Milei pisa fuerte el acelerador de la batalla cultural
— por Pablo Sirvén
Como niñitos terribles con desórdenes de conducta, el 24 de marzo pelearon los ardorosos defensores de dos hashtags antagónicos en las redes sociales:#son30mily#noson30mil. Los de #Son30mil acusan a los otros de ser negacionistas del terrorismo de Estado, en tanto que los de #Noson30mil acusan a aquellos de negacionistasdelterrorismodelasguerrillas setentistas. Desde hace cuarenta años, la misma cantinela. Poco enfocados en el presente y, mucho menos, en el futuro. Así estamos.
Con tal de terminar con tan estúpida discusión de dos puntos de vista divergentes sobre un mismo tema –el primero refiere al número emblemático de desaparecidos; el segundo alude a la cifra concreta que figura en los registros oficiales– habría que contentar a los primeros diciéndoles que fueron 40.000 y a los segundos, tranquilizarlos con que no pasaron de 5000, a ver si se logra sacarlos de una vez de ese empantanamiento patológico. Tal vez así puedan redirigir esas energías desperdiciadas a temas más productivos.
El Gobierno perdió la oportunidad de elevarse por encima de esa controversia estéril al difundir un spot que lució muy pobre, con apenas tres testimonios. Pero lo peor es que al abordar el tema de la guerrilla terrorista y manifestarse sobre el accionar de la represión militar solo de manera tangencial, quedó avalando tácitamente lo que la Justicia definió ya hace mucho como un plan criminal sistemático. Está claro que los guerrilleros no fueron “jóvenes idealistas” sino crueles asesinos, pero eso no habilita a restarle importancia –o, peor, justificar– a lo que el Estado jamás debió hacer.
Javier Milei podría dejar una marca positiva sobre el asunto si cambiara el oscuro feriado del 24 de marzo (comienzo de la última dictadura militar) por el del muy luminoso 10 de diciembre (restauración de la democracia, en 1983, y, además, Día de los Derechos Humanos).
En los últimos días, el Presidente viene pisando cada vez más fuerte el acelerador de la batalla cultural con el afán de impregnar con su ideario a la sociedad argentina, incluso al 44% que no lo votó. Un enorme desafío, por cierto, intentar volverse hegemónico, siendo tan exiguo su sustento legislativo y nulo su poder territorial. De conseguirlo, merecerá figurar en los libros.
Si el “fenómeno Milei” ya es raro por donde se lo mire, incurre en otra curiosa peculiaridad al moverse en dicho plano con procederes similares a los del kirchnerismo: determinación, persistencia y agresividad para que sus conceptos y novedades penetren viralizados tanto en el mundo real como, particularmente, en el mundo virtual. En este, el Presidente, algunos de sus principales colaboradores y multitudes de seguidores son expertos en navegarlo y en sacarle el mejor provecho.
Buena parte del día, el primer mandatario “premia” con generosos RT las noticias y comentarios halagüeños a su administración. A los demás los ignora o, si se trata de periodistas y medios conocidos, prefiere basurearlos, con especial predilección por el Grupo Clarín, tal como lo hace el kirchnerismo desde la lejana crisis con el campo, allá por 2008.
La mencionada toma de posición frente a la controvertida conmemoración del 24 de marzo, el cambio de nombre del Salón de las Mujeres y los anunciados del CCK y del Salón de los Pueblos Originarios, el vaciamiento de Télam y de la TV Pública, la suspensión de la operatoria de las cooperativas, el revoleo constante de cifras imprecisas sobre despidos en la administración pública y el enfrentamiento internacional con los presidentes de Colombia, Venezuela y México indican que Javier Milei y Cía. ya no se conforman con concentrar su atención estrictamente en las obsesivas metas de alcanzar el equilibrio fiscal y bajar la inflación, sino que van por un objetivo mucho más ambicioso y abarcador. Ahora el oficialismo busca que la batalla cultural se haga carne en algo más profundo y subliminal, como es establecer un cambio de sentido a fondo, bien a contramano de los que instaló el kirchnerismo durante veinte años. Si los artistas suelen salir a favor de esa ideología, en la semana que pasó ese bloque mostró no ser tan compacto y que figuras relevantes como Guillermo Francella, Raúl Lavié y hasta Andrés Calamaro miran con mayor empatía al actual gobierno.
Una vez más, la experiencia del macrismo en lo más alto del poder, entre 2015 y 2019, sirve de parámetro a la nueva administración para no tropezar con las mismas piedras. Así como el gradualismo económico de Cambiemos terminó teniendo consecuencias fallidas, La Libertad Avanza le hace honor al nombre y arremete en la materia de manera impetuosa para no cometer, por lo menos, ese mismo error (aunque pueda caer en otros).
Tampoco suscribe la teoría del “libre albedrío” que impuso Marcos Peña durante aquella gestión, dejando a la opinión pública librada a la buena de Dios, sin “orientadores” oficiales en temas de debate. Eso hizo que tras la intensa experiencia cristinista, y habiendo perdido las elecciones de 2015 por escaso margen, el kirchnerismo se sintiera envalentonado para seguir usando su altavoz a todo volumen y denostar sin tregua a ese gobierno, algo que ahora no sucede con aquella intensidad.
