Caputo suma a los súper para frenar los precios
Igual que con las empresas de consumo masivo, descartará una devaluación brusca.
Francisco Jueguen
BidEl secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el ministro Luis Caputo, en la reunión del BID
El encuentro estaba fijado para el miércoles a las 14.30 en el Ministerio de Economía. El ministro Luis Caputo les ratificó a las empresas de consumo masivo que no va a haber una nueva devaluación y que el precio de equilibrio de dólar debería estar hoy en los $900. Es, dijo, la convergencia entre la cotización oficial y la paralela. Acompañado por el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, Caputo les pidió ajustar sus proyecciones estimadas de ventas y precios –sobregiradas en diciembre por el salto del dólar– a las variables actuales, a una macroeconomía –dijeron los funcionarios– que se comenzó a ordenar.
Ahondó entonces en la metodología para bajar los precios. Nada de 2x1, promociones o bonificaciones, dijo: pidió que se reflejen en los precios de lista. Son los que releva el Indec para el IPC. “Si no, hay un índice totalmente distorsionado frente a lo que está pasando”, les explicó a los empresarios.
Luego se dedicó a escuchar. Quería tener, de primera mano, cuál era hoy la sensación de los directivos. Algunos contaron que, en las categorías más básicas, la bajas en las ventas son de un dígito. Pero en otras, las más sofisticadas o en bebidas alcohólicas, se estiran hasta dos cifras. Los congelados, puso una fuente el ejemplo, caen entre 20% y 30%. Sobre los precios, varios le ratificaron a Caputo que están en “baja sostenida”.
En esa misma sintonía, frenar los aumentos de precios o, mejor, bajarlos para contener la inflación, Caputo se reunirá hoy con los grandes supermercados.
La “Biblia” de Caputo tiene tres mandamientos que guían sus actos, cuentan en el quinto piso del Palacio de Hacienda. El primero es bajar la inflación. El segundo, que la economía vuelva a crecer, y el tercero, bajar los impuestos. En resumen: frenar los precios para estabilizar. Estabilizar para volver a crecer. Y crecer para lograr el suficiente margen fiscal y comenzar a bajar la fuerte presión tributaria.
En Economía creen que el resultado fiscal en febrero dará superávit financiero, pese a que algunos números no son auspiciosos (como lo estimó la Oficina de Presupuesto del Congreso). Todos los ítems vinculados a la actividad cayeron en la recaudación del mes. “El Gobierno ha entrado en una dura batalla contra sí mismo. La recaudación nacional registró el peor febrero en más de 15 años por la recesión y los cambios en Ganancias”, escribió Fernando Morra, exvice de Economía, el viernes por la noche. Se necesitan más ingresos o menos gasto.
Por eso, el Gobierno apura el paquete fiscal y la restitución de Ganancias. Los tributaristas rumorean que es “curioso” que en el comunicado del Ejecutivo tras reunirse el viernes con los gobernadores no se mencionaran los cambios propuestos en Bienes Personales, que hoy pesaría más. Ya no se pueden seguir pisando pagos o licuando jubilaciones. Las reformas en la “Ley de bases”, en tanto, serían el piso para intentar restaurar el crecimiento, en principio, con nuevas inversiones. Mucho más tarde, con una mejora del consumo masivo.
“La actividad económica en enero ya acumula un retroceso cercano al 6% desde septiembre pasado, volviendo a niveles de agosto de 2021, cuando la economía seguía afectada por la pandemia”, escribió Sebastián Menescaldi, director de EcoGo, para graficar la situación.
Aparte de sumar ingresos, el Gobierno puede seguir cortando gastos, lo que contraerá más la economía. No solo pondrá el foco en los 12 millones de cheques que entrega el Estado por mes y que representan 2,5 puntos del PBI, según los últimos cálculos de la consultora Econométrica. Es probable que siga apuntando a más bajas en el empleo público. Milei suele acelerar: lo hizo con el Inadi y con Télam. En los pasillos del Indec ya se habla de “jubilables” y se apunta a los “monotributistas”.
