Pese a la cuarentena, la elefanta Mara inicia su viaje hacia un santuario de Brasil
Viajará en camión, dentro de una caja especial y acompañada por veterinarios y cuidadores del Ecoparque; la recibirán en una reserva del Mato Grosso
Últimas horas de la elefanta Mara en el recinto del Ecoparque porteño
Desde el 10 de octubre de 1995, luego de haber pertenecido al Circo Rodas y haber permanecido un tiempo en el Parque Sarmiento, la elefanta Mara está encerrada en el predio del exzoológico de Buenos Aires. Mañana, 25 años después, finalmente abandonará Palermo para iniciar otro viaje en un camión, hacia un destino diferente y lejano: un santuario en Chapada dos Guimarães, en el Mato Grosso brasileño, será la última parada del paquidermo que nació hace 55 años en la India.
Alemania y Uruguay fueron sus dos escalas previas antes de su llegada a la Argentina, en los años 80, donde fue la protagonista principal de cientos de funciones circenses. Su traslado, mañana y en plena cuarentena por el coronavirus, estará cargado de simbolismo para el Ecoparque porteño, que, desde su estatización en junio de 2016, inició un proceso de transformación con el objetivo final de relocalizar en hábitats más amigables a la mayor cantidad de animales posible.
El viaje había sido postergado por la pandemia. Entró en vigor un protocolo de prevención de contagio para minimizar el riesgo que incluye un análisis de posibles síntomas en las personas que se sumen a la travesía durante las 48 horas previas al traslado. Todos los integrantes de la misión deberán contar con elementos de protección, como barbijos, máscaras, guantes y soluciones desinfectantes para higienizar las superficies de uso frecuente y vestimenta cada vez que desciendan de los vehículos. Las interacciones serán reducidas al mínimo y se practicará el distanciamiento social.
La elefanta, según fuentes oficiales, cruzará a Brasil por Foz de Iguazú. Hasta anoche, por el cierre de fronteras, todavía no estaba claro cómo se desarrollarían algunos aspectos del operativo, que culminará con la liberación de Mara. Por ejemplo, si los veterinarios y cuidadores que la acompañen desde su salida de Palermo podrán pasar al vecino país con ella o deberán dejarla en manos de los equipos que la aguardan en Brasil.
Hasta el momento, unos 800 animales del exzoo ya fueron relocalizados. Una cifra similar aún permanece en el predio. El traslado de la orangutana Sandra, que en septiembre del año pasado fue reubicada en el Centro para Grandes Simios de Florida, en Estados Unidos, fue el más relevante. Sandra es la primera simia declarada persona no humana y sujeto de derechos por la Justicia.
Pero no todas fueron buenas noticias en un Ecoparque en plena etapa de transformación. La muerte de varios animales emblemáticos, como los dos rinocerontes y una jirafa, provocó fuertes críticas de sectores ambientalistas.
El viaje de Mara para llegar al Santuario de Elefantes de Brasil (SEB) representa un desafío. Se utilizará una caja de 5750 kilos, de cinco metros de largo y tres metros de alto. El traslado tendrá una duración de unos cuatro días, de acuerdo con el comportamiento del animal y sus necesidades.
Quince personas, seis vehículos (entre ellos, una grúa pluma de 90 toneladas y un camión) y al menos 250 kilos de alimentos forman parte de la logística, que se iniciará entre las 17 y las 18 de mañana por la salida de la avenida Sarmiento. Continuará por la autopista Panamericana y las rutas nacionales 14 y 12. El costo total del traslado, asumido por el gobierno porteño, tiene un presupuesto de $5.200.000.
Se prevé llegar a Foz de Iguazú el lunes y al santuario, el miércoles. “Pero la duración del traslado dependerá de lo que necesite Mara. Si necesita descansar, se para cada vez que lo demande. La idea inicial es hacerlo cada tres horas, aunque de noche quizá se puede seguir un poco más. Ella estará monitoreada durante todo el viaje por dos cámaras instaladas en la caja y conectadas al camión, que permitirán hacer una inspección más cercana”, contó a la nacion Tomás Sciolla, responsable de Conservación y Gestión de Fauna del Ecoparque y encargado de la logística del traslado.
El operativo comenzará cuando la grúa levante la caja, que desde diciembre se encuentra en el Templo Hindú –como se denomina al recinto que Mara comparte con dos elefantas africanas– para depositarla en un camión. Todos los movimientos serán monitoreados por Scott Blais, el director ejecutivo del santuario de Brasil, que cuenta con experiencia en estas situaciones. Contará con el apoyo de veterinarios del santuario y del Ecoparque.
“Fuimos haciendo un trabajo con Mara y la caja. La empezamos a llamar, le ofrecimos comida, le hicimos caricias como para ayudar a que se acostumbrara y la aceptara. Fue un entrenamiento necesario para que no sufra el viaje”, sostuvo Mariano Narváez, uno de los veterinarios que tienen a su cargo el cuidado de la elefanta.
“El viaje lo hará mayormente parada. Pero la caja tiene unos cinchones de pared a pared, que de ser necesario se levantan para que Mara se apoye y descanse, en caso de cansancio”, explicó Narváez. En los vehículos habrá alimento para dos días; cuando la caravana cruce a Brasil las provisiones para la elefanta se comprarán en las ciudades que forman parte del itinerario.
Meses antes del viaje de mañana, Mara ingresó en una etapa de cuarentena para evitar que contrajera enfermedades y las introdujera en el santuario.
M. G.
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