sábado, 2 de septiembre de 2023

SILVINA LUNA...UN SUEÑO ROTO.....LA MALA PRAXIS


Murió Silvina Luna, la multifacética rosarina que se topó con una fatal pesadilla
Saltó a la fama en la segunda edición de Gran Hermano y, desde entonces, fue modelo, actriz, vedette, DJ, panelista y coach ontológica; en 2010 se sometió a un procedimiento estético con Aníbal Lotocki que le provocó complicaciones que derivaron en su fallecimiento en el Hospital Italiano, donde se encontraba internada desde el 13 de junio
Cynthia Caccia

Silvina Luna tenía 43 añosi
Luego de 79 días de internación en el Hospital Italiano, Silvina Luna murió este jueves a los 43 años. La modelo y actriz llevaba una década luchando contra una insuficiencia renal que desarrolló tras un procedimento estético que le realizó el doctor Aníbal Lotocki en 2010. Llegó a estar en la lista de espera del Incucai (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante) para un trasplante de riñón, pero distintas complicaciones la llevaron un estado que en las últimas horas se volvió irreversible.
Sus problemas de salud comenzaron como consecuencia de una cirugía estética de glúteos, en la que se le inyectó metacrilato mezclado con otras sustancias no determinadas que ingresaron en su torrente sanguíneo y le provocaron un cuadro crónico de hipercalcemia primero e insuficiencia renal después. Junto a otras víctimas -Stefy Xipolitakis, Pamela Sosa y Gabriela Trenchi- se convirtió en querellante en el juicio que se le llevó adelante a Lotocki, en el que el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOC) porteño N º28 lo condenó por lesiones graves en febrero de 2022 a 4 años de prisión de cumplimiento efectivo y 5 de inhabilitación para ejercer su profesión.
Silvina Luna en TV, en 2014
En los últimos meses, Luna había tenido que someterse a un proceso de diálisis tres veces por semana. Fue en una de esas sesiones, en junio, que se descompensó y debió ser internada de urgencia en terapia intensiva con respirador. A los largo de los casi 80 días que permaneció internada, tuvo mejoras y recaídas a partir de diversas bacterias que contrajo y complicaron su cuadro.
La chica del reality
Nacida el 21 de junio de 1980 en la ciudad de Rosario, Silvina Noelia Luna inició su carrera como modelo publicitaria y conductora. La fama le llegó en 2001 tras participar de la segunda edición de Gran Hermano, un reality que, sin dudas, le abrió las puertas del medio y que rápidamente la convirtió en una de las chicas del momento.
Silvina Luna salió segunda en la edición 2001 de Gran Hermano. El ganador fue Roberto Parra
A sus habituales campañas publicitarias se fueron sumando sus primeras incursiones como actriz, para las cuales se preparó a través de varios talleres y seminarios. Uno de sus profesores de teatro fue el talentoso Julio Chávez. Su padrino artístico fue Gerardo Sofovich, quien le dio un lugar en el teatro de revista en obras como El champán las pone mimosas. Luego siguieron algunas comedias -Más que amigos, Abracadabra y Explosivos-, hasta que saltó a la pantalla chica para participar en proyectos como La pelu, Los Roldán, Gladiadores de Pompeya, El capo y Ciega a citas.
Loca ella, loco yo fue su primera incursión en el cine bajo las órdenes del director Nicolás Tannchen. También se animó a mostrar su destreza física en competencias como Celebrity Splash y tres ediciones de “Bailando por un sueño”; su último paso por la pista fue más recordado por su mediático romance con El Polaco que por su performance.
Con el tiempo, la actriz quiso probar suerte en el panelismo, participando de programas como Zapping, Fox para todos y, más recientemente, Incorrectas y El show del problema. Lo último que hizo en TV fue, paradójicamente, otro reality: El hotel de los famosos. A pesar de que era una de las participantes más queridas, Silvina debió abandonar la competencia por sus continuos problemas de salud.
