domingo, 10 de marzo de 2024

EDITORIALES Y LAS PALABRAS


El Estado pobrista de Kicillof
Ni sus chicanas ni sus picardías adolescentes le permitirán al gobernador bonaerense eludir su responsabilidad personal en la grave situación en que se halla el país
Era obvio que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, utilizaría el ajuste de precios y tarifas dispuesto por Javier Milei para cuestionarlo en la apertura de sesiones de la Legislatura provincial. Al reducirse el gasto público para dejar de emitir dinero, también se detiene el torbellino inflacionario que impulsaba la “corrida” hacia los bienes, cada vez más escasos, con su secuela de pobreza e indigencia. Y así estalló la bomba que colocó el kirchnerismo con desaprensión, trasladando a futuro el costo de poner la casa en orden.
Después de calificar de “experimento extravagante” al programa de reducción de gastos, sostuvo que, para superar la crisis no se necesita un ajuste, sino más derechos y más Estado. “La sociedad –dijo– reclama por más escuela pública, por más cloacas y por más asfalto”, rechazando recetas “anacrónicas, importadas o fracasadas”. Cabe recordarle que su propio partido gobernó la provincia de Buenos Aires durante más de treinta años desde el advenimiento de la democracia y que el desastre educativo, sanitario, de inseguridad y habitacional actual se debe a las recetas “nacionales y populares” aplicadas en forma consistente por sus predecesores y por él mismo. Nada más anacrónico ni fracasado que reiterarlas.
Dejando de lado las chicanas, su discurso volvió a reflejar poco vuelo para la importancia del cargo que ejerce y la dimensión de sus aspiraciones políticas. En vez de levantar la mira con propuestas superadoras, corrió por detrás de la agenda de Milei, como si careciese de libreto propio. Omitió mencionar el rol de la provincia de Buenos Aires en el contexto nacional y sus ideas para aprovechar un mundo que abandona la globalización y se repliega a zonas de confianza, donde la relocalización de industrias, la transición energética, la economía del conocimiento y la escasez de alimentos ofrecen oportunidades únicas para la Argentina. Y donde muchos extranjeros desearían radicarse, trayendo sus familias y sus capitales por los atractivos que el país ofrece, incluyendo su lejanía del hemisferio norte en caso de conflicto nuclear. Pero Kicillof ya lo dijo: “No quiero ser Irlanda”, la nación ejemplar que creció por la inversión extranjera, sin aclarar cuál modelo prefiere (aunque mejor no preguntarle).
Si no le interesa lo que ocurre fuera de nuestras fronteras, por lo menos debió explicitar sus planes con respecto a la inseguridad, el narcotráfico, la atención en los hospitales y el calendario escolar, prioridades en la agenda de los bonaerenses. La corrupción tampoco estuvo en su discurso, pues lo comprenden las generales de la ley: desde 2013 vio de cerca los peores escándalos del kirchnerismo desentendiéndose o manteniendo un silencio cómplice y oportunista.
A pesar de su relativa juventud, el gobernador parece un veterano de aquel Primer Plan Quinquenal (1947-1951), presentado por Juan Domingo Perón y José Figuerola el 30 de septiembre de 1946 ante las dos cámaras legislativas, pregonando las virtudes de un Estado omnipresente como ya no existe sino en Cuba y Corea del Norte. Así se creó el IAPI para monopolizar el comercio externo, se estatizaron los ferrocarriles, los teléfonos y el gas, se pagó la deuda externa de forma anticipada y se nacionalizó el Banco Central para emitir dinero sin respaldo. El diputado nacional Miguel Ángel Pichetto, un peronista histórico, tuvo esa misma impresión y juzgó la ceremonia inaugural de Kicillof como una “foto sepia o en blanco y negro”.
