Cada vez más firmas reportan tasas municipales sin contraprestación
Presión. Según un informe de la Unión Industrial Argentina, el 81% de las empresas identifican esa carencia como un problema; en promedio, hacen siete pagos por mes
Ignacio Grimaldi
El ministro de Economía, Luis Caputo
La “batalla cultural” que el ministro de Economía, Luis Caputo, inició contra los municipios por las tasas que cobran cuenta ahora con los números de las empresas que reclaman revisar la presión fiscal. Un relevamiento de la Unión Industrial Argentina (UIA) indica que, en promedio, las compañías realizan siete pagos por tasas municipales todos los meses y cada vez son más las que reclaman ante la falta de una contraprestación. En 2021, el 51% señalaba que ese era el principal problema. Este año el porcentaje subió a 81%.
La muestra que utilizó la UIA para estudiar los efectos de las tasas municipales en el sector privado está compuesta por 67 empresas. El 66% son pequeñas y medianas. Entre los pagos que identificaron como carentes de contraprestación se destaca la tasa de Seguridad e Higiene. En segundo lugar se ubica la tasa aplicada a la actividad económica, seguida por la correspondiente a la red vial.
Santa Cruz, La Pampa, San Juan, Jujuy, Tucumán, Chaco y Formosa son las provincias donde se reportaron más problemas vinculados a la ausencia de contraprestación.
Además de las empresas que reclaman el cumplimiento del servicio exigido a los municipios a cambio del pago de tasas, también se incrementó el número de las que señalan que hay doble imposición. En 2021 este ítem había sido marcado por el 31% y tres años después, por el 35%. ¿Qué significa esto? Que a un mismo sujeto le cobran dos o más veces el mismo impuesto o tasa. En este segmento, los pagos que más se repitieron también fueron los de vinculados a la actividad económica y la tasa de Seguridad e Higiene.
De hecho, este último ítem está presente en uno de cada tres pagos de tasas municipales. Incluso, según el informe de la Unión Industrial, el cobro de esta tasa representa el 1,8% del precio de diversos productos. La doble imposición fue reportada con mayor frecuencia en Neuquén, Tucumán, Chubut, Catamarca y Chaco.
Presión fiscal
Pese a que estos son problemas vinculados al cobro de las tasas municipales, también existe una segunda arista de esta situación, que es la presión fiscal que generan. Si bien los municipios conforman un tercer nivel en términos de las escalas del Estado, ya que arriba de ellos está la Nación y las provincias, Seguridad e Higiene es el noveno concepto por el cual más recauda en todo el país. Aporta, según datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, el 0,7% del PBI. Su poder de absorción creció, ya que la alícuota promedio en 2022 era de 0,79% y, según el relevamiento reciente, es ahora de 0,85%.
El mapa de la Argentina tiene varios lugares “en rojo”, por la cantidad de tasas que los municipios les cobran a las empresas industriales. De este modo, el informe de la UIA determinó que dentro de los 10 municipios que más ahogan a las empresas se cobran entre dos y seis tasas, en promedio.
¿Cuáles son esos municipios? Pilar, Chascomús, Rojas, Tres de Febrero, Ezeiza y Luján en la provincia de Buenos Aires; Aldea María Luisa, Concordia y Concepción del Uruguay, en Entre Ríos, y San Rafael, en Mendoza.
Ranking de provincias
El análisis de la principal entidad que nuclea a empresarios del mundo fabril comparó el promedio de todos los municipios por provincia. En ese apartado, determinaron que en Buenos Aires los municipios les aplican a las empresas industriales entre cuatro y cinco tasas.
Luego se ubican los de La Pampa, con una proporción muy similar. El podio lo completa una provincia norteña que, a diferencia de las anteriores, no es gobernada por una administración peronista, sino radical: Jujuy es la tercera en este ranking, con un promedio de cuatro tasas.
Pero, más allá de atención concentrada en los municipios, otro punto interesante es el que busca responder quiénes pagan. Entonces, el sector industrial se divide en tres ramas: micro y pequeñas, medianas y grandes empresas. En el caso de las primeras, todo lo vinculado con maquinaria representa el 30% de lo que pagan.
