El Presidente invitó al Papa a visitar la Argentina
Le envió una carta y le dijo que ayudaría a “pacificar” y “superar divisiones”.
Presidencia
Lejos de las fricciones que supieron marcar la relación, el presidente Javier Milei le envió una carta al papa Francisco para invitarlo a venir a la Argentina. El adelanto lo dio el vocero presidencial, Manuel Adorni, y al instante se publicó el contenido de la misiva de dos carillas en la cuenta de la Oficina del Presidente Electo, junto a una foto en la que se ve al mandatario firmarla, observado por su hermana, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
En el texto el jefe del Estado aseveró que la llegada del Sumo Pontífice contribuirá “a la unidad” de los argentinos y ponderó “su obra y su persona”, aunque todavía no nombró al secretario de Culto, clave para la Iglesia y para acelerar la visita de Francisco.
De esa forma, Milei se mostró alejado de las expresiones que había tenido sobre el máximo representante católico durante la campaña, que se saldaron cuando ambos se comunicaron tras su asunción.
“Quería anunciarles que el Presidente está enviando una carta a su Santidad el Papa invitándolo a visitar la Argentina; entendiendo que su presencia y su mensaje van a contribuir a la unidad de todos, y nos va a dar la fuerza para preservar la paz, trabajar en prosperidad y engrandecer la Patria; está ocurriendo”, anunció Adorni cuando comenzó su tradicional conferencia de prensa.
Fue tras eso que llegó el posteo de la Oficina del Presidente junto a la carta y la foto, donde se ve a Milei con su tradicional campera de cuero y lentes firmar la misiva, bajo la mirada de su hermana, parada a su lado, vestida de fucsia y con el cabello recogido.
Pese a que la información se transmitió ayer, el escrito está fechado el 8 de enero, y tiene el escudo nacional en dorado y el membrete de la Presidencia.
Está dirigido al Santo Padre. En la primera parte, Milei le agradece al Papa por el “muy significativo” llamado telefónico tras su asunción. “Valoro sus sabios consejos, y sus deseos de coraje y sabiduría para mi persona, tan necesarios para encarar el desafío de dirigir los destinos de nuestra Patria y de nuestros conciudadanos”, indica.
En la carta, Milei también dice que las palabras del Sumo Pontífice fueron “un gesto de aliento” y que además afianzaron su convencimiento sobre “la urgencia de transformar la realidad” que atraviesa la Argentina, para asegurar la paz y la prosperidad mediante las reformas sociales y políticas “tan necesarias”.
Asimismo, le agradece a Francisco la participación de la Santa Sede en la ceremonia de su asunción en la Catedral, el 10 de diciembre del año pasado, a través de la representación del Nuncio Apostólico en Chile, monseñor Alberto Ortega Martín.
“Santidad, los argentinos atravesamos tiempos de aflicción y de esperanza. Observamos a nuestro alrededor cómo la pobreza con sus diferentes rostros y consecuencias alcanza a la mitad de todos nuestros compatriotas. Nuestra economía se encuentra en estado crítico y es preciso adoptar medidas urgentes para evitar una catástrofe social con consecuencias dolorosas”, analiza el Presidente en el texto.
Además, recuerda y recalca el consejo de Francisco de “tener la sabiduría y el coraje necesarios” y por eso justifica que, en sus primeras semanas de gobierno, propuso medidas destinadas “a transformar la realidad que la Argentina padece hace décadas”.
Inequidades
Incluso, Milei le dice al Papa que es consciente de que esas decisiones pueden “profundizar inequidades” y ante eso asegura sobre su gestión: “Nuestra prioridad máxima es proteger a nuestros compatriotas más vulnerables, agradeciendo la colaboración de la Iglesia Católica, cuya acción en el campo social es invalorable”.
Luego de ese repaso por su trabajo inicial en la Casa Rosada, el mandatario hace el convite al Papa para que llegue a su país de origen. “Usted bien sabe que no necesita invitación para venir a su querida Argentina. A riesgo de decir lo innecesario, lo invito a visitar nuestra amada Patria, conforme a las fechas y los lugares que nos sean indicados, teniendo presente el deseo generalizado de nuestras ciudades, provincias y pueblos de contar con su presencia y transmitirle su filial afecto”, remarca.
“Como presidente de la Nación considero que su viaje traerá frutos de pacificación y de hermanamiento de todos los argentinos, ansiosos de superar nuestras divisiones y enfrentamientos”, sostiene Milei, que agrega: “Su presencia y su mensaje contribuirán a la tan deseada unidad de todos nuestros compatriotas y nos brindará la fuerza colectiva necesaria para preservar nuestra paz, y trabajar por la prosperidad y el engrandecimiento de nuestra querida República Argentina”.
En el último tramo, antes de la firma que puso hoy, el mandatario concluye: “Sé que el tiempo es escaso. Aun así, espero que pueda viajar para la alegría general de todo el pueblo argentino. Reitero Su Santidad las seguridades de mi más alta consideración, y respeto por su obra y su persona”.
Ayer por la mañana el Presidente dio una entrevista en Radio La Red y ahí contó más detalles. “Hoy firmé la carta para el Papa, que tiene una agenda ligeramente más complicada que la que tengo yo, y espero que pueda venir. Siendo el pueblo argentino un pueblo católico va a generar mucha expectativa y esperanza, y cerrar algunas diferencias que no tienen sentido”, dijo.
Tal como publicó esta la nacion semana, el Gobierno todavía no designó de manera oficial al secretario de Culto ni al embajador en el Vaticano, dos articuladores necesarios para la llegada del Sumo Pontífice, que ya expresó sus deseos de venir a la Argentina en 2024. Ese viaje estaba pensado para marzo o abril.