En el equipo económico confirman que “no alcanza” con una brecha cambiaria chica –como la actual, menor al 20%– para levantar el cepo. Se necesitan reservas (hoy siguen en terreno negativo) y una fuerte desaceleración de la inflación. Otras expectativas. La pregunta es si el tipo de cambio actual (el oficial y el diferencial para exportadores) alcanza para capturar los dólares de la cosecha gruesa. ¿Un nuevo tipo de cambio diferencial, más alto que el actual, puede oscurecer expectativas sobre una devaluación futura a la hora de levantar el cepo? Una mayor brecha atrae otro salto brusco y eso entorpece expectativas sobre la baja de la inflación. Dilemas. Algunos miraron la semana pasada a Egipto, otro país con un programa con el FMI, al que se le pedía una fuerte devaluación: su moneda comenzó a flotar con una devaluación de casi 40%.
Dudas con los impuestos
La convocatoria presidencial para el nuevo debate en el Congreso volvió, como en enero, a poner muy ansiosos a los estudios de abogados especialistas en impuestos. Todos quieren tener la primicia para sus clientes. El viernes comenzó a circular, por caso, un resumen del supuestamente “nuevo” paquete fiscal. Era una síntesis, sí, pero de un proyecto firmado por Ricardo López Murphy.
El interés principal de la clase media está puesto en Ganancias. Otro borrador que circula contempla la derogación del impuesto cedular de la cuarta categoría, que disponía para el primer semestre de 2024 un mínimo no imponible de $2.340.000 y gravar el excedente de esa cifra con alícuotas del 27% al 35%. La idea sería regresar a las normas de la cuarta categoría, disponiendo las deducciones personales en el mismo monto que fue enviado al Congreso a principios de año, con actualización trimestral por IPC (inflación), reemplazando como índices el Ripte y el salario mínimo, que rigen en la actualidad. Eso implicaba un piso de $1.250.000 brutos para solteros y cerca de $1.500.000 para casados con dos hijos a cargo.
Una buena y una duda: si se confirmara este proyecto, se solucionaría un tema espinoso. Allí se ratificaría el decreto 415/23, que incrementaba en un 36% los importes de las escalas progresivas del impuesto para 2023. El Poder Ejecutivo, en tiempos de Sergio Massa, no estaba facultado para tal modificación, por lo que requiere una ratificación legal. Caso contrario, los contribuyentes le deberán a la AFIP. Algo parecido podría pasar –una deuda con el fisco– si la vigencia de los nuevos montos imponibles (inferiores al impuesto cedular) en la nueva ley no empiezan a regir desde el segundo trimestre.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
El BID aumenta su capital y el país aportará cerca de US$440 millones
El banco ampliará su asistencia a la región en US$112.000 millones en los próximos diez años; la votación fue unánime
El encuentro estaba fijado para el miércoles a las 14.30 en el Ministerio de Economía. El ministro Luis Caputo les ratificó a las empresas de consumo masivo que no va a haber una nueva devaluación y que el precio de equilibrio de dólar debería estar hoy en los $900. Es, dijo, la convergencia entre la cotización oficial y la paralela. Acompañado por el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, Caputo les pidió ajustar sus proyecciones estimadas de ventas y precios –sobregiradas en diciembre por el salto del dólar– a las variables actuales, a una macroeconomía –dijeron los funcionarios– que se comenzó a ordenar.
Ahondó entonces en la metodología para bajar los precios. Nada de 2x1, promociones o bonificaciones, dijo: pidió que se reflejen en los precios de lista. Son los que releva el Indec para el IPC. “Si no, hay un índice totalmente distorsionado frente a lo que está pasando”, les explicó a los empresarios.
Luego se dedicó a escuchar. Quería tener, de primera mano, cuál era hoy la sensación de los directivos. Algunos contaron que, en las categorías más básicas, la bajas en las ventas son de un dígito. Pero en otras, las más sofisticadas o en bebidas alcohólicas, se estiran hasta dos cifras. Los congelados, puso una fuente el ejemplo, caen entre 20% y 30%. Sobre los precios, varios le ratificaron a Caputo que están en “baja sostenida”.