Silvina Luna debió abandonar el reality El hotel de los famosos a causa de sus problemas de salud
Mientras alternaba sus trabajos en tele con videos en plataformas eróticas (la exvedette fue una de las pioneras junto a Florencia Peña a la hora de vender contenido para adultos en Divas Play), Luna decidió crear su propio emprendimiento: Simple y consciente, un espacio holístico que ofrecía talleres online sobre diferentes disciplinas relacionadas con el bienestar. “Simple y consciente es un puente. Siempre me llamó la atención el camino de la transformación personal, de conectar con el poder personal. En estos años de búsqueda descubrí que los caminos son varios, aprendí mucho y quiero facilitar estas herramientas que tengo a otros que las necesitan”, reveló en una nota quien también se recibió de coach ontológica. Junto a este proyecto surgió su libro, un escrito que la ayudó a compartir y transitar uno de los momentos más difíciles de su vida.
Silvina Luna en Bailando por un sueño
Aprender a convivir con el dolor
El 2008 fue un año bisagra en su vida: en menos de cinco meses, la modelo rosarina perdió a su padre y a su madre. “Tanto dolor me hizo crecer de golpe, madurar, valorar la vida. Antes vivía insatisfecha y siempre quería más y más”, confesó en una entrevista con la revista Gente.
El primero en irse fue su padre Sergio, con quien tuvo una difícil relación. El hombre de 50 años sufrió un ataque cardíaco en medio de una jornada laboral. Cinco meses después, fue su madre Roxana quien no pudo resistir un problema gástrico. “No pude ni hablar con ella”, se lamentó la actriz que se encontraba haciendo teatro en Buenos Aires cuando su madre falleció. Desde entonces, su hermano Ezequiel se convirtió en su gran pilar, ese que la sostuvo y acompañó en los años posteriores cuando -a causa de una mala praxis- entró en un espiral de sufrimiento que finalmente la condujo a la muerte.
Mala praxis y calvario
Silvina Luna en una de sus tantas internaciones en el Hospital Italiano
En 2010, Silvina Luna decidió someterse a una cirugía estética con el médico Aníbal Lotocki, quien le hizo una liposucción y mezcló su grasa con metacrilato y otras sustancias no identificadas para inyectárselo en los glúteos. Tres años después, mientras se encontraba de temporada en Villa Carlos Paz, la actriz comenzó a sentirse cada vez más cansada. Fue en ese momento que, tras hacerse algunos estudios de rutina, descubrió que tenía altos los niveles de calcio, situación que la llevó a padecer problemas renales.
“Mi trabajo está muy ligado a la imagen y hay muchas presiones para cumplir con ciertos estereotipos. Cuando era más chica me hice una intervención para mejorar aún más mi apariencia. Confié en un médico y recibí sustancias tóxicas en mi cuerpo. Me siento en la obligación de contar mi experiencia para otras chicas que pasan por lo mismo”, dijo por primera vez en 2014 responsabilizando a Lotocki por su estado de salud.
Silvina Luna se destacó en los medios como modelo y actriz, luego del paso inicial por Gran Hermano
A medida que su cuadro empeoraba, la modelo compartía el calvario que vivía a diario. “Me afectó el riñón y otras cosas. En un punto siento que me arruinó la vida. Tengo que hacer consultas todas las semanas al médico y tomar más de un remedio por día”, reveló en referencia a los corticoides que comenzaron a darle un nuevo aspecto físico. El accionar de este profesional no sólo afectó su cuerpo y su cabeza, sino que implicó un rotundo cambio de estilo de vida. “Tengo 30 años y me tengo que cuidar en las comidas, con el alcohol... Me tengo que cuidar como una persona mayor”, confesó en Intrusos.
Junto a otras figuras del medio, Luna pudo corroborar que ese producto que el médico en cuestión colocó en su cuerpo estaba prohibido y lo llevó a juicio. A pesar de que Lotocki fue procesado y condenado a cuatro años de prisión, la sentencia aún no está firme y el cirujano siguió ejerciendo hasta hace unas semanas. El delicado estado de salud de Luna fue lo que motivó que la Justicia dicte su inhabilitación, algo que inmediatamente fue apelado por el acusado.
“Después de lo que me pasó no tengo ganas de hacerme nada, quiero aceptar mi cuerpo como es. Todos somos únicos y las operaciones nos terminan haciendo a todas iguales. Te convertís en una esclava de un círculo vicioso que no para más. Yo lo hice porque no me creía suficiente con lo que tenía y buscaba la valía fuera de mí”, expresó la modelo en La Peña de Morfi; una de sus últimas apariciones en TV.
