viernes, 25 de marzo de 2016
GOLPE MILITAR....40 AÑOS EN LETRAS
Allí están, allí estarán por siempre para recordar lo que sucedió e intentar explicar cómo fue posible ese quiebre moral y civilizatorio, ese fratricidio cuyas secuelas -concretas, cotidianas, lacerantes- se extienden hasta el día de hoy, a pocos días de cumplirse 40 años del último golpe militar. Allí estarán las investigaciones periodísticas, las biografías, las memorias y los libros académicos que abordan "la gran tragedia argentina" y aspiran a desentrañar lo que pasó y nunca debió haber pasado.
Desde la publicación de Nunca Más hace 32 años -el informe de la Conadep encargado por el presidente Raúl Alfonsín, el documento canónico que reveló la escala y la magnitud de la represión ilegal-, salieron a la luz decenas de libros que buscaron hacer posible la discusión colectiva sobre los años 70. ¿Cuáles fueron esos textos que contribuyeron a denunciar, iluminar, enriquecer o complejizar las miradas sobre esos años? ¿Cuáles fueron esos textos insoslayables que habilitaron nuevas palabras e interrogantes para pensar la dictadura, la violencia y el accionar de las organizaciones armadas? ¿Es posible elegir algunos de ellos -aunque toda lista sea incompleta y arbitraria- que marcaron hitos en esta hoja de ruta y contribuyeron a descifrar la relación entre política y violencia?
Para el investigador del Conicet Hugo Vezzetti -él mismo autor de varias obras fundamentales, entre ellas, Pasado y presente. Guerra, dictadura y sociedad en la Argentina-, el primer título de ese listado personal, como todo listado "siempre parcial y sesgado", aclara, es Nunca Más: "No sólo por su efecto de revelación de la magnitud de la masacre y los crímenes, sino porque puso en el centro de la intelección de ese pasado el lugar de las víctimas".
Pero además de la publicación del informe de la Conadep a principios de la década del 80, Vezzetti destaca dos testimonios surgidos de la propia experiencia de la militancia, que abrieron al comienzo de la posdictadura la posibilidad de pensar de nuevo el ciclo de la violencia: Diálogos en el exilio, de Envar El Kadri y Jorge Rulli, y Montoneros, la soberbia armada, de Pablo Giussani (ambos de 1984). "Rulli y El Kadri afrontan un diálogo lúcido y capaz de asumir las responsabilidades y los desgarramientos de la opción por la violencia. El libro de Giussani ofrecía una primera y original caracterización política y moral de la guerrilla peronista", explica.
La historiadora e investigadora del Conicet Vera Carnovale explica que a lo largo de las últimas tres décadas, el acercamiento de la sociedad a ese pasado reconoce distintos momentos que, en conjunto, dibujan un recorrido que va del conocimiento -o re-conocimiento- de lo sucedido a la pregunta en torno a sus condiciones de posibilidad; un recorrido, aclara, que va del "qué pasó" al "cómo fue posible que pasara". Por eso coincide con Vezzetti en la elección de Nunca Más y suma Recuerdo de la muerte, de Miguel Bonasso. Publicados a comienzos de los años 80, ambos textos permitieron iluminar hechos que la dictadura procuró mantener en la clandestinidad y el secreto. Para Carnovale -autora también de una obra de referencia como Los combatientes. Historia del PRT-ERP- ambos libros son de naturaleza y registro muy diferentes.
"Los dos comparten el haber hecho público aquello que había sido clandestino; abrieron a la lectura masiva, en un caso, la sistematicidad del crimen, en el otro, la intimidad de uno de los dos centros clandestinos más grandes (la ESMA)", dice.
Puesto a elegir algunos libros fundamentales publicados durante la transición democrática, Emilio Crenzel -autor de La historia política del Nunca Más, acaso el trabajo más importante sobre las condiciones políticas de producción, circulación y recepción del informe de la Conadep- prioriza dos obras de lectura masiva que en los albores de la democracia retrataron el carácter criminal que asumió el Estado. "Mientras que El Estado terrorista argentino, de Eduardo L. Duhalde, diseminó el concepto de 'terrorismo de Estado' para pensar esas prácticas, el Nunca Más derrumbó la negación castrense sobre la existencia del sistema de desaparición. Su representación de las víctimas, ajenas a la política y a la violencia, fue reproducida de múltiples formas. Su prólogo, objeto recurrente de debates, diferenció cualitativamente el terror estatal de la violencia guerrillera", explica. Para el investigador del Conicet, el título Nunca Más condensa hasta hoy "el sentido dominante sobre ese pasado y una esperanza a futuro".
Pero Crenzel no se detiene ahí y busca resaltar varios libros colectivos que analizaron el ejercicio y los legados del terror en esos años. "Efectos psicológicos de la represión política, de Kordon, Edelman y equipo, examinó su impacto en la subjetividad de los familiares de desaparecidos; el sugerente artículo de Guillermo O'Donnell, en la compilación de Oszlak Proceso, crisis y transición, repensó los lazos entre prácticas estatales y sociales en dictadura. Represión y reconstrucción de una cultura: el caso argentino, compilado por Sosnowski, alumbró los vínculos heterogéneos entre la cultura y la represión." Y agrega El nuevo poder económico en la Argentina de los años 80, de Azpiazu, Basualdo y Khavisse, "porque expuso los cambios estructurales e incorporó el concepto de 'grupo económico' al discurso político".
