Milei recibió a sus diputados y les pidió “acompañamiento”
El fracaso de la ley ómnibus y el debate del DNU estuvieron en la agenda; el Presidente se mostró “entusiasmado” por la economía, pero no dio pistas de su discurso de mañana
Jaime RosembergXLos diputados libertarios, ayer, viajaron en subte desde el Congreso
Enfundado en su característica campera oscura, Javier Milei ingresó ayer a las 9.24 a la Casa Rosada y subió directamente a su despacho. Un rato después, y en la previa de su esperado discurso del viernes, en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, el Presidente recibió durante más de dos horas a una veintena de diputados de La Libertad Avanza, quienes seguramente serán su apoyo en una sesión que se prevé agitada y con distintas bancadas opositoras dispuestas a expresar su disgusto con las políticas libertarias.
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el jefe del bloque libertario, Oscar Zago, encabezaron la comitiva legislativa, mientras que acompañaron a Milei el asesor Santiago Caputo; el ministro del Interior, Guillermo Francos; el portavoz, Manuel Adorni (los diputados lo felicitaron por su cumpleaños), y otros funcionarios, como el subsecretario Eduardo “Lule” Menem.
“El Presidente nos pidió apoyo para las leyes, por ahí nos sacude un poquito, pero está contento por cómo va la economía”, contó a uno de los diputados presentes. Otros legisladores coincidieron en que Milei hizo un repaso de la situación económica y se mostró contento “porque la expectativa de la gente en relación con la marcha de la economía va aumentando”. Otros testigos afirmaron que el Presidente expresó que enviará próximamente (no se habló de fechas) artículos de la ley ómnibus para ser tratados, cada uno por separado, o en un “proyecto nuevo”, que contenga varios ítems.
El fracaso de la ley ómnibus, la posibilidad de relanzar parte de esa ley y la chance concreta de que el decreto de necesidad y urgencia (DNU) 70/23 sea rechazado en la Comisión Bicameral de seguimiento y luego en el recinto del Senado formaron parte del temario del intercambio entre el Presidente y sus legisladores.
El bloque libertario esperaba que Milei les adelantara alguna línea de su discurso, que prevé escribir de puño y letra y en el que se espera que dispare duros dardos contra la oposición y algunos hasta hace poco eventuales aliados, como los gobernadores con los que sostiene una dura disputa. En ese punto, los diputados se fueron de la Rosada con la misma incógnita. “No se habló nada del discurso”, repitieron varios legisladores por los pasillos de Balcarce 50, todos con semblante relajado al salir del Salón Norte, donde se desarrolló la reunión. Tampoco el Presidente se refirió directamente a la pelea con los gobernadores, aunque uno de los diputados más importantes definió al tema como “una discusión y puja natural”, intentando relativizar los durísimos cruces con Chubut, Buenos Aires y La Rioja. Según explicó Adorni en la conferencia prensa posterior, Milei puso sobre la mesa “los avances en la gestión” y el operativo de “ayudas sociales” para los más vulnerables. Evitó precisar qué proyectos serán enviados por el Poder Ejecutivo al Parlamento y negó que el primer mandatario esté pensando en cerrar su vínculo con el Congreso y no enviar más iniciativas, como consecuencia de las trabas a la ley ómnibus.
En subte
Como gesto acorde con el “no hay plata” enarbolado por el Presidente, Zago y una quincena de diputados llegaron a la reunión en el subte A, luego de encontrarse en el Congreso, y se fotografiaron durante el viaje. Al ingresar, defendieron la gestión presidencial y achacaron las dificultades económicas a la gestión de Alberto Fernández. También dijeron que el Gobierno “dialoga”, y rechazaron las críticas en ese sentido.
“El Presidente tuvo diálogo para podar la mitad de los artículos de la ley [ómnibus]. Ese es el diálogo, estamos mirando en la dirección correcta frente al naufragio kirchnerista”, dijo Alberto Benegas Lynch. Cuando lo consultaron por el tenso clima social, lo atribuyó a “la inercia que venimos a cambiar. La foto que tenemos es del incendio kirchnerista”. Y agregó: “El Poder Legislativo tiene que acompañar para que la recuperación sea lo más rápida posible y lleguen las inversiones”.