En esa misma sintonía, frenar los aumentos de precios o, mejor, bajarlos para contener la inflación, Caputo se reunirá hoy con los grandes supermercados.
La “Biblia” de Caputo tiene tres mandamientos que guían sus actos, cuentan en el quinto piso del Palacio de Hacienda. El primero es bajar la inflación. El segundo, que la economía vuelva a crecer, y el tercero, bajar los impuestos. En resumen: frenar los precios para estabilizar. Estabilizar para volver a crecer. Y crecer para lograr el suficiente margen fiscal y comenzar a bajar la fuerte presión tributaria.
En Economía creen que el resultado fiscal en febrero dará superávit financiero, pese a que algunos números no son auspiciosos (como lo estimó la Oficina de Presupuesto del Congreso). Todos los ítems vinculados a la actividad cayeron en la recaudación del mes. “El Gobierno ha entrado en una dura batalla contra sí mismo. La recaudación nacional registró el peor febrero en más de 15 años por la recesión y los cambios en Ganancias”, escribió Fernando Morra, exvice de Economía, el viernes por la noche. Se necesitan más ingresos o menos gasto.
Por eso, el Gobierno apura el paquete fiscal y la restitución de Ganancias. Los tributaristas rumorean que es “curioso” que en el comunicado del Ejecutivo tras reunirse el viernes con los gobernadores no se mencionaran los cambios propuestos en Bienes Personales, que hoy pesaría más. Ya no se pueden seguir pisando pagos o licuando jubilaciones. Las reformas en la “Ley de bases”, en tanto, serían el piso para intentar restaurar el crecimiento, en principio, con nuevas inversiones. Mucho más tarde, con una mejora del consumo masivo.
“La actividad económica en enero ya acumula un retroceso cercano al 6% desde septiembre pasado, volviendo a niveles de agosto de 2021, cuando la economía seguía afectada por la pandemia”, escribió Sebastián Menescaldi, director de EcoGo, para graficar la situación.
Aparte de sumar ingresos, el Gobierno puede seguir cortando gastos, lo que contraerá más la economía. No solo pondrá el foco en los 12 millones de cheques que entrega el Estado por mes y que representan 2,5 puntos del PBI, según los últimos cálculos de la consultora Econométrica. Es probable que siga apuntando a más bajas en el empleo público. Milei suele acelerar: lo hizo con el Inadi y con Télam. En los pasillos del Indec ya se habla de “jubilables” y se apunta a los “monotributistas”.
En el equipo económico confirman que “no alcanza” con una brecha cambiaria chica –como la actual, menor al 20%– para levantar el cepo. Se necesitan reservas (hoy siguen en terreno negativo) y una fuerte desaceleración de la inflación. Otras expectativas. La pregunta es si el tipo de cambio actual (el oficial y el diferencial para exportadores) alcanza para capturar los dólares de la cosecha gruesa. ¿Un nuevo tipo de cambio diferencial, más alto que el actual, puede oscurecer expectativas sobre una devaluación futura a la hora de levantar el cepo? Una mayor brecha atrae otro salto brusco y eso entorpece expectativas sobre la baja de la inflación. Dilemas. Algunos miraron la semana pasada a Egipto, otro país con un programa con el FMI, al que se le pedía una fuerte devaluación: su moneda comenzó a flotar con una devaluación de casi 40%.
Dudas con los impuestos
La convocatoria presidencial para el nuevo debate en el Congreso volvió, como en enero, a poner muy ansiosos a los estudios de abogados especialistas en impuestos. Todos quieren tener la primicia para sus clientes. El viernes comenzó a circular, por caso, un resumen del supuestamente “nuevo” paquete fiscal. Era una síntesis, sí, pero de un proyecto firmado por Ricardo López Murphy.