De los libros publicados entre el final de la dictadura y los primeros años del gobierno democrático, el autor de Los años setenta de la gente común, Sebastián Carassai, elige tres de diferentes géneros y registros, cuyas características comunes, dice, son la novedad que representaron y la vigencia que conservan. "En primer lugar, Los pichiciegos. Visiones de una batalla subterránea, la novela que Rodolfo Fogwill comenzó a escribir en plena guerra de Malvinas, luego de que su madre celebró la noticia del hundimiento del Sheffield británico. Y Recuerdo de la muerte, de Bonasso, relato que, antes que Nunca Más, encendió una lámpara en los sótanos de la represión."
Además rescata, anterior a los otros dos, Retorno y derrumbe. El último gobierno peronista, de Liliana de Riz, que fue un lúcido aporte, junto con los artículos que desde finales de los años 70 venía publicando Oscar Landi en la Revista Mexicana de Sociología.
Experiencias y testimonios
Diez años más tarde, durante la década del 90, las obras testimoniales ocuparon el centro de la escena, y de todas ellas, Crenzel elige El vuelo, de Horacio Verbitsky, "que expuso la subjetividad de un perpetrador (Adolfo Scilingo) y fue clave para reabrir el debate público cerrado por los indultos; La voluntad, de Eduardo Anguita y Martín Caparrós, porque repuso la condición militante, ocluida por la figura de la 'víctima inocente'; y Poder y desaparición, de Pilar Calveiro, porque trascendió el género incorporando una mirada analítica sobre los centros clandestinos".
Entre los consultados, La voluntad aparece en el podio de los libros publicados en los años 90. Los tres tomos escritos por Anguita y Caparrós saldaron una gran deuda de ese primer momento al reponer en un gran relato la vasta experiencia de la militancia revolucionaria, dice Carnovale. Y aunque reconoce "intervenciones anteriores, incluso muy tempranas, centradas en la temática de la militancia (por ejemplo, La nueva izquierda argentina de Claudia Hilb y Daniel Lutzky, o Soldados de Perón, de Richard Gillespie), quizá por lo ambicioso de la obra, por el contexto de su aparición y por su registro menos analítico que testimonial, pareciera ser La voluntad el texto de mayor impacto y que impulsa, por otra parte, una extensa línea de intervenciones".
En sintonía con Carnovale, Carassai destaca La voluntad, pero también se refiere al trabajo -más crítico- de los intelectuales nucleados en torno a la revista Punto de Vista. "Ellos aportaron valiosas reflexiones tanto sobre los años 70 como acerca del modo de abordarlos, de las cuales surgieron libros como Tiempo pasado. Cultura de la memoria y giro subjetivo, de Beatriz Sarlo, y Pasado y presente. Guerra, dictadura y sociedad en la Argentina, de Hugo Vezzetti. Entre finales de los años noventa y comienzos del nuevo siglo, la academia hizo variadas contribuciones para entender aquella época, en especial la del régimen militar. Como texto integral, el más completo es La dictadura militar (1976-1983). Del golpe de Estado a la restauración democrática, de Marcos Novaro y Vicente Palermo", concluye.
Los finales de la década del 90 y comienzos del nuevo siglo representan, para la autora de Los combatientes, otro momento importante, un giro explicativo y conceptual "que apunta a pensar el sistema represivo no ya como aberración extraña a la sociedad argentina, sino como parte de su trama, de su historia". De esa etapa señala dos aportes fundamentales: el de Pilar Calveiro con Poder y desaparición y el de Hugo Vezzetti con Pasado y presente. "El primero constituye un extraordinario análisis sobre el funcionamiento de los 'campos de concentración y exterminio' en su condición de dispositivos de represión y disciplinamiento social. El segundo tiene la enorme -aunque no única- virtud de instalar como interrogante central por ser pensado el problema de las responsabilidades colectivas en la instalación y funcionamiento de la maquinaria del terror."
Uno de los mojones en el largo camino que va del Nunca Más a la actualidad, coinciden Crenzel y Vezzetti, lo constituye el libro escrito por Marcos Novaro y Vicente Palermo, La dictadura militar 1976/ 1983, publicado en 2003. "En el terreno de la investigación creo que el trabajo de Novaro y Palermo desplegaba la historia de una dictadura que no cayó del cielo y que se revelaba como un emergente del sistema y la cultura políticos", explica Vezzetti. Y en el mismo sentido, dice, el trabajo de Marina Franco -Un enemigo para la nación, 1973-1976- mostró un proceso de "transición a la dictadura" desde las condiciones propias de la guerra civil entre peronistas, durante el ciclo del segundo gobierno de Perón e Isabel Martínez.