Silvina LUna en tiempos de Incorrectas
Luego de una operación con láser en 2017, donde le sacaron “una piedrita”, sus caídas e internaciones se volvieron moneda corriente. Hasta que, en enero de este año, la modelo confirmó la peor noticia: sus riñones habían dejado de funcionar y necesitaba un trasplante. Mientras tanto, su único camino era someterse a diálisis tres veces por semana, procedimiento que mostró varias veces en sus redes sociales. “Les comparto esta rutina nueva en mi vida. Al principio lo viví con angustia por lo nuevo e inesperado, pero luego pasé a una etapa de aceptación de lo que es. Esta máquina que tengo conectada a mí hace el trabajo de los riñones. Así que sintiendo agradecimiento. Sin esta máquina no podría vivir. Esto lo hago tres veces por semana, cuatro horas. Hasta que pueda trasplantarme”, escribió en su cuenta de Instagram en el mes de abril.
En el mismo posteo, Luna aclaraba que todavía no se encontraba en la lista del Incucai, ya que debía solucionar un problema antes: una microbacteria que se le había detectado hacía un año luego de abandonar El Hotel de los Famosos. Al parecer, la exigencia física a la que se sometió en los distintos juegos, sumado al no comer ni dormir las horas necesarias, podrían haber sido su causa.
Silvina Luna tenía 43 años
Su último posteo ocurrió a mediados de junio cuando desde la sala de diálisis se comunicó con sus seguidores para darles una buena noticia: “Me vine a internar porque salieron los resultados de la microbacteria y por fin se pudo detectar cuáles son los remedios específicos que tengo que tomar. Son dos, así que los estoy probando ahora internada, para ver si los tolero y si está todo bien”, dijo esperanzada.
Sin embargo, tres semanas después, la noticia de que la exvedette había sido internada de urgencia en terapia intensiva volvió a preocupar a todos. “Está sedada y está con respirador. Está acompañada por su hermano y por la gente que la quiere”, informó Ángel De Brito en la edición del 27 de junio de LAM. Al día siguiente, la periodista Andrea Taboada advirtió que “sus pulmones se habían complicado” a causa de la bacteria, motivo por el cual permanecía intubada.
La contención de su entorno, las múltiples cadenas de oración y las donaciones de sangre tanto de amigos y colegas como del público surtieron efecto. Quince días después, un nuevo parte médico indicaba que la modelo se encontraba lúcida y con signos vitales estables. Y si bien su salud fue fluctuando a lo largo de los días, la modelo empezó a alimentarse vía oral y pudo retomar sus sesiones de diálisis, ya que respiraba por sus propios medios. A esa lenta pero evolutiva recuperación se sumó el trabajo con los kinesiólogos para recuperar la fuerza y la movilidad que había perdido por estar tantos días acostada. Además de la medicación y el accionar de los médicos, el apoyo espiritual fue fundamental: “Le están lloviendo cadenitas, virgencitas, cartitas que la familia va recibiendo y se lo van contando porque Silvina está consciente”, anunció De Brito.
Silvina Luna fue una de las participantes del reality El Hotel de los Famosos
La noticia de que Luna dejaba la terapia intensiva para pasar a una sala de internación general fue más que esperanzadora. Sin embargo, el miércoles 10 de agosto se supo que la actriz había regresado a terapia intensiva debido a una nueva complicación pulmonar. “Van a volver a intubarla, lo cierto es que tiene mucha agua en los pulmones. Por eso volvió a terapia intensiva. Ya no está reaccionando a los tratamientos, está muy débil, su estado empeoró, el estado es muy crítico y está muy delicada”, confirmó Yanina Latorre en LAM, repitiendo palabras textuales del hermano de Luna.
Una imagen de uno de sus últimos videos en Instagram
El nuevo panorama -que incluía la colocación de una sonda, atrofia muscular y agua en los pulmones- advirtió que sus órganos no estaban funcionando como se esperaba. A pesar de los buenos deseos, las cadenas de oraciones de sus colegas, amigos del medio y desconocidos y del esfuerzo de los médicos, Silvina Luna murió este jueves en el cuarto piso del Hospital Italiano.

