sábado, 13 de enero de 2024

INFRAESTRUCTURA Y ESPERT


Ferraro respondió las críticas: “Encontramos que 2500 obras estaban paralizadas”
El ministro de Infraestructura cuestionó el manejo de los proyectos por parte del gobierno anterior
“Es mentira”, el ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, enfrentó ayer las críticas de la oposición por la supuesta parálisis de la obra pública y aseguró que cuando llegaron al Gobierno muchos proyectos se habían congelado por la falta de pagos.
La reacción del ministro tuvo lugar durante su exposición ante el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados que analiza la ley ómnibus del Gobierno.
Ferraro aseguró, además, que se debe contar con un sector empresario que asuma los riesgos y no un sector “prebendario” que goza de la protección del Estado.
Ferraro se refirió a los incentivos a los proyectos de inversión. El ministro explicó que la intención es aislar las inversiones pautadas para el plazo de dos años de los eventuales riesgos. Aludió especialmente a proyectos en materia de energía y el transporte, y no a inversiones pequeñas. Eso derivó en críticas de varios diputados como, por ejemplo, la kirchnerista Florencia Carignano. “Con mucho gusto le comento a Carignano que no es que no nos parece interesante la construcción del cordón cuneta en Santa Fe, pero es obra pública que depende de las jurisdicciones”. “La administración anterior tuvo un enfoque de obras muy pequeñas, las que tradicionalmente hacen los municipios o las provincias. ¿Quién conoce mejor dónde se puede hacer una cloaca que el intendente de la comuna?”, arremetió.
La diputada Margarita Stolbizer, de Hacemos Coalición Federal, cuestionó que las exenciones no fueran válidas para todos los sectores. El ministro respondió que las condiciones no estaban dadas para tomar esa medida ahora y que, por eso, se priorizó a quienes están con más posibilidades hacer proyectos de inversiones rápidas.
El ministro recalcó que se trataba de proteger a aquellos sectores que iban a tener pérdida en su etapa inicial y que, por eso, hablaba de “proyectos” y no de empresas “grandes o pequeñas”.
“Quiero señalar también que es mentira que las obras se paralizaron por culpa de esta administración -contestó Ferraro-. Vienen paralizadas hace meses porque se contrataron obras de las que no existía el presupuesto. Así es muy fácil. Nos encontramos con 2500 de 7500 obras que estaban paralizadas”.
Un momento de tensión se registró cuando el diputado Pablo Todero, del Frente Popular Neuquino, cuestionó la posible venta de acciones de YPF, en el marco de las privatizaciones que pretende llevar a cabo el gobierno.
“Neuquén va a salir a la calle si se privatiza YPF y no va a haber gendarmería que la saque, le pido que saque a YPF del listado de empresas a ser privatizadas”, advirtió el legislador.
Frente a otras acusaciones de la oposición, el ministro también negó que se fuera a despedir trabajadores. “No vamos a echar a nadie que trabaje”, subrayó.
El diputado Nicolás Del Caño, del PTS, cuestionó que se pretenda eximir de IVA a empresas grandes y no a pequeñas, pero otra vez el foco estuvo puesto en priorizar a los que tienen “mayor riesgo”.
La respuesta del ministro ante ese cuestionamiento fue que esas obras eran jurisdicción de los municipios. La diputada libertaria Romina Diez expresó: “Venimos de cuatro años de robos infernales, en los que se lloraba por inaugurar una canilla”, en referencia a un acto que encabezó en su oportunidad el exgobernador del Chaco, Jorge Capitanich.
En tanto, Eduardo Tognoli, del Frente de todos por Santa Fe, mostró preocupación por la eventual privatización de los ferrocarriles aludiendo a las políticas de la década de los 90 y esgrimiendo que el ferrocarril no da ganancia en ningún lugar el mundo, por lo que debe ser subsidiado.
“Yo quisiera que apostemos a un enfoque distinto, no al que nos llevó a esta situación de pobreza. Nosotros no venimos a administrar las estructuras de este sistema porque seamos más eficientes, pretendemos cambiar ese sistema, porque estamos convencidos de que va a ser en beneficio de la gente”, fueron las palabras con las que Ferraro cerró su participación.