El interés principal de la clase media está puesto en Ganancias. Otro borrador que circula contempla la derogación del impuesto cedular de la cuarta categoría, que disponía para el primer semestre de 2024 un mínimo no imponible de $2.340.000 y gravar el excedente de esa cifra con alícuotas del 27% al 35%. La idea sería regresar a las normas de la cuarta categoría, disponiendo las deducciones personales en el mismo monto que fue enviado al Congreso a principios de año, con actualización trimestral por IPC (inflación), reemplazando como índices el Ripte y el salario mínimo, que rigen en la actualidad. Eso implicaba un piso de $1.250.000 brutos para solteros y cerca de $1.500.000 para casados con dos hijos a cargo.
Una buena y una duda: si se confirmara este proyecto, se solucionaría un tema espinoso. Allí se ratificaría el decreto 415/23, que incrementaba en un 36% los importes de las escalas progresivas del impuesto para 2023. El Poder Ejecutivo, en tiempos de Sergio Massa, no estaba facultado para tal modificación, por lo que requiere una ratificación legal. Caso contrario, los contribuyentes le deberán a la AFIP. Algo parecido podría pasar –una deuda con el fisco– si la vigencia de los nuevos montos imponibles (inferiores al impuesto cedular) en la nueva ley no empiezan a regir desde el segundo trimestre.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
El BID aumenta su capital y el país aportará cerca de US$440 millones
El banco ampliará su asistencia a la región en US$112.000 millones en los próximos diez años; la votación fue unánime
Melisa Reinhold
PUNTA CANA.– El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, consiguió el objetivo que se había propuesto para esta reunión anual. Este domingo, las Asambleas de Gobernadores del BID y BID Invest aprobaron de forma unánime tres cambios “transformadores” que le permitirán al organismo multilateral de crédito modificar su estrategia de préstamos y aumentar su capital. El gobierno argentino, uno de los principales miembros accionistas, votó a favor de los cambios y el país deberá desembolsar “algo menos de US$440 millones” para colaborar con este nuevo modelo, según confío una fuente del Ministerio de Economía.
En primer lugar, se aprobó un aumento de capital de US$3500 millones para respaldar el nuevo modelo de negocios de BID Invest, el brazo del banco para asistir al sector privado. También se habilitaron US$400 millones más de recursos para BID Lab, el brazo de innovación y capital de riesgo del grupo. Esta última cifra se alcanzará al recibir US$200 millones de aportes directos que realicen los países miembros y US$200 millones a través de transferencias netas del BID.
Por último, mutará la estrategia institucional y la entidad será más selectiva a la hora de financiar nuevos proyectos, con el objetivo de que estos generen “más impacto y a mayor escala” para el período 2024-2030. En su conjunto, estas medidas permitirán que el BID aumente su capacidad de préstamo en hasta US$112.000 millones, que se volcarán en la región durante los próximos diez años.
Los cambios fueron aprobados por los gobernadores, quienes son las máximas autoridades económicas y financieras de los 48 países miembros del BID. En el caso de la Argentina, viajó en representación el ministro de Economía, Luis Caputo, quien fue acompañado por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
“Estas reuniones han sido verdaderamente históricas. Por primera vez en los 65 años de nuestra institución, nuestras Asambleas de Gobernadores han aprobado simultáneamente tres cambios transformadores que harán del Grupo BID una institución más grande, mejor y más ágil. Estos cambios aumentarán significativamente nuestra capacidad para apoyar a América Latina y el Caribe a abordar sus desafíos y desbloquear su potencial para iniciar un punto de inflexión en el desarrollo, todo para mejorar vidas con mayor impacto y a mayor escala”, dijo el presidente del BID.
Ahora, los países miembros deberán desembolsar un monto determinado de dinero para concretar la capitalización aprobada, de acuerdo a su porcentaje accionario. La Argentina es el segundo país con mayor influencia, junto con Brasil, y solo por detrás de Estados Unidos. La cifra aportada por el funcionario de Economía estaría muy cerca de los US$434 millones que anunció el gobierno de Brasil. De todas maneras, el pago del aporte se hará en siete cuotas anuales desde 2025.
