CINCO DÉCADAS, CINCO DISCOS PARA NO PERDERSE

Cada álbum de Dylan encierra un momento histórico o un cambio de estilo. Estas son algunas de esas bisagras que marcaron su carrera
Highway 61 Revisited (1966)

Con un repertorio que incluye joyas de la corona como “Like a Rolling Stone”, “Ballad of a Thin Man” y la impactante canción-río “Desolation Row”, el joven trovador folk se transforma en un agudo narrador.
Blood on the Tracks (1975)
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La pena por el divorcio de su primera esposa, Sara, tiñe el ambiente de un álbum mayormente confesional pero que también contiene otro tipo de alegorías y misterios. Reúne un encanto y sagacidad únicos.
Infidels (1983)
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Primer disco secular luego de su etapa religiosa, cruza su reconocida pericia para la observación social con una poética amorosa profunda y elegante. Lo apoya una banda estelar: dos Stones, dos Dire Straits, entre otros.
Time Out of Mind (1997)
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Una nueva resurrección artística que sucedió a un período más bien gris. Marcado por una producción nebulosa y atmosférica de Daniel Lanois, reafirmó su potencia creativa e inauguró un singular tono de vocal.
Modern Times
(2006)

Cierre de la trilogía que, con Time Out of Mind y Love Theft (2001), le señaló al mundo un renacimiento definitivo cargado de blues espeso con referencias tan oblicuas como Alicia Keys, Elmore James y Willie Dixon.
A. L.
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