El rol de Mauricio Macri en las sombras: consejos a Javier Milei y auxilio de Pro en las horas críticas de la ley ómnibus
Macri recibió a un grupo de legisladores de Río Negro en Cumelén
El fundador de Pro retomó los contactos con el Presidente y estuvo al tanto del anuncio de Luis Caputo; supervisar el avance de la gestión, una de las sugerencias que remarcó al nuevo habitante de Olivos
Matías Moreno
Mauricio Macri se enteró que el presidente Javier Milei pensaba retirar el capítulo fiscal de la ley ómnibus para destrabar el debate en el Congreso horas antes de que el ministro de Economía, Luis Caputo, encabezara la conferencia de prensa en la Casa Rosada que dejó perplejos a los gobernadores durante el viernes a la noche. Estaba disfrutando de su estadía en Cumelén, donde pasa los días rodeado de Juliana Awada y Antonia, una de sus hijas. “Le avisaron”, admiten cerca de Macri, quien respaldó la jugada para destrabar el debate parlamentario.
El repliegue en el Sur y el descanso familiar no lo mantiene a Macri alejado de la política. Durante la jornada del viernes el expresidente habló con altos funcionarios del Gobierno y autoridades parlamentarias de Pro para monitorear los avances de la discusión por el megaproyecto con el que Milei pretende desregular la economía y reformar el Estado. Eran horas críticas para la Casa Rosada, por el trance que atravesaban las frenéticas negociaciones para obtener la media sanción de la ley ómnibus en Diputados. Sin apoyos para aprobar las retenciones y la movilidad jubilatoria en la votación en el recinto, la puesta en marcha de las reformas de Milei comenzaba a pender de un hilo.
Macri, que recibió la visita de Jorge Triaca, exministro de Trabajo y uno de sus consejeros, lucía ansioso en esos contactos. Considera que la oposición dialoguista debe hacer los máximos esfuerzos para colaborar con la sanción de la ley y dar un respaldo ideológico al rumbo que trazó la Casa Rosada. Pide con insistencia arropar al Presidente, pese a que el líder de los libertarios no les dio puestos de relevancia en el Estado a sus hombres de confianza. Es decir, no designó a macristas ni en la presidencia de la Cámara de Diputados ni en los cargos que manejan las cajas más codiciadas o áreas estratégicas de la economía. Cristian Ritondo, jefe de bloque de Pro, es el encargado de transmitirle las novedades de la discusión con los libertarios.
“Está atento, empujando para que salga la ley. Llama todos los días”, dice uno de los dirigentes fieles de Macri en Pro. Ritondo, junto con Diego Santilli y Silvia Lospennato, entre otros, se convirtieron en una rueda de auxilio de los inexpertos negociadores de Milei.
Macri, su esposa, Juliana Awada, y su hija Antonia
Consejos a Milei
Pese al temor de la cúpula de LLA a ser cooptados por Pro, Macri habla con frecuencia con Milei, a quien no solo le pregunta sobre asuntos personales, como si logra conciliar el sueño después de las jornadas de trabajo en la Casa Rosada o la quinta de Olivos, sino que le hace sugerencias vinculadas a la administración. Según dirigentes que dialogaron con Macri los últimos días, el exmandatario le transmitió a Milei que no debería descuidar la tarea de supervisar el avance de la gestión. Lo nota muy enfocado en el monitoreo de la economía, su área de mayor interés, mientras se demoran designaciones en cargos u organismos estratégicos. “Le dice que hay que tener ciertos cuidados con el seguimiento de la gestión. Eso no puede quedar librado al azar”, señala uno de los confidentes de Macri.
Por caso, los macristas que apoyan a Milei alertan que el Gobierno aún no avanzó con el diseño de las resoluciones para avanzar con la instrumentación de los capítulos del megadecreto de necesidad y urgencia (DNU) que están vigentes. Por ahora, la Justicia solo suspendió los artículos vinculados a la reforma laboral. Pero el resto del paquete para cambiar la legislación y atenuar la intervención estatal en la economía rigen desde el 29 de diciembre. Quienes frecuentan a Macri ponen la mira en Nicolás Posse, el influyente jefe de Gabinete, por esas demoras.
