Gerardo Morales recibió a Bullrich y negó que vaya a integrar un gabinete de Sergio Massa
“El 100% de la UCR está con JxC”, dijo el gobernador de Jujuy; críticas a Mauricio Macri
Laura Serra
Bullrich y Morales, ayer, en Jujuy
Luego de celebrar el triunfo de Juntos por el Cambio en Mendoza, la candidata presidencial del espacio, Patricia Bullrich, viajó a Jujuy con un doble propósito: recuperar el voto perdido en el norte del país en las últimas primarias a manos de Javier Milei y mostrarse junto al gobernador y presidente de la UCR, Gerardo Morales, con quien el candidato oficialista Sergio Massa busca tender puentes para un eventual “gobierno de unidad nacional” si resulta elegido.
Morales rechazó tajante la convocatoria de Massa. “Ni se me pasa por la cabeza integrar el gabinete de Massa. Soy un soldado de Patricia”, enfatizó el gobernador jujeño tras recibir ayer al mediodía a la candidata presidencial de Juntos por el Cambio.
“El 100% del radicalismo está en Juntos por el Cambio, comprometido. Es un partido que está jugando tanto que de la mayoría de los ocho gobernadores que ya tenemos cinco son de la UCR y los demás son de Pro y aliados de Pro, así que estamos todos juntos. El compromiso es total y absoluto”, agregó.
El sábado pasado, durante un acto en Salta, el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria aprovechó la presencia de Morales y de su par de Corrientes, Gustavo Valdés, para meter una cuña en Juntos por el Cambio. Allí se comprometió a construir un “gobierno de unidad nacional” con dirigentes de otros partidos si gana las próximas elecciones. La invitación se interpretó como un mensaje dirigido al radicalismo, partido al que Massa intenta cooptar a sabiendas de que su convivencia con el expresidente Mauricio Macri y el ala dura de Pro no es buena.
Sin ir más lejos, Morales criticó ayer a Macri por sus guiños a Milei y sostuvo que “le ha hecho mucho daño a Juntos por el Cambio”.
“Hay un liberalismo extremo contagioso”, dijo Morales a modo de réplica al comentario que había hecho el exmandatario la semana pasada cuando sostuvo que hay “un populismo contagioso” al referirse a los cuatro diputados radicales que dieron quorum en la sesión en la que el oficialismo aprobó la modificación al impuesto a las ganancias.
Massa aprovechó este caldo de cultivo para lanzar la convocatoria –nada inocente– a un gobierno de unidad nacional. Sus palabras levantaron todo tipo de especulaciones dentro y fuera de Juntos por el Cambio.
Morales buscó quitarles relevancia al enfatizar que se trató de un “acto institucional” con el ministro para favorecer a las provincias del Norte Grande en la generación de energía limpia para el país.
“No se confundan. Soy parte de JxC y mi candidata es Patricia”, aclaró.
En el comando bullrichista sostienen que el intento de Massa de meter cizaña dentro de Juntos por el Cambio “es un acto de desesperación” del candidato oficialista.
“Sergio está preocupado, los números no le garantizan ingresar en el ballottage y Patricia está mostrando una tendencia creciente en las encuestas. Por eso opera y quiere provocar ruido”, deslizó uno de los dirigentes de mayor confianza de la candidata.
En el bullrichismo confían en que sus socios radicales no sacarán los pies del plato y militarán por su boleta en el territorio. Al menos hasta las elecciones del 22 de octubre. “Hay diputados y senadores nacionales en juego. Además, a ningún gobernador ni intendente radical le conviene que Milei gane la presidencia”, razonan.
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Advierten que habrá más presión sobre el dólar
Los analistas ven un cambio de contexto por el final del soja 4 y las elecciones
Luego de celebrar el triunfo de Juntos por el Cambio en Mendoza, la candidata presidencial del espacio, Patricia Bullrich, viajó a Jujuy con un doble propósito: recuperar el voto perdido en el norte del país en las últimas primarias a manos de Javier Milei y mostrarse junto al gobernador y presidente de la UCR, Gerardo Morales, con quien el candidato oficialista Sergio Massa busca tender puentes para un eventual “gobierno de unidad nacional” si resulta elegido.
Morales rechazó tajante la convocatoria de Massa. “Ni se me pasa por la cabeza integrar el gabinete de Massa. Soy un soldado de Patricia”, enfatizó el gobernador jujeño tras recibir ayer al mediodía a la candidata presidencial de Juntos por el Cambio.
