Intendentes de JxC denuncian un “ahogo” de Kicillof
Reclaman por el atraso “intencional” en el giro de $10.000 millones
Los intendentes opositores, ayer, en La Plata
En un enérgico planteo, 58 intendentes bonaerenses de Juntos por el Cambio le reclamaron $10.000 millones al gobernador Axel Kicillof que corresponden a fondos para obras públicas y pago de salarios a empleados municipales. Para ello, se mostraron juntos en una reunión en La Platal y firmaron una carta abierta en la que denuncian “desfinanciamiento” y acusan al mandatario que busca su reelección de retener esos fondos por “excesiva burocracia intencionada y duplicidad de controles”.
Los intendentes bonaerenses de Juntos por el Cambio (JxC) acusaron ayer al gobernador Axel Kicillof de desfinanciar a sus municipios, que son 58 en todo el territorio provincial, donde residen unos seis millones de habitantes. La denuncia de los jefes comunales fue interpretada como una advertencia sobre una presunta discriminación por parte del mandatario kirchnerista a distritos de la oposición en plena campaña electoral por su reelección.
Específicamente, los intendentes señalaron que la demora en el envío de fondos de obra pública y seguridad por parte de la gobernación, por un acumulado de 10.000 millones de pesos, asfixia a las economías de los municipios.
La acusación a Kicillof tuvo lugar en una reunión en La Plata, con el intendente local, Julio Garro, a la cabeza. Allí, los 58 intendentes bonaerenses de JxC firmaron una carta abierta en la que denunciaron que el mandatario retiene los fondos por “excesiva burocracia intencionada y duplicidad de controles”.
“Los intendentes de Juntos por el Cambio estamos en estado de alerta por el desfinanciamiento que sufren en la actualidad nuestros municipios y manifestamos nuestra gran preocupación por una parte por la demora en el pago de diversos conceptos”, expresaron en el escrito, en el que denunciaron que los desembolsos estaban previstos para marzo y junio.
“Desde siempre apostamos a la sana convivencia democrática, al diálogo y el consenso político, por lo que seguimos aguardando ser convocados a partir de nuestro pedido de audiencia del 7 del corriente mes. Apostamos a poder construir una provincia mejor para cada uno de los bonaerenses, por eso instamos a no perder los mismos, ni la institucionalidad en la vía por la que se materializan las gestiones y la llegada de fondos y otros recursos a nuestros territorios”, añadieron.
La carta fue firmada por el propio Garro (La Plata), Sebastián Abella (Campana), Gustavo Posse (San Isidro), Jaime Méndez (San Miguel), Alejandro Federico (Suipacha), Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Soledad Martínez (Vicente López), Javier Iguacel (Capitán Sarmiento) y Javier Martínez (Pergamino), entre otros jefes comunales de JxC.
Respuesta oficial
La gobernación no respondió sobre el reclamo de los intendentes de JxC. Solo emitió un comunicado en el que anunció que el ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López, firmó las actas que oficializan la asistencia a 23 municipios para cubrir hasta el 50% del pago de la suma fija a los empleados.
“Se concreta el último paso administrativo para que los municipios que solicitaron la asistencia puedan hacer frente al pago de una suma fija a sus trabajadores. De esta forma, la Provincia contribuye a que el refuerzo establecido por el gobierno nacional llegue a la mayor cantidad de trabajadores municipales”, aseguró el ministro López.
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Píparo suma a un expolicía que estaba en Juntos por el Cambio
Baratta, potencial ministro de Seguridad, se postulaba a concejal en Lanús; fue subjefe de la bonaerense con Scioli y Edil Massista
Delfina CelichiniEl expolicía Salvador Baratta, con Carolina Píparo
Salvador Baratta dice que, después de su familia, lo más importante para él es “la institución policial”. Por eso, explica, su candidatura a concejal de Lanús bajo el sello de Juntos por el Cambio quedó en segundo plano cuando Carolina Píparo lo convocó para ser el ministro de Seguridad en un eventual gobierno en la provincia de Buenos Aires, si es que ella gana la gobernación.
“Los partidos son partidos y uno tiene que defender las convicciones personales”, responde cuando se le pregunta por su heterogénea trayectoria política, que incluye su paso por la subjefatura de la policía bonaerense durante la gestión de Daniel Scioli (2009-2011) y un mandato como concejal del Frente Renovador (2011-2015).
Después de 31 años en la fuerza y tres heridas de bala, Baratta se define como “un hombre de la seguridad”, y habla del ofrecimiento de Píparo como un “reconocimiento histórico” para la policía que, indica, es “bastardeada por la política”. De hecho, destaca a que la nacion su primera reacción tras recibir la propuesta de conformar un posible gobierno provincial de La Libertad Avanza fue consultar con sus excompañeros de la bonaerense. “No es una propuesta a un hombre, es una propuesta institucional. Es la primera vez que un partido político con posibilidades nos propone a los policías conducir el Ministerio de Seguridad”, señala. Cuando se fue de la policía bonaerense, Baratta encabezó el Sindicato de Policías y Personal Penitenciario (Sinpope).
Hoy dice que para combatir el negocio de la droga, se necesitan 200 efectivos entrenados –y que si no hay, su idea es convocar a los retirados– y reclama un tratamiento “igualitario” en la Justicia: “Que los tiros que tiro yo sean igual que los que tiran los narcotraficantes”.
