sábado, 2 de marzo de 2024

FERNÁNDEZ DÍAZ PRESENTÓ " CORA " Y PREMIO Y RECONOCIMIENTO


Fernández Díaz presentó Cora, rodeado de influencers
Es la historia de una detective que investiga infidelidades; se lanza hoy en las librerías y ayer firmó los primeros ejemplares

Daniel GigenaF. Fernández Díaz firmó los primeros ejemplares de Cora
“Básicamente, Cora es una novela de mujeres que se meten en quilombos; es un género nuevo”, bromeó Mariano Valerio, gerente editorial de Planeta, al presentar la nueva ficción policial del escritor y best seller Jorge Fernández Díaz. Su trilogía de Remil lleva vendidos cientos de miles de ejemplares. La presentación se hizo ayer en el primer piso del bar notable Los Galgos, donde el escritor conversó con libreros, influencers literarias, bookstagrammers y responsables de clubes de lectura. “Son lo que yo fui siempre, personas apasionadas que recomiendan libros, que critican libros, que despedazan libros –les dijo el autor–. Me mostraron lo que hacen en Instagram y es impresionante”. Quince privilegiadas promotoras de la lectura, además de recibir una caja con un ejemplar del libro, un anotador y una lupa, pudieron conocer de primera mano detalles de la historia protagonizada por la detective privada Cora Bruno. La novela, que cuesta $19.900, llega hoy a librerías.
El autor recordó que su amigo y mentor Tomás Eloy Martínez le había aconsejado indagar la “naturaleza femenina” en sus libros. “En ese momento, no le hice caso –acotó–. Todavía hoy no sé qué significa la naturaleza femenina; me tiré al espionaje político, los ensayos, la crónica, las aventuras, hasta que con Jorge Lanata, en Radio Mitre, empezamos a hacer una tertulia medio en broma dedicada al tema del amor. Quizás tuvo que ver con que Mamá fue un viaje muy doloroso al corazón de una mujer, un libro que me obligó a entender cómo siente y piensa una mujer”. Ahora, una nueva “reina de corazones” le permite ahondar en la subjetividad de un personaje femenino.
“Muchos periodistas me dijeron que no escribiera sobre el amor; ‘no es un tema serio’, me decían”, reveló el autor de Corazones desatados y La segunda vida de las flores. A coro, la concurrencia objetó esos dichos con un “¡ah, bueno!”.
Cora tiene 370.000 caracteres, poco más de doscientas páginas, siete capítulos y un narrador apegado a la clarividencia de la detective y su grupo de amigas. “Para mí los libros son un recreo de la vida, un juego; no son el aula, el aula es el periodismo –dijo Fernández Díaz–. Mi obligación en el mundo de los libros es divertirme y llevar esa sensación a los lectores. Entre escritores no está bien visto decir que una novela es divertida”. La ficción le permite, además, traspasar una frontera impuesta a los periodistas: la vida privada, íntima, secreta de los personajes.
Según el autor, muchas narraciones –libros, series y películas– siguen una dieta hipercalórica. “Las novelas narrativas están gordas –precisó–. Se buscan muchas subtramas, con monólogos interiores y filosofía barata de relleno. A Cora traté de sacarle toda la grasa, lo que le sobraba, para lograr un tempo narrativo acelerado; espero no haber tocado un músculo. El gran desafío fue dar una sorpresa cada tres páginas, y que eso no resultara artificioso ni estrambótico”. La novela adapta el tema del amor y sus derivados a la intriga policial.