Aquel plan fue el comienzo de la decadencia argentina, con una inflación creciente por aquello de que “la economía debe sujetarse a la política”, olvidándose de que no hay Estado viable sin recursos genuinos, generados por un sector privado competitivo y vigoroso. De lo contrario, ministerios y reparticiones son carcasas huecas para alojar militantes, distribuir privilegios y generar pobreza.
Hasta la República Popular China advirtió, hace ya 40 años, que la prosperidad de un país no proviene solo de sus recursos naturales ni de su infraestructura, sino de la educación y la correcta alineación de los incentivos para que todo esfuerzo sea retribuido en forma individual y no apropiado por los demás. Ante las pérdidas recurrentes, el exceso de personal y la falta de premios y castigos, la Asamblea Popular China dictó la ley de quiebras empresariales (1986) para liquidar las empresas públicas que no funcionasen conforme a las reglas del “mercado socialista”. De 1998 a 2003 fueron cerradas cerca de 5000, afectándose a nueve millones de empleados luego absorbidos por el pujante crecimiento del sector privado. En 2010, el 80% de la población urbana empleada en China ya trabajaba fuera del Estado.
En cuanto a Cuba, el 90% de los cubanos son pobres, sufren una grave crisis alimentaria y largos cortes de luz diarios, y ven a los jóvenes emigrar, dejando a sus hijos al cuidado de los abuelos. Ni Fidel Castro ni Díaz-canel comprendieron que la riqueza no se crea por decreto, ni con expropiaciones, ni con empresas estatales donde nadie trabaja, salvo para llevarse productos a su casa.
El binomio de propiedad privada y firmeza de los contratos libera la fuerza creadora del capitalismo sin el cual no habrá empleos regulares, ni pago de impuestos, ni progreso social. Como hemos dicho desde esta columna, la solución no es el anarcocapitalismo, sino el despliegue de la iniciativa privada en el marco de nuestro régimen constitucional de división de poderes, independencia de la Justicia y principios republicanos. Con un Estado austero, transparente y eficaz que garantice esos derechos en forma previsible, estable y no discrecional. Si se ignora esa mecánica virtuosa, tendremos un país yermo, con fábricas tomadas, campos sin cultivos, oficinas vacías y disturbios callejeros. La gestión pública solo podrá paliar la pobreza, contener reclamos, brindar comedores, pagar subsidios y hacer asistencialismo para postergar estallidos inevitables, sacando rédito político de planes, canastas y bolsones. La provincia de Buenos Aires se ha convertido en guarida de quienes debieron abandonar las “cajas negras” nacionales, llámense ministerios, secretarías, agencias o fideicomisos. Duchos en movilizar familias y desviar fondos a sus bolsillos, trasladarán su experiencia a La Plata para intentar desestabilizar al gobierno mileísta.
Kicillof, como exministro de Cristina Kirchner, ironizando acerca de la seguridad jurídica –que dijo aborrecer– declaró en el Senado de la Nación el 17 de abril de 2012: “Tarados son los que piensan que el Estado tiene que ser estúpido y comprar todo según la ley de la propia YPF, respetando su estatuto; si no, ¿dónde está la seguridad jurídica?”. Esas palabras fueron incorporadas como prueba en el juicio que lleva el fondo Burford contra el Estado nacional y que costará más de 16.000 millones de dólares a las arcas nacionales, una cifra que serviría con creces para hacer “más escuelas públicas, más cloacas y más asfalto”, no solo en el conurbano bonaerense, sino también en el resto del país.
Para evitar responder acerca de ese quebranto histórico, el gobernador, tras la convocatoria del gobierno nacional a los mandatarios provinciales, se evadió tras un burdo “arranquen nomás si no llegamos”. De todas formas, la responsabilidad que le cabe le llegará tarde o temprano, aunque pretenda eludirla con chicanas o picardías adolescentes.
La provincia de Buenos Aires se ha convertido en guarida de quienes debieron abandonar las “cajas negras” nacionales, llámense ministerios, secretarías, agencias o fideicomisos

