Milei dijo que no negociará la ley ómnibus y profundizó la presión sobre el Congreso
El Presidente afirmó que aceptará “mejoras”; Francos pidió celeridad en el debate
“No negociamos nada, pero sí aceptamos sugerencias para mejorar”. Con esa definición, el presidente Javier Milei marcó ayer los límites del diálogo con la oposición por la aprobación de la reforma de la ambiciosa ley ómnibus, que mañana comenzará a discutirse en la Cámara de Diputados.
Milei tildó de “idiotas útiles” a los sectores que cuestionan aspectos del megadecreto de desregulación económica y denunció a “la casta política” por frenar el programa de ajuste. “Quieren mantener sus privilegios”, los acusó. En sintonía, el ministro del Interior, Guillermo Francos, quien se encarga de buscar acuerdos políticos, pidió al Congreso que apruebe la ley, al advertir que el país “no puede esperar cuatro años más”. Los sectores moderados, cuyos votos son claves para aprobar la reforma, quieren limitar la entrega de facultades especiales al Ejecutivo y rechazan los cambios en las jubilaciones y en las privatizaciones.
El presidente Javier Milei volvió a mostrarse intransigente en la defensa de la letra chica de sus reformas y a calificar en duros términos a quienes se oponen a sus iniciativas. Tildó de “idiotas útiles” a los sectores moderados que cuestionan aspectos del megadecreto de desregulación económica y denunció a “la casta política” por frenar el programa de ajuste. “Quieren mantener sus privilegios”, los acusó. Las críticas del Presidente a la oposición se repitieron después del esforzado inicio del trabajo parlamentario en el Congreso, donde la condición de minoría que el oficialismo detenta tuvo sus primeros coletazos.
Sobre la posibilidad de discutir el contenido de la voluminosa “ley de bases”, Milei deslizó: “No negociamos nada, pero sí aceptamos sugerencias para mejorar”.
En sintonía, el ministro del Interior, Guillermo Francos, quien se encarga de buscar acuerdos políticos, apuntaló el mensaje de Milei y pidió al Congreso que apruebe la ley ómnibus presentada por el Poder Ejecutivo, al advertir que el país “no puede esperar cuatro años más”. Además, acusó a la Justicia del Trabajo de no hacerse cargo “de la situación que vive la Argentina”, tras el fallo contra el capítulo con reformas laborales del decreto de necesidad y urgencia (DNU) .
Fue después de que, el viernes, al filo de la fecha límite, el Presidente enviara el DNU a la Comisión Bicameral de Tratamiento Legislativo, que aún no está constituida. En paralelo, mañana empezará la discusión en comisión del proyecto de ley. La queja principal frente a esa iniciativa –incluso dentro de Pro– es la delegación de superpoderes al jefe del Estado y la supresión de la fórmula jubilatoria. Bloques aliados y “colaborativos” quieren hacer cambios importantes al texto, pero La Libertad Avanza no parece muy dispuesta. Miguel Ángel Pichetto, uno de los principales referentes de los sectores moderados, expresó ayer que “hay predisposición y buena voluntad” de algunos dirigentes de la oposición de apoyar el DNU y el megaproyecto, aunque pidió que el Gobierno nacional “no agreda al Congreso”.
Las declaraciones presidenciales de ayer fueron en sentido contrario. “Cuando el Congreso se pone a hacer estupideces, pasa la factura: no acompañaron la licitación de bonos, eso hizo que hubiera un pequeño salto en el dólar. Pero les digo: ellos son los responsables”, destacó en diálogo con Radio Mitre el primer mandatario, quien regresó ayer por la madrugada de su visita a las bases Marambio y Esperanza en la Antártida, donde dio inicio al acuerdo de cooperación entre Argentina y el Organismo Internacional de Energía Atómica.
“Se quejan porque queremos terminar con los vicios de la política. El DNU ha sido utilizado dentro del marco democrático por otros gobiernos y está en la Constitución. Se quejan, pero no se quejaron cuando otros gobiernos recortaron libertades”, advirtió el Presidente, a la vez que denunció: “El DNU otorga libertades a las personas, es promercado, no proempresa. Se eliminan los tongos. Eso genera mucha resistencia”.
Además, insistió en que los políticos que quieren fragmentar el DNU buscan “coimas”, una acusación que lanzó dos veces en las últimas dos semanas y que alteró los ánimos incluso entre los bloques aliados. “Hay que fijarse si esos políticos tienen un nivel de vida acorde con lo que tienen”, manifestó. Y se mostró confiado en la suerte del proyecto de 664 artículos. “Nosotros no negociamos nada, pero sí aceptamos sugerencias para mejorar”, aclaró.
No obstante, Milei admitió que la forma de plantarse frente a la oposición genera discusiones internas en el Gobierno. Fue cuando describió al ministro Francos como “un gran jugador, que tiene una misión difícil”, y agregó: “Tiene que lidiar con la política cuando unos cuantos de nosotros somos talibanes”.
Tras los planteos de inconstitucionalidad contra el DNU que se acumulan en la Justicia, Milei redobló la apuesta: “Los que hacen foco sobre las formas son los idiotas útiles. Dada la magnitud del ajuste que proponemos, necesitamos una rápida respuesta de inversión para que el daño sea el menor posible en cuanto pobreza, desocupación”.
El pedido de Francos
En línea con Milei, el ministro del Interior pidió celeridad a los diputados y senadores que deberán darles tratamiento a los proyectos de reforma enviados por el Poder Ejecutivo. “No podemos esperar cuatro años. Lo que plantea el Presidente es que estamos en una situación de emergencia como nunca antes la Argentina enfrentó”, dijo.