“El 100% del radicalismo está en Juntos por el Cambio, comprometido. Es un partido que está jugando tanto que de la mayoría de los ocho gobernadores que ya tenemos cinco son de la UCR y los demás son de Pro y aliados de Pro, así que estamos todos juntos. El compromiso es total y absoluto”, agregó.
El sábado pasado, durante un acto en Salta, el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria aprovechó la presencia de Morales y de su par de Corrientes, Gustavo Valdés, para meter una cuña en Juntos por el Cambio. Allí se comprometió a construir un “gobierno de unidad nacional” con dirigentes de otros partidos si gana las próximas elecciones. La invitación se interpretó como un mensaje dirigido al radicalismo, partido al que Massa intenta cooptar a sabiendas de que su convivencia con el expresidente Mauricio Macri y el ala dura de Pro no es buena.
Sin ir más lejos, Morales criticó ayer a Macri por sus guiños a Milei y sostuvo que “le ha hecho mucho daño a Juntos por el Cambio”.
“Hay un liberalismo extremo contagioso”, dijo Morales a modo de réplica al comentario que había hecho el exmandatario la semana pasada cuando sostuvo que hay “un populismo contagioso” al referirse a los cuatro diputados radicales que dieron quorum en la sesión en la que el oficialismo aprobó la modificación al impuesto a las ganancias.
Massa aprovechó este caldo de cultivo para lanzar la convocatoria –nada inocente– a un gobierno de unidad nacional. Sus palabras levantaron todo tipo de especulaciones dentro y fuera de Juntos por el Cambio.
Morales buscó quitarles relevancia al enfatizar que se trató de un “acto institucional” con el ministro para favorecer a las provincias del Norte Grande en la generación de energía limpia para el país.
“No se confundan. Soy parte de JxC y mi candidata es Patricia”, aclaró.
En el comando bullrichista sostienen que el intento de Massa de meter cizaña dentro de Juntos por el Cambio “es un acto de desesperación” del candidato oficialista.
“Sergio está preocupado, los números no le garantizan ingresar en el ballottage y Patricia está mostrando una tendencia creciente en las encuestas. Por eso opera y quiere provocar ruido”, deslizó uno de los dirigentes de mayor confianza de la candidata.
En el bullrichismo confían en que sus socios radicales no sacarán los pies del plato y militarán por su boleta en el territorio. Al menos hasta las elecciones del 22 de octubre. “Hay diputados y senadores nacionales en juego. Además, a ningún gobernador ni intendente radical le conviene que Milei gane la presidencia”, razonan.
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Advierten que habrá más presión sobre el dólar
Los analistas ven un cambio de contexto por el final del soja 4 y las elecciones
Melisa Reinhold
El BCRA mantiene la seguidilla de compras, pero le cuesta sumar reservas
Cuando falta menos de un mes para las elecciones, los especialistas advierten que crece la presión sobre el mercado cambiario debido al fin del dólar soja 4, la dolarización preelectoral y la aceleración inflacionaria. Por eso, el “veranito” de este mes –con el blue apenas $10 más caro que en agosto y los financieros en relativa calma– no se extendería a octubre, según los analistas. Además, pese a que el BCRA compra reservas, sus intervenciones en bonos hacen que no sume poder de fuego de cara a lo que viene.
Empezó la cuenta regresiva para las elecciones generales de octubre. A menos de un mes para que los argentinos se encierren en el cuarto oscuro y voten al próximo presidente, las presiones sobre el mercado cambiario se acentúan ante la finalización del dólar agro, la dolarización preelectoral y la aceleración inflacionaria.
En septiembre, los dólares libres se tomaron una pausa y se sumergieron en un “veranito cambiario”. En parte, esa calma se explica por los fuertes aumentos que habían registrado los dos meses anteriores, sobre todo en agosto, cuando presentaron alzas de hasta el 41% mensual. Otro tanto, por las intervenciones que efectuó el Banco Central (BCRA) en los dólares financieros para contener las subas a través del mercado de bonos.
En ese contexto, el blue cotiza actualmente en $745, apenas $10 más que en agosto (+1,4%). El MEP se negocia a $683 y acumula unos $13 en el mes (+1,8%). El contado con liquidación (CCL) “libre” se vende a $760, una caída mensual de $20 (-2,6%).
“En septiembre, la cotización de los dólares financieros se viene presentando en calma. El Gobierno ha logrado ingresos producto de la cuarta versión del dólar soja, lo que le ha dado margen de maniobra para intervenir en el mercado secundario de bonos. A fin de mes concluye el Programa de Incremento Exportador y la pregunta que se plantea el mercado es entonces qué sucederá con las cotizaciones financieras cuando nos acercamos cada vez más a las elecciones”, dijo Ignacio Morales, analista de Wise Capital.