El expresidente y sus leales no solo se alarman con las “idas y vueltas” del Gobierno a la hora de implementar medidas, sino también con los ruidos que provocaron los sorpresivos desplazamientos de Guillermo Ferraro, quien estaba a cargo de la cartera de Infraestructura, o de Enrique Rodríguez Chiantore, un dirigente de Pro que pasó por la gestión de Cambiemos y trabajó en la campaña de Patricia Bullrich. Chiantore se enteró a través de un mensaje de WhatsApp que sería relevado de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS). “No se entiende: se compran complicaciones. Hay problemas de gestión inexplicables. No bajan instrucciones y esas salidas tienen un efecto sobre el resto de los ministros: quedan todos alambrados, nadie se mueve por temor a que lo echen”, resumen un exfuncionario de Cambiemos que orbita cerca de Macri.
El Gobierno difundió recién el sábado a la tarde un comunicado escueto para explicar los motivos oficiales del despido de Ferraro. Dijeron que renunciaría por “razones personales” y que Milei aprovecharía su salida para reducir costos. Pero la intempestiva expulsión de Ferraro causó una fuerte conmoción en el Gabinete. “Se inauguró el sistema totalitario”, lanzó un armador libertario de la primera hora
Milei y Macri
El Presidente apeló a la excusa de una “filtración maliciosa” –aducen que hubo varias en temas sensibles– para degradar la cartera de Infraestructura a secretaría y concentrar la gestión económica y el vínculo con las provincias en la figura de Caputo. “Nadie se puede creer lo de la filtración. ¿Quién va a querer entrar al Gobierno si se manejan de esa forma?”, resume un exministro de Macri, que dialoga habitualmente con el fundador de Pro.
Dada la decisión del Presidente de paralizar la obra pública para avanzar con una drástica reducción del gasto público, Ferraro se había quedado sin margen para maniobrar y sin peso político. “No tenía caja y no era considerado parte del equipo”, grafica un leal de Milei en LLA. Ferraro también tenía diferencias con Posse, el influyente jefe de Gabinete, por las designaciones. Incluso había quedado en la mira de Macri tras los cortocircuitos por la coordinación del operativo de fiscalización. Ferraro sospechaba de una maniobra de Macri para avanzar sobre su área.
Cerca del expresidente repiten que el rumbo económico que marcó Milei desde el inicio de su gestión es el correcto. Creen que Caputo optó por retirar el paquete fiscal de la ley ómnibus porque proyecta que cuenta con un colchón para llegar a abril cuando ingresarán los dólares de la cosecha mientras avanza con la baja del déficit. “El ajuste ahora va a ser más duro, porque prorrogaron el presupuesto de 2023, con techos que están desactualizados”, apunta un interlocutor habitual de Macri. Y presumen que Milei usará el argumento de que la “casta” del Congreso y los gobernadores le impidieron aprobar el paquete fiscal cuando impacten las medidas de ajuste en los próximos dos meses, como la suba de tarifas.
Mientras aconseja a Milei, Macri concentra su atención en el futuro de Pro. En plena pulseada con Bullrich, sus feligreses lo impulsan para ser el presidente del partido. Creen que es la única figura que puede lograr una lista unificada y reorganizar la fuerza. Los laderos del expresidente no creen que Bullrich se anime a desafiarlo, pese a que la ministra de Seguridad juega en las sombras para garantizarse lealtades. “Va a presionar para condicionar y poner gente suya, pero mejor que se aboque a la gestión”, dice un armador de Macri. El expresidente pretende que el Pro recupere el protagonismo y tenga una “voz clara”, dicen los dirigentes que lo rodean. ¿Horacio Rodríguez Larreta lo apoyará? El exjefe porteño no piensa aliarse con Bullrich para enfrentar a Macri y define por estas horas si queda en Pro o da el portazo para armar un nuevo espacio progresista con radicales, Juan Schiaretti y desprendimientos del bloque de Miguel Pichetto.
Pro, al rescate de Milei
En el macrismo saben que Milei enfrenta un escenario complejo por su falta de sustento legislativo y la fragmentación del tablero político. De hecho, consideran que los gobernadores no tienen tanto peso en los bloques del Congreso como en otros momentos históricos, lo que complica aún más las negociaciones para sacar las leyes. En la mayoría de los bloques, repiten, hay cuentapropistas sin terminales claras de poder que buscarán negociar directamente con el oficialismo.
