jueves, 11 de junio de 2020

ELEGIDOS, ...MIEDO POR MAYOR


Clásicos para celebrar el centenario del doctor Caligari
El gabinete del doctor Caligari, de R. Wiene
“¡Tan despacio llegan aquí las películas extranjeras!”, se lamentaba de manera anticipada a su estreno en la Argentina el crítico Narciso Robledal –aquel que junto con Horacio Quiroga llevaba adelante la sección dedicada al “cinematógrafo” en la revista Caras y Caretas– sobre la película que había tenido oportunidad de ver en el Capitol Theatre de Nueva York y asimismo aconsejaba a las “lectoras cuyo sistema nervioso sea delicado” ante el impacto que podía causar su exhibición. “Bastará –¡oh, amables lectoras!– con una pequeña dosis de bromuro o simplemente con un vaso de agua con gotas de azahar”.
Así se anunciaba, para el 23 de junio de 1922 en Buenos Aires, el estreno de El gabinete del doctor Caligari, una película que se había presentado al público por primera vez el 26 de febrero de 1920 en el Marmorhaus de Berlín, pero que en la Argentina tuvo inconvenientes en su exhibición, porque contravenía una ordenanza municipal que no permitía obras situadas en el interior de hospicios.
Fue recuperada para su exhibición en 1927 por León Klimovsky, quien la proyectó en la biblioteca Anatole France como prólogo a la fundación del Cine Club Buenos Aires, un año después. Allí confluyeron Jorge Romero Brest, Horacio Cóppola, Jorge Luis Borges y José Luis Romero y se hicieron nuevas proyeccionesdel clásico que casi medio siglo más tarde fue “telonero” de las presentaciones del disco Ar taud, de Spinetta, en el Teatro Astral.
De su dorada première berlinesa, tan solo un mes después de terminada la película, se cumplió un siglo. Es la obra cumbre del expresionismo en el cine o, a juicio de los puristas, una de las pocas que merecen tal denominación en virtud de su escenografía devenida de las artes plásticas. Pero referirse a El gabinete del doctor Caligari es también la posibilidad de recordar junto con la gran película de Robert Wiene una época que un estudioso como Lotte Eisner definió en libros como La pantalla demoníaca, o Siegfried Kracauer dimensionó en De Caligari a Hitler, con los precisos y preciosos contornos académicos que permiten vislumbrar cómo el cine reflejaba tanto el crujir democrático de la República de Weimar –con su escenario de hiperinflación y miseria– como anticipar el ascenso del nazismo. Pero, entretanto, se deben advertir los grandes alardes de su creatividad y cómo el cine ya se había convertido en un fenómeno de masas en Alemania.
Al igual que su realización, el estreno de El gabinete del doctor Caligari está repleto de leyendas, pero el crítico argentino de Caras y Caretas asistió a la singular proyección neoyorquina, que incluía prólogo y epílogo de teatro en vivo recomendándola fervientemente: “Véanla nuestros lectores y pasarán más de una hora intrigadísimos, bien que algunos espíritus impresionables sueñen con ella al acostarse…”, remarcaba sobre una historia contada como un cuento de hadas,
pero que es considerada “el primer verdadero film de terror” por el prestigioso Roger Ebert, si bien El estudiante de Praga (puede verse en YouTube) fue la piedra basal del período.
“La alegoría final sugiere que el mundo en que vivimos está en manos de un loco”, analizó el uruguayo Manuel Martínez Carril sobre la premonitoria anticipación de Caligari. Su oscuro y retorcido estilo visual, lo turbio del manejo de la autoridad y la percepción desdoblada de una realidad opresiva constituyeron una marca para el cine alemán inmediatamente posterior y una poderosa influencia estilística en el cine de Hollywood de las décadas subsiguientes, influencia que llega hasta nuestros días de la mano de Tim Burton y de ciertos perfiles de la cultura dark.
Junto con los ríos de tinta en su honor, algo queda claro: Caligari convirtió un período del cine en clásico y extendió la vigencia reflexiva de las vanguardias durante un centenario que hoy celebra, y que hace necesario volver a verla una vez más, título al que le sumamos films enrolados en el expresionismo para descubrir.


