lunes, 1 de junio de 2020

Martín Tetaz - Newsletter Nro. 060




Las consecuencias de una pantomima imperfecta.
Si un planificador central, con autoridad total estuviera al mando de la economía podría dar una orden muy simple: “que todo el mundo haga como si acá no hubiera pasado nada y repita todos los gastos del mes anterior”. Por supuesto la solución no puede hacer magia; si la gente no trabaja los bienes no se producen y en el ejercicio extremo que estoy proponiendo usted le transfiere al restaurante las cuatro cenas que disfruta en el mes, pero no recibe la comida, paga la nafta en la estación de servicio, pero no llena el tanque y le abona al peluquero, pero no recibe el corte.
La idea es que una vez que pase la pandemia se reestablezca la prestación de todos los servicios y se reanude la producción y entrega de bienes, evitando que se corte la cadena de actividades y se rompan sectores completos del entramado productivo que nunca mas puedan ponerse de pie.


Algo de eso, de hecho, está ocurriendo; a la chica que limpia en casa le sigo pagando el sueldo y hacemos como que ella sigue viniendo, a la compañía de seguro le pago por el riesgo que no corro con el auto en la cochera y lo mismo sucede con muchos empleados en relación de dependencia que hacen como que trabajan y continúan percibiendo sus haberes. En el medio hay un gris porque por ejemplo cubro la factura del colegio de los chicos, pero en vez de las 30 horas semanales de clases reciben 6 horas de Zoom, o me cobran el 50% de la cuota de los mas chiquitos, pero prácticamente no obtienen nada a cambio. La caída en la actividad de abril, que la gente de Orlando Ferreres y Asociados midió en 19,2% es en rigor mucho mas profunda, pero está maquillada por muchos sueldos que se siguen pagando, aún cuando no haya contrapartida real.
La pantomima es no obstante incompleta, en parte porque no existe el planificador central de la teoría y en parte porque la gente sostiene algunas redes de gastos, pero incluso en el caso de los que perciben sus ingresos sin ir a trabajar, hay muchos servicios que dejaron de pagarse y el consumo de bienes durables se derrumbó. Una parte de esa caída es por el shock de demanda de sectores que dejaron de tener ingresos, pero otra parte es porque por decreto se bajó la palanca de todas las actividades no esenciales.
El economista clásico Jean Baptiste Say sostenía que en el proceso de producción se generaban los ingresos que hacían posible la demanda de todos los bienes que se fabricaban. Por supuesto no podía asegurarse que cada producto llevado al mercado se encontraría con un interesado, porque para ello tendría que satisfacer una necesidad concreta y contar con la preferencia de un consumidor, pero si un bien X cuesta $1000 pesos es porque del otro lado del mostrador ese dinero acabó en el bolsillo de los trabajadores, los terratenientes, los capitalistas o los empresarios. La fabricación del bien genera los ingresos para ser potencialmente demandado.
Pero lo que ocurre en esta crisis singular es mas bien lo opuesto; porque se genera la capacidad de demanda, sin que sea factible producir los bienes; hay un descalce entre los ingresos y la producción que presiona sobre las importaciones en la medida que hay voluntad de consumo, pero acaba en el dólar cuando la incertidumbre empuja a que se prefiera conservar la liquidez. En ambos casos el resultado es una mayor demanda de dólares y cuanto mas extensa sea la pandemia más fuerte será esta presión.
En cada uno de los sectores donde la parodia no funciona, se corta la circulación, pero como ocurre con el colesterol que tapa algunas arterias y otras no, algo de dinero proveniente de los ahorros fluye selectivamente hacia las relaciones que el empresario procura mantener. El dueño del factor fijo (el local) suele ser el primer afectado y el Estado que deja de percibir los impuestos, el segundo damnificado. Por eso no sorprendió esta semana el dato del IARAF que informó que la recaudación de mayo, contabiliza hasta el día 25 una caída del 39% en términos reales; 14 puntos porcentuales más profunda que la de abril.
Mas allá del hueco de ingresos fiscales durante la pandemia, que seguirá siendo cubierto con emisión, cada peso que sube el dólar es la demostración de la insuficiencia del plan que procura hacer de cuenta que acá no ha pasado nada y el dinero que presiona sobre las divisas es la otra cada de la moneda de los sectores productivos que se están cayendo y que ya no volverán incluso cuando un nuevo decreto se los permita. La preocupación es quedará un déficit fiscal estructural, más allá de la pandemia, en un país sin acceso al crédito y sin moneda, poniendo al gobierno en la encrucijada de ajustarse o de aceptar una inflación y un dólar mas altos


¿Qué pasa en el mundo?
Cuarenta millones de personas llevan perdido su empleo en los Estados Unidos desde el comienzo de la pandemia y el consumo se derrumbó 13,6%; una caída paradójicamente liderada por los alimentos y los gastos en salud



