Nunca es tarde para aprender a volar
muchos lo ven como una asignatura pendiente que, por cuestiones de tiempo o limitaciones económicas, pueden concretar luego de jubilarse; no hay límite de edad y tampoco es imprescindible tener avión propio
Mariano ChaluleuDaniel posa frente a un avión Cessna 150 en el Aeroclub Mar del Plata
Nicolás (75) es médico desde hace 50 años, se recibió en la Universidad de Buenos Aires en 1972. Todavía practica la profesión, pero no como antes, así que ahora cuenta con mucho más tiempo libre. Durante años, tuvo un sueño en el tintero: aprender a volar un planeador. Pero por una u otra razón, no pudo hacerlo. En 2005, justo cuando cumplió 59, encontró la oportunidad.
Las ganas de estar en el aire las venía arrastrando desde hacía bastante. “En 1968 yo estaba en plena carrera en la UBA. Un día, entrando a la facultad, vi un afiche que mostraba un gran planeador del club Albatros, que es un club de planeadores. Me dije a mí mismo: ‘Me gustaría, en algún momento, poder hacer algo de esto’. Pero la vida me llevó a que siempre, por circunstancias econóla no lo pudiera realizar”, recuerda Nicolás.
Fue varios años después, ya con sus hijos adolescentes y radicado en San Nicolás, que logró animarse. Estaba manejando por la autopista y vio un planeador. “Acá hay actividad”, pensó.
“Ahí fue cuando me surgió la idea de hacerlo. Unas semanas más tarde, fui a preguntar. Era un domingo lluvioso, y dije: ‘Bueno, no tengo nada para hacer’. Así que me fui al Aeroclub de Rosario, que es a unos 64 kilómetros de San Nicolás. No había mucha gente. Averigüé y me empecé a interiorizar. Primero hice unos vuelos de bautismo, que consisten en hacer una vuelta como pasajero. Y luego pregunté por el curso de piloto. Me dijeron que si quería hacer el curso tendría que primero aprobar el examen psicofísico, que era exigido por la Administración Nacional de Aviación Civil”, explica.
“El psicofísico es muy completo. exigencia varía de acuerdo con la edad. A mí me hicieron un electroencefalograma, un ecoestrés, un ecodoppler de vasos de cuello y un examen clínico. Lo aprobé y me dieron una habilitación por 3 años. Una vez que lo tenés, empezás a volar”, añade.
Su cursó comenzó y terminó en el año 2005. Tardó 8 meses y estuvo compuesto por 40 “remolques”, es decir, 40 vuelos en planeador. “Normalmente, un avión despega con el planeador enganchado y lo suelta a determinada altura, aunque también hay planeadores motorizados que despegan solos”, comenta “El alumno vuela en un planeador biplaza, en el asiento delantero, y el instructor va en el de atrás. Él te va indicando todo, vuelo a vuelo”.
El curso consta de varias etapas. Nicolás las sintetiza en dos: “La primera es de enseñanza, hasta que luego el instructor te ve en condiciomicas, nes y te autoriza a hacer el primer vuelo solo. Ese el gran julepe”.
–¿Cómo es la sensación de volar en un planeador?
–Uno siente libertad. Te sentís dueño de poder mantenerte en el aire como un pájaro más. Y lo único que se escucha es el viento, que se filtra a través de una pequeña ventanilla que tiene la cúpula del planeador.
–¿Se siente frío, calor?
–En invierno, frío, y en verano las altas temperaturas. Es que estás en una cabina semicerrada, de poca ventilación, entonces, en verano, hay que tener cuidado, una buena hidratación y estar psíquica y físicamente listo para disfrutar el vuelo. Los problemas deben quedar en tierra.
–¿Nunca le dieron miedo las alturas o las maniobras peligrosas?
–No sé si llamarle miedo, pero, cuando uno hace el curso, el instructor hace unas maniobras de inestabilidad, como una caída en espiral, que, por no haberlas hecho nunca, traen
Nicolás médico y piloto
“tenés que estar psíquica y físicamente listo para disfrutar el vuelo. los problemas deben quedar en tierra” Jorge Martínez profesor en aeroclub rosario y en el club de planeadores de rosario
“es una actividad cara, porque una hora de vuelo cuesta 25.000 pesos, aproximadamente”
un aumento de adrenalina… Cuando aprendés que la maniobra se recupera, no pasa a ser más que un momento de ansiedad. Es una situación que uno tiene que practicar.
Una asignatura pendiente
Daniel (64), exempleado del Instituto de Lotería y Casinos de la Provincia, es oriundo de Mar del Plata. Está haciendo el curso de piloto, al igual que Nicolás. La única diferencia es que él aprende con aviones, no con planeadores. “Siempre me apasionó todo lo que fueran fierros: autos, motos, y bueno, aviones”, se presenta. Daniel también tuvo una heladería. Por eso, lo de la aviación es nuevo para él.
“Mi papá siempre tuvo terrenos cerca del Aeroclub Mar del Plata. Veníamos a veces, los fines de semana. De chico me cruzaba la pista. Cuando fui más grande iba y preguntaba cuánto costaba el curso, pero por motivos económicos o de tiempo, no me decidía. Ahora que estoy jubilado, decidí hacerlo. Era una asignatura pendiente”, dice.
–¿Cuándo empezó, Daniel?
–El año pasado. Para las Fiestas, fuimos a almorzar al Aeroclub y me puse a charlar con uno de los chicos. Me pasó los precios del curso y, en relación con el valor del dólar, me parecieron accesibles.
–¿Lo consultó con su familia?