En declaraciones a Radio Mitre, Francos sentenció: “El Estado argentino está destruido, no tiene capacidad para afrontar los problemas más esenciales que tiene que cubrir un Estado”. Alertó que “no hay tiempo” que perder: “Si nos ponemos a discutir una ley que nos lleve todo un año, no entra más un peso”.
Sobre las medidas cautelares que suspendieron las reformas en materia laboral del DNU planteadas por la CGT y la CTA, señaló que no le parece “razonable ni lógico” y apuntó a los tribunales: “Quienes resuelven los temas judiciales de esta manera no se hacen cargo de la situación que vive la Argentina”. Sobre el fuero laboral, el funcionario afirmó que con sus fallos “genera un costo para el sistema productivo argentino muy alto porque, normalmente, son los jueces que fallan en favor de los trabajadores”.
Por último, Francos desestimó los rumores que circulaban sobre su posible renuncia al cargo de ministro del Interior. “Toda la semana operaron con que yo me iba”, chicaneó. Es una campaña orquestada para hacer pensar que Milei no tiene capacidad de diálogo”, cerró.
Javier Milei Presidente “no negociamos nada [de la ‘ley de bases’], pero sí aceptamos sugerencias para mejorar”
Guillermo Francos ministro del interior “no hay tiempo. no podemos esperar cuatro años. lo que plantea el Presidente es que estamos en una situación de emergencia como nunca antes la Argentina enfrentó”.
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Los diputados abren la discusión del megaproyecto
La iniciativa, de más de 660 artículos, será discutida en un plenario de comisiones
Con la nueva advertencia de Javier Milei de que no está dispuesto a “negociar nada”, un plenario de tres comisiones comenzará a discutir mañana el polémico y controvertido megaproyecto de ley “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos”.
A partir de las 14 se reunirán las comisiones de Legislación General, de Asuntos Constitucionales y de Presupuesto y Hacienda con un plan de trabajo acordado por los titulares de esos cuerpos de trabajo legislativo, encabezados por diputados del oficialismo de La Libertad Avanza. El cronograma contempla continuar con el debate mañana.
Las dos reuniones tendrán carácter informativo y contarán con la participación, ya sea de manera presencial o por videoconferencia, de los ministros y secretarios de las áreas de gobierno involucradas en los cambios que introduce el proyecto. No está previsto que esta semana se firme dictamen a la iniciativa.
Los diputados tendrán tiempo hasta esta noche para formular las preguntas que pretenden hacerle a los funcionarios.
El método establecido generó críticas de la oposición, que reclama la presencia de ministros y secretarios en el salón de reuniones. “Los funcionarios tienen que venir a la Cámara a explicar la ley ómnibus y contestar preguntas”, se quejó Paula Oliveto (Coalición Cívica).
En defensa de la metodología aplicada, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, José Luis Espert (LLA), dijo que la iniciativa “es muy profunda, contiene muchos artículos y muchos temas, por lo que se va a dar mucho debate”,
“No hay dudas de que va a haber discusión y va a haber cambios de artículos, y en el seno de LLA. en Diputados, hay disposición a que se cambien artículos para que aliados conceptuales de esto, que pueden ser Pro, parte del radicalismo, Hacemos Coalición Federal, puedan acompañar, va a haber que escucharlos, porque de eso se trata la democracia y de eso se trata el Congreso”, agregó el legislador en declaraciones periodísticas.
Tal como lo anticiparon la semana pasada, el kirchnerismo insistió en su rechazo a los 664 artículos incluidos en el megaproyecto.
Los diputados de Unión por la Patria también cuestionan el apuro que pretende imprimirle el oficialismo al debate, mucho más después de que el presidente Milei insistiera en su idea de no extender las sesiones extraordinarias durante febrero. El decreto emitido por el Gobierno a fin del año pasado estableció hasta el 31 de enero el plazo para que el Congreso debata los proyectos impulsados por el Poder Ejecutivo.
Ese interrogante también inquieta a algunos representantes de bloques provinciales a partir de la supuesto intención de La Libertad Avanza de emitir dictamen pasado mañana.
Misión difícil
Sin embargo, el presidente del bloque de diputados libertarios, Oscar Zago, les bajó el tono a los rumores y relativizó el supuesto apuro oficialista. “Es muy difícil” que haya dictamen el jueves, dijo el legislador.
Por lo pronto, tanto oficialistas como opositores analizan el extenso texto y lo van desglosando para su discusión en las diferentes materias que aborda: para bloques como Pro o una parte del bloque radical (unos 20 de sus 34 integrantes), “es votable en un 90 por ciento”.
Así, para el resto del radicalismo y los integrantes del bloque de Hacemos Coalición Federal la intención es diferenciar entre las cuestiones consideradas urgentes, las de mediana importancia y las que consideran que no son oportunas para avanzar en este momento.
Para tomar una idea de la magnitud de la cuestión, en el debate del ambicioso proyecto participarán cerca de un centenar de los 257 miembros de la Cámara baja.
En lo que coincide la mayoría de las bancadas, incluso los propios oficialistas, es en que el pedido de facultades delegadas al presidente Javier Milei hasta diciembre de 2025, con posibilidad de prórroga por dos años más, se llevará la mayor parte del inicio de la discusión en comisiones.
Allí parece haber una mayoría que se expresaría por el rechazo, según los sondeos y las declaraciones públicas realizados desde que se presentó el texto, aunque en los últimos días surgió uno posible solución intermedia propuesta por un par de bloques opositores.
Se trataría de establecer que las facultades sean sólo por un año y que, por otra parte, se acelere el tratamiento en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo el seguimiento de la delegación de facultades.
Otro tema conflictivo es la cláusula que ratifica el decreto de necesidad y urgencia (DNU) 70/23, de desregulación económica, firmado por Milei el 20 de diciembre.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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