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Murió Silvina Luna. Qué es el metacrilato y por qué cada vez más cirujanos plásticos reciben consultas de pacientes
La sustancia no está autorizada por la Anmat para su aplicación en glúteos; los expertos advierten sobre los peligros para la salud de este material
Evangelina Himitian
Silvina Luna falleció hoy tras haber denunciado que el médico Aníbal Lotocki le inyectó metacrilato durante una intervención
Es una sustancia que no está autorizada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para cirugías estéticas como el relleno de glúteos, pero a partir de 2010, frente al encarecimiento de productos de medicina estética importados y certificados, comenzaron a emplearse alternativas sin validación o que estaban aprobadas, pero para otros usos y en otras concentraciones. Es el caso del metacrilato, ese material que fue clave en la crítica situación de salud de la modelo Silvina Luna, que culminó hoy con su muerte. Según su denuncia judicial, esa fue la sustancia que le había inyectado Aníbal Lotocki, el llamado “cirujano de los famosos”, durante una intervención en los glúteos en 2010. Luego de esa operación, comenzaron sus problemas de salud y tiempo después se sumaron los testimonios de otras mujeres que fueron operadas por el médico con distintas consecuencias para su salud.
A Luna, tener metacrilato en el cuerpo le provocó una intoxicación que derivó en un cuadro crónico de hipercalcemia e insuficiencia renal.
“Cada vez hay más consultas sobre estos cuadros y también más casos de personas que aplican tratamientos estéticos que son cirugías sin tener los avales. Distintos profesionales relatan que reciben más pacientes con la consulta de qué hacer si recibieron ese tratamiento. Y la indicación es removerlo porque las consecuencias para la salud pueden ser enormes, como el caso de Silvina Luna o como otros casos que han llegado a nuestros consultorios”, explica  Edgardo Bisquert, el presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (Sacper).
“El metacrilato es un polímero, una macromolécula, lo que llamamos material plástico. Muy usado en aplicaciones médicas. Por ejemplo, las prótesis de cadera se fijan con PMMA [el nombre técnico del metacrilato], ya que para esa aplicación está demostrado que es biocompatible, pero no es compatible para cualquier uso. La dosis está en relación con la toxicidad, en concentraciones mayores y en usos no indicados el cuerpo genera una respuesta adversa”, detalla Gustavo Abraham, doctor en Ciencia de Materiales, investigador principal del Conicet en el Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales, especializado en polímeros biomédicos.
“Estudiamos materiales poliméricos o plásticos que se usan en aplicaciones médicas. En el campo de la cirugía, el metacrilato se usa en bajas cantidades, en arrugas y pequeñas correcciones. O en odontología. Pero no está aprobado para glúteos, donde hay posibles migraciones de sustancias, cadenitas de bajo peso molecular, al torrente sanguíneo, que pueden dar origen a eventos que comprometan la vida misma de la persona”, describe Abraham.
Efectos
“Entiendo que por el consultorio de Lotocki pasaban cientos de personas a las que se les ponía este producto. Yo misma he visto muchísimos pacientes con complicaciones gravísimas, por ejemplo, necrosis, que es cuando el tejido deja de tener oxígeno; enfermedades autoinmunes; diabetes; lupus; artritis reumatoidea, que es una respuesta del organismo que se confunde y reacciona de esta manera. Y, en los estadios más importantes, cuando empieza la hipercalcemia, ahí ya se produce la insuficiencia renal o, incluso, en algunos pacientes que han tenido desprendimiento, se producen embolias, trombosis y muerte súbita o infarto por estos rellenos”, enumera la médica Mónica Milito, especialista en cirugía plástica y reparadora, miembro de la Sacper.