Las compañías dedicadas al sector automotor, entre las medianas, son las que más recursos le dejan a los municipios. En el segmento de las grandes empresas, las productoras de alimentos encabezan el listado de las que más padecen este tipo de presión fiscal.
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Los industriales piden incluir el proyecto del “mini-RIGI” en sesiones extraordinarias
Tras reunirse con Sturzenegger, el presidente de la UIA, Funes de Rioja, dijo que hay que bajar impuestos
La “batalla cultural” que el ministro de Economía, Luis Caputo, inició contra los municipios por las tasas que cobran cuenta ahora con los números de las empresas que reclaman revisar la presión fiscal. Un relevamiento de la Unión Industrial Argentina (UIA) indica que, en promedio, las compañías realizan siete pagos por tasas municipales todos los meses y cada vez son más las que reclaman ante la falta de una contraprestación. En 2021, el 51% señalaba que ese era el principal problema. Este año el porcentaje subió a 81%.
La muestra que utilizó la UIA para estudiar los efectos de las tasas municipales en el sector privado está compuesta por 67 empresas. El 66% son pequeñas y medianas. Entre los pagos que identificaron como carentes de contraprestación se destaca la tasa de Seguridad e Higiene. En segundo lugar se ubica la tasa aplicada a la actividad económica, seguida por la correspondiente a la red vial.
Santa Cruz, La Pampa, San Juan, Jujuy, Tucumán, Chaco y Formosa son las provincias donde se reportaron más problemas vinculados a la ausencia de contraprestación.
Además de las empresas que reclaman el cumplimiento del servicio exigido a los municipios a cambio del pago de tasas, también se incrementó el número de las que señalan que hay doble imposición. En 2021 este ítem había sido marcado por el 31% y tres años después, por el 35%. ¿Qué significa esto? Que a un mismo sujeto le cobran dos o más veces el mismo impuesto o tasa. En este segmento, los pagos que más se repitieron también fueron los de vinculados a la actividad económica y la tasa de Seguridad e Higiene.
De hecho, este último ítem está presente en uno de cada tres pagos de tasas municipales. Incluso, según el informe de la Unión Industrial, el cobro de esta tasa representa el 1,8% del precio de diversos productos. La doble imposición fue reportada con mayor frecuencia en Neuquén, Tucumán, Chubut, Catamarca y Chaco.
Presión fiscal
Pese a que estos son problemas vinculados al cobro de las tasas municipales, también existe una segunda arista de esta situación, que es la presión fiscal que generan. Si bien los municipios conforman un tercer nivel en términos de las escalas del Estado, ya que arriba de ellos está la Nación y las provincias, Seguridad e Higiene es el noveno concepto por el cual más recauda en todo el país. Aporta, según datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, el 0,7% del PBI. Su poder de absorción creció, ya que la alícuota promedio en 2022 era de 0,79% y, según el relevamiento reciente, es ahora de 0,85%.
El mapa de la Argentina tiene varios lugares “en rojo”, por la cantidad de tasas que los municipios les cobran a las empresas industriales. De este modo, el informe de la UIA determinó que dentro de los 10 municipios que más ahogan a las empresas se cobran entre dos y seis tasas, en promedio.
¿Cuáles son esos municipios? Pilar, Chascomús, Rojas, Tres de Febrero, Ezeiza y Luján en la provincia de Buenos Aires; Aldea María Luisa, Concordia y Concepción del Uruguay, en Entre Ríos, y San Rafael, en Mendoza.
Ranking de provincias
El análisis de la principal entidad que nuclea a empresarios del mundo fabril comparó el promedio de todos los municipios por provincia. En ese apartado, determinaron que en Buenos Aires los municipios les aplican a las empresas industriales entre cuatro y cinco tasas.
Luego se ubican los de La Pampa, con una proporción muy similar. El podio lo completa una provincia norteña que, a diferencia de las anteriores, no es gobernada por una administración peronista, sino radical: Jujuy es la tercera en este ranking, con un promedio de cuatro tasas.
Pero, más allá de atención concentrada en los municipios, otro punto interesante es el que busca responder quiénes pagan. Entonces, el sector industrial se divide en tres ramas: micro y pequeñas, medianas y grandes empresas. En el caso de las primeras, todo lo vinculado con maquinaria representa el 30% de lo que pagan.