Otras exposiciones
El secretario de Comercio, Pablo Lavigne, señaló en el plenario que las modificaciones previstas en el proyecto de ley ómnibus para el área que lidera apuntan a “desregular el comercio interior” y apuntan a “un comercio donde el mercado es el actor principal”.
“Hemos eliminado Precios justos, que era un mecanismo casi de coerción donde se obligaba a las empresas a poner precios llevando a faltantes en las góndolas; el otro punto es que el principal problema de la competencia es el propio Estado, que impone regulaciones absurdas”, sostuvo
En tanto, destacó que uno de los ejes de su gestión será fortalecer “una autoridad de defensa de la competencia”. “Sin ella, se pueden producir distorsiones que no queremos que se produzcan”, agregó.


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José Luis Espert. La espada más filosa de Milei en Diputados que enardece a los opositores
Suma protagonismo en las comisiones y choca contra kirchneristas y trotskistas, pero también preocupa a los libertarios y sus aliados
Matías Moreno
La figura de José Luis Espert ejerce de pararrayos de Javier Milei y cobra un fuerte protagonismo en el inicio del debate del proyecto de ley ómnibus que plantea desregular la economía y una amplia reforma del Estado. Dueño de un tono provocativo y autor de frases con aire altivo, el economista se mueve en el plenario de comisiones en la Cámara de Diputados como si fuera una pieza más del engranaje de La Libertad Avanza, pese a que hace pocos meses sostenía que Milei era un liberal “poco serio” y un “populista más”. Pero, tras el triunfo libertario en el balotaje, Espert se reposicionó en el tablero y se convirtió en un guardián de Milei en el Congreso.
Así como la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, hizo “tabula rasa” y logró poco a poco ser una voz influyente en el Gabinete, Espert, que integra un monobloque y compitió en las últimas elecciones como candidato a senador de Horacio Rodríguez Larreta, exponente del ala moderada de Pro, es una suerte de frontman del oficialismo desde que Milei, quien lo llama “profe”, lo propuso para presidir la Comisión de Presupuesto y Hacienda.
Sin un referente excluyente en el bloque de LLA que lidera Oscar Zago, Espert encabeza la ofensiva contra los detractores de las reformas de Milei. No obstante, su alto perfil y su controvertido manejo escénico en el rol de conductor del plenario despierta rechazos en la oposición y ya genera ruidos, incluso, en el esquema libertario.
Es que Espert tuvo duros enfrentamientos con representantes del kirchnerismo y de la izquierda durante las primeras jornadas de debate en el plenario de comisiones, donde el oficialismo debe lidiar con un escenario incómodo y complejo para las ambiciones de Milei. Por un lado, los libertarios no tienen los votos y, a su vez, conviven con airados reclamos de la oposición, que pide mayor tiempo para discutir la ley ómnibus, que tiene más de 600 artículos y deroga decenas de leyes.
En las últimas 72 horas, Espert protagonizó una serie de escándalos con diputados opositores, como los peronistas Santiago Cafiero y Carlos Castagneto y los trotskistas Myriam Bregman y Nicolás del Caño, entre otros, a quienes les dedicó chicanas filosas, ironías e incluso hizo enardecer con una decisión repetida: apagarles el micrófono con la excusa de que habían extendido su tiempo de exposición.
“Hay un cambio de época. Si hay un reglamento y acuerdos previos, eso se cumple. No hago más que aplicar las reglas de juego históricas de la Cámara. Estamos en un plenario con 115 diputados y son sesiones informativas”, aseguró Espert ante la consulta de la nacion. El economista no recibió pedidos de la Casa Rosada ni de otros referentes del oficialismo para bajar el tono confrontativo.
Esos choques, advierten en los bloques aliados, son riesgosos, porque provocan desgaste y dificultan la misión de LLA de ordenar y acelerar el tratamiento del megaproyecto y, sobre todo, garantizarse un colchón de apoyos para firmar el dictamen. Sin embargo, Espert tensiona y juega al límite.
Es más: ayer quedó envuelto en una situación más complicada y extravagante en medio de la exposición del secretario de Educación, Carlos Torrendell. El funcionario de Milei y la diputada Romina del Plá (FIT) discutían sobre las evaluaciones educativas en países como Cuba o Venezuela, cuando Espert se acercó a Torrendell para susurrarle una sugerencia: “No dialogues porque, si no, no terminás más, y menos con la izquierda”, musitó el economista, mientras apoyaba su mano en el hombro del funcionario.