El médico Aníbal Lotocki
Según enfatiza, recibir pacientes con consecuencias por ese tipo de cirugías es, lamentablemente, más frecuente de lo que se cree. “Esta es una práctica habitual. Yo recibo pacientes de ese señor [por Lotocki] y de muchos otros médicos y no médicos.. Lamentablemente, se siguen haciendo [este tipo de tratamientos] todo el tiempo. Es realmente muy alarmante la cantidad. La mayoría son, por supuesto, médicos truchos o no médicos, o gente que simplemente lo hace sin ser médico. Son falsos cirujanos plásticos. Desde hace años muchos años que de Lotocki se viene advirtiendo desde la Sacper que no es cirujano plástico, que produjo lesiones en varios pacientes conocidos y también no conocidos, que quizás no llegan a los medios, pero sí, a nuestros consultorios. Pero, lamentablemente, la gente siguió y sigue optando por tratamientos como estos”, apunta Milito.
“Existe un mal uso de este material por interpretar que se trata de un polímero biocompatible, pero solo en determinadas concentraciones y en ciertas partes del organismo, que son los usos autorizados por la Anmat. La biocompatibilidad indica que ese material es propia de un material en una aplicación específica. En otra podría no serlo”, señala Abraham.
Marcelo Berstein es cirujano y miembro del comité de comunicación de Sacper. “Nosotros insistimos en que los pacientes consulten si el cirujano es miembro de la sociedad, si es idóneo, si se lo evalúa, si usa criterios válidos. El metacrilato se utiliza en odontología en pequeñas cantidades y en productos específicamente autorizados por la Anmat, pero no hay ningún producto que tengan metilmetacrilato que sea para uso de relleno de glúteos. Está indicado en casos traumatológicos, en reemplazos de cadera para poner prótesis, se lo utiliza como cementante, en una mínima cantidad, entre la prótesis y el hueso. También se lo usaba en neurocirugía para hacer pequeños segmentos óseos que se perdieron. Hoy ya no se usa más. Estaba indicado para uso cosmético en muy pequeñas cantidades, para arrugas, pero tampoco hoy la Anmat ya no la permite”, apunta.
“Para que se entienda, el metacrilato es un polvo de acrílico, que en esas cantidades no tiene un uso médico, sino hogareño. Es el material de las repisas o de los vidrios de los cochecitos de colección. No está permitido su uso en pacientes”, detalla Berstein.
Migraciones de la sustancia
¿Cómo ocurre la intoxicación por metacrilato? “Hay partículas que pueden migrar por el torrente sanguíneo y llegar al riñón. Al tener un cuerpo extraño en el organismo, el cuerpo lo reconoce y lo quiere eliminar. Como no lo logra, porque está encapsulado, entonces se producen series de infecciones sucesivas. Cuando eso ocurre, se deben aplicar corticoides para evitar el rechazo generalizado del cuerpo a ese material, pero esto le baja las defensas al paciente. Se debilita el sistema inmunológico. En este contexto, se pueden acantonar más bacterias. Acantonar significa que se depositan y se multiplican en forma feroz. Incluso, las micobacterias”, explica Berstein. “El cuerpo quiere eliminar las partículas microscópicas que se depositaron en el riñón y no lo logra. Se forman nódulos. Al inmunodeprimirse con corticoides, le bajan las defensas y puede producirse una infección generalizada”, completa.
Según relatan distintos especialistas consultados, Lotocki no sería el único en aplicar el metacrilato en cirugías estéticas. Sobre todo, después de 2010, otros cirujanos relatan recibir frecuentemente en sus consultorios pacientes operados por otros médicos e, incluso, personas que no son profesionales, que recibieron esa sustancia y les produjo problemas para la salud. “En algunos casos, se colocó Subiton, que es también metacrilato, pero específicamente es un producto que se usa para hacer las uñas esculpidas”, apunta Milito.
“Dentro de las complicaciones que produce el uso de metacrilato o lo que le llaman biopolímero, que no es más que un aceite industrial de silicona, se puede producir una induración local: que el cuerpo lo rechace, que se haga un nódulo, una piedra dura que comprima, por ejemplo, un nervio, provocando dolor local, infección, inflamación. Esa es la primera complicación. La segunda es que eso, a veces, no se puede sacar porque se mete dentro de los músculos, dentro de los tejidos y el organismo genera una respuesta muy fuerte y no hay manera de quitarlo. Hay que tratar de remover lo que se pueda, pero no siempre es posible. Removiendo una cantidad de producto, baja un poco la incidencia de enfermedad, pero lamentablemente, mientras el producto esté en el cuerpo, es un tóxico importante”, añade Milito.
