IDENTIDAD CULTURAL

La plaza San Martín y el héroe que peleó en la reconquista
Andrés Ramón Jacquelin

Lo que hoy día es la plaza San Martín, barrio de Retiro en Buenos Aires, era en 1800 era el “Parque del Retiro”.
Una historia dice que en el siglo XVII, un hombre construyó y habitó allí una ermita dedicada a San Sebastián llevando una vida “retirada” lejos de la ciudad, lo que derivó en nombrar “Retiro” al lugar. otra sostiene que se debe a la casa “Del Retiro” que existió en el siglo XVIII en las actuales calles Arenales y Maipú, una tercer opinión plantea que como la zona estaba alejada del centro de la ciudad, era el retiro.
A principios del siglo XVIII el lugar fue el mercado de venta de esclavos africanos. Eran bajados de los barcos en botes y en carretas que se adentraban en el fangoso río que por la época llegaba a la actual Avenida del Libertador. Una vez demolido el mercado, se edifica en la zona la segunda plaza de toros de la ciudad (1801). Frente al río ya existía la batería de cañones de defensa costera “Virrey Abascal”.
La plaza de toros estaba ubicada al final de la calle de Los Mendocinos (hoy en día Maipú), detrás del actual monumento a San Martín. Era una construcción de ladrillos de forma octogonal, de 70 metros de diámetro. Contaba con ventanas en todo el perímetro y en el interior la pista de arena, gradas y palcos de madera. Durante la segunda invasión inglesa el área fue escenario de intensos combates por parte de las fuerzas patriotas al mando del capitán Juan Gutiérrez de la Concha y el teniente de navío Cándido Francisco José de Lasala.
Cándido había nacido en Buenos Aires en 1770. Era primo del general José de San Martín. De joven viaja a España, se alista en la Real Armada. Como alférez de Fragata explora la costa patagónica, y ancla por dos años en las islas Malvinas. Estando en Montevideo en 1806, el joven artillero se une al “batallón de Marinos” formado por criollos, españoles y otros extranjeros, y bajo las órdenes de Liniers evaden a la flota británica y entran en Buenos Aires. Combate en la reconquista como teniente de Fragata.
Al año siguiente, el 5 de julio de 1807, sucede la batalla de Plaza de Toros. Los infantes de marina con refuerzo de Pardos, Morenos y Patricios, un total de 800 hombres, se enfrentaron a la brigada 87 de sir Samuel Auchmuty y el regimiento 38 del mayor John nugent, sumando 2500 invasores. A las 7 de la mañana, nugent avanza desde corrales de Miserere (hoy once) por la actual calle Juncal con el objetivo de asaltar la Plaza de Toros. Derrotando todas las defensas que se encontró a su paso continuó su marcha por la barranca, hasta capturar la batería Patriota Abascal. Con los mismos cañones capturados, nugent abrió fuego sobre la Plaza de Toros. Los patriotas que defendían la Plaza salieron a hacerle frente, pero luego de dos horas de intensa lucha, son derrotados. En dicha acción, Cándido cae mortalmente herido. La rendición de Gutiérrez de la Concha se hizo efectiva a las 9 de esa mañana. Cándido fallece dos días después. Fue el primer infante de marina muerto en combate en nuestra patria. La plaza tomada con 245 bajas, fue el único y efímero éxito militar británico de la jornada. Los muertos patriotas fueron enterrados con pompa militar bajo el piso del patio del claustro del convento de Santa Clara, hoy iglesia de San Juan Bautista, Alsina 824.
Herminiazlogarenanecdotario 2 de la infantería de marina”, Editorialerrecaborde,año2000, relata una versión familiar que cuenta que Cándido estaba de novio con su sobrina Cayetana Juana de Santo Domingo Oromí y Lasala, la cual, al enterarse de la tragedia toma la decisión de ingresar al convento de las Catalinas (hoy Viamonte y San Martín), realizando sus votos religiosos con el nombre de sor María del Rosario de la Victoria.
Tras la rendición de 1807, la zona paso a llamarse “Campo de la Gloria”, Luego “Plaza de Marte” (en honor al dios romano de la guerra). En 1819 se demolió la plaza de toros. Los ladrillos se usaron para formar los arcos del “cuartel militar del retiro” que se estaba edificando sobre la barranca. En 1878, al celebrarse el centenario del nacimiento del general San Martin, se bautiza la zona con su nombre definitivo, “Plaza San Martin”.
Existe hoy día en la plaza, un monolito inaugurado en 1978 recordatorio de Cándido de Lasala. Está emplazado frente al Palacio Paz (Círculo Militar) bajo un árbol, a 50 metros de la estatua de San Martin. En el sitio hay una placa referencial, un ancla, municiones y cadenas alusivas que pertenecieron al buque de desembarco “ARA Cándido de Lasala”.
Un sobrio y hermoso recordatorio del combate y su héroe, a la sombra de la estatua de su primo, el padre de la Patria.

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