Entre el jueves y el viernes, cuando la negociación por la ley ómnibus se encontraba atascada, Santilli, uno de los protagonistas del pacto de Acassuso, se puso al frente de las gestiones para destrabar el acuerdo. Fue el nexo entre Santiago Caputo, el asesor todoterreno de Milei, y los radicales o gobernadores dialoguistas. De hecho, Ritondo y Santilli apuraron un comunicado del bloque de Pro en apoyo a la ley ómnibus cuando las tratativas se acercaban al abismo. En el macrismo creían que aprobar la suba de retenciones y la movilidad jubilatoria impactaban sobre su base electoral. Por eso, se aliviaron con el retiro del paquete fiscal. De esa forma, era más fácil alinear al sector que “cogobierna” y los opositores “responsables”.
Santilli y Ritondo
Con un sector de los gobernadores en una posición más combativa –Rogelio Frigerio o Ignacio Torres–, Santilli y Ritondo se abroquelaron con el jefe porteño Jorge Macri. Ante el déficit de los libertarios para articular en el Congreso, avanzaron: “Tenemos que acelerar, esto no da para más. Si siguen con a todo o nada, la chocan”, evaluaron. Temían que una derrota del oficialismo genere un sacudón en los mercados y Milei comience a perder capital político. “Si se cae retenciones y jubilaciones, no lo pueden volver a tratar. Una crisis política puede derivar en una crisis económica mayor y disparar la pobreza”, coincidieron en la UCR. Consensuaron salir al rescate y asegurar la gobernabilidad.
Alentados por Macri, Pro salió a desmarcarse de gobernadores de JxC que ponían objeciones y presionaban por el reparto de recursos. Santilli y Ritondo, que ya miran el 2025 e imaginan una eventual alianza con los libertarios, acordaron con el jefe porteño acelerar el debate y aceptaron la idea de retirar el paquete fiscal. Fue Caputo el encargado de sondearlos.
En Pro vociferan su bronca mientras ejecutan las maniobras para auxiliar a LLA. No entienden cómo Milei les dio puestos codiciados a Martín Llaryora y Juan Schiaretti en la Anses, el Banco Nación o Transporte y ahora no exige como contraprestación los votos de los diputados cordobeses. “Los gobernadores tiraron demasiado de la cuerda; ahora el ajuste va a ser más fuerte”, sintetiza uno de los negociadores de Pro. Eso sí: hicieron un gesto para contentar a Jorge Macri y guardarse una carta para presionar. Motorizaron un reclamo por los fondos de coparticipación que reclama la Ciudad a la Nación tras la sentencia de la Corte. “Nosotros también podemos cantar retruco”, dicen. El sábado, tras una cumbre virtual con Bullrich, redoblaron la apuesta para marcarle la cancha a los dialoguistas que aún ponen reparos: “Pro está para sesionar el martes”, dijo Ritondo.
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Un hombre de Santiago Caputo gana poder en el Ministerio de Justicia
El segundo de Cúneo Libarona, Sebastián Amerio, tiene llegada a la Corte, influencia en la oficina que evalúa a los aspirantes a jueces y una histórica amistad con el asesor estrella de Milei
Candela IniCúneo Libarona y Amerio, en Diputados
El asesor de Javier Milei sin cargo Santiago Caputo no solo negocia la ley ómnibus en el Congreso, sino que también extiende sus redes de influencia al estratégico Ministerio de Justicia. Algunos movimientos parecen indicar que en el esquema de poder puertas adentro de la cartera encabezada por Mariano Cúneo Libarona pisa fuerte el secretario de Justicia, Sebastián Amerio.
Exprosecretario de la Secretaría Penal de la Corte Suprema y muy ligado a Caputo, con quien tiene una vieja amistad, Amerio fue el elegido por Javier Milei y su asesor cuando empezaron a pensar el armado de gabinete. Llegó a Justicia antes que Cúneo Libarona.
“A Mariano [Cúneo Libarona] lo trajo Amerio”, aseguró una fuente del oficialismo que participó del frenético armado del gabinete libertario. Ambos penalistas forjaron su vínculo en la Universidad del Museo Social Argentino. Cerca del secretario de Justicia ratificaron que fue él quien eligió a Cúneo Libarona por su perfil y dijeron que entre ambos hay una excelente sintonía. Cúneo Libarona buscó diferenciar el actual esquema del anterior, cuando dijo en entrevistas que Juan Martín Mena y Martín Soria no mantenían una uniformidad en el trabajo. En una entrevista con Infobae, el propio ministro dijo: “Santiago Caputo es mi jefe”.
