Hong Chau en Homecoming
2 temporadas Disponible en Amazon Prime Video
Con una diferencia de pocos meses, esta actriz nacida en Tailandia en un campo de refugiados vietnamitas y criada en los Estados Unidos interpretó a dos de los personajes femeninos más interesantes de los últimos tiempos. En la imperdible Watchmen (disponible en HBO Go), fue Lady Trieu, una villana que explicaba sus planes siniestros con una delicadeza hipnótica. De hablar suave y apariencia frágil, la actriz se destacó en un elenco que no tenía un punto débil. Y lo vuelve a hacer ahora en la segunda temporada de Homecoming, serie en la que había hecho una aparición en sus primeros capítulos. Figura misteriosa y catalizador de la trama en los nuevos episodios, aquí la actriz interpreta a Audrey Temple, una mujer ambiciosa pero insegura. En las escenas que comparte con Janelle Monáe, Chau aporta profundidad y matices que la cantante no consigue transmitir, y en aquellas secuencias en las que se mide con el brillante Chris Cooper, la actriz expresa el equilibrio entre respeto, enojo y frustración que experimenta su personaje.
Kerry Washington en Little Fires Everywhere
1 temporada
Disponible en Amazon Prime Video
Para algunos, Kerry Washington siempre será Olivia Pope. Aquel personaje de la serie Scandal, mujer inteligente, capaz y con más problemas que cualquier heroína de telenovelas, hizo que la actriz fuera reconocida en todo el mundo y que la industria de la TV le diera su merecido lugar como protagonista. Claro que el éxito de Scandal y la marca que dejó Pope en los espectadores podrían haberle jugado en contra a la hora de volver a la pantalla chica. Un peligro que claramente Washington esquivó con esta miniserie basada en la novela de Celeste Ng. En la ficción, la actriz interpreta a Mia Warren, una misteriosa mujer que llega a un pueblo de Ohio con la intención de pasar desapercibida, como en todos los otros lugares en los que recaló antes junto a su hija adolescente. Mia es misteriosa, siempre en estado de alerta y “para nada encantadora”, como dice de ella Elena Richardson (Reese Witherspoon), la mujer que dará por tierra con todos sus planes.
Mark Addy en White House Farm
1 temporada Disponible en Directv Go
Uno de los primeros indicios de que Game of Thrones era una serie que escapaba a las normas de la ficción fue –¿es necesario el alerta de spoiler? – la muerte del rey Robert Baratheon en la primera temporada. La sorpresa, la primera de muchas, no sólo tenía que ver con el personaje sino con el actor que lo interpretaba, Mark Addy. El británico, conocido por su papel en Todo o nada, era una de las pocas caras reconocibles del elenco y su temprana muerte dejó a los espectadores advertidos de que esa ficción no era como las otras.una impresión así de fuerte es la que causa también su detective en White House Farm. Inspirada en un crimen real, la ficción comienza con la muerte de casi toda la familia Bamber, aparentemente provocada por el ataque psicótico de la hija mayor. Llegado a la escena del crimen para ayudar a los sobrevivientes, el detective Jones sospecha que no todo es lo que aparenta. Con su andar algo cansino y su mirada aguda, el personaje ayuda a que la trama avance y lo pone humanidad a un relato que hace dudar de su existencia.
Hacer reír, necesario para hacer pensar
M.A.
(Estados Unidos/2020). Especial de stand up de hannah gadsby. disponible en: Netflix
“Hay belleza en mi manera de pensar”, dice Hannah Gadsby sobre el final de su flamante especial de stand up tras el demoledor Nanette. Su afirmación no nace desde un lugar soberbio Por el contrario: Gadsby apela a su base de seguidores, a las minorías que vivieron creyendo que todo lo que pensaban, sentían o hacían era un error.
En su reciente producción, breve y al hueso, Gadsby alude a las críticas a su aclamado trabajo con su mejor arma –grandes chistes, supremo poder de oratoria–, y revierte la dinámica. Así como Nanette era impredecible, Douglas es lo opuesto. Gadsby comienza su monólogo desglosando todo aquello de lo que hablará desde ese momento en adelante. Es una ingeniosa manera de distanciarse de su aclamado especial previo, y al mismo tiempo es una excelente forma de reivindicarlo ¿Cómo lo hace? Corriéndose de la autorreferencialidad, pero atacando las mismas problemáticas.
Recordemos que la comediante es licenciada en Historia del Arte, y aquí se basa en material visual para demostrar cómo, desde lo pictórico, la mujer siempre quedaba relegada, sumisa, pasiva. El pintor, en cambio, era quien decidía dónde ubicarla en el cuadro. “Eso fue una decisión”, remarca entre risas Gadsby, pero sabemos que no se está riendo. La crítica de cómo el hombre siempre estuvo habituado al prien se resume en esa fuerte palabra (como en Nanette, en Douglas cada palabra importa): decisión. Es fuerte porque implica que del otro lado hay alguien que vive con las consecuencias de las elecciones ajenas, y Gadsby no deja que eso se nos olvide.