¿Qué hacer?
¿Qué es lo que tiene que hacer la persona que tiene este producto en el cuerpo? “Concurrir a un médico serio y evaluar la situación a fin de ver si es posible remover la mayor cantidad de producto. Hacer un estudio, una tomografía. Es muy difícil visualizar el producto, hay que hacerlo por un estudio bastante complejo que se llama electroforesis, que es bastante complejo hacerlo en Argentina, pero se puede hacer. Y tratar de hacer una biopsia para ver qué producto tiene la persona y actuar en base al síntoma”, indica Milito.
En algunos pacientes, se explica, lo que se produce tras recibir el metacrilato en esas cantidades es el llamado Síndrome de ASIA (Autoimmune Syndrome Induced by Adjuvants, por sus siglas en inglés, y cuya traducción es Síndrome Autoinmune Inducido por Adyuvantes). Se trata de una poco frecuente reacción autoinmune o inflamatoria, atribuida a una sustancia extraña al organismo. “Es un síndrome inflamatorio, una respuesta autoinmune que genera el organismo para defenderse de la sustancia. El organismo reacciona muy fuerte para defenderse”, dice el cirujano plástico Michael Guibert.
“A partir de la difusión de casos como el de Luna, recibimos muchos pacientes que consultan por colocación de biopolímeros. Cada vez vienen más y más preocupados. En algunos casos, explican que hace un tiempo les pusieron ese producto. Los problemas ocurren, sobre todo cuando se colocan grandes cantidades. Como en los glúteos. Es menos frecuente en los labios. El producto puede migrar, deformar la zona, y traer problemas inmunológicos o traer algún problema en un órgano puntual. Lo que les explicamos a los pacientes, es que como se va impregnando en el tejido sano, son muy difíciles de retirar. A veces, los pacientes van a tener que continuar con los controles para chequear que no les traiga problemas a largo plazo”, concluye Guibert.

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Otras víctimas del “cirujano de los famosos” contaron su padecimiento después del tratamiento
Silvina Luna era parte de una larga lista de pacientes que sufrieron algún tipo de trastorno, incluso la muerte, tras someterse a las recomendaciones estéticas de Aníbal Lotocki
Virginia Gallardo
La muerte de Silvina Luna, con tan solo 43 años, conmovió al país y puso la lupa de nuevo sobre su cirujano plástico, Aníbal Lotocki. La modelo y actriz padeció problemas de salud durante más de diez años luego de someterse a una cirugía estética en 2011 que le causó un cuadro crónico de hipercalcemia e insuficiencia renal. Su caso no es aislado: Luna es una de múltiples víctimas que denunciaron por mala praxis a Lotocki, quien desde julio está inhabilitado para practicar la medicina.
A mediados de 2011, Luna se sometió a una cirugía de aumento de glúteos en la clínica de Aníbal Lotocki. Tres años después tras realizarse varios estudios, descubrió que presentaba niveles elevados de calcio en sangre. Más tarde se supo que eso se debía a una intoxicación de metacrilato, que ingresó en su torrente sanguíneo y que le provocó un cuadro crónico de hipercalcemia e insuficiencia real, resultado de una mala praxis del cirujano.
Mariano Caprarola
El 17 de este mes, la muerte Mariano Caprarola, a sus 48 años, significó un duro golpe en el mundo del espectáculo. El panelista de La jaula de la moda también fue paciente de Lotocki y a partir de un procedimiento estético al que se sometió en 2010 desarrolló una insuficiencia renal que condujo a su fallecimiento.
El propio Caprarola había usado términos categóricos para referirse a él cuando fue consultado hace apenas un mes y medio: “No puedo decir la palabra ‘asesino’, porque eso lo va a dictaminar la Justicia cuando lo metan preso; pero cuando la Justicia lo ponga atrás de las rejas ahí voy a salir a decir que es un asesino. Hoy no puedo”, afirmó sobre Lotocki. En esa misma línea, aseguró que es un “momento muy triste” y definió a Luna como una “gran amiga”. A continuación, retomó el tema del médico y sus sensaciones sobre él: “No lo puedo nombrar. Cuando lo nombro me provoca un dolor en el alma tan grande... Fui garante de la clínica que tenía en Belgrano, imaginate el grado de confianza que tenía”.