Las compañías dedicadas al sector automotor, entre las medianas, son las que más recursos le dejan a los municipios. En el segmento de las grandes empresas, las productoras de alimentos encabezan el listado de las que más padecen este tipo de presión fiscal.
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Los industriales piden incluir el proyecto del “mini-RIGI” en sesiones extraordinarias
Tras reunirse con Sturzenegger, el presidente de la UIA, Funes de Rioja, dijo que hay que bajar impuestos
Ignacio Grimaldi
La de ayer fue una mañana de acción para la agenda en común que tienen el Gobierno y la Unión Industrial Argentina (UIA). Con la relación algo desgastada por los vaivenes con la baja de impuestos a importaciones, pero revitalizada con la iniciativa del “mini-RIGI” anunciada días atrás, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, fue recibido por el presidente de la entidad de industriales, Daniel Funes de Rioja. Inmediatamente después de la reunión, el dirigente empresarial comentó: “Vamos a pedirle al Gobierno que trate el miniRIGI en las sesiones extraordinarias”. Ambas partes coincidieron en que fue un buen encuentro.
Fuentes oficiales indicaron que Sturzenegger les explicó a los industriales que su ministerio trabaja para que con “la baja del gasto público y las desregulaciones, el sector privado pueda crecer”.
El sector empresario reiteró la necesidad de bajar impuestos para crecer. En ese sentido, Funes de Rioja sostuvo que el funcionario aclaró que “eso es tema de Luis Caputo”.
Además, en el Gobierno describieron que el ministro encargado de desregular “compartió la agenda de trabajo para que la entidad acerque las trabas que subsisten”. Entonces, uno de los principales planteos que la UIA le puso sobre la mesa fue la implementación de una ventanilla única para que las empresas puedan aprovechar sus saldos a favor con el fisco. Es decir, si pagaron un adelanto de algún impuesto y les quedó un excedente, solicitaron poder utilizar esos recursos para pagar otras obligaciones, como las del sistema de seguridad social. “Muchas veces te dicen que no podés, porque seguridad social es otra caja”, dijo el responsable del Departamento Tributario de la UIA, Carlos Abeledo.
Según un relevamiento realizado entre 107 empresas, el saldo a favor promedio entre ellas es de $526 millones. Es decir, si se sumara la cifra entre todas esas compañías el número totalizaría $56.282 millones. El informe destaca que la mayoría recupera ese dinero en uno o 12 meses. Por el efecto inflacionario, al momento del recupero el dinero no vale lo mismo. Y hay un 14% que nunca llega a hacerse de esos recursos.
“Los saldos impositivos se pueden utilizar para pagar cargas tributarias, mejorar y simplificar los regímenes de recaudación”, explica el comunicado oficial de la UIA. Por su parte, Abeledo resumió que no se trata de obtener una baja de impuestos. “Lo que pedimos es que no nos cobren de más”, definió.
A propósito del pedido de baja de impuestos y la injerencia del ministro Caputo en ese tema, Funes de Rioja dijo: “Lo estamos esperando”. Luego de la Conferencia Anual de la UIA, desarrollada en noviembre último, el sector esperaba reunirse con el titular de Hacienda. De hecho, hubo dos fechas previstas, pero el encuentro no se pudo concretar por los viajes a Brasil, donde el funcionario se reunió con empresarios, y a Uruguay, donde participó de la cumbre del Mercosur. La reunión aún sigue sin fecha concreta.
Sobre el tema tributario, el ministro Caputo adelantó que tiene en la mira los impuestos a los débitos y créditos bancarios –conocido como impuesto al cheque–, y las retenciones al agro, que, en un encuentro en la Rural, Javier Milei volvió a prometer quitar en 2025. Pese a eso, los industriales señalan que la peor carga es la de Ingresos Brutos, de jurisdicción provincial. Esto forma parte de la agenda de competitividad que la UIA le solicitó al Gobierno para 2025, tras destacar el orden macroeconómico “logrado” durante este año.