La ruta 2 atestada y la costa repleta de turistas en este fin de semana extralargo que transitamos agrega otro valioso plus que alarga el “veranito” mileísta en pleno otoño.
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Belsunce: la condena que llegó después de 21 años
Gabriel Di Nicola
Habían pasado dos horas y media desde que se había conocido la absolución de Nicolás Pachelo en el tercer juicio por el homicidio de María Marta García Belsunce, crimen ocurrido en el country Carmel, en Pilar, el 27 de octubre de 2002. Patricio Ferrari, Andrés Quintana y Federico González, el equipo especial de fiscales que estuvo a cargo de la acusación, se sentían golpeados. Después de casi cinco meses de debate, estaban convencidos de que había pruebas suficientes para condenar al exvecino de la víctima como el asesino. Su jefe, el fiscal general de San Isidro, John Broyad, los reunió y bajó un sol furibundo, les transmitió tranquilidad y confianza: “En el Tribunal de Casación Penal lo damos vuelta. El voto de Federico Ecke [presidente del tribunal y que se había inclinado por una condena] está muy bien fundamentado. Fue fuerte lo de ‘algo huele mal en Dinamarca’”.
Era el 2 de diciembre de 2022. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°4 de San Isidro había dado a conocer el veredicto a las 11.37. Por mayoría, con los votos de Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin, el hijo de Roberto Pachelo, uno de los fundadores de Carmel, fue absuelto por el “crimen del country”. La fiscalía había solicitado prisión perpetua.
“Pachelo ha sido, es y será el autor del crimen”, dijo Ferrari, antes de retirarse del edificio de los tribunales de San Isidro, en Ituzaingó 340, para dirigirse a la Fiscalía General del distrito, situada a pocos metros, en una casona con aljibe, para reunirse con Broyad, González, Quintana y el equipo de colaboradores que trabajaron codo a codo en este caso. Broyad era el más convencido. “¿Leyeron lo de Ecke?”, preguntaba a las personas que entraban en la Fiscalía General, según pudo reconstruir la nacion de fuentes que estuvieron esa tarde donde los fiscales, funcionarios y empleados compartieron choripanes y sándwiches de lomo. Todos hicieron catarsis.
“La Justicia está representada por una mujer con sus ojos vendados, en una mano una balanza y en la otra una espada. La mujer, inspirada en la diosa griega Temis, que significa “orden”. Los ojos vendados, con el fin de destacar que la Justicia solo mira a las personas, es decir, que es imparcial. La balanza, igualdad con que la Justicia trata a todos. La espada simboliza la fuerza inflexible de la letra de la ley. Pareciera que la pregunta de quién la mató [a María Marta], a mi pesar, mantendrá su suspenso. “Como anillo al dedo, viene la expresión, ‘algo huele mal en Dinaminoría marca’”, leyó en voz alta, una y otra vez, Broyad. La cita de William Shakespeare en su obra Hamlet era parte del voto de Ecke.
Un año, tres meses y 25 días después, Broyad, Ferrari, Quintana y González sintieron una gran satisfacción: la Sala I del Tribunal de Casación bonaerense condenó a Pachelo a prisión perpetua por el homicidio de García Belsunce.
Como Broyad en su momento, los jueces María Florencia Budiño y Fernando Luis María Mancini, en su fallo convalidaron el veredicto condenatorio de la [el voto de Ecke] “respecto del hecho que damnificara a García Belsunce, con el alcance fijado por el acusador público durante el juicio marginada la subsunción ampliada, en tanto ha quedado demostrada la intervención ejecutiva del acusado Pachelo”.
Para los magistrados, “Pachelo ingresó en la propiedad situada en Santa Lucía sin número del barrio Carmel, donde residían García Belsunce y Carrascosa, y mientras se encontraba desarrollando su plan delictivo en el interior de la vivienda, advertida María Marta de la presencia del intruso, en la planta superior de la casa, a fin procurar su impunidad debido al conocimiento que de él tenía la víctima, procedió a propinarle golpes de puño en el rostro y en el cuerpo, para luego, con la inequívoca voluntad de darle muerte en busca de impunidad, efectuarle con el arma que portaba, un revólver calibre 32, seis disparos sobre la damnificada, siendo que uno de ellos le provocó una lesión superficial (rebote) en el sector de la bóveda craneana, mientras los cinco restantes fueron efectuados a corta distancia, siendo que uno de ellos le provocó una lesión contuso perforante con fractura de cráneo y los cuatro restantes impactaron en el pabellón auricular izquierdo”.
Como en diciembre de 2022, con el veredicto absolutorio, el miércoles pasado, tras la sentencia condenatoria, hubo un encuentro en la Fiscalía General de San Isidro para “desmenuzar” el fallo. Los representantes del Ministerio Público sintieron satisfacción por el trabajo hecho. Están convencidos de que la decisión de los jueces Budiño y Mancini es, finalmente, un reconocimiento al trabajo que comenzaron María Inés Domínguez, fiscal fallecida en 2019, y Quintana, que analizaron una y otra vez la prueba que había en el expediente y que, según ellos siempre conducía a la pista de Pachelo, pero fue ignorada una y otra vez.
Ahora, sienten, se hizo justicia
La tenacidad del equipo de fiscales que sustentó la acusación contra Nicolás Pachelo derivó, finalmente, en la condena por el homicidio de María Marta García Belsunce
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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