Para asumir en el Poder Ejecutivo, Amerio, de 42 años, tomó una licencia en su cargo en la Corte. La sintonía con los ministros del máximo tribunal es “muy buena”, según supo de una fuente la nacion judicial, aunque su terminal más importante es Juan Carlos Maqueda. “Conoce hasta las baldosas de la Corte”, agregaron. No es esta la primera vez de Amerio en el Ministerio de Justicia. Tuvo su paso en 2008, durante la conducción de Aníbal Fernández, convocado para trabajar en la elaboración del proyecto de ley de trata de personas.
Amerio se movió como la sombra de Cúneo Libarona en varios encuentros, como la reunión con los jueces de la Cámara de Casación Penal en los tribunales de Comodoro Py y la cumbre previa a su asunción con los ministros de la Corte. También lo acompañó a Diputados, cuando el ministro fue interrogado por los legisladores para responder acerca de los artículos judiciales de la ley ómnibus. Sin embargo, circula con fuerza la idea tribunales de que Amerio será quien se encargue de hablar con los jueces y ya se le atribuye la intención de llenar algunos casilleros de poder.
El Consejo
El último plenario del Consejo de la Magistratura del año pasado, que fue el primero de la era Milei, tuvo una característica peculiar. No hubo allí ningún representante del nuevo gobierno. Las situación todavía no cambió: pasaron 50 días y Milei no tiene representación en el organismo que selecciona y sanciona a los jueces, y administra los recursos del Poder Judicial. La minoritaria representación que tiene el Gobierno en el Congreso se traduce en nula en el Consejo de la Magistratura, donde sí están representados el kirchnerismo, Pro y la UCR. “Para el próximo plenario con mucha seguridad estará el consejero, siempre que el perfil sea el adecuado”, respondieron fuentes de la cartera de Justicia a la nacion. El próximo plenario será el 20 de febrero.
El hombre que buscaba imponer Cúneo Libarona, Diego Guerendiain –que es su jefe de gabinete–, dejó de sonar para ocupar ese lugar, según supo de al menos cuatro la nacion fuentes al tanto de las negociaciones. La definición motiva disputas en un escenario con varios frentes abiertos. Tampoco prosperó la posibilidad de que fuera Martín Casares, que fue jefe de gabinete de Germán Garavano en su gestión como ministro de Justicia. El macrismo pugnaba por colocar a un candidato propio al frente de ese cargo clave para sancionar y seleccionar a los jueces.
“El ministro tiene sobre su escritorio varios candidatos/candidatas que están en etapa de estudio ”, dijeron cerca deCúneoLib aron aalana- c ion. Pero también tiene interés en ese tema el secretario de Justicia, Amerio, y en los últimos días su nombre también sonó para desembarcar en el Consejo de la Magistratura.
Una posible reforma de la Corte
Aunque las conversaciones todavía se dan tras bambalinas, en el oficialismo circula de manera preliminar la idea de impulsar un proyecto de ley para ampliar la Corte Suprema. Dos fuentes del oficialismo consultadas por atribuyen la nacion esa iniciativa a Rodolfo Barra y sus asesores. “Y si no les sale nada más envión va a tomar la idea”, dijo una de esas fuentes, refiriéndose a que pronto la Corte podría comenzar a analizar las objeciones judiciales que recibió el DNU de Milei.
El kirchnerismo y un sector del PJ, que ya presentaron proyectos de ley en ese sentido, ven con buenos ojos esa moción, y su aval quedó claro en sigilosas mesas de diálogo. “No hay un proyecto de ley escrito, pero eso se resuelve en dos minutos, la idea está en un sector del Gobierno”, dijo un funcionario.
En el Gobierno hay optimismo para completar las vacantes del Poder Judicial. Sin peso en el Congreso, los funcionarios se enfrentan al desafío de lograr acuerdos con la política para poder sortear las dificultades. Tanto para cubrir la vacante de la Corte Suprema como para poder nombrar al próximo jefe de los fiscales, el Gobierno deberá negociar para lograr la mayoría de dos tercios de los votos, algo que la gestión de Alberto Fernández no consiguió. Pero, además, el oficialismo busca completar tres cargos en la Cámara de Casación, seis jueces de tribunal oral federal para los juicios por corrupción, cuatro jueces federales de primera instancia en Comodoro Py y, eventualmente, dos camaristas federales.