Pamela Sosa
Fue pareja de Lotocki durante ocho años, entre 2006 y 2014. Si bien, en un principio ella defendió a su ex de las acusaciones en su contra, en 2015 ella misma le inició acciones legales. La modelo afirma que las inyecciones que le administró como parte de distintos tratamientos estéticos le habrían provocado diabetes y granulomas. Se convirtió así en una de las denunciantes famosas de Lotocki. Junto a Gabriela Trenchi, Stefanía Xipolitakis y Silvina Luna, Sosa llevó al profesional a la Justicia.
A comienzos de julio, Sosa se cruzó con Lotocki mientras este se encontraba en una entrevista en el piso de Telenoche. Allí, la mujer, de 38 años, que hacía años no tenía contacto con el médico, se despachó contra él, a tal punto que Lotocki abandonó la entrevista televisiva. “¿En algún momento él pidió perdón? ¿Y saben por qué no lo hizo? Porque es un enfermo psicópata y narcisista, que sigue pensando que lo que hace está bien. Yo vi cuando Lotocki traía las bolsas de polímeros, él mezcla eso con un líquido. Yo tengo aceite adentro de mi cuerpo, porque vale dos mangos y a Lotocki lo único que le importa es la plata”, dijo la modelo.
Gabriela Trenchi

Trenchi también denunció a Lotocki por la aplicación indebida de metacrilato, lo cual también le provocó severos daños renales: “Yo tengo estudios hechos en el Hospital Italiano y en la clínica Favaloro donde los mismos médicos me dicen que da miedo lo que ven, que es una bomba de tiempo. Me dicen: ‘que Dios te ilumine hasta cuando puedas vivir porque ese material no se puede sacar’. Y resulta que yo ese material no se lo pedí”, recordó en febrero de 2022. También contó las consecuencias que le generó la presencia de esa sustancia en su cuerpo: “Él no me dio el alta, me lo dio una enfermera a las dos horas de haberme operado, descompuesta. Después lo llamé miles de veces porque vomitaba, me descompensaba, me tenía que poner pañales de todo el drenaje y la sangre que me salía y me decía que tome esto y lo otro. Él no me vio nunca más (…) El material hizo una ebullición en mi cuerpo y quedé descompensada, en terapia intermedia”.
Poco después de la muerte de Caprarola, Trenchi afirmó que Lotocki gozaba de protección política para ejercer en su consultorio: “Él está muy protegido, está en una clínica inhabilitada cerca de la casa y nadie va a inspeccionar, nadie va a hacer nada con todo lo que está pasando. La vida nuestra no vale nada, vamos cayendo de a uno y es como que no significamos nada para la Justicia. Evidentemente hasta que no le toquen un familiar de ellos o les pase algo grave... Ahí sí se mueven rápido. Ahora tocan la guitarra, toman café, no sé qué hace el Tribunal de Casación para no llevarlo preso”.
Stefanía Xipolitakis
La vedette no dio el mismo nivel de detalle que las otras denunciantes de Lotocki, pero hizo referencia a lo que le sucedió en un posteo de Instagram en el que empatizó con Luna: “Es un tema muy delicado y obvio que me compete a mí”, dijo días antes de su fallecimiento. Y siguió: “A cualquiera de todas las que pasamos por las manos de ese asesino nos puede pasar lo que le está pasando a ella, porque tenemos una bomba en nuestro cuerpo”.
“Pasé muchos años de terapia para poder hablar de esto y, para que no me haga peor de lo que una ya lo lleva, lo expreso por acá. Para poder cuidar mi psiquis y poder seguir con mi alegría y mi música en mis momentos lindos, en donde fluye mi energía”, expresó la modelo, que apuntó que se encuentra fuera de la Argentina en estos momentos.
Cristian Zárate
En abril de 2021, el empresario se convirtió en el primer paciente de Lotocki en morir como consecuencia de las intervenciones del cirujano. Zárate tenía 50 años, era empresario en el rubro de la construcción y tenía dos hijos de su primer matrimonio, en ese momento, de 16 y 18 años. Se había criado en el barrio de San Justo y vivía entre Ramos Mejía y Luján. En esas dos localidades había comprado terrenos para hacer construcciones.