Ese comentario de Espert se filtró en la transmisión oficial, ya que el micrófono estaba encendido, y provocó un fuerte revuelo entre los legisladores. Incluso hubo libertarios que cuestionaron su actitud: “Era mejor que no esté”. Sin embargo, Espert se defiende: dice que le aconsejó a Torrendell que “no se preste” al juego del kirchnerismo y la izquierda. “Siempre violan el reglamento”, agregó.
Antenoche, el flamante socio de Mil ei– ambos habían sido aliados en el sector libertario hasta mediados de 2021, cuando se distanciaron por el salto a la política del actual presidente– protagonizó una tensa pelea con el excanciller Cafiero, a quien le cortó el micrófono por haberse excedido el tiempo que tiene cada diputado para hacerles preguntas a los funcionarios que exponen sobre la ley. Cafiero lo increpó y se fue del salón tras la tensa discusión.
En tiempos donde crece el rechazo social a la dirigencia tradicional–“la casta”, según Milei–, los políticos con ambiciones preferirían bajar el nivel de confrontación en las comisiones. “Que un excanciller se levante así de su silla, que estaba como a 30 metros de mi lugar, y amenace con sacarme el micrófono es de muy mala educación”, sostuvo Espert. Durante la madrugada de ayer, ironizó cuando el cristinista Castagneto (UP) le pidió extender la reunión. “Quiero seguir trabajando”, le planteó el extitular de la AFIP pasadas las 1.20. “¡Qué bárbaro! Siga, siga”, le retrucó Espert.
Durante la extenuante jornada del miércoles, Del Caño y Bregman lo trataron de “dictador” por cortarles la palabra. Él los calificó de “copitos de nieve” [por la banda que intentó asesinar a Cristina Kirchner en 2022]. Los referentes de izquierda denuncian que los amenaza públicamente con “cárcel o bala”. Espert repite que solo pide aplicar la ley ante los piquetes y les pide que se “relajen”.
El estilo provocador de Espert fue muy cuestionado por las autoridades de Unión por la Patria y los sectores de la oposición más intransigente. Lo acusan de tensionar el clima en las reuniones de plenario y advierten que, con ese accionar, no facilita el tratamiento de los temas: “Nos prohíbe la palabra”, despotrican.
La actitud de Espert también provoca “incomodidad” en otras bancadas opositoras, como Hacemos Coalición Federal o el radicalismo. “Hay que tener flexibilidad. Hace ruido que se manejen así. Les gusta el show”, deslizan desde la Coalición Cívica, la fuerza de Elisa Carrió. Nicolás Massot les aconsejó a los oficialistas que se dediquen a juntar los votos, más que confrontar. Emilio Monzó y él se movían con una máxima en el gobierno de Cambiemos: “El discurso es de la oposición, pero nosotros nos llevamos las leyes”.
En rigor, Espert alterna la conducción de la reunión del plenario con el cordobés Gabriel Bornoroni (LLA), quien está al frente de la comisión de Legislación General. Martín Menem, presidente de la Cámara baja, se jacta de haber acertado con la designación de Bornoroni, un novato en la rosca parlamentaria que despierta elogios y críticas en el arco no oficialista. “Hay tensión porque muchos usan el tiempo para hacer show y salir en los medios, no hacer preguntas sobre el proyecto”, resumen cerca de Menem.
A diferencia de Espert, Bornoroni apenas se cruzó con Sergio Palazzo, quien le recordó que el Presidente había tratado de “coimeros” a los diputados que demoraban el tratamiento de la ley ómnibus y ponían objeciones a las reformas. En cambio, Espert optó por un estilo confrontativo y jugó al fleje a la hora de contraatacar.
Más allá de las críticas, Espert se vanaglorió de haber “normalizado” el funcionamiento del debate en comisiones. Dijo que le daba “vergüenza” tener que cortar el micrófono, pero argumentó que los diputados deben respetar los tiempos para plantear sus inquietudes.
Pese a que sus formas y su papel protagónico provocan rechazos y críticas en la oposición, Espert difunde sus controvertidas intervenciones en las redes sociales, donde recibe aplausos de los suyos

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