“Los escritores tenemos que cuidar el ego –sostuvo Fernández Díaz–. Creemos que tenemos mucho para decir y presumimos que eso no se dijo antes. Todo se dijo antes. Cuanto más viejo me vuelvo, tengo menos cosas para decir. Muchos escritores rellenan sus relatos, a veces con tonterías”. En Cora no hay “una gota” de política.
Tras publicar las novelas de Remil, el escritor conoció a varios detectives privados. “Sobre todo de infidelidades –dijo–. Pero nunca conocí a una mujer detective. ¿Qué pasaría si una mujer se dedicara veinte años a los vínculos amorosos, a los engaños? Quizás se especializaría en la cuestión, se convertiría en una teórica del amor. Seguramente trataría de entender el porqué del engaño”. El personaje de la investigadora se le “apareció” durante un viaje a París. “Una mujer de hoy, feminista, con sentido común y contradicciones, con amigas con las que disecciona los casos –describió–. Tiene unos 46 años perpetuos, vive por la zona de Palermo y, como todas las mujeres, es un personaje especial. Intenté que fuera como mis amigas”. La novela incluye un “test de infidelidad” ideado por la protagonista.
“Me costó más escribir sobre Remil que sobre Cora –le dijo Fernández Díaz a María Florencia Pescetto (@que_libro_leo)–. Me ayudó mucho mi mujer, la periodista Verónica Chiaravalli. Es una gran socia y conversa dora ”. Cora tiene un enamorado políticamente incorrecto: el Turco Zarif. “Un macho paternalista típico de la década del 70, querible pero machista. Tanto que ella no se anima a presentárselo a las amigas”. Irónicamente, el autor estimó que Zarif no sería objeto de cancelaciones.
¿Cora, como el oscuro Remil, protagonizará una serie de exitosas novelas? “No sé qué va a pasar –contestó el escritor–. Soy muy caprichoso con lo que escribo. Repito: tiene que ser un juego para mí. Cuando escribí La Logia de Cádiz, en Planeta me pidieron que siguiera con Belgrano; había vendido cien mil ejemplares, como con Remil. Pero no tenía ganas. Si quisiera, podría escribir novelas políticas, de temas ‘importantes’, pero eso lo dejo para el aula, para el periodismo. Ahora estoy escribiendo algo sobre mi padre”.
Con respecto a publicar un nuevo libro en un contexto complicado para la industria editorial (con aumento de insumos y caída en las ventas) se encomendó a las “fuerzas del cielo”. “Hoy sacar un libro es un acto de fe; que Dios nos ayude –dijo–. Hay recesión, caída del consumo, pero aun así los libros han resistido. Las cosas que escuché en pandemia eran impresionantes: se acaban las librerías, se acaba el libro impreso. Las librerías y la venta de libros crecieron en el mundo; acá no porque estamos destruidos. El libro te hace descansar de la pantalla y Cora quiere ser una novela refugio, que te saque del mundo. En medio de esta crisis, los libros son necesarios”.