Aún en un contexto en el que lo desempleados cobran un seguro de desempleo que promedia los 378 dólares semanales más un adicional de “alivio COVID” de 600 dólares cada siete días, es evidente que la gente prefiere quedarse en liquidez porque los precios de la canasta de consumo bajaron, por primera vez desde la crisis del 2008-2009 evidenciando que la caída en la demanda fue incluso mayor que el freno de la oferta por el lockdown del coronavirus




Si bien los números muestran que el pico de la epidemia quedó atrás en EEUU, no está para nada claro que la economía pueda volver a ponerse de pie. Sobre los muertos del coronavirus creció la tensión con China y explotó esta semana un conflicto por violencia policial en Minneapolis que puede encender la mecha del descontento social







Lo cierto es que la confianza de los consumidores sigue 28% por debajo de los niveles de febrero último y una situación similar ocurre en la principal economía europea, aunque allí la firmeza de la gestión de Merkel permitió que la caída en las expectativas haya sido un poco menor (23%) y empiece a recuperarse un poco más rápido.

La incertidumbre global persiste, a pesar de que China informó que la producción industrial creció por tercer mes consecutivo en mayo, aunque a un ritmo lento (PMI 50,6). La mejora no alcanza a recuperar todo lo perdido por el COVID y la diferencia se explica porque las exportaciones industriales todavía no se recuperan (el PMI de las expo arroja 33,5 muy por debajo del nivel de 50 a partir del cual se considera crecimiento). En los servicios, donde la demanda está más dominada por el mercado interno, la recuperación es mas fuerte y el PMI de mayo cerró en 53,6.


Sin recuperación en Europa y Estados Unidos el empujón industrial de China está condenado a agotarse cuando se recuperen los stocks devastados por la crisis.
Commodities
La principal materia prima que funciona como termómetro de la economía mundial se mantiene estable en las ultimas dos semanas a pesar de la escalada en la tensión militar entre EEUU y China por las nuevas bases militares en el sur de Asia y la posición en Hong Kong. Esto demuestra que la demanda mundial sigue débil, lo que se confirma por el hecho de que la soja lleva 40 días oscilando en torno de los 310 dólares por tonelada

Flujos de capitales y riesgo soberano
Los movimientos de capitales siguen erráticos y aunque ya hace más de un mes que abandonaron el terreno rojo que señala salidas persistentes, no se consolida tampoco una tendencia a la recuperación. O para ponerlo de otro modo; los fondos dejaron de salir de los emergentes, pero aun no vuelven y permanecen posicionados en la calidad de los bonos del tesoro americanos que siguen estabilizados en un rendimiento en torno de 0,65% desde abril. La abundancia de liquidez global todavía no derrama a los países en desarrollo y es lógico que así sea porque no queda claro aun cual será el nuevo equilibrio de los tipos de cambio.


Los papeles soberanos siguen recuperándose y el riesgo país bajó 2,8% en promedio, pero 3,2% en el caso de los latinos, empujado por Bolivia, Colombia y Centroamérica.



Brasil
El mejor dato externo para la economía argentina es la estabilización del Real en Brasil, donde el dólar cedió 2,1% en la semana, en sintonía con la recuperación del 2,3% en la bolsa paulista.




Es poco probable que los vecinos recuperen pronto el nivel de actividad porque la confianza en los negocios muestra en Brasil una de las caídas más grandes de Latinoamérica, no tanto por la percepción absoluta sino porque se cayó desde un escenario muy optimista a inicios del año, cuando el 65% tenía confianza en la economía. Además, la principal economía sudamericana perdió 1.100.000 empleos en los últimos dos meses, por lo que la mejora en el tipo de cambio real que experimenta Argentina como consecuencia de la apreciación de la moneda brasileña solo traerá alivio en la presión de las importaciones, pero es poco probable que ayude a las exportaciones argentinas.



¿Qué pasa en nuestro país?
Según un reciente informe del IARAF, la recaudación de impuestos nacionales cae en los primeros 25 días del mes de mayo un 39% en términos reales, superando el derrumbe de abril y mostrando las consecuencias de una cuarentena que empezó siendo la decisión más lógica pero acabó siendo desaprovechada, en tanto y en cuanto el Estado no fue capaz de producir información para combatir al virus de manera focalizada, en los clusters más vulnerables donde se sabía que se multiplicaría más rápido si lograba hacer pie.
Como resultado de esto y después de mas de 70 días de cuarentena la curva argentina muestra pendiente positiva tanto en la cantidad de casos diarios (más irrelevante), como en las internaciones en terapia intensiva (fundamental). Una realidad compartida por Brasil, México, Colombia, Perú y Chile, aunque en este último caso parece haberse aplanado en la ultima semana.