–No, yo generalmente las decisiones las tomo sin consultar (risas). No tenía dudas. Dije: ‘Si me da bien el psicofísico y no tengo ninguna traba, listo’.
Daniel fue sometido a un examen similar al que le hicieron a Nicolás. El suyo, además, incluyó pruebas de vista y audición. “Luego uno, a medida que crece en edad, se lo debe hacer anualmente. Es lo mismo que pasa con la licencia de conducir”.
Arrancó volando en un Cessna 150. “Siempre con el instructor al lado. Después, cuando llegás a cierta cantidad de horas y ven que estás capacitado como para volar solo, te permiten hacerlo. Ese día te hacen un ‘bautismo’, te tiran un balde de agua en el avión cuando aterrizás. Yo todavía no volé solo”, cuenta.
–¿Qué recuerda del comienzo del curso? ¿Sintió vértigo?
–No, para nada. Yo ya había hecho muchos vuelos de bautismo sobre Sierra de los Padres y la costa. También en Sierra de la Ventana. Siempre me gustó volar.
–¿Cuánto dura el curso?
–Son 40 horas. La duración es relativa. Porque la duración promedio de un vuelo es de 40 o 50 minutos. Vos te anotás para uno o dos vuelos por semana, ese es el ritmo, más o menos. Pero una clase puede ser pospuesta por mala meteorología, entonces el curso se puede extender. Y uno puede necesitar más de 40 horas. Yo llevo 30, pero ya me dijeron que voy a necesitar más.
–¿En qué instancia se encuentra en este momento?
–Practicando las maniobras iniciales. Lo que estoy haciendo ahora es lo que más me cuesta: el aterrizaje. El ejercicio consiste en despegar, llegar a 500 pies, nivelar, salir del circuito del Aeroclub, subir a 700 pies y luego volver al circuito y hacer la maniobra de aproximación. Y en el descenso, preparar el avión para apoyarlo de forma prolija, sin golpear nada. Eso es lo que más me está costando.
–¿Recuerda algún susto en el aire?
–Un día estábamos despegando, ya a 5 metros de altura, ese momento crítico en el que estás acelerando con los motores a fondo. Y se me abrió la ventanilla. Se destrabó y se abrió de golpe. Yo iba con Raúl, uno de los instructores, y le dije: ‘Agarrá el control vos’, porque no sabía qué teníamos que hacer, si volver a tierra, si seguir el despegue... Después me dijo que no pasaba nada y que yo había reaccionado bien al pedirle que tomara el comando. Es algo que no esperás. En ese momento yo llevaba pocas horas de vuelo y me sorprendió, no tenía previsto que pudiera pasar algo así. Es una pavada, pero en el momento te paraliza.
Jorge Martínez es profesor ene la ero club Rosario yen el Club de Planeadores de rosario. enseña ambas disciplinas. En diálogo cuenta que en el último tiempo aumentó la cantidad de mujeres que quieren aprender a volar (hoy representan un 30 por ciento) y repasa las características de los alumnos mayores de 60. “Hablo en términos generales, pero un chico joven aprende todo rápido. Además vive un poco en el limbo. A las personas más grandes, salvando algunas excepciones, les cuesta un poco más. Pero es normal. A veces, el hecho de volar puede generar tensión por estar en un lugar diferente, por no estar pegado a la tierra. A la gente más grande le pasa bastante. Son más conscientes del peligro”, explica. “El tema económico también está. Es una actividad cara, porque una hora de vuelo cuesta 25 mil pesos, aproximadamente”, agrega.
Convertirse en piloto
Nicolás afirma que, luego de volar solo, llega el momento más difícil: el examen: “Hay uno teórico, en el que hay que responder 50 preguntas, y otro práctico, donde hacés un vuelo con el instructor”.
Pasada esa instancia, se obtiene la licencia y se queda habilitado para volar. Nicolás y Daniel no se compraron un avión propio, pero aseguran que hay personas que lo hacen. “Hay gente en el club que tiene su propio planeador, pero yo no tengo el interés de tener uno propio. Utilizo los que tiene el club, que son 18 en total”, comenta Nicolás.
“Una vez que tenga la licencia, podré usar los aviones del Aeroclub, obviamente, pagando la hora. Se pueden hacer vuelos de paseo costeros, travesías... Podría volar a Tandil, por ejemplo, y hacer otro tipo de paseos locales. No necesariamente tenés que ir solo, podés ir con un acompañante”, plantea Daniel.
Nicolás ya lleva 150 horas de vuelo en planeador. Parece poco si se tiene en cuenta que obtuvo su licencia hace más de 15 años, pero todo cobra sentido al tener en cuenta que, en esos aparatos, un vuelo puede duras apenas 15 minutos. “En invierno, los vuelos son más cortos. Mientras que en verano, como las condiciones son más favorables, uno puede adquirir más altura y cubrir mayores distancias”, detalla.
–Nicolás, ¿qué le dirías a alguien que quiere animarse?
–Yo creo que el límite lo pone tu cabeza. Como con todas las cosas de la vida, si tenés ganas y se dan las circunstancias, no hay una prohibición. En este caso, siempre que uno apruebe el examen médico, la reglamentación aeronáutica no te inhibe por la edad.
¿DÓNDE se DICTAN cursos?
AEROCLUB MAR DEL PLATA
Ruta 88 km 9.5, mar del Plata
a ero club mar del plata. com.ar
AEROCLUB RÍO DE LA PLATA
Calle 5 y 160, Berazategui
acrp.ezp@gmail.com
CLUB DE PLANEADORES DE ROSARIO
Ruta Prov. 21 km 288, alvear, Santa Fe planeadoresrosario. com.ar
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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