Otros diputados presentes fueron Gabriel Bornoroni, Juliana Santillán, Nicolás Emma, María Cecilia Ibañez, Manuel Quintero, Facundo Corres, Nadia Marqués, Julio Moreno, Emilia Orozco, Carlos Zapata, José Peluc, Carlos Dalesandro, Rocío Bonacci, Santiago Pauli y Gerardo Huessen. Hubo, en el comienzo de la reunión, algunas ausencias destacadas, como la diputada Marcela Pagano. Para esta ocasión, la vicepresidenta Victoria Villarruel y el bloque de senadores de LLA “no fueron convocados”, explicaron fuentes oficiales
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Almuerzo con Ritondo y un pedido para trabajar “juntos”
Mientras dilata su encuentro con Macri, el Presidente tuvo un gesto con el jefe del bloque Pro, que prometió apoyo
Maia JastreblanskyXLa selfie con Milei que Ritondo compartió tras la reunión
El presidente Javier Milei siempre se mantuvo en contacto con el jefe del bloque de diputados de Pro, Cristian Ritondo, a quien pondera luego de probar su lealtad durante el tratamiento de la ley ómnibus. Pero ayer tuvo un gesto especial y lo invitó a almorzar a la Casa Rosada, un convite que pareció un mensaje de deshielo hacia el macrismo.
Del encuentro trascendieron públicamente una foto amistosa –dicen en la Casa Rosada que desde adentro se escucharon risas– y una conversación en torno a las perspectivas económicas del país y a las reformas que quedaron frustradas con la ley ómnibus, que el Presidente quiere reflotar en sesiones ordinarias con apoyo del bloque Pro.
“Hay una dirección del cambio que hoy tiene el presidente Milei que por supuesto vamos a acompañar”, dijo Ritondo al salir del encuentro.
Puertas adentro, sin embargo, Milei le transmitió al diputado –uno de los soldados fieles de Mauricio Macri– que hay que trabajar para una confluencia electoral entre La Libertad Avanza y Pro de cara a las elecciones de mitad de mandato. “En 2025 tenemos que trabajar juntos”, fue el mensaje que, según trascendió, le habría transmitide do el jefe del Estado al legislador.
El encuentro de Milei y Ritondo ocurre cuando se extendió un clima enrarecido entre la Casa Rosada y Macri. Sobre un escenario de desconfianza, la semana pasada se montó el episodio de Chubut, que enfrentó a la presidencia con los gobernadores de Pro.
Ayer, Milei envió tibias señales de acercamiento. En la reunión que mantuvo por la mañana con los diputados de La Libertad Avanza, el Presidente les pidió a sus legisladores que tengan “una buena relación con Pro”, porque “son aliados”.
El jefe del Estado no fue más allá con sus pedidos internos. En el macrismo esperan que cesen las hostilidades de algunos referentes de LLA contra los intendentes de Pro, en particular con el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri (allí La Libertad Avanza votó en contra de varios proyectos clave en la Legislatura) y con Guillermo Montenegro (intendente de General Pueyrredón).
La relación con Macri
El almuerzo con Ritondo denota que Milei no quiere detonar todos los puentes con Macri, si bien continuamente envía señales confusas. En ambas terminales aseguran que el jefe del Estado y su predecesor no se vieron recientemente y que su último contacto telefónico fue previo al viaje de Milei a Washington. Una reunión cara a cara, dicen en la Casa Rosada, “hoy no está en agenda”.
Macri esperaba dialogar mano a mano con Milei al regresar de su retiro patagónico, pero el Presidente siempre postergó el cónclave. En el ínterin, crecieron los resquemores a partir del conflicto con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres.
El expresidente recibió a Torres el día previo a que el patagónico publicara en la red social X el mensaje del lockout energético, que buscó más ser un llamado de atención que una amenaza real. Macri intentó sin éxito destrabar el problema de los fondos. Una vez que el conflicto escaló, se replegó en un silencio estratégico.
Cuando los diez gobernadores de Juntos por el Cambio se solidarizaron con Torres, la Casa Rosada les respondió con un comunicado en el que embistió contra todos ellos y nombró especialmente a los dos de Pro: Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Jorge Macri.
Más allá del capítulo Chubut, de fondo hay serias dudas acerca de la viabilidad de una alianza formal entre Pro y LLA. La Casa Rosada habló de un eventual interbloque en Diputados, pero ese plan nunca generó entusiasmo en Pro (ni siquiera en Ritondo) y hoy parece archivado.
Macri, por su parte, siempre descartó un cogobierno, pero pretendió que Pro pudiera nutrir al gabinete de Milei con cuadros para las segundas y terceras líneas. El Gobierno, sin embargo, nunca fue permeable a los ofrecimientos del macrismo. La mesa chica de Milei –encarnada en su hermana, en el asesor Santiago Caputo y en el jefe de Gabinete, Nicolás Posse– siempre buscó preservar la pureza libertaria.