Cuando asumió como ministro, Cúneo Libarona retiró los 62 pliegos que estaban en el Senado a la espera de ser tratados. De esos pliegos, 38 eran para nombrar jueces. Todavía están bajo estudio, pero en la cartera de Justicia dicen que pronto van a mandar una tanda de pliegos a la Cámara alta. El 28% de los cargos del Poder Judicial están vacantes. El Consejo de la Magistratura tiene que elaborar alrededor de 70 ternas para mandar al Poder Ejecutivo.
Tal como anunció Cúneo Libarona, el ministerio perdió peso en la estructura del Estado. Al asumir, fueron transferidas la Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios y la Agencia de Materiales Controlados (Anmac) al Ministerio de Seguridad. “El tamaño del ministerio se redujo en un 38%”, dijo un funcionario del área. También fue disuelta la Subsecretaría de Relaciones con el Poder Judicial. En esa dependencia se encontraba la “Oficina 588”, que elabora los informes de los pliegos y de los aspirantes a cubrir las vacantes del Poder Judicial. Es una oficina burocrática, pero que tiene incidencia en la cadena de nombramientos de los jueces. Según supo la nacion, Cúneo Libarona pidió que esa dependencia pasara a estar bajo su órbita, pero por ahora sigue bajo la del influyente secretario de Justicia.
El asesor de Javier Milei sin cargo Santiago Caputo no solo negocia la ley ómnibus en el Congreso, sino que también extiende sus redes de influencia al estratégico Ministerio de Justicia. Algunos movimientos parecen indicar que en el esquema de poder puertas adentro de la cartera encabezada por Mariano Cúneo Libarona pisa fuerte el secretario de Justicia, Sebastián Amerio.
Exprosecretario de la Secretaría Penal de la Corte Suprema y muy ligado a Caputo, con quien tiene una vieja amistad, Amerio fue el elegido por Javier Milei y su asesor cuando empezaron a pensar el armado de gabinete. Llegó a Justicia antes que Cúneo Libarona.
“A Mariano [Cúneo Libarona] lo trajo Amerio”, aseguró una fuente del oficialismo que participó del frenético armado del gabinete libertario. Ambos penalistas forjaron su vínculo en la Universidad del Museo Social Argentino. Cerca del secretario de Justicia ratificaron que fue él quien eligió a Cúneo Libarona por su perfil y dijeron que entre ambos hay una excelente sintonía. Cúneo Libarona buscó diferenciar el actual esquema del anterior, cuando dijo en entrevistas que Juan Martín Mena y Martín Soria no mantenían una uniformidad en el trabajo. En una entrevista con Infobae, el propio ministro dijo: “Santiago Caputo es mi jefe”.
Para asumir en el Poder Ejecutivo, Amerio, de 42 años, tomó una licencia en su cargo en la Corte. La sintonía con los ministros del máximo tribunal es “muy buena”, según supo de una fuente la nacion judicial, aunque su terminal más importante es Juan Carlos Maqueda. “Conoce hasta las baldosas de la Corte”, agregaron. No es esta la primera vez de Amerio en el Ministerio de Justicia. Tuvo su paso en 2008, durante la conducción de Aníbal Fernández, convocado para trabajar en la elaboración del proyecto de ley de trata de personas.
Amerio se movió como la sombra de Cúneo Libarona en varios encuentros, como la reunión con los jueces de la Cámara de Casación Penal en los tribunales de Comodoro Py y la cumbre previa a su asunción con los ministros de la Corte. También lo acompañó a Diputados, cuando el ministro fue interrogado por los legisladores para responder acerca de los artículos judiciales de la ley ómnibus. Sin embargo, circula con fuerza la idea tribunales de que Amerio será quien se encargue de hablar con los jueces y ya se le atribuye la intención de llenar algunos casilleros de poder.