Por otro lado, el equilibrio de los tonos vuelve a ser el fuerte de la australiana. Así como puede arrojar luz sobre lo que subyace en esos cuadros, también puede tomar a la famosa serie de libros ¿Dón de estáwally? como ejemplo de machismo. “Es un hombre que no hace nada y que espera que lo encuentren”, sintetiza en uno de los pasajes más inspirados de un monólogo que vuelve a dialogar con Nanette en su épico final.
Al igual que en el especial que lo precede, Douglas nos deja sin palabras con su punto final, un verdadero micdrop(o algo similar, no revelaremos el p un chli ne) para el que Gadsby nos había preparado, pero que nos termina sorprendiendo igual. Volver impredecible lo previsible. Para eso se requiere talento. Y Hannah lo tiene de sobra.
Cómo achatar una premisa inquietante
H. F.
(Estados Unidos/2020). Creador: Graeme Manson. elenco: Jennifer Connelly, Daveed Diggs, Mickey Sumner. disponible en: Netflix
Esta nueva serie de Netflix está basada en la película homónima de Bong Joon-ho (Parasite) estrenada en 2013
y recupera, además, algunas escenas del cómic original, Le Transperceneige, de Jacques Lob y Jean-marc Rochette, publicado en 1983, en el que también se inspiró la película de Bong.
El planteo en los tres formatos de la historia es el mismo: el futuro, una nueva era glacial purgó el planeta de vida, salvo por las 3000 personas que sobreviven a bordo de un tren que debe mantenerse en perpetuo movimiento para generar energía.
En este micromundo, la estratificación vertical de las clases sociales está desplegada horizontalmente: en los vagones de cola resisten los postergados en condiciones tan abisales que no excluyen el canibalismo; cerca de la locomotora se ubica una elite decadente.
En el cómic y en la película de Bong, el conflicto de clases es el motor del relato, que lleva a los protagonistas y al público a descubrir qué hay en cada uno de los 1001 vagones a medida que avanza una revuelta. Esta serie de diez episodios (los dos primeros ya están disponibles; el resto se suben de forma semanal), en cambio, opta por una vía distinta: a mediados del primer capítulo, las autoridades del tren identifican entre uno de los revoltosos a un expolicía e insólitamente lo ungen “detective ferroviario” para que investigue un homicivilegio dio ocurrido en el tren. Con este desvío para estirar una temporada, una idea novedosa queda convertida en una vulgar y gastada.
En este micromundo, la estratificación vertical de las clases sociales está desplegada horizontalmente: en los vagones de cola resisten los postergados en condiciones tan abisales que no excluyen el canibalismo; cerca de la locomotora se ubica una elite decadente.
En el cómic y en la película de Bong, el conflicto de clases es el motor del relato, que lleva a los protagonistas y al público a descubrir qué hay en cada uno de los 1001 vagones a medida que avanza una revuelta. Esta serie de diez episodios (los dos primeros ya están disponibles; el resto se suben de forma semanal), en cambio, opta por una vía distinta: a mediados del primer capítulo, las autoridades del tren identifican entre uno de los revoltosos a un expolicía e insólitamente lo ungen “detective ferroviario” para que investigue un homicivilegio dio ocurrido en el tren. Con este desvío para estirar una temporada, una idea novedosa queda convertida en una vulgar y gastada.
Snowpiercer se vuelve algo así como CSI: Transiberiano.
La serie se las ingenia para extirpar de la historia cada uno de los méritos de la película de Bong: el humor negro y el grotesco de algunos personajes son neutralizados por la seriedad del nuevo cast (que incluye a Jennifer Connelly y a Daveed Diggs); también desaparecen la claustrofobia y la sensación de perplejidad que surgía al descubrir un nuevo mundo en cada vagón (aquí se muestran de entrada).
Una segunda subtrama, que revela averías en el tren, termina de expurgar lo que quedaba del original: ya no se trata de un mirada nihilista sobre la lucha de clases, sino de cómo a través de la cooperación se superan los problemas. En un momento en que escuchamos mucho que hay que achatar la curva, esta serie al menos da una oportuna clase magistral de achatamiento.
N. T.
La serie se las ingenia para extirpar de la historia cada uno de los méritos de la película de Bong: el humor negro y el grotesco de algunos personajes son neutralizados por la seriedad del nuevo cast (que incluye a Jennifer Connelly y a Daveed Diggs); también desaparecen la claustrofobia y la sensación de perplejidad que surgía al descubrir un nuevo mundo en cada vagón (aquí se muestran de entrada).
Una segunda subtrama, que revela averías en el tren, termina de expurgar lo que quedaba del original: ya no se trata de un mirada nihilista sobre la lucha de clases, sino de cómo a través de la cooperación se superan los problemas. En un momento en que escuchamos mucho que hay que achatar la curva, esta serie al menos da una oportuna clase magistral de achatamiento.
N. T.
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