jueves, 28 de septiembre de 2023

EL TÍTERE SE EXPRESA Y UNA LOCURA TOTAL


Fernández pidió “no cuestionar” a Massa en medio de la campaña
El Presidente envió un mensaje interno al kirchnerismo; volvió a mostrarse con el ministro-candidato después de tres meses
Cecilia Devanna
Massa y Fernández juntos, ayer, en Dock Sud
Alberto Fernández y Sergio Massa volvieron a mostrarse juntos en público ayer, tras casi tres meses sin hacerlo. La imagen del mandatario y el ministro-candidato fue en Dock Sud, en el sur del conurbano, para la puesta en marcha del Sistema Riachuelo, y contrastó así con lo que viene sucediendo en la campaña que encabeza Massa, y que tiene a Fernández completamente marginado de la tarea proselitista.
“Calculamos que fue por la magnitud de la obra, que es paradigmática”, decían desde las filas de la campaña de Unión por la Patria (UP) para explicar la presencia del mandatario, que viene corrido de las últimas inauguraciones y anuncios. “Es el presidente, por qué no iba a estar. Es un acto de gestión”, repetían a su vez cerca del jefe del Estado, desde donde buscan transmitir una buena relación entre ambos y resaltan que el diálogo es “permanente”
Cerca de Massa afirmaron que el ministro-candidato “valoró el discurso” de Fernández y “le pareció que habló muy bien”. Además, sumaron que Massa “valora el posicionamiento de los dos” –en referencia también a Cristina Kirchner– porque le dieron al candidato oficialista “la centralidad y el espacio”.
“Tengo un sueño: que el 10 de diciembre, la banda pueda dársela a Sergio. Los que somos compañeros solo tenemos que ayudarlo, no tenemos que cuestionarlo ni que fiscalizarlo, sino que tenemos que acompañarlo”, dijo el mandatario en el acto. El mensaje pareció dirigido también a su vicepresidenta.
Sin embargo, la imagen de ambos, distribuida casi inmediatamente por el equipo de presidencia, pero no por el de Massa, era algo que distintas voces del comando de campaña hubieran preferido evitar.
En la sede de la calle Mitre, en la que el oficialismo puso su base, no hay dudas de que lo que hay que ratificar en la campaña es que “la candidatura de Sergio no es un plebiscito de la gestión de Fernández”. Lo dicen con alivio y por eso que el Presidente participara del acto no sumó exactamente algarabía en esa mole de cemento y vidrio donde sueñan con entrar al ballottage.
Desde allí ponen, en esa misma línea, a la figura de Massa como quien “tomó la papa caliente en un momento delicadísimo”, y no dudan en aludir a lo que “recibió” no solo en referencia a la deuda tomada en el gobierno de Mauricio Macri, sino por los manejos de Martín Guzmán, el protegido exministro de Fernández. “Sergio es el cambio”, repiten como un mantra que busca de romper con la inercia de una gestión que no conformó ni a los propios.
“Lo vi llegar en un momento difícil de mi gobierno a hacerse cargo de la economía. Es, de su generación, el que más se preparó para ser presidente. Es un hombre con quien compartimos los mismos valores y compromisos: estar al lado de los que menos tienen, sacar de la pobreza a los que han caído ahí, hacerlo con responsabilidad”, dijo ayer el jefe del Estado en referencia a ese momento.
El mandatario viene de varios viajes al exterior en lo que va del mes, algo que en cierta forma en el búnker de Mitre también festejaban, sin demasiadas sutilezas, tanto en las filas renovadoras como, en especial, en las del kirchnerismo.
Fernández jura antes quienes quieran escucharlo que es fundamental que se fortalezca la figura de Massa, para que no pase por lo que él pasó, en referencia a los embates de Cristina Kirchner.