El Consejo
El último plenario del Consejo de la Magistratura del año pasado, que fue el primero de la era Milei, tuvo una característica peculiar. No hubo allí ningún representante del nuevo gobierno. Las situación todavía no cambió: pasaron 50 días y Milei no tiene representación en el organismo que selecciona y sanciona a los jueces, y administra los recursos del Poder Judicial. La minoritaria representación que tiene el Gobierno en el Congreso se traduce en nula en el Consejo de la Magistratura, donde sí están representados el kirchnerismo, Pro y la UCR. “Para el próximo plenario con mucha seguridad estará el consejero, siempre que el perfil sea el adecuado”, respondieron fuentes de la cartera de Justicia a la nacion. El próximo plenario será el 20 de febrero.
El hombre que buscaba imponer Cúneo Libarona, Diego Guerendiain –que es su jefe de gabinete–, dejó de sonar para ocupar ese lugar, según supo de al menos cuatro la nacion fuentes al tanto de las negociaciones. La definición motiva disputas en un escenario con varios frentes abiertos. Tampoco prosperó la posibilidad de que fuera Martín Casares, que fue jefe de gabinete de Germán Garavano en su gestión como ministro de Justicia. El macrismo pugnaba por colocar a un candidato propio al frente de ese cargo clave para sancionar y seleccionar a los jueces.
“El ministro tiene sobre su escritorio varios candidatos/candidatas que están en etapa de estudio ”, dijeron cerca deCúneoLib aron aalana- c ion. Pero también tiene interés en ese tema el secretario de Justicia, Amerio, y en los últimos días su nombre también sonó para desembarcar en el Consejo de la Magistratura.
Una posible reforma de la Corte
Aunque las conversaciones todavía se dan tras bambalinas, en el oficialismo circula de manera preliminar la idea de impulsar un proyecto de ley para ampliar la Corte Suprema. Dos fuentes del oficialismo consultadas por atribuyen la nacion esa iniciativa a Rodolfo Barra y sus asesores. “Y si no les sale nada más envión va a tomar la idea”, dijo una de esas fuentes, refiriéndose a que pronto la Corte podría comenzar a analizar las objeciones judiciales que recibió el DNU de Milei.
El kirchnerismo y un sector del PJ, que ya presentaron proyectos de ley en ese sentido, ven con buenos ojos esa moción, y su aval quedó claro en sigilosas mesas de diálogo. “No hay un proyecto de ley escrito, pero eso se resuelve en dos minutos, la idea está en un sector del Gobierno”, dijo un funcionario.
En el Gobierno hay optimismo para completar las vacantes del Poder Judicial. Sin peso en el Congreso, los funcionarios se enfrentan al desafío de lograr acuerdos con la política para poder sortear las dificultades. Tanto para cubrir la vacante de la Corte Suprema como para poder nombrar al próximo jefe de los fiscales, el Gobierno deberá negociar para lograr la mayoría de dos tercios de los votos, algo que la gestión de Alberto Fernández no consiguió. Pero, además, el oficialismo busca completar tres cargos en la Cámara de Casación, seis jueces de tribunal oral federal para los juicios por corrupción, cuatro jueces federales de primera instancia en Comodoro Py y, eventualmente, dos camaristas federales.
Cuando asumió como ministro, Cúneo Libarona retiró los 62 pliegos que estaban en el Senado a la espera de ser tratados. De esos pliegos, 38 eran para nombrar jueces. Todavía están bajo estudio, pero en la cartera de Justicia dicen que pronto van a mandar una tanda de pliegos a la Cámara alta. El 28% de los cargos del Poder Judicial están vacantes. El Consejo de la Magistratura tiene que elaborar alrededor de 70 ternas para mandar al Poder Ejecutivo.
Tal como anunció Cúneo Libarona, el ministerio perdió peso en la estructura del Estado. Al asumir, fueron transferidas la Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios y la Agencia de Materiales Controlados (Anmac) al Ministerio de Seguridad. “El tamaño del ministerio se redujo en un 38%”, dijo un funcionario del área. También fue disuelta la Subsecretaría de Relaciones con el Poder Judicial. En esa dependencia se encontraba la “Oficina 588”, que elabora los informes de los pliegos y de los aspirantes a cubrir las vacantes del Poder Judicial. Es una oficina burocrática, pero que tiene incidencia en la cadena de nombramientos de los jueces. Según supo la nacion, Cúneo Libarona pidió que esa dependencia pasara a estar bajo su órbita, pero por ahora sigue bajo la del influyente secretario de Justicia.
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