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“Despiértate, América”, el mensaje de Biden
The Washington Post

WASHINGTON.– Joe Biden comenzó su vigoroso y combativo discurso sobre el estado de su país invocando al presidente Franklin D. Roosevelt, quien, en plena Segunda Guerra Mundial, declaró que Estados Unidos enfrentaba “un momento sin precedentes en su historia”. Ahora, con la libertad y la democracia bajo ataque, Biden dijo que quiere despertar al Congreso y al país en una realidad similar.
¿Cuál fue el mensaje de Biden a Putin? “No nos inclinaremos. No me inclinaré”. El presidente imploró al Congreso que cumpla con las promesas de ayuda a Ucrania, argumentando que la amenaza no se contendría si no se enfrenta. También abordó las amenazas a la libertad y la democracia en casa, comenzando con la insurrección del 6 de enero de 2021: “No puedes amar a tu país solo cuando ganas”, dijo.
Biden también enhebró hábilmente la guerra entre Israel y Hamas, enfatizando el derecho del primero a la autodefensa, así como su obligación de proteger los derechos humanos de los civiles que viven en Gaza. Su plan de proporcionar un puerto y un muelle temporal en la costa de Gaza para brindar ayuda humanitaria a millones de sus ocupantes, 20 de los cuales ya han muerto de hambre, es sensato.
La parte más fuerte del discurso presidencial fue cómo describió su visión de la grandeza estadounidense, sustentada en los valores de “honestidad, decencia, dignidad e igualdad” y la alternativa, el “resentimiento, la venganza y la retribución” de los halcones de Trump en cada manifestación. Este contraste de visiones es la diferencia más importante entre las dos opciones que probablemente tendrán los estadounidenses en las urnas. La confusión de peticiones legislativas y acciones ejecutivas interrumpió esta narrativa. La tarea de Biden en el futuro es seguir contando esa historia.

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Inoxidables sueños de caudillos provinciales
María Elena Polack

“El Chacho va a valer más que el peso”.
(De Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja)
En Paraguay celebran la bajísima inflación de 2023: apenas tuvieron 3,7% por culpa de la invasión de Rusia a Ucrania y la pandemia de Covid, entre otros dramas internacionales que han dejado sus coletazos devastadores en la Argentina, quizás porque nosotros “venimos de los barcos” de Europa, como bien aseguraba Alberto Fernández, y todo nos afecta más. Y reconocen que muchos argentinos que viven y comercian en la frontera ya ahorran en esa moneda.
El guaraní cumplió en octubre pasado sus primeros 80 años y es la segunda moneda más antigua de América Latina, después de la de Colombia. Sin embargo, por estas pampas ningún analista financiero aconseja ahorrar en dinero paraguayo, lo deben reservar para círculos exclusivos. Y, encima, se dan el lujo de invisibilizar el bono Chacho: el novedoso instrumento de La Rioja, cuna de caudillos y de buena parte del peronismo vinculado con Javier Milei y del peronismo opositor a Javier Milei.
Fea actitud la de los expertos en salvarse del drama argentino que en 2023 alcanzó el 211,4% de inflación, cuando las riendas de la economía las manejaba el superministro y candidato a resolver todos los problemas Sergio Massa. “El Chacho va a tener más valor que el peso”, augura, con una sonrisa de cantante melódico de los años 50, el gobernador riojano, Ricardo Quintela. Sí, es el mismo que regalaba billetes de $1000 desde la ventanilla de su auto en la última campaña electoral. ¿Arrojará “Chachos” para reforzar la intención de votar a sus candidatos legislativos de 2025? ¿Contratará espectáculos en ese instrumento financiero? ¿Los “Chachos” serán de cara chica o de cara grande? Hay que reconocer que, para resguardarlo de los usuales fondos buitre globales, les aclara a sus eventuales tenedores: “Va a ser una moneda de circulación interna para el arroz, el taxi y servicios locales”.
No deja de ser risueño, para decirlo de modo elegante, que los caudillos peronistas sigan con las mismas recetas que ya fracasaron en el pasado. Por empezar, contribuyeron a restarle valor al peso argentino al administrar de forma ineficiente sus propios estados. Aunque, hay que admitirlo, al menos los Patacones de la gestión bonaerense de Carlos Ruckauf, allá por 2001, se cotizan en Mercado Libre. Despabílese querido lector: si tiene alguno de 50 centavos sin estrenar hasta lo puede colocar por arriba de los $18.000. Sería el equivalente a cuatro kilos y medio de arroz de primera marca, que es de los alimentos que se podrán adquirir con varios “Chachos” en las tierras de Quintela.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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