Racha positiva
En septiembre, el Gobierno anunció la entrada en vigor de un nuevo dólar agro. A diferencia de los programas anteriores, que se caracterizaron por establecer un tipo de cambio diferencial, en esta ocasión los agroexportadores tuvieron la opción de vender un 25% de las liquidaciones en el mercado financiero y el 75% restante, en el mercado oficial.
Eso hizo que el contado con liquidación tuviera más oferta y, por ende, ayudó a bajar la cotización, que se encontraba arriba de los $800 por aquel entonces. Además, el Banco Central logró sumar dólares para sus reservas, marcando 25 ruedas de racha positiva y acumulando un saldo de US$500 millones en lo que va del mes. Según Delphos Investment, el volumen comercializado casi duplica al de agosto y se trata del más alto desde mayo.
“Ello colaboró con que los dólares financieros se mantuvieran calmos luego del overshooting poselecciones. Sin embargo, al Banco Central le sigue costando acumular reservas como resultado de las intervenciones de especies contra MEP para contener los dólares financieros. Difícilmente la calma en el MULC [Mercado Único y Libre de Cambios] y en los dólares financieros perdure una vez terminado el Programa de Incremento Exportador, teniendo en cuenta el desbalance comercial”, agregaron desde la sociedad de bolsa.
De acuerdo con estimaciones de Portfolio Personal de Inversiones (PPI), mantener el dólar MEP en los $680 le cuesta a la autoridad monetaria unos US$30 millones diarios. Si se observan las últimas tres ruedas, las intervenciones pesaron más que las compras de divisas y el BCRA tuvo un resultado neto negativo en US$100 millones.
“Por ende, la gran incógnita pasó a ser qué ocurrirá tanto con el poder de fuego que el BCRA no logró construir en estas semanas como con un CCL que dejará de tener oferta atípica. La respuesta de manual indicaría que el CCL debería subir, ya que además entramos en la recta final hacia la elección, así como el BCRA debería emplear más reservas de su escasa munición para mantener el MEP a raya. A raíz de este panorama, hoy comienzan a surgir rumores de ampliación del mecanismo del dólar soja a otros rubros de la economía para construir un puente hasta la elección”, sumaron.
Quedan cuatro ruedas de dólar soja 4. Para Ignacio Morales, uno de los caminos que podría tomar el Ministerio de Economía es prorrogar el programa de incremento exportador hasta después de las generales de octubre. Otra alternativa, para mantener su poder de fuego sobre los financieros, podría ser por un mayor ajuste en importaciones; habilitar el segundo tramo del swap con China o establecer más controles sobre las operaciones del dólar MEP o del blue por vía indirecta.
Luego de la devaluación del tipo de cambio mayorista por parte del Gobierno, los saltos que pegaron los dólares libres y la incorporación del impuesto PAIS a las importaciones, el mes pasado los precios de la economía tuvieron un nuevo fogonazo inflacionario.
En agosto, el índice de precios al consumidor marcó un avance del 12,4% mensual, el valor más alto de las últimas tres décadas. Una dinámica que los economistas advierten que continuará en septiembre, de la mano del nuevo “plan platita” que anunció el ministro Sergio Massa.
“Que el Ministerio de Economía comience a publicar relevamientos de precios de manera semanal es un síntoma del régimen de alta inflación en el cual se encuentra la Argentina desde hace varios meses y confirma que incluso para el Gobierno no hay un horizonte de baja sustancial de la inflación. El riesgo, desde ya, es que los precios se recalienten. Pero es un riesgo calculado: el Gobierno sostiene el precio del dólar oficial, interviene en los dólares paralelos, regula varios otros precios y negocia otros, por lo cual espera poder garantizar que la inflación semanal tenderá a caer de acá a las elecciones”, señalaron desde Epyca Consultora.
Pero entre el programa Compre sin IVA, los créditos subsidiados para los trabajadores, los bonos para jubilados, entre otros anuncios oficiales, el Gobierno sumó un gasto adicional de $2,4 billones (1,3% del PBI), según Equilibra. Para la consultora económica, independientemente de la capacidad del Gobierno para captar financiamiento privado, su “prestamista/acreedor de última instancia” es el BCRA.