En el equipo de Néstor Grindetti el anuncio de Baratta no cayó nada bien. Una persona del entorno del candidato a gobernador e intendente de Lanús en uso de licencia deslizó a que la razón por la la nacion que el expolicía saltó de partido fue porque se le negó la posibilidad de ocupar el mismo cargo que le ofreció Píparo en el gabinete provincial de Juntos por el Cambio, de ganar el 22 de octubre. “Creemos que quien tiene que conducir el Ministerio de Seguridad es un civil”, explica. “Son unos mentirosos”, responde Baratta, mientras asegura que ya presentó su renuncia a la postulación como edil. Su vínculo con Juntos por el Cambio, según precisa, tiene que ver con su buena relación con Diego Kravetz, candidato a intendente del oficialismo local, quien lo convocó para integrar el quinto lugar en la lista de concejales. “Con Néstor Grindetti no tengo diálogo”, subraya.
Kravetz confirmó el buen vínculo con Baratta y detalló el diálogo que mantuvieron después de que el exuniformado le transmitiera su decisión de liderar el Ministerio de Seguridad en un posible gabinete provincial de La Libertad Avanza. “Me dijo que era el sueño de su vida y yo le dije que le dé para adelante”, relató Kravetz.
En el Sinpope, Baratta buscó sindicalizar a la policía bonaerense. La Corte Suprema se lo negó en 2017.
En 2011 logró una banca como edil de Lanús por el Frente para la Victoria. Rompió con su bloque y se unió al Frente Renovador de Sergio Massa, aquel que proponía barrer a “los ñoquis de La Cámpora”. En 2019, cuando el actual ministro se alinea con el kirchnerismo, Baratta rechazó asumir como concejal y abandonó el Frente Renovador.
El episodio de inseguridad que sufrió Píparo en 2010 fue con Baratta como segundo en la cúpula policial. Pero, en ese momento, no llegaron a conocerse personalmente
Salvador Baratta dice que, después de su familia, lo más importante para él es “la institución policial”. Por eso, explica, su candidatura a concejal de Lanús bajo el sello de Juntos por el Cambio quedó en segundo plano cuando Carolina Píparo lo convocó para ser el ministro de Seguridad en un eventual gobierno en la provincia de Buenos Aires, si es que ella gana la gobernación.
“Los partidos son partidos y uno tiene que defender las convicciones personales”, responde cuando se le pregunta por su heterogénea trayectoria política, que incluye su paso por la subjefatura de la policía bonaerense durante la gestión de Daniel Scioli (2009-2011) y un mandato como concejal del Frente Renovador (2011-2015).
Después de 31 años en la fuerza y tres heridas de bala, Baratta se define como “un hombre de la seguridad”, y habla del ofrecimiento de Píparo como un “reconocimiento histórico” para la policía que, indica, es “bastardeada por la política”. De hecho, destaca a que la nacion su primera reacción tras recibir la propuesta de conformar un posible gobierno provincial de La Libertad Avanza fue consultar con sus excompañeros de la bonaerense. “No es una propuesta a un hombre, es una propuesta institucional. Es la primera vez que un partido político con posibilidades nos propone a los policías conducir el Ministerio de Seguridad”, señala. Cuando se fue de la policía bonaerense, Baratta encabezó el Sindicato de Policías y Personal Penitenciario (Sinpope).
Hoy dice que para combatir el negocio de la droga, se necesitan 200 efectivos entrenados –y que si no hay, su idea es convocar a los retirados– y reclama un tratamiento “igualitario” en la Justicia: “Que los tiros que tiro yo sean igual que los que tiran los narcotraficantes”.
En el equipo de Néstor Grindetti el anuncio de Baratta no cayó nada bien. Una persona del entorno del candidato a gobernador e intendente de Lanús en uso de licencia deslizó a que la razón por la la nacion que el expolicía saltó de partido fue porque se le negó la posibilidad de ocupar el mismo cargo que le ofreció Píparo en el gabinete provincial de Juntos por el Cambio, de ganar el 22 de octubre. “Creemos que quien tiene que conducir el Ministerio de Seguridad es un civil”, explica. “Son unos mentirosos”, responde Baratta, mientras asegura que ya presentó su renuncia a la postulación como edil. Su vínculo con Juntos por el Cambio, según precisa, tiene que ver con su buena relación con Diego Kravetz, candidato a intendente del oficialismo local, quien lo convocó para integrar el quinto lugar en la lista de concejales. “Con Néstor Grindetti no tengo diálogo”, subraya.
Kravetz confirmó el buen vínculo con Baratta y detalló el diálogo que mantuvieron después de que el exuniformado le transmitiera su decisión de liderar el Ministerio de Seguridad en un posible gabinete provincial de La Libertad Avanza. “Me dijo que era el sueño de su vida y yo le dije que le dé para adelante”, relató Kravetz.
En el Sinpope, Baratta buscó sindicalizar a la policía bonaerense. La Corte Suprema se lo negó en 2017.
En 2011 logró una banca como edil de Lanús por el Frente para la Victoria. Rompió con su bloque y se unió al Frente Renovador de Sergio Massa, aquel que proponía barrer a “los ñoquis de La Cámpora”. En 2019, cuando el actual ministro se alinea con el kirchnerismo, Baratta rechazó asumir como concejal y abandonó el Frente Renovador.
El episodio de inseguridad que sufrió Píparo en 2010 fue con Baratta como segundo en la cúpula policial. Pero, en ese momento, no llegaron a conocerse personalmente
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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