un imprevisto, parece descontado–, y la segunda es la supervivencia de la ley ómnibus en el Congreso, donde la resistencia de la oposición forzó a la administración libertaria a dar de baja todas las medidas destinadas a conseguir el déficit cero. El ajuste fiscal es el corazón del programa económico, y el ministro de Economía, Luis Caputo, ha puesto al déficit como el origen de todos los males.
Posse se reunió en el Tesoro con el subsecretario de Asuntos Internacionales, Jay Shambaugh, uno de los colaboradores de la secretaria Janet Yellen más involucrados con la Argentina. Posse ya había pasado por el Tesoro durante su última visita a Washington, durante la transición con el gobierno de Alberto Fernández, y Shambaugh fue uno de los funcionarios del gobierno de Biden que viajaron luego Buenos Aires en medio de las negociaciones con el Fondo a involucrarse en las primeras medidas de la nueva administración.
“Durante el encuentro repasaron los avances del gobierno argentino para lograr estabilizar la economía del país y el funcionario norteamericano reconoció las reformas que está llevando adelante el gobierno argentino”, indicaron escuetamente fuentes de la Jefatura de Gabinete.
El Tesoro no respondió a una consulta de acerca de la nacion la reunión entre ambos funcionarios. El respaldo del Tesoro y de la Casa Blanca es decisivo para conseguir la aprobación de un programa en el board del Fondo, donde Estados Unidos es el principal accionista y el único país del G7 que cuenta con poder de veto. El directorio suele tomar sus decisiones por consenso. El gobierno de Joe Biden ya ha brindado varias señales amistosas al gobierno de Milei y ha expresado su voluntad de ayudar a la Argentina a navegar la salida de la crisis.
Una de las últimas señales de Estados Unidos al país la brindó el embajador norteamericano en Buenos Aires, Marc Stanley, quien dijo en una entrevista con LN+ que el respaldo de Washington no depende de qué partido está en la Casa Blanca. “Creo que los embajadores americanos somos los más afortunados de todos porque no hay diferencia entre la visión republicana y demócrata sobre la Argentina”, dijo Stanley. Y remarco: “Todos piensan lo mismo, todos están en el mismo bando para aliarse con la Argentina para ayudar a alimentar y proveer energía al mundo. La Argentina no es un tema político para nuestros dos partidos. Peleamos por muchas cosas, pero no por la Argentina”.
Luego de su reunión en el Tesoro, Posse se reunió con la primera subdirectora gerente del Fondo, Gita Gopinath, la número dos del FMI, quien se ha involucrado mucho en el programa de la Argentina. La reunión ocurrió apenas unas horas después que, desde Sudáfrica, el economista jefe del Fondo, Pierre-Olivier Gourinchas, anticipara que la inflación bajará en el segundo semestre del año y dijera que es “absolutamente necesario” que el Gobierno cumpla con el ajuste fiscal que se propuso. Milei aspira a cerrar el año con déficit cero, para lo cual debe alcanzar un superávit primario del 2% del producto bruto interno (PBI).
El Gobierno y el Fondo alcanzaron un nuevo acuerdo técnico a principios de enero para reflotar el programa firmado durante la administración de Alberto Fernández y despejar el camino para liberar el nuevo giro y apuntalar el plan del presidente Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, para comenzar a estabilizar la economía. El directorio ejecutivo del Fondo se reunirá hoy para deliberar sobre el último acuerdo técnico y liberar un giro por alrededor de US$4700 millones para la Argentina.
La segunda parte del viaje de Posse a Washington estará ligado a la agenda de cooperación internacional en seguridad e inteligencia. Posse viajó junto con el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvestre Sivori. Ambos participarán de un encuentro en la Agencia Central de Inteligencia (CIA, según sus siglas en inglés), donde serán recibidos por el director, William J. Burns, “con el fin de afianzar las relaciones bilaterales en la materia y volver a posicionar a nuestra agencia en el mundo”, indicó la Jefatura de Gabinete

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