“Creemos que será el mismo Central el que cubra el remanente de las necesidades financieras 2023, ya sea a través de adelantos transitorios o proveyendo de liquidez a entidades públicas para que ingresen en las licitaciones primarias del Tesoro. Como resultado, el BCRA seguirá emitiendo pesos en lo que resta de 2023 para financiar al fisco, lo que, en un escenario en que la demanda de pesos está muy debilitada, seguirá recalentando las presiones cambiarias e inflacionarias”, agregó.
Incertidumbre electoral
El dólar blue se vende a $745, apenas $10 más que a finales de agosto (+1,4%)
En tiempo de elecciones, los argentinos tienden a dolarizarse. Una tendencia que se registra históricamente, con el fin de esperar el resultado de los comicios refugiados en moneda dura. En agosto, los acontecimientos les dieron la razón a los ahorristas más conservadores. El día después de las PASO, el Gobierno devaluó la moneda en un 17% y los dólares libres se dispararon $175 durante los siguientes tres días.
“A menos de un mes para las elecciones, la incertidumbre se intensifica. La estrategia gubernamental de alcanzar la contienda electoral con estabilidad cambiaria y oportunidades electorales añade complejidad al período de transición. Se anticipa una presión al alza sobre el dólar financiero en las próximas semanas, impulsada por la elevada demanda de cobertura cambiaria de cara a las próximas elecciones y el vencimiento del denominado dólar soja”, dijo Martín Polo, estratega jefe de Cohen Investment.
El Banco Central destina unos US$30 millones diarios a contener el MEP
Cuando falta menos de un mes para las elecciones, los especialistas advierten que crece la presión sobre el mercado cambiario debido al fin del dólar soja 4, la dolarización preelectoral y la aceleración inflacionaria. Por eso, el “veranito” de este mes –con el blue apenas $10 más caro que en agosto y los financieros en relativa calma– no se extendería a octubre, según los analistas. Además, pese a que el BCRA compra reservas, sus intervenciones en bonos hacen que no sume poder de fuego de cara a lo que viene.
Empezó la cuenta regresiva para las elecciones generales de octubre. A menos de un mes para que los argentinos se encierren en el cuarto oscuro y voten al próximo presidente, las presiones sobre el mercado cambiario se acentúan ante la finalización del dólar agro, la dolarización preelectoral y la aceleración inflacionaria.
En septiembre, los dólares libres se tomaron una pausa y se sumergieron en un “veranito cambiario”. En parte, esa calma se explica por los fuertes aumentos que habían registrado los dos meses anteriores, sobre todo en agosto, cuando presentaron alzas de hasta el 41% mensual. Otro tanto, por las intervenciones que efectuó el Banco Central (BCRA) en los dólares financieros para contener las subas a través del mercado de bonos.
En ese contexto, el blue cotiza actualmente en $745, apenas $10 más que en agosto (+1,4%). El MEP se negocia a $683 y acumula unos $13 en el mes (+1,8%). El contado con liquidación (CCL) “libre” se vende a $760, una caída mensual de $20 (-2,6%).
“En septiembre, la cotización de los dólares financieros se viene presentando en calma. El Gobierno ha logrado ingresos producto de la cuarta versión del dólar soja, lo que le ha dado margen de maniobra para intervenir en el mercado secundario de bonos. A fin de mes concluye el Programa de Incremento Exportador y la pregunta que se plantea el mercado es entonces qué sucederá con las cotizaciones financieras cuando nos acercamos cada vez más a las elecciones”, dijo Ignacio Morales, analista de Wise Capital.
Racha positiva
En septiembre, el Gobierno anunció la entrada en vigor de un nuevo dólar agro. A diferencia de los programas anteriores, que se caracterizaron por establecer un tipo de cambio diferencial, en esta ocasión los agroexportadores tuvieron la opción de vender un 25% de las liquidaciones en el mercado financiero y el 75% restante, en el mercado oficial.
Eso hizo que el contado con liquidación tuviera más oferta y, por ende, ayudó a bajar la cotización, que se encontraba arriba de los $800 por aquel entonces. Además, el Banco Central logró sumar dólares para sus reservas, marcando 25 ruedas de racha positiva y acumulando un saldo de US$500 millones en lo que va del mes. Según Delphos Investment, el volumen comercializado casi duplica al de agosto y se trata del más alto desde mayo.
“Ello colaboró con que los dólares financieros se mantuvieran calmos luego del overshooting poselecciones. Sin embargo, al Banco Central le sigue costando acumular reservas como resultado de las intervenciones de especies contra MEP para contener los dólares financieros. Difícilmente la calma en el MULC [Mercado Único y Libre de Cambios] y en los dólares financieros perdure una vez terminado el Programa de Incremento Exportador, teniendo en cuenta el desbalance comercial”, agregaron desde la sociedad de bolsa.