La caída de la recaudación preocupa porque muestra la combinación del derrumbe en la actividad, que la gente de Orlando Ferreres y Asociados midió en 19,2% para abril, con las oscuras perspectivas a futuro, que hacen que incluso la gente que todavía puede generar ingresos prefiera postergar el pago de los impuestos, hasta tener un poco mas claro su futuro
Las discusiones en materia epidemiológica tienen el mismo problema de la información asimétrica que caracteriza las conversaciones con nuestro médico de cabecera. Uno escucha el diagnóstico y acata el tratamiento porque reconoce que no sabe nada, pero si los remedios no rinden el efecto pronosticado empezamos a googlear y en poco tiempo perdemos la confianza en el facultativo. El Gobierno no mostró nunca cual es el modelo de desarrollo de la epidemia sobre el que basa sus decisiones, ni tampoco hubo jamás una hoja de ruta de la economía. Según las primeras declaraciones de los funcionarios el pico de contagios se esperaba a fines de abril, pero el pronóstico fue cambiando y ahora se habla de 8 semanas mas. El desconcierto crece y las protestas se multiplican.
En el Banco Central, mientras tanto, tratan te tapar el sol con las manos y endurecen el cepo limitando el acceso a dólares promocionales de $70, subiendo la tasa de interés de los plazos fijos a 30% (35% TEA), poniéndole parking a los compradores del dólar paralelo formal y prendiéndole una vela a Brasil, para que el Real se recupere y a Guzmán para que cierre el acuerdo con los acreedores. Después de perder 1500 millones de dólares en un mes y medio, Pesce fue contundente con las medidas esta semana, pero no podrá evitar que o bien la resolana se filtre a los precios de la economía, o bien que el mercado encuentre otras formas de arbitrar entre los múltiples dólares que genera el control de cambios. Tarde o temprano, la avalancha de pesos para financiar un déficit que fue de 266.000 millones de pesos en abril, se filtrará primero al dólar y después a los precios.
Dólar y Tasas
El oficial sigue moviéndose al mismo ritmo de las ultimas tres semanas (40,85% anualizado) y el paralelo legal bajó 50 centavos por las limitaciones a la demanda impuestas por el BCRA y el mejor clima global de emergentes, particularmente en Brasil.

Por esta razón, después de muchas semanas adversas bajan simultáneamente las brechas del paralelo y del TCR con Brasil, relajando la presión sobre el Banco Central que pudo volver a comprar divisas el viernes, después de 10 días consecutivos de ventas.
Las tasas de los plazos fijos estuvieron estables, perdiendo solo 17 puntos básicos y promediando 25,77% pero progresivamente empezarán a subir en la medida que se renueven los plazos fijos para cumplir con el nuevo piso del 79% de la tasa de LELIQs, lo que deja a las tasas pasivas en una TNA de 30,02% y una TEA de 34,52%, todavía 5 puntos porcentuales por debajo de los niveles de deslizamiento del dólar oficial.
Del otro lado del mostrador, los adelantos a empresas subieron 38 puntos básicos y se ofrecieron a 22,74% mientras que los prestamos a familias bajaron 186 puntos y se negociaron en promedio en 48,52%

Actividad
Según Orlando Ferreres el PBI se desplomó 19,2% en abril, con una fuerte caída de la construcción (56%) y de la industria (27%). Sostuvieron el Agro y la Administración pública y los servicios sociale y de salud. La actividad se encuentra de este modo en el mismo nivel del 2006.

Demanda de energía
El consumo de energía de las empresas continúa 23% por debajo de los niveles previos a la cuarentena, despues de haber estado 38% abajo en los primeros días del aislamiento social preventivo obligatorio (ASPO). Si bien se recupera de a poco la demanda de las industrias que está 25% abajo (despues de haber caido 53% en la primera semana), en comercio y servicios se profundiza la caida y hay un 57,9% menos de uso de electricidad (había caido 35% en la primera semana).


Déficit fiscal
Con los ingresos totales aumentando solo 14% nominal y los gastos trepando 96%, las cuentas públicas cerraron con 266.000 millones de déficit, siendo prácticamente la mitad (132.000) atribuibles al paquete COVID, por lo que queda un agujero estructural considerable incluso cuando ya esos gastos no estén. Es cierto que es presumible que también exista cierta recuperacion eventual de los ingresos pero es muy poco probable tanto que los mismos vuelvan a los niveles de febrero (por la destrucción del aparato productivo que esta causando la cuarentena extendida), como que pueda prescindirse completamente del gasto extra en concepto de medidas paliativas, puesto que la recuperacón exigirá sin dudas el mantenimiento de algun nivel de subsidios.

Sector Externo
Las cantidades exportadas cayeron 13% en abril, mientras que las importaciones se cayeron 27% y el saldo comercial fue de 1411 millones, casi 250 millones mas que el año pasado.





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