En un diálogo con sus colaboradores que trascendió por canales eclesiásticos, el papa Francisco aclaró en noviembre del año pasado antes del balotaje que su visita no dependía “del triunfo o derrota de ningún partido”.
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Una apuesta a la calma y la serenidad, y una jugada para lograr la definición de Francisco
Mariano de Vedia
Un paso formal, que se esperaba, pero no decisivo. Así interpretan en el Episcopado la invitación que Javier Milei transmitió por escrito al papa Francisco para que visite la Argentina. Los obispos tienen en claro que la palabra final la tiene el Santo Padre, por lo que la Iglesia no puso en marcha todavía los preparativos que requerirán la organización del viaje.
“Es una invitación del Gobierno, que hace tiempo se había dicho que se iba a formalizar”, indicaron fuentes cercanas a los obispos. Y aclararon que la esperada visita de Francisco no fue un tema de conversación en la reciente reunión que mantuvieron la hermana del Presidente, Karina Milei, y el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Oscar Ojea, por pedido de la secretaria general del gobierno de La Libertad Avanza.
Más allá de las diferencias políticas e ideológicas, Milei espera que la visita de Francisco aporte semillas de serenidad y esperanza, frente a los presagios de un tiempo de fuerte convulsión social. “Nuestra prioridad máxima es proteger a nuestros compatriotas más vulnerables”, dice Milei en la carta a Francisco, cuando hace poco identificaba la justicia social con insultos irreproducibles.
La indefinición oficial para cubrir cargos claves en la relación con la Iglesia, como la embajada argentina ante la Santa Sede y la Secretaría de Culto de la Nación, no genera cortocircuitos en la relación, aseguran cerca del obispo Ojea. “No son un tema de la Iglesia los nombramientos de los gobiernos”, insistieron las fuentes ante la consulta.
La falta de confirmación de los funcionarios que asumirán esas funciones no presentan un obstáculo para establecer canales de comunicación. Tanto el Papa como el presidente Milei apelan con frecuencia a lazos informales cuando tienen interés en hacer llegar un mensaje. No en vano, el oftalmólogo Fabio Bartucci, que con frecuencia realiza los controles de la vista al pontífice argentino, fue el enlace que posibilitó la llamada telefónica que el Papa le hizo a Milei para saludarlo por su triunfo electoral. Una circunstancia casual que permitió romper barreras y construir un diálogo.
Especulaciones y fechas
La carta del presidente Milei, de dos carillas, contiene sobre el final una frase que algunos marcan con resaltador.
“Sé que el tiempo es escaso. Aun así, espero que pueda viajar para la alegría general de todo el pueblo argentino”, dice el presidente libertario. Los más optimistas creen entender que el mandatario estaría haciendo referencia a una fecha cercana, entre marzo y abril, probablemente después de Semana Santa, con la que algunos habían especulado en las últimas semanas.
Si bien los presidentes anteriores expresaron sus deseos de que Francisco visitara su país natal, lo que no ocurrió en los diez años de pontificado, ninguno fue tan directo ni presentó una invitación formal expresa, como lo hizo el líder libertario.
En marzo de 2023, al cumplirse diez años de la elección de Jorge Bergoglio en el trono de Pedro, el entonces presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner suscribieron una carta con más de 300 firmas para pedir que se concrete el demorado viaje. “Aunque deseamos y ansiamos tu visita, confiamos en tu sabiduría para decir el sí y eventualmente el cuándo”, decía el texto, que reunió incluso a Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal con Axel Kicillof, entre otros dirigentes históricamente enfrentados.
De confirmarse el viaje, un tema decisivo será la definición de las ciudades que podrían recibir al Papa. A partir de sus últimas designaciones, Francisco encontraría en la Argentina una Iglesia renovada y con plena adhesión a su magisterio. En el segundo semestre de 2023 asumieron los arzobispos de Buenos Aires, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, y de La Plata, monseñor Gabriel Mestre, con un marcado acento pastoral en lo social. A ello se suman los nombramientos de los cardenales Víctor Manuel Fernández –hoy en Roma, al frente del Dicasterio para la Doctrina de la Fe– y el jesuita Ángel Rossi, arzobispo de Córdoba.
Más allá del anhelo del Presidente y de las limitaciones y condicionamientos que imponen los problemas de salud de Francisco, el propio pontífice abrió en septiembre pasado un interrogante sobre su agenda de viajes. “Les digo la verdad: para mí ahora hacer un viaje no es tan fácil como al principio, hay limitaciones para caminar y esto limita. Pero ya veremos”, declaró Francisco, en una rueda de prensa arriba del avión que lo llevaba de regreso a Roma, luego de su desgastante viaje a Mongolia.
Pese a haber estado incluido en su agenda, en diciembre último debió suspender un viaje programado a Dubái, donde pensaba asistir a una cumbre de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. En tanto, semanas antes del balotaje presidencial que consagrara a Milei como presidente, Francisco declaró en noviembre que su viaje a la Argentina no dependía del resultado de las elecciones.
Con 87 años cumplidos en diciembre, el Papa no tiene confirmados aún viajes para 2024. En medios eclesiásticos trascendieron posibles deseos de Francisco de viajar a Bélgica, para celebrar el sexto centenario de la Universidad Católica de Lovaina, una de las más antiguas del mundo, y realizar un viaje pastoral a la Polinesia. Las perspectivas de un viaje a la Argentina, que no visita desde que fue elegido en el Vaticano, podría incluir también un viaje a Uruguay.
Tanto el Papa como Milei apelan a lazos informales para enviar un mensaje
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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