El pasado que explica
Vezzetti recuerda además la producción en torno a dos actores fundamentales: las Fuerzas Armadas y la Iglesia. Para el investigador, una indagación muy original y poco reconocida de la formación del discurso y de la moral de las Fuerzas Armadas argentinas y sus consecuencias en el pasaje al acto de la represión criminal es la que hizo el español Prudencio García, con su libro El drama de la autonomía militar (1995).
"Y otro nudo de problemas ineludible para abordar los años 70, que se corresponde y se refuerza con la formación del actor militar, es la radicalización del mundo católico que reproducía en su interior la guerra interna desatada en la sociedad y la política. Son varios los textos de Loris Zanatta (incluso uno reciente, La larga agonía de la nación católica), pero destaco los capítulos incluidos en el libro publicado con Roberto Di Stefano, Historia de la Iglesia argentina."
Para Vezzetti, la década del 70 no puede ser abordada sin considerar las condiciones que vienen del pasado anterior y dice que fue Tulio Halperín quien, con la publicación de La larga agonía de la Argentina peronista, "iluminó magistralmente ese curso, con un foco puesto en el peronismo y en la dimensión económica y social, de un modo que permitía situar la década no sólo a la luz de las anteriores sino de ciertas derivaciones hacia una nueva experiencia del peronismo-menemismo en el poder".
Como corolario abierto de este largo proceso de elaboración, Carnovale señala una serie de polémicas intervenciones de los últimos años que constituyen, en conjunto, un sensible aporte no sólo al conocimiento de ese pasado sino, además, al de su comprensión. "Y justamente por su capacidad de adentrarse en temas ríspidos destacaría la disruptiva obra de Sebastián Carassai, Los años setenta de la gente común, en la que analiza el comportamiento de las clases medias no politizadas en relación con la violencia; la audaz investigación de Marina Franco, Un enemigo para la Nación, que, centrada en el período 1973-1976, muestra la responsabilidad que le cupo al peronismo en el proceso que culminó con la instauración del terror estatal; y, atendiendo ahora a las responsabilidades que le cupo al conglomerado de la revolución en el entramado trágico que selló su suerte, señalaría las intervenciones de Vezzetti, Sobre la violencia revolucionaria; la de Calveiro, Política y o violencia, y la de Claudia Hilb, Usos del pasado, entre otras."
Desafío a lugares comunes
De la genealogía de textos imprescindibles, Crenzel destaca los trabajos de Elizabeth Jelin, que situaron a la memoria como objeto de estudio; el equipo de Antropología Política y Jurídica -dirigido por Tiscornia- inscribió las prácticas dictatoriales en la larga duración y libros como Cuentas pendientes. Los cómplices económicos de la dictadura, compilado por Verbitsky y Juan Bohoslavsky, enfocaron las responsabilidades corporativas más allá de las Fuerzas Armadas. "Éstos y otros libros, dice, ampliaron el conocimiento sobre la dictadura y brindaron un repertorio conceptual para pensarla. Es decir, contribuyeron a vencer el terror."
De la producción, vasta y heterogénea en su aporte e impacto, No matar. Sobre la responsabilidad, de Oscar del Barco, aparece en las elecciones de Carassai y Vezzetti, quien además suma Memorias en fuga, de Héctor Leis. "En las condiciones que se abrieron después del debate suscitado por el texto de Oscar del Barco, la literatura testimonial alcanza una cima inédita con las memorias de Leis, un texto único sobre la muerte y las culpas, fruto de la inteligencia y el dolor, redactado en el acto mismo de enfrentar, como un estoico, su propia muerte", concluye Vezzetti.
Los trabajos sobre los años 70 han absorbido buena parte de la reflexión sobre el pasado, cree Carassai. Y sobre el final, se refiere también a Born, la investigación de María O'Donnell sobre el secuestro de los hermanos Born, y a Música, dictadura, resistencia. La orquesta de París en Buenos Aires, el fino análisis de Esteban Buch de la visita de Daniel Barenboim y la Orquesta de París a Buenos Aires en julio de 1980. "Para los interesados en leer la producción realizada por extranjeros, menciono Consent of the Damned. Ordinary Argentinians in the Dirty War, de David Sheinin, un libro que desafía lugares comunes, y finalmente The Fate of Freedom Elsewhere. Human Rights and US Cold War Policy, de William Michael Schmidli, un texto que vendría bien leer en estos días en que nos visita un presidente norteamericano."Libros, documentos, revistas como Lucha Armada (la publicación dirigida por Sergio Bufano que repiensa críticamente la relación entre la política y la violencia, y la acción de la guerrilla), biografías políticas que van de El dictador, de María Seoane y Muleiro (sobre Jorge Rafael Videla), a Almirante O, el libro sobre Emilio Eduardo Massera escrito por Claudio Uriarte; o investigaciones periodísticas como Operación Traviata, el libro de Ceferino Reato que reabrió la causa por el asesinato de José Ignacio Rucci, o Disposición final, del mismo autor, con el testimonio del ex dictador Videla, y tantos otros textos que exceden el espacio de estas páginas estarán allí, siempre, como espejo de una tragedia de la que nadie salió indemne
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