A su vez, el final de 2024 trajo cambios en el área industrial que fueron valorados por Funes de Rioja. El representante empresarial calificó como “excelente funcionario” al flamante secretario de Coordinación de la Producción, Pablo Lavigne, quien antes se desempeñó como secretario de Industria y Comercio. En paralelo, valoró la gestión de Juan Pazo, quien fue “el portador del mini-RIGI”. Este fin de semana, este hombre de confianza de Caputo fue designado al frente de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).
La de ayer fue una mañana de acción para la agenda en común que tienen el Gobierno y la Unión Industrial Argentina (UIA). Con la relación algo desgastada por los vaivenes con la baja de impuestos a importaciones, pero revitalizada con la iniciativa del “mini-RIGI” anunciada días atrás, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, fue recibido por el presidente de la entidad de industriales, Daniel Funes de Rioja. Inmediatamente después de la reunión, el dirigente empresarial comentó: “Vamos a pedirle al Gobierno que trate el miniRIGI en las sesiones extraordinarias”. Ambas partes coincidieron en que fue un buen encuentro.
Fuentes oficiales indicaron que Sturzenegger les explicó a los industriales que su ministerio trabaja para que con “la baja del gasto público y las desregulaciones, el sector privado pueda crecer”.
El sector empresario reiteró la necesidad de bajar impuestos para crecer. En ese sentido, Funes de Rioja sostuvo que el funcionario aclaró que “eso es tema de Luis Caputo”.
Además, en el Gobierno describieron que el ministro encargado de desregular “compartió la agenda de trabajo para que la entidad acerque las trabas que subsisten”. Entonces, uno de los principales planteos que la UIA le puso sobre la mesa fue la implementación de una ventanilla única para que las empresas puedan aprovechar sus saldos a favor con el fisco. Es decir, si pagaron un adelanto de algún impuesto y les quedó un excedente, solicitaron poder utilizar esos recursos para pagar otras obligaciones, como las del sistema de seguridad social. “Muchas veces te dicen que no podés, porque seguridad social es otra caja”, dijo el responsable del Departamento Tributario de la UIA, Carlos Abeledo.
Según un relevamiento realizado entre 107 empresas, el saldo a favor promedio entre ellas es de $526 millones. Es decir, si se sumara la cifra entre todas esas compañías el número totalizaría $56.282 millones. El informe destaca que la mayoría recupera ese dinero en uno o 12 meses. Por el efecto inflacionario, al momento del recupero el dinero no vale lo mismo. Y hay un 14% que nunca llega a hacerse de esos recursos.
“Los saldos impositivos se pueden utilizar para pagar cargas tributarias, mejorar y simplificar los regímenes de recaudación”, explica el comunicado oficial de la UIA. Por su parte, Abeledo resumió que no se trata de obtener una baja de impuestos. “Lo que pedimos es que no nos cobren de más”, definió.
A propósito del pedido de baja de impuestos y la injerencia del ministro Caputo en ese tema, Funes de Rioja dijo: “Lo estamos esperando”. Luego de la Conferencia Anual de la UIA, desarrollada en noviembre último, el sector esperaba reunirse con el titular de Hacienda. De hecho, hubo dos fechas previstas, pero el encuentro no se pudo concretar por los viajes a Brasil, donde el funcionario se reunió con empresarios, y a Uruguay, donde participó de la cumbre del Mercosur. La reunión aún sigue sin fecha concreta.
Sobre el tema tributario, el ministro Caputo adelantó que tiene en la mira los impuestos a los débitos y créditos bancarios –conocido como impuesto al cheque–, y las retenciones al agro, que, en un encuentro en la Rural, Javier Milei volvió a prometer quitar en 2025. Pese a eso, los industriales señalan que la peor carga es la de Ingresos Brutos, de jurisdicción provincial. Esto forma parte de la agenda de competitividad que la UIA le solicitó al Gobierno para 2025, tras destacar el orden macroeconómico “logrado” durante este año.
A su vez, el final de 2024 trajo cambios en el área industrial que fueron valorados por Funes de Rioja. El representante empresarial calificó como “excelente funcionario” al flamante secretario de Coordinación de la Producción, Pablo Lavigne, quien antes se desempeñó como secretario de Industria y Comercio. En paralelo, valoró la gestión de Juan Pazo, quien fue “el portador del mini-RIGI”. Este fin de semana, este hombre de confianza de Caputo fue designado al frente de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).
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