Para la Argentina, un país cerrado al crédito internacional, este cambio podría significar un mayor acceso a nuevos préstamos a una tasa más baja que la del mercado. Y con una mayor capitalización del BID Invest, la apuesta del Gobierno es a que las empresas privadas puedan acceder a financiamiento en proyectos relacionados con la infraestructura, en tiempos en que el presidente Javier Milei puso un freno en la realización de obras públicas para alcanzar el déficit fiscal cero.
Durante la conferencia de prensa de cierre, Ilan Goldfajn se refirió a la relación que la Argentina mantiene con el Banco Interamericano de Desarrollo, actualmente el segundo prestamista más grande que tiene el país. Ayer, Ca puto yQuirn os e reunieroncon el presidente de la entidad para evaluar el apoyo que podría recibir el país para llevar adelante reformas fiscales, sociales y de energía.
“La reunión con el equipo fue buena. Durante estos días tuvimos reuniones con todos, no fue algo especial con la Argentina, pero una de ellas fue con el ministro Caputo y su equipo. Discutimos cómo el BID puede ayudar a trabajar con la Argentina en tres ejes: la protección social, la eficiencia del ajuste fiscal y los subsidios a la energía”, señaló, ante una pregunta
Tres objetivos
La nueva estrategia institucional del banco tiene tres objetivos centrales: reducir la pobreza y la desigualdad, abordar el cambio climático e impulsar el crecimiento regional sostenible. “El BID es un banco amigo, pero tiene que ser selectivo y encontrar junto con los países cuáles son los proyectos transformadores”, dijo Goldfajn. Para ello, el Grupo BID trabajará a través de siete áreas de enfoque operativo. Tres de ellas son transversales a todos los sectores: biodiversidad, capital natural y acción climática; igualdad de género e inclusión de diversos grupos poblacionales, y capacidad institucional, Estado de derecho y seguridad ciudadana. Las otras cuatro áreas son la protección social y el desarrollo del capital humano; desarrollo productivo e innovación a través del sector privado; infraestructura sostenible, resiliente e inclusiva y la integración regional.
Para cumplir con los objetivos, el BID reforzará su capacidad financiera. BID Invest recibirá una capitalización de US$3500 millones y, al plantear un nuevo modelo de negocios, se proponen escalar su capacidad de canalizar recursos a la región desde los actuales US$8000 millones por año a alrededor de US$19.000 millones.
Para impulsar la inclusión social, la acción climática y la productividad de la región, la Junta de Gobernadores aprobó una propuesta para que BID Lab mejore su modelo operativo y se convierta en un centro de innovación para el desarrollo. Esta aprobación permitirá a BID Lab buscar US$400 millones en nuevo financiamiento en el período 2026-2032.
PUNTA CANA.– El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, consiguió el objetivo que se había propuesto para esta reunión anual. Este domingo, las Asambleas de Gobernadores del BID y BID Invest aprobaron de forma unánime tres cambios “transformadores” que le permitirán al organismo multilateral de crédito modificar su estrategia de préstamos y aumentar su capital. El gobierno argentino, uno de los principales miembros accionistas, votó a favor de los cambios y el país deberá desembolsar “algo menos de US$440 millones” para colaborar con este nuevo modelo, según confío una fuente del Ministerio de Economía.
En primer lugar, se aprobó un aumento de capital de US$3500 millones para respaldar el nuevo modelo de negocios de BID Invest, el brazo del banco para asistir al sector privado. También se habilitaron US$400 millones más de recursos para BID Lab, el brazo de innovación y capital de riesgo del grupo. Esta última cifra se alcanzará al recibir US$200 millones de aportes directos que realicen los países miembros y US$200 millones a través de transferencias netas del BID.
Por último, mutará la estrategia institucional y la entidad será más selectiva a la hora de financiar nuevos proyectos, con el objetivo de que estos generen “más impacto y a mayor escala” para el período 2024-2030. En su conjunto, estas medidas permitirán que el BID aumente su capacidad de préstamo en hasta US$112.000 millones, que se volcarán en la región durante los próximos diez años.
