lunes, 15 de junio de 2020
AUTOR Y LECTURA RECOMENDADA,
Qualityland, de Marc-Uwe Kling
Sátira sobre otro mundo perfecto
Algunos movimientos de la ficción son tan fáciles de predecir como una operación matemática. Las pesadillas tecnológicas de Black Mirror y el abuso cotidiano de los algoritmos en algún momento iban a dar forma a un cóctel que se proponga como explosivo, aunque solo esté dosificando elementos en busca de un éxito de librerías. También audiovisual: antes casi de haber sido leído, Qualitylan d ya tiene en producción una serie por HBO. Los procedimientos de mercado de los que se burla la novela son los que la convierten, sin paradojas, en apetecible para la pantalla. Pero ¿una sátira, en su acidez, no debería despertar un instante de duda por lo menos en los inversores?
La novela del alemán Marc-Uwe Kling (Stuttgart, 1982) es, claro está, ágil y por momentos divertida (el autor es también actor cómico). Construida sobre la base de diálogos rápidos, como un best seller apenas más inspirado, no tiene sin embargo siquiera un adjetivo que sorprenda. Conviene pasar entonces a su esqueleto argumental. Como en Un mundo feliz , aquel precursor clásico de Aldous Huxley, el libro de Kling presenta también una sociedad que parece funcionar perfectamente bien. Al igual que la novela del escritor inglés, la del alemán se presenta como una utopía de la perfección que, en su reverso, tiene mucho de distopía.
¿Rasgos de ese futuro no tan distante? Los coches andan solos; una gran tienda virtual envía todo lo que uno desea sin tener siquiera que encargarlo. Los personajes llevan el nombre del oficio del padre o de la madre al momento de nacer y uno de los protagonistas se llama Peter Sinempleo. El otro, John of Us, es un androide con ambiciones de poder absoluto. Hay un sistema de puntuación de los ciudadanos que permite el ascenso social (o lo contrario). Calíope, una escritora androide, de pronto descubre que se cansó de borronear a pedido y tiene algo así como integridad artística. El autor maneja todo este combo -que incluye publicidades imaginarias como separadores- con destreza robótica. Serverland , narración reciente de Josefine Rieks (alemana como Kling), se animaba a imaginar un mundo que volvía para atrás, en el que las computadoras se convertían en chatarra u objetos de colección. No se sabe qué está escribiendo Rieks después de esa versión terminal de la historia. Kling, por su parte, avisó que, como le gusta al mercado, ya está armando Qualityland 2.0.
QUALITYLAND
Marc-Uwe Kling
Tusquets
Trad.: Carles Andreu
462 páginas $ 940
M. S.
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