De acuerdo con estimaciones de Portfolio Personal de Inversiones (PPI), mantener el dólar MEP en los $680 le cuesta a la autoridad monetaria unos US$30 millones diarios. Si se observan las últimas tres ruedas, las intervenciones pesaron más que las compras de divisas y el BCRA tuvo un resultado neto negativo en US$100 millones.
“Por ende, la gran incógnita pasó a ser qué ocurrirá tanto con el poder de fuego que el BCRA no logró construir en estas semanas como con un CCL que dejará de tener oferta atípica. La respuesta de manual indicaría que el CCL debería subir, ya que además entramos en la recta final hacia la elección, así como el BCRA debería emplear más reservas de su escasa munición para mantener el MEP a raya. A raíz de este panorama, hoy comienzan a surgir rumores de ampliación del mecanismo del dólar soja a otros rubros de la economía para construir un puente hasta la elección”, sumaron.
Quedan cuatro ruedas de dólar soja 4. Para Ignacio Morales, uno de los caminos que podría tomar el Ministerio de Economía es prorrogar el programa de incremento exportador hasta después de las generales de octubre. Otra alternativa, para mantener su poder de fuego sobre los financieros, podría ser por un mayor ajuste en importaciones; habilitar el segundo tramo del swap con China o establecer más controles sobre las operaciones del dólar MEP o del blue por vía indirecta.
Luego de la devaluación del tipo de cambio mayorista por parte del Gobierno, los saltos que pegaron los dólares libres y la incorporación del impuesto PAIS a las importaciones, el mes pasado los precios de la economía tuvieron un nuevo fogonazo inflacionario.
En agosto, el índice de precios al consumidor marcó un avance del 12,4% mensual, el valor más alto de las últimas tres décadas. Una dinámica que los economistas advierten que continuará en septiembre, de la mano del nuevo “plan platita” que anunció el ministro Sergio Massa.
“Que el Ministerio de Economía comience a publicar relevamientos de precios de manera semanal es un síntoma del régimen de alta inflación en el cual se encuentra la Argentina desde hace varios meses y confirma que incluso para el Gobierno no hay un horizonte de baja sustancial de la inflación. El riesgo, desde ya, es que los precios se recalienten. Pero es un riesgo calculado: el Gobierno sostiene el precio del dólar oficial, interviene en los dólares paralelos, regula varios otros precios y negocia otros, por lo cual espera poder garantizar que la inflación semanal tenderá a caer de acá a las elecciones”, señalaron desde Epyca Consultora.
Pero entre el programa Compre sin IVA, los créditos subsidiados para los trabajadores, los bonos para jubilados, entre otros anuncios oficiales, el Gobierno sumó un gasto adicional de $2,4 billones (1,3% del PBI), según Equilibra. Para la consultora económica, independientemente de la capacidad del Gobierno para captar financiamiento privado, su “prestamista/acreedor de última instancia” es el BCRA.
“Creemos que será el mismo Central el que cubra el remanente de las necesidades financieras 2023, ya sea a través de adelantos transitorios o proveyendo de liquidez a entidades públicas para que ingresen en las licitaciones primarias del Tesoro. Como resultado, el BCRA seguirá emitiendo pesos en lo que resta de 2023 para financiar al fisco, lo que, en un escenario en que la demanda de pesos está muy debilitada, seguirá recalentando las presiones cambiarias e inflacionarias”, agregó.
Incertidumbre electoral
El dólar blue se vende a $745, apenas $10 más que a finales de agosto (+1,4%)
En tiempo de elecciones, los argentinos tienden a dolarizarse. Una tendencia que se registra históricamente, con el fin de esperar el resultado de los comicios refugiados en moneda dura. En agosto, los acontecimientos les dieron la razón a los ahorristas más conservadores. El día después de las PASO, el Gobierno devaluó la moneda en un 17% y los dólares libres se dispararon $175 durante los siguientes tres días.
“A menos de un mes para las elecciones, la incertidumbre se intensifica. La estrategia gubernamental de alcanzar la contienda electoral con estabilidad cambiaria y oportunidades electorales añade complejidad al período de transición. Se anticipa una presión al alza sobre el dólar financiero en las próximas semanas, impulsada por la elevada demanda de cobertura cambiaria de cara a las próximas elecciones y el vencimiento del denominado dólar soja”, dijo Martín Polo, estratega jefe de Cohen Investment.
El Banco Central destina unos US$30 millones diarios a contener el MEP
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