Los cambios fueron aprobados por los gobernadores, quienes son las máximas autoridades económicas y financieras de los 48 países miembros del BID. En el caso de la Argentina, viajó en representación el ministro de Economía, Luis Caputo, quien fue acompañado por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
“Estas reuniones han sido verdaderamente históricas. Por primera vez en los 65 años de nuestra institución, nuestras Asambleas de Gobernadores han aprobado simultáneamente tres cambios transformadores que harán del Grupo BID una institución más grande, mejor y más ágil. Estos cambios aumentarán significativamente nuestra capacidad para apoyar a América Latina y el Caribe a abordar sus desafíos y desbloquear su potencial para iniciar un punto de inflexión en el desarrollo, todo para mejorar vidas con mayor impacto y a mayor escala”, dijo el presidente del BID.
Ahora, los países miembros deberán desembolsar un monto determinado de dinero para concretar la capitalización aprobada, de acuerdo a su porcentaje accionario. La Argentina es el segundo país con mayor influencia, junto con Brasil, y solo por detrás de Estados Unidos. La cifra aportada por el funcionario de Economía estaría muy cerca de los US$434 millones que anunció el gobierno de Brasil. De todas maneras, el pago del aporte se hará en siete cuotas anuales desde 2025.
Para la Argentina, un país cerrado al crédito internacional, este cambio podría significar un mayor acceso a nuevos préstamos a una tasa más baja que la del mercado. Y con una mayor capitalización del BID Invest, la apuesta del Gobierno es a que las empresas privadas puedan acceder a financiamiento en proyectos relacionados con la infraestructura, en tiempos en que el presidente Javier Milei puso un freno en la realización de obras públicas para alcanzar el déficit fiscal cero.
Durante la conferencia de prensa de cierre, Ilan Goldfajn se refirió a la relación que la Argentina mantiene con el Banco Interamericano de Desarrollo, actualmente el segundo prestamista más grande que tiene el país. Ayer, Ca puto yQuirn os e reunieroncon el presidente de la entidad para evaluar el apoyo que podría recibir el país para llevar adelante reformas fiscales, sociales y de energía.
“La reunión con el equipo fue buena. Durante estos días tuvimos reuniones con todos, no fue algo especial con la Argentina, pero una de ellas fue con el ministro Caputo y su equipo. Discutimos cómo el BID puede ayudar a trabajar con la Argentina en tres ejes: la protección social, la eficiencia del ajuste fiscal y los subsidios a la energía”, señaló, ante una pregunta
Tres objetivos
La nueva estrategia institucional del banco tiene tres objetivos centrales: reducir la pobreza y la desigualdad, abordar el cambio climático e impulsar el crecimiento regional sostenible. “El BID es un banco amigo, pero tiene que ser selectivo y encontrar junto con los países cuáles son los proyectos transformadores”, dijo Goldfajn. Para ello, el Grupo BID trabajará a través de siete áreas de enfoque operativo. Tres de ellas son transversales a todos los sectores: biodiversidad, capital natural y acción climática; igualdad de género e inclusión de diversos grupos poblacionales, y capacidad institucional, Estado de derecho y seguridad ciudadana. Las otras cuatro áreas son la protección social y el desarrollo del capital humano; desarrollo productivo e innovación a través del sector privado; infraestructura sostenible, resiliente e inclusiva y la integración regional.
Para cumplir con los objetivos, el BID reforzará su capacidad financiera. BID Invest recibirá una capitalización de US$3500 millones y, al plantear un nuevo modelo de negocios, se proponen escalar su capacidad de canalizar recursos a la región desde los actuales US$8000 millones por año a alrededor de US$19.000 millones.
Para impulsar la inclusión social, la acción climática y la productividad de la región, la Junta de Gobernadores aprobó una propuesta para que BID Lab mejore su modelo operativo y se convierta en un centro de innovación para el desarrollo. Esta aprobación permitirá a BID Lab buscar US$400 millones en nuevo financiamiento en el período 2026-2032.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.