Por Eugenio Marchiori y Andrés Hatum
"Si tuviera seis horas para talar un árbol, pasaría las primeras cuatro afilando el hacha." La reflexión de Abraham Lincoln citada es válida tanto para las organizaciones como para los individuos: antes de comenzar una tarea hay que asegurarse el haber desarrollado lo suficientemente bien las habilidades que se requieren para realizarla con éxito. Formar y capacitar a las personas de la empresa es uno de los roles más importantes del líder. Ayudar a los empleados a darle dirección a sus carreras es una responsabilidad que suele ser postergada.
La necesidad de responder a los apremios del contexto, las burocracias organizacionales, la escasez de los recursos económicos necesarios y la "falta de tiempo" hacen que, muchas veces, encargarse de la formación y del desarrollo de los colaboradores pase a un segundo o tercer plano dentro de las prioridades de los líderes.
Además de ser imprescindible para conseguir los objetivos estratégicos de la organización, priorizar la formación y el desarrollo de los empleados es un poderoso motivadon a las personas les importa cuando la empresa muestra un interés genuino en su futuro. La primera consecuencia de ello es un aumento de la lealtad y del compromiso, lo que impacta directamente en los niveles de rotación, en el clima y en la productividad. Además, cuanto más capaz y talentosa es la persona, mayor será su interés por crecer profesional y personalmente para aumentar su aporte de valor.
Trabajar juntos
Darle una dirección adecuada a la carrera de miembros comprometidos con la organización que esté alineada con la estrategia empresaria es fundamental para el éxito de compañía. Para el Center for Creative Leadership -una ONG dedicada al desarrollo de líderes en todo el mundo- dirección, alineamiento y compromiso son las tres funciones más importantes de los líderes ya que hacen posible que una suma de individuos trabajen juntos, voluntariay eficazmente, para conseguir los resultados colectivos.
La dirección es el acuerdo sobre lo que la organización está buscando y está implícita en la estrategia empresaria. El alineamiento es la coordinación y la integración efectiva de diferentes aspectos del trabajo para que calcen adecuadamente con la dirección compartida. Por último; el compromiso indica que las personas sienten al éxito de la organización como propioy que conseguirlo es prioritario para ellas.
Se puede comprobar la existencia de dirección cuando hay una visión de un futuro deseado, conocido y compartido por todos,y está expresada en objetivosy metas. Cuando falte dirección, no existe acuerdo sobre las prioridades, y las personas se sienten "tiradas" hacia todas partes. Cuando hay alineamiento todos tienen claros sus roles y sus responsabilidades, y el trabajo individual y conjunto está sincronizado con los objetivos comunes. La presencia de compromiso impulsa a las personas a hacer un esfuerzo extra en favor del grupo, hay confianza mutua.y se comparten la responsabilidad y la pasión por el trabajo. La ausencia de compromiso se manifiesta por cierto cinismo generalizado y por el predominio de las agendas particulares.
Más compromiso
En un estudio realizado en 142 países por la firma encuestadora Gallup, solo un 13% de los empleados -en promedio- manifestaban estar comprometidos con su trabajo, mientras que un 63% se definían como "no comprometidos" y un 24% estaban "activamente no comprometidos", lo que indicaba un descontento en el trabajo que se contagiaba al resto de sus colegas. Las personas pasan una parte importante de la vida en su lugar de trabajo, por lo tanto, esos índices indican gran insatisfacción existencial de la mayor parte de la población de los países relevados.
La formación y el desarrollo de las personas no debería ser necesariamente, una tarea costosa Tampoco requiere de una preparación que la ponga fuera del alcance de la mayoría de las empresas. La clave está en la actitud que asuman los líderes y en la honestidad con que se encare el tema. Es un trabajo minucioso que demanda diálogo personal para comprender las expectativas y los deseos de cada uno de los empleados. Aunque sus efectos se observan de manera casi inmediata en la mejora del clima organizacional. su mayor impacto es en el largo plazo.
La inversión en talento es una manera eficaz de contribuir a la sustentabilidad empresaria pero, además, es una oportunidad para que los líderes contribuyan a mejorar la calidad de vida de las personas de la compañía.
(*) Profesores de la Escuela de Negocios de la Torcuato Di Tella
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