Milei sí tomó nota de algunos de los consejos de su antecesor en materia de gestión. Pero todavía no queda en claro si le dará cabida para que Pro pueda tener más protagonismo en su organigrama.
El presidente Javier Milei siempre se mantuvo en contacto con el jefe del bloque de diputados de Pro, Cristian Ritondo, a quien pondera luego de probar su lealtad durante el tratamiento de la ley ómnibus. Pero ayer tuvo un gesto especial y lo invitó a almorzar a la Casa Rosada, un convite que pareció un mensaje de deshielo hacia el macrismo.
Del encuentro trascendieron públicamente una foto amistosa –dicen en la Casa Rosada que desde adentro se escucharon risas– y una conversación en torno a las perspectivas económicas del país y a las reformas que quedaron frustradas con la ley ómnibus, que el Presidente quiere reflotar en sesiones ordinarias con apoyo del bloque Pro.
“Hay una dirección del cambio que hoy tiene el presidente Milei que por supuesto vamos a acompañar”, dijo Ritondo al salir del encuentro.
Puertas adentro, sin embargo, Milei le transmitió al diputado –uno de los soldados fieles de Mauricio Macri– que hay que trabajar para una confluencia electoral entre La Libertad Avanza y Pro de cara a las elecciones de mitad de mandato. “En 2025 tenemos que trabajar juntos”, fue el mensaje que, según trascendió, le habría transmitide do el jefe del Estado al legislador.
El encuentro de Milei y Ritondo ocurre cuando se extendió un clima enrarecido entre la Casa Rosada y Macri. Sobre un escenario de desconfianza, la semana pasada se montó el episodio de Chubut, que enfrentó a la presidencia con los gobernadores de Pro.
Ayer, Milei envió tibias señales de acercamiento. En la reunión que mantuvo por la mañana con los diputados de La Libertad Avanza, el Presidente les pidió a sus legisladores que tengan “una buena relación con Pro”, porque “son aliados”.
El jefe del Estado no fue más allá con sus pedidos internos. En el macrismo esperan que cesen las hostilidades de algunos referentes de LLA contra los intendentes de Pro, en particular con el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri (allí La Libertad Avanza votó en contra de varios proyectos clave en la Legislatura) y con Guillermo Montenegro (intendente de General Pueyrredón).
La relación con Macri
El almuerzo con Ritondo denota que Milei no quiere detonar todos los puentes con Macri, si bien continuamente envía señales confusas. En ambas terminales aseguran que el jefe del Estado y su predecesor no se vieron recientemente y que su último contacto telefónico fue previo al viaje de Milei a Washington. Una reunión cara a cara, dicen en la Casa Rosada, “hoy no está en agenda”.
Macri esperaba dialogar mano a mano con Milei al regresar de su retiro patagónico, pero el Presidente siempre postergó el cónclave. En el ínterin, crecieron los resquemores a partir del conflicto con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres.
El expresidente recibió a Torres el día previo a que el patagónico publicara en la red social X el mensaje del lockout energético, que buscó más ser un llamado de atención que una amenaza real. Macri intentó sin éxito destrabar el problema de los fondos. Una vez que el conflicto escaló, se replegó en un silencio estratégico.
Cuando los diez gobernadores de Juntos por el Cambio se solidarizaron con Torres, la Casa Rosada les respondió con un comunicado en el que embistió contra todos ellos y nombró especialmente a los dos de Pro: Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Jorge Macri.
Más allá del capítulo Chubut, de fondo hay serias dudas acerca de la viabilidad de una alianza formal entre Pro y LLA. La Casa Rosada habló de un eventual interbloque en Diputados, pero ese plan nunca generó entusiasmo en Pro (ni siquiera en Ritondo) y hoy parece archivado.
Macri, por su parte, siempre descartó un cogobierno, pero pretendió que Pro pudiera nutrir al gabinete de Milei con cuadros para las segundas y terceras líneas. El Gobierno, sin embargo, nunca fue permeable a los ofrecimientos del macrismo. La mesa chica de Milei –encarnada en su hermana, en el asesor Santiago Caputo y en el jefe de Gabinete, Nicolás Posse– siempre buscó preservar la pureza libertaria.
Milei sí tomó nota de algunos de los consejos de su antecesor en materia de gestión. Pero todavía no queda en claro si le dará cabida para que Pro pueda tener más protagonismo en su organigrama.
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