EL GABINETE DEL DOCTOR CALIGARI (1920)
El gabinete del doctor Caligari (1920) - Filmaffinity
Hans Janowitz y Carl Mayer escribieron la historia de un médico hipnotizador que recorre los pueblos como feriante y lleva a un médium, Césare, capaz de predecir la muerte y es además instigado a cometer asesinatos. Iba a ser dirigida por Fritz Lang, pero fue Robert Wiene quien se encargó del film, que protagonizaron Werner Krauss, como el doctor del título, y Conrad Veidt, como Césare. Ambos actores venían del teatro expresionista. Con la llegada de Hitler, Krauss abrazó el nazismo y se lo nombró “actor del Estado”, mientras Veidt escapó de Alemania y fue el agente nazi Heinrich Strasser en otro clásico, Casablanca. Disponible En Qubit y En youtube.

NOSFERATU (1922)
Nosferatu (1922) Subtítulos en español - YouTube
Primera adaptación no oficial de Drácula, de Bram Stoker, fue la única producción de Prana Film, empresa fundada con intención de producir películas sobre el ocultismo. La viuda de Stoker inició un juicio por plagio y la sentencia ordenó la destrucción de las copias, pero ya muchas habían sido distribuidas por el mundo y eso salvó la obra de Friedrich Wilhelm Murnau. Por lo demás, la historia es casi idéntica y sirvió a una remake de Werner Herzog y al film La sombra del vampiro, que la homenajean. Max Schreck encarnó al singular conde Orlok y su rol también estuvo sujeto a leyendas vampíricas. Murnau murió a los 42 años en un accidente de auto en California. En 2015, su cráneo fue robado del cementerio Stanhdorf de Berlín. Disponible En Qubit

LOS NIBELUNGOS (1924)
Los Nibelungos - 1ª Parte: La Muerte de Sigfredo (Los Nibelungos ...
“La muerte de Sigfrido” y “La venganza de Krimilda” enmarcan las dos partes de esta obra maestra del genio de Fritz Lang, a la que el teórico Román Gubern definió como “expresionismo arquitectónico”. En la primera, Sigfrido,hi jo del rey, forja una espada de gran guerrero y enfrenta al dragón, pero sucumbe a la traición. En la segunda, Krimilda debe vérselas con el rey de los hunos, a quien utiliza como instrumento de venganza por la muerte de Sigfrido. La partitura de Gottfried Huppertz completa la epopeya visual que Lang también demostró con creces en Metrópolis y la densidad de la historia de M, el vampiro, también disponibles en esta plataforma. Disponible En Qubit

LAS MANOS DE ORLAC (1924)
Las Manos De Orlac (Orlacs Hande) (1924) (Import): Conrad Veidt ...
Luego de Caligari, la fama de Robert Wiene alcanzó escala mundial y le permitió seguir rodando varios títulos, algunos de raigambre expresionista, como Genuine, y otros literarios, como aquel basado en Crimen y castigo, de Dostoievski. Orlac (Conrad Veidt) es un famoso pianista que pierde las manos en un accidente y recibe las de un asesino como trasplante. Su talento interpretativo desaparece, pero sus impulsos criminales lo obsesionan (está basada en el libro de Maurice Renard). Wiene rodó algunos títulos más y huyó de Alemania con la llegada de los nazis, tras lo cual recaló primero en Hungría y luego en París, donde murió en 1938. Disponible En Qubit

FAUSTO (1926)
FAUSTO (1926) – El Coleccionista de Películas
Fue una de las producciones más costosas de la productora UFA, el estudio más importante de Alemania hasta la llegada del nazismo. Los claroscuros fotográficos deslumbraron junto a efectos especiales adelantados para la época. Aquí, el trasfondo de la peste lleva al venerable Fausto a un pacto con Mefistófeles para luego sucumbir ante la promesa de la juventud eterna. El magistral Emil Jannings ya había trabajado con Murnau en Tartufo y La última carcajada, esta última también disponible en streaming. 
Cine] Crítica: 'La última carcajada' (2019), nunca es tarde para ...
Unos jirones de llamas, unas letras de fuego se inscriben de través en la pantalla prometiendo a Fausto, como antaño al doctor Caligari, el poder y la grandeza”, escribió Lotte Eisner. Disponible En Qubit

P. D. V.

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