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Premio Rey de España a la nacion por el documental sobre la sequía
Pampa Seca retrató en un registro audiovisual el impacto de ese flagelo sobre los productores agropecuarios; recibe uno de los máximos galardones internacionales

Pampa Seca y la sequía en primera persona
LA NACION ganó ayer el Premio Internacional la nacion Rey de España de Periodismo Medioambiental por Pampa Seca, el documental que realizó el año pasado para reflejar en primera persona el drama de la peor sequía de la historia en la Argentina.
El premio, creado en 1983, es concedido por la Agencia EFE y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y tiene el respaldo de la corona española. Su objetivo es reconocer el trabajo de los profesionales del periodismo de lengua española y portuguesa. Según la información que brindó la agencia EFE, el jurado consideró que este trabajo sobre la sequía “es una historia muy bien contada, con una narración muy cercana para reflejar un problema común en el mundo y el problema que conlleva en el campo”.
El documental, presentado el 22 de mayo de 2023, fue desarrollado con la producción general de Matías Boela y bajo la dirección de Francisco Ferrari. Las entrevistas y la producción periodística estuvieron a cargo de Pilar Vazquez, Belkis Martínez, María Sol Coliva y Ezequiel Díaz. La realización audiovisual fue responsabilidad de Tomás Cuesta, Julieta Bollini y Matías Aimar. Andrea Platón se encargó de la edición gráfica. El equipo de recorrió la nacion y habló con los productores de las zonas afectadas en el norte bonaerense y el sur y norte de Santa Fe. Allí se narraron con testimonios e imágenes una campaña agrícola que será recordada por un derrumbe en la producción que impactó de lleno en la economía y en el país en general. Tras tres años consecutivos del fenómeno climático La Niña, que generó lluvias muy por debajo de lo normal, el año pasado el país perdió más del 50% de la producción de trigo, maíz y soja, junto con una notable disminución del stock ganadero. Fue algo nunca visto en términos de caída de producción entre una campaña agrícola y otra.
Este desplome significó una notable baja en el aporte de dólares para el país por parte del sector que genera 7 de cada 10 dólares. Las exportaciones agrícolas, que alcanzaron los US$40.500 millones en el ciclo 2021/2022, se redujeron drástica mente a US$22.951 millones en 2022/2023 debido a la sequía, lo que representó una pérdida de US$17.549 millones.
La sequía dejó su marca no solo en las cifras totales de producción, sino también en los bajos rendimientos observados en áreas agrícolas claves como la zona núcleo del sur de Santa Fe, el norte bonaerense y el sudeste cordobés. Estas regiones, reconocidas por tener las tierras más fértiles, sufrieron un impacto devastador debido a la falta de lluvias.
Ante la situación que se vivía, este medio buscó reflejar no solo la pérdida a nivel productivo y económico, sino también las historias de los productores. La tristeza y desazón de los productores que veían cómo los días pasaban y no llovía. Por ejemplo, la vivencia de Oscar Fernández, productor y contratista rural de General Arenales, en la provincia de Buenos Aires, que ilustró cómo la sequía no solo provocó una drástica caída en los rendimientos, sino que también lo obligó a tomar medidas extremas, como vender dos tractores y alquilar su campo para poder cubrir el arrendamiento de las tierras que había tomado para producir.
“Tenés dos impactos: el económico y el impacto de venir al campo todos los días y que los cultivos desaparecen. Entonces, tenés que empujarte a vos mismo para decir: ‘Hay que seguir adelante’”, relató en ese momento el productor agropecuario Germán Millet, de Colón, Buenos Aires, quien tras haber sembrado soja y maíz cosechó un 20% de lo que había proyectado al inicio de la temporada, cuando implantó 600 hectáreas.
También la sequía hizo estragos en otra actividad: la ganadería. Gustavo Giailevra, un productor de la localidad de Tostado, en el norte de Santa Fe, perdió alrededor de 300 cabezas de ganado debido a la falta de lluvias en la zona. “Es ver cómo se pierden las ilusiones de toda una vida”, compartió el productor en esa oportunidad al describir cómo sus animales comenzaron a perder peso y a morir gradualmente en el campo, a pesar de sus esfuerzos para que haya agua con represas y pozos. “No sirvió absolutamente de nada”, se había lamentado.
También se contó el caso de Osvaldo Bo, un productor de Pergamino, Buenos Aires, que después de sembrar 240 hectáreas con soja solo pudo cosechar 40 debido a los bajos rendimientos. Mientras que el promedio histórico se ubicaba en 30 quintales por hectárea, Bo apenas logró dos quintales. Ante esta situación, decidió dejar el resto de la superficie sin recolectar debido a que los costos superaban ampliamente los ingresos que podía obtener.
Según detallaron desde la agencia EFE, la categoría de Periodismo Medioambiental tuvo 53 candidaturas. Fue en una modalidad que desde la agencia EFE destacaron que se puso para distinguir historias que contribuyan a difundir el desarrollo sostenible y una mayor cultura socioambiental. El premio está dotado de 10.000 euros para cada una de sus seis categorías. Su importancia económica lo ubica en el nivel de los Pulitzer.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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