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El oficialismo abrió el debate para reducir la jornada laboral
Para Juntos por el Cambio hay que modernizar la legislación, pero de manera progresiva; la UIA cuestionó la iniciativa
Laura Serra.H. 
La oficialista Siley, titular de la Comisión de Legislación de Trabajo, encabezó la discusión
El oficialismo arrancó ayer en la Cámara de Diputados el debate sobre la reducción de la jornada laboral. La oposición de Juntos por el Cambio, si bien se mostró de acuerdo en modernizar la legislación, advirtió que este proceso debería ser progresivo y atendiendo a la heterogeneidad propia de los sectores productivos de nuestro país para no afectar a las pymes.
La propia ministra de Trabajo, Kelly Olmos, celebró el debate aunque se mostró prudente. En la Comisión de Legislación del Trabajo la funcionaria se mostró partidaria de reducir la jornada laboral, pero de manera “escalonada y progresiva” y en el marco de la discusión tripartita de los convenios colectivos. Dos condiciones que no están comprendidas en las iniciativas en debate, por lo que se descuenta que el oficialismo incluirá cambios al momento del dictamen.
Son siete las iniciativas en debate en la comisión que preside la diputada oficialista Vanesa Siley. Los proyectos apuntan a dos modelos: reducir las horas trabajadas por semana –los proyectos varían de 40, 36 a 30 horas semanales– o bien disponer semanas laborales de cuatro días. Todos ellos garantizan que la carga salarial no se reduce. La Unión Industrial Argentina (UIA) ya anticipó su rechazo.
Siley ponderó los beneficios que traería aparejada esta nueva legislación a partir de las experiencias en otros países. “Se ve notablemente incrementada la productividad, una baja en el ausentismo, baja en accidentes laborales, lo que trae como consecuencia la baja de un costo”, destacó la legisladora.
“Todavía no se ha encontrado en todas las experiencias del mundo ningún aspecto negativo”, agregó Siley, a lo que su par de bancada, Eduardo Valdés –autor de uno de los proyectos–, indicó que aquellos países de mejor índice de Gini son los que redujeron el horario laboral, como Noruega, Dinamarca y Alemania. “También lo discute la derecha inglesa, lo cual demuestra que no es algo ideológico”, dijo.
La reducción de la jornada laboral no necesariamente redundará en la creación de nuevos puestos de trabajo, advirtieron en el oficialismo. “Esta ley no viene a prometer cantidad de puestos de trabajo. Esta ley lo que sí va a hacer es una mejor distribución del trabajo y, por supuesto, en algunos sectores de la economía, creación de puestos”, panteó Claudia Ormachea, autora de otro de los proyectos.
La ministra Olmos enfatizó que la Argentina ha quedado rezagada respecto a otros países del mundo, en la legislación sobre la duración de su jornada laboral –actualmente de 48 horas– y se expresó a favor de modernizar la norma.
“Nosotros apoyamos esta iniciativa –añadió–. Lo que promovemos es que, si se adopta una modificación que apunta a una reducción de horas semanales, esta se haga de manera escalonada, no de un día para el otro, sino con un horizonte de previsibilidad. A partir de que fijemos ese máximo de horas, fortalezcamos la competencia de la negociación tripartita de cada convenio colectivo de trabajo para la distribución de las horas máximas autorizadas a lo que se adecue cada actividad”.
Objeciones
Desde Juntos por el Cambio, los diputados Martín Tetaz y Mónica Frade se mostraron favorables a discutir la cuestión, aunque plantearon reparos a los proyectos presentados en la comisión. Cinco de ellos pertenecen al Frente de Todos, mientras que los otros dos corresponden a la izquierda y al socialismo, respectivamente.
“La modernización de la legislación laboral es necesaria –planteó Frade–. La ministra Olmos hizo un aporte racional al debate, habló de progresividad (en la puesta en marcha de la reducción de la carga horaria), algo que no veo en los proyectos que se debaten. Es necesario ir midiendo los resultados, no podemos lanzarnos a imponer una semana laboral de 36 horas en un contexto adverso y para un segmento cada vez menor, porque cada vez hay más informalidad laboral, situación que no conmueve a los sindicatos ni al Congreso”.
Por su parte, el diputado Tetaz –quien se definió como un “fan de la reducción de la jornada laboral”– propuso incluir en la iniciativa “incentivos fiscales” para que las empresas pongan en marcha pruebas piloto con reducciones en la carga horaria de sus empleados.
“Nuestro mercado laboral está caracterizado por su heterogeneidad –sostuvo-. Al 40% de los trabajadores en la informalidad no alcanza esta norma. Además, hay heterogeneidad dentro de los sectores productivos: no es lo mismo el sector de los servicios que el industrial”.
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA), Julio Cordero cuestionó que el oficialismo haya puesto este tema en agenda y soslaye el problema de la informalidad laboral, a su juicio prioritario. Se mostró contrario a que una ley del Congreso regule sobre esta cuestión y enfatizó que esta debería discutirse en el ámbito de los convenios colectivos.
“Aquí no se debate el problema del empleo informal, no está en agenda. Precisamos adaptarnos a la realidad argentina, con los problemas (laborales) que tenemos. Si reducimos la jornada sin ningún tipo de reducción salarial entonces, ¿qué hacemos, apuramos a la gente para que trabaje más rápido, aumentando el clima de conflicto laboral?”, planteó Cordero. “No se entiende por qué el Estado viene a disponer una norma, que viene por la ventana, cuando las negociaciones colectivas están en trámite”.
Previamente, el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, también se mostró crítico. “Tengo 40 años en la OIT, nunca ha tenido éxito una medida como la que hoy empieza a tratarse en el Congreso, que busca recortar la jornada laboral”, advirtió. “Todos hablan de que deben resolver los problemas, pero no los resuelve nadie y la industria es la que paga esto”, reprochó

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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