El empresario estaba interesado en que el cirujano le sacara un leve exceso de grasa a través de una dermolipectomía. Como también tenía una hernia abdominal, Lotocki acordó extraerla en la cirugía estética. La operación se realizó en la clínica Cemeco de Caballito. Allí Lotocki alquilaba un quirófano en el marco de la segunda ola de coronavirus. Por esa época, el Gobierno de la Ciudad había decretado que solo debían realizarse operaciones de riesgo de vida.
Luego de las intervenciones, quedó en observación porque había perdido mucha sangre. A la medianoche se descompensó y fue asistido por el personal de la clínica, que procedió a sedarlo e intubarlo. Lotocki llegó una hora después y cuando le realizaba un examen clínico, Zárate sufrió un paro cardíaco. Desde la clínica se llamó al SAME, ya que el lugar no contaba con una unidad de terapia intensiva. Tras la muerte del empresario, Lotocki fue aprehendido en la clínica y luego liberado, pero un año más tarde fue condenado a cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo, por lesiones graves y cinco años de inhabilitación para ejercer su profesión por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOC) porteño N º28.
Fran Mariano
El exparticipante de Cuestión de peso (eltrece) forma parte de la lista de pacientes en guerra con Lotocki desde hace más de una década. A su primera consulta llegó por recomendación y con una promesa de acceder a una cirugía a cambio de nombrarlo en los medios (lo que se conoce como “canje”). En ese entonces, no realizó el procedimiento por un acuerdo con la producción del reality donde bajó de peso. Pero tiempo más tarde volvió a visitar al“cirujano de los famosos”.
“Vuelvo con él, siempre creyendo que era cirujano plástico y de los mejores. Le pedí que me retoque la nariz y el mentón. Me empezó a tocar la cara y me medía; me ofreció ponerme pómulos. Me propuso inyectarme agua fisiológica para probar si me gustaba y cuando me vi le dije que no me lo haga”, contó Mariano a la nacion sobre aquella visita a la gran casona que utilizaba como consultorio. En ese momento, conoció el proceder del médico: aunque dijo que no quería pómulos, al despertarse de la anestesia, supo que la cirugía se le había realizado.
Al mirarse al espejo, el joven de entonces 21 años no reconoció su rostro. “Tenía toda la cara nueva; cuando lo cuento me pone la piel de gallina. Cuando le dije que no era lo que quería, me consoló y me dijo que no pasaba nada, que me iba a deshinchar. Fue muy convincente. Decidió sobre mi cuerpo sin mi consentimiento”, asegura. Aquella manipulación se extendió durante muchos años: Lotocki procedía en el cuerpo de Fran como quería y le aseguraba que el resultado sería excelente, tal cual las palabras de Fran Mariano. “Él me tenía atrapado, era un encantador de serpientes”, recordó.
Virginia Gallardo
En el caso de la panelista de Nosotros a la mañana, en 2008 decidió acceder al servicio ofrecido por Lotocki para el levantamiento de glúteos. Al respecto, recordó cómo fue el procedimiento, al estar consciente durante la intervención. “Es un producto que es como una goma, como más líquido, como un pegamento. Lo vi. Él ponía en un bowl un polvito y un líquido, lo vi. Vos estás consciente, son diez minutos, dos inyecciones con anestesia local. Va una inyección en cada glúteo”, detalló y explicó que ese producto produce inflamación y luego se endurece como un “cemento”. Según sus palabras, es esto lo que produce daños severos en la salud. En su caso es “un dolor constante en la zona intervenida”.
Desde entonces, Virginia busca cómo revertir los años y no encontró una solución efectiva para terminar con su padecimiento. “Si quisiera sacármelo me tienen que abrir de lado a lado y rebanar el músculo. En mi caso no migró. Yo hago actividad y con el músculo genero elasticidad y produce cien veces más dolor. Cuanto más entreno, más duele”, explicó al ejemplificar que la única respuesta que consigue es mantenerse sin hacer nada. “Confío en mi profesional. Como estoy yo hoy es mejor no hacer nada y rezar al cielo que